14/09/2022, 22:31
La mano de Mochi se cerró en el aire, cayendo con el puño cerrado lleno de frustración al no haber conseguido ese último esfuerzo, mientras en sus oídos sonaban la voz de Ushi como un eco distante que se repitió una y otra vez difuminándose en cada repetición, hasta finalmente caer inconsciente. Estaba malherido, pero su vida no corría peligro y no podría ejercer resistencia alguna a su arresto.
— ¡Raiden ha caído, nos marchamos! ¡Vamos, vamos! ¡Necesito un médico ya! — gritó intentando enmascarar todo lo posible sus mentiras.
No tenía ni idea de que es lo que le esperaría por parte de Kurama al haberse retirado.
Acto seguido, como estaba preparado en el caso de que se aconteciera, algunos de los ninjas de Kurama rompieron sus formaciones para formar una nueva buscando cubrir la huida de Ushi con Raiden. Y de la misma forma que le pasó a Mochi, una voz que cruzó prácticamente todo el campo de batalla lo llamó para posiblemente darle el golpe de gracia o si tenía suerte, una nueva amenaza retumbó en sus tímpanos.
Ushi se giró con el ceño fruncido, reconociendo la voz sin ningún problema hacia el kage mientras a varios metros de él algunos ninjas esperaban en posición para defender del siguiente ataque que el guerrero del remolino pudiera usar contra él.
Esperaría a escuchar sus palabras, mientras otros de sus ninjas menos experimentados empezaban también a batirse en retirada a sus alrededores mientras el grupo de defensa mantenía su posición
— ¡Raiden ha caído, nos marchamos! ¡Vamos, vamos! ¡Necesito un médico ya! — gritó intentando enmascarar todo lo posible sus mentiras.
No tenía ni idea de que es lo que le esperaría por parte de Kurama al haberse retirado.
Acto seguido, como estaba preparado en el caso de que se aconteciera, algunos de los ninjas de Kurama rompieron sus formaciones para formar una nueva buscando cubrir la huida de Ushi con Raiden. Y de la misma forma que le pasó a Mochi, una voz que cruzó prácticamente todo el campo de batalla lo llamó para posiblemente darle el golpe de gracia o si tenía suerte, una nueva amenaza retumbó en sus tímpanos.
Ushi se giró con el ceño fruncido, reconociendo la voz sin ningún problema hacia el kage mientras a varios metros de él algunos ninjas esperaban en posición para defender del siguiente ataque que el guerrero del remolino pudiera usar contra él.
Esperaría a escuchar sus palabras, mientras otros de sus ninjas menos experimentados empezaban también a batirse en retirada a sus alrededores mientras el grupo de defensa mantenía su posición