2/08/2022, 04:36
Como los ojos de un felino persiguiendo moscas en el aire, el Sharingan de Datsue registraba todos y cada uno de los movimientos de sus adversarios. Eran tres, y seguirles era complicado. «Tengo que empezar a reducir los números». Pero no todavía. No estaba listo. Uno de los compañeros del General sacó una gran roca del suelo y la lanzó al aire. «¿Qué cojones…?», se extrañó, al ver que la piedra se dirigía hacia su otro compañero y no contra él. Pronto lo entendió, sin embargo. «¡Estos tíos están locos!»
Sin embargo, la treta había funcionado. Le habían confundido lo suficiente como para no pensar con claridad. Raiden había estado cargando su próximo ataque, y ahora dos peligros se cernían sobre él: uno por el frente; otro, en diagonal desde arriba. Hizo lo primero que se le ocurrió: ejecutó dos simples sellos, y extendió ambos brazos. El izquierdo, hacia la gran roca; el derecho; hacia el haz de luz.
Un relámpago salió disparado de cada mano. Uno de ellos cortó la gran roca como si fuese mantequilla, partiéndola en añicos, y siguió avanzando hasta el ninja que se encontraba en el aire, sin aparente margen de maniobra (40PV). El segundo, palideció frente a la poderosa técnica de Raiden, y se vio engullida por esta.
En aquella noche, Uchiha Datsue perdió su primer y último duelo de Ninjutsus.
La técnica de Raiden le impactó sin mucha fuerza (25PV). Datsue se apresuró a reparar los rasguños de su armadura, mientras se daba cuenta de algo. Su boca dibujó una sonrisa afilada. Una sonrisa cruel.
—El minuto ha terminado —anunció, con la euforia apenas contenida. No la suya, sino la de Shukaku—. El veneno… se diluye.
Lo notaba. Lo sentía en sus entrañas. En la sangre que bombeaba su corazón y nutría sus músculos. Las defensas de su cuerpo habían terminado por erradicar la ponzoña con la que le había contaminado la traidora. Había estado luchando mermado, claramente a la defensiva. Ahorrando. Midiendo cada puto movimiento para no desgastarse. Raiden y sus chicos habían tenido su oportunidad…
…y la oportunidad había pasado de largo.
Sin embargo, la treta había funcionado. Le habían confundido lo suficiente como para no pensar con claridad. Raiden había estado cargando su próximo ataque, y ahora dos peligros se cernían sobre él: uno por el frente; otro, en diagonal desde arriba. Hizo lo primero que se le ocurrió: ejecutó dos simples sellos, y extendió ambos brazos. El izquierdo, hacia la gran roca; el derecho; hacia el haz de luz.
Un relámpago salió disparado de cada mano. Uno de ellos cortó la gran roca como si fuese mantequilla, partiéndola en añicos, y siguió avanzando hasta el ninja que se encontraba en el aire, sin aparente margen de maniobra (40PV). El segundo, palideció frente a la poderosa técnica de Raiden, y se vio engullida por esta.
En aquella noche, Uchiha Datsue perdió su primer y último duelo de Ninjutsus.
La técnica de Raiden le impactó sin mucha fuerza (25PV). Datsue se apresuró a reparar los rasguños de su armadura, mientras se daba cuenta de algo. Su boca dibujó una sonrisa afilada. Una sonrisa cruel.
—El minuto ha terminado —anunció, con la euforia apenas contenida. No la suya, sino la de Shukaku—. El veneno… se diluye.
Lo notaba. Lo sentía en sus entrañas. En la sangre que bombeaba su corazón y nutría sus músculos. Las defensas de su cuerpo habían terminado por erradicar la ponzoña con la que le había contaminado la traidora. Había estado luchando mermado, claramente a la defensiva. Ahorrando. Midiendo cada puto movimiento para no desgastarse. Raiden y sus chicos habían tenido su oportunidad…
…y la oportunidad había pasado de largo.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado