8/06/2022, 11:12
Finalmente alcanzamos la playa y aquel montón de arena que terminó por engancharse por todos lados, especialmente las sandalias y los pies fue recibida como un bálsamo en lugar de la jodienda que hubiese sido en cualquier otra ocasión. Pocas cosas me molestaban más que la arena enganchada por todo el cuerpo. Pero no aquel día. Tierra firme.
«Lo logramos»
Una sonrisa bobalicona se me dibujó en el rostro mientras de un vistazo fui comprobando que todos y cada unod e los presentes habíamos llegado de una pieza. Luego Neiru, la capitana de aquel pequeño escuadrón volvió a captar nuestra atención. Ahora el objetivo era sortear aquel obstáculo físico. Comprendçia otro tipo de peligros, tales como pegarse un señor hostión que nos partiría la carisma. Volveríamos a cooperar en parejas. Neiru y Hana tendrían un cometido extra debido al jutsu que la jōnin acababa de aplicar a ella misma y a la rubia.
— ¡Ostras, pueden volar! — dije, pensando en voz alta muerto de la envidia.
Pero no había tiempo para entretenerse demasiado. Había sido un viaje convulso hasta el momento y había hecho mella en nuestros cuerpos, pero el tiempo apremiaba. Le tendí la mano a Hayato.
— Salvo que tengas un poco de hilo o algún otro plan, vamos a tener que cogernos la mano mientras subimos
«Lo logramos»
Una sonrisa bobalicona se me dibujó en el rostro mientras de un vistazo fui comprobando que todos y cada unod e los presentes habíamos llegado de una pieza. Luego Neiru, la capitana de aquel pequeño escuadrón volvió a captar nuestra atención. Ahora el objetivo era sortear aquel obstáculo físico. Comprendçia otro tipo de peligros, tales como pegarse un señor hostión que nos partiría la carisma. Volveríamos a cooperar en parejas. Neiru y Hana tendrían un cometido extra debido al jutsu que la jōnin acababa de aplicar a ella misma y a la rubia.
— ¡Ostras, pueden volar! — dije, pensando en voz alta muerto de la envidia.
Pero no había tiempo para entretenerse demasiado. Había sido un viaje convulso hasta el momento y había hecho mella en nuestros cuerpos, pero el tiempo apremiaba. Le tendí la mano a Hayato.
— Salvo que tengas un poco de hilo o algún otro plan, vamos a tener que cogernos la mano mientras subimos