21/06/2022, 10:11
—¡No deberías hablarle así, es nuestro Uzukage!
—Cállate, imbécil.
El capullo de Datsue había escuchado su comentario y le había contestado con una carcajada. Y allí estaba ella, con los brazos a horcajadas, los mofletes hinchados como una niña a la que acaban de quitarle un caramelo.
—¡No te vayas a quedar atrás, Umi!
Umi gruñó, sacudió la cabeza y se dispuso a escalar el acantilado junto a su hermana, que ya había avanzado unos metros. Ella acumuló algo de chakra en la planta de los pies y subió de carrerilla. Al menos hasta donde se encontraba Suzaku.
—Espera... espera —jadeó. Sujetaba en la mano la cuerda que les había mantenido unidas en la caminata hasta la playa—. Atémonos entre tú y yo con esto. Y atemos luego el hilo a la cuerda. De esta forma no tendremos que preocuparnos de sujetar el hilo y estaremos aseguradas las dos. Espero. —La muchacha se afanó por volver a atar sus cinturas, y le pidió el kunai a Suzaku para atar el hilo también. Una vez hecho esto, continuaría el ascenso.
—Cállate, imbécil.
El capullo de Datsue había escuchado su comentario y le había contestado con una carcajada. Y allí estaba ella, con los brazos a horcajadas, los mofletes hinchados como una niña a la que acaban de quitarle un caramelo.
—¡No te vayas a quedar atrás, Umi!
Umi gruñó, sacudió la cabeza y se dispuso a escalar el acantilado junto a su hermana, que ya había avanzado unos metros. Ella acumuló algo de chakra en la planta de los pies y subió de carrerilla. Al menos hasta donde se encontraba Suzaku.
—Espera... espera —jadeó. Sujetaba en la mano la cuerda que les había mantenido unidas en la caminata hasta la playa—. Atémonos entre tú y yo con esto. Y atemos luego el hilo a la cuerda. De esta forma no tendremos que preocuparnos de sujetar el hilo y estaremos aseguradas las dos. Espero. —La muchacha se afanó por volver a atar sus cinturas, y le pidió el kunai a Suzaku para atar el hilo también. Una vez hecho esto, continuaría el ascenso.