30/06/2022, 03:32
(Última modificación: 30/06/2022, 13:12 por Tsukiyama Daigo. Editado 1 vez en total.)
A pesar de la confusión por la repentina emboscada, el escuadrón número 42 reaccionó rápida y eficazmente contra el ataque del ejército de Kurama. Hana creo un enorme muro de roca que podría, quizás, detener parcialmente el ataque. Suzaku y Natsu utilizaron sus mejores técnicas de fuego para combatir la lava, mientras que Umi optó por una opción más táctica, utilizando una técnica de agua para intentar cumplir dos propósitos a la vez.
Datsue, por su parte, no vio aquellos dos enormes meteoritos como un problema que resolver, sino como una oportunidad. Una oportunidad de dictar una sentencia. El Uzukage saltó incluso antes de que cualquiera de sus subordinados lanzase una técnica, prácticamente volando por encima del campo de batalla a la vez que sacaba dos diminutas agujas que cargó de una muy pequeña cantidad de electricidad cada uno antes de lanzarlas directamente contra las esferas de lava. Entonces sucedió lo impensable.
Ambas agujas chocaron contra las enormes estrellas que se cernían sobre ellos, desestabilizándolas y haciéndolas explotar casi por completo. Tan solo unas pequeñas esferas de lava del tamaño de un puño quedaron de lo que antes fueron dos jodidos meteoritos, y rápidamente esas dos esferas fueron eliminadas por el fuego de Suzaku, que terminaron de deshacerse fácilmente de lo que quedaba de lava. La gran bola de fuego de Natsu, al no encontrarse con nada, continuó de largo y golpeó con fuerza la espalda de Neiru, que salió despedida por los aires en una bola de fuego. La técnica de Umi subió... y bajó sin chocar con nada ni con nadie, pero los ninjas se darían cuenta mientras el agua caía como lluvia sobre ellos de que, efectivamente, el barro se había licuado un poco (Poder 40).
El Uzukage aterrizó sobre el muro con el símbolo de Uzushiogakure que, por suerte, no tuvo que detener ninguna técnica, y, por si el mensaje no les había quedado claro al ejército de Kurama, se los dijo alto y claro.
— ¡¡¡NINJAS DE KURAMA!!! ¡¡¡UN MINUTO!!! —Rugió más fuerte que un trueno, haciendo temblar hasta al más valiente de los soldados—¡¡¡UN MINUTO PARA RENDIRSE!!! ¡¡¡UN MINUTO PARA HUIR!!!
El campo de batalla pareció detenerse durante unos momentos. Nadie se atrevió a lanzar una sola técnica más.
»U os mandaré al mismo lugar al que envié a vuestro General Bakudan. ¡¡¡OS COLGARÉ DEL PUTOÁRBOL MÁS ALTO CON VUESTRAS PROPIAS ENTRAÑAS MIENTRAS TODAVÍA RESPIRÁIS!!!
Incluso sus propios ninjas parecieron haberse paralizado.
»¡¡¡Y OS SELLARÉ EL ALMA PARA QUE SUFRÁIS TODA UNA ETERNIDAD!!!
En aquel momento, los miembros del escuadrón 42 jurarían haber escuchado el sonido de algunos soldados tirar las armas al suelo. Eso si podían escuchar algo más que a su Uzukage en aquel momento, y entonces...
»¿¡No me creéis!? ¡Pensadlo otra vez! ¡SABÉIS QUIEN SOY! ¡Y HEMOS HECHO COSAS PEORES!
Cuatro rayos láser de color azul chocaron contra el símbolo de Uzushiogakure, destrozando completamente el muro, haciéndolo añicos. Entre los escombros, todos los ninjas pudieron ver un montón de rayos del mismo tipo que viajarían hasta cada uno de los genin a velocidad vertiginosa, uno para cada uno (16 PV). Cada proyectil por separado no había parecido la gran cosa, pero debían recordar que unos pocos de ellos habían sido suficientes para destrozar el muro de Hana, y definitivamente serían suficiente para mandarlos por los aires, lo que podría ser bueno, porque estarían liberados del barro si no habían salido ya.. o malo, porque tenían el barranco justo detrás de ellos.
Frente a Datsue, mientras caía, un joven apareció fruto de una técnica de movimiento instantáneo justo frente a él.
— Así que fuiste tú quien mató a Bakudan. —Le dijo apenas aparecer, intentando con todas sus fuerzas contener su ira—. ¡ERES HOMBRE MUERTO, UCHIHA DATSUE!
Falló.
Datsue, por su parte, no vio aquellos dos enormes meteoritos como un problema que resolver, sino como una oportunidad. Una oportunidad de dictar una sentencia. El Uzukage saltó incluso antes de que cualquiera de sus subordinados lanzase una técnica, prácticamente volando por encima del campo de batalla a la vez que sacaba dos diminutas agujas que cargó de una muy pequeña cantidad de electricidad cada uno antes de lanzarlas directamente contra las esferas de lava. Entonces sucedió lo impensable.
Ambas agujas chocaron contra las enormes estrellas que se cernían sobre ellos, desestabilizándolas y haciéndolas explotar casi por completo. Tan solo unas pequeñas esferas de lava del tamaño de un puño quedaron de lo que antes fueron dos jodidos meteoritos, y rápidamente esas dos esferas fueron eliminadas por el fuego de Suzaku, que terminaron de deshacerse fácilmente de lo que quedaba de lava. La gran bola de fuego de Natsu, al no encontrarse con nada, continuó de largo y golpeó con fuerza la espalda de Neiru, que salió despedida por los aires en una bola de fuego. La técnica de Umi subió... y bajó sin chocar con nada ni con nadie, pero los ninjas se darían cuenta mientras el agua caía como lluvia sobre ellos de que, efectivamente, el barro se había licuado un poco (Poder 40).
El Uzukage aterrizó sobre el muro con el símbolo de Uzushiogakure que, por suerte, no tuvo que detener ninguna técnica, y, por si el mensaje no les había quedado claro al ejército de Kurama, se los dijo alto y claro.
— ¡¡¡NINJAS DE KURAMA!!! ¡¡¡UN MINUTO!!! —Rugió más fuerte que un trueno, haciendo temblar hasta al más valiente de los soldados—¡¡¡UN MINUTO PARA RENDIRSE!!! ¡¡¡UN MINUTO PARA HUIR!!!
El campo de batalla pareció detenerse durante unos momentos. Nadie se atrevió a lanzar una sola técnica más.
»U os mandaré al mismo lugar al que envié a vuestro General Bakudan. ¡¡¡OS COLGARÉ DEL PUTOÁRBOL MÁS ALTO CON VUESTRAS PROPIAS ENTRAÑAS MIENTRAS TODAVÍA RESPIRÁIS!!!
Incluso sus propios ninjas parecieron haberse paralizado.
»¡¡¡Y OS SELLARÉ EL ALMA PARA QUE SUFRÁIS TODA UNA ETERNIDAD!!!
En aquel momento, los miembros del escuadrón 42 jurarían haber escuchado el sonido de algunos soldados tirar las armas al suelo. Eso si podían escuchar algo más que a su Uzukage en aquel momento, y entonces...
»¿¡No me creéis!? ¡Pensadlo otra vez! ¡SABÉIS QUIEN SOY! ¡Y HEMOS HECHO COSAS PEORES!
Cuatro rayos láser de color azul chocaron contra el símbolo de Uzushiogakure, destrozando completamente el muro, haciéndolo añicos. Entre los escombros, todos los ninjas pudieron ver un montón de rayos del mismo tipo que viajarían hasta cada uno de los genin a velocidad vertiginosa, uno para cada uno (16 PV). Cada proyectil por separado no había parecido la gran cosa, pero debían recordar que unos pocos de ellos habían sido suficientes para destrozar el muro de Hana, y definitivamente serían suficiente para mandarlos por los aires, lo que podría ser bueno, porque estarían liberados del barro si no habían salido ya.. o malo, porque tenían el barranco justo detrás de ellos.
Frente a Datsue, mientras caía, un joven apareció fruto de una técnica de movimiento instantáneo justo frente a él.
— Así que fuiste tú quien mató a Bakudan. —Le dijo apenas aparecer, intentando con todas sus fuerzas contener su ira—. ¡ERES HOMBRE MUERTO, UCHIHA DATSUE!
Falló.