19/09/2022, 12:36
Hana tuvo que contenerse para no contestarle a Ren. ¿Siempre era tan violenta cuando estaba de servicio? Con ella había sido siempre un oso de peluche achuchable, ahora era un oso, pero de verdad. Siguió persiguiendo a su objetivo, que parecía estar simplemente dando vueltas sin un rumbo fijo. Tal vez buscaba algo o a alguien que le salvase de la justicia.
— ¡Que te den por culo, morena! ¡Jamás...! — menos acostumbrado que las kunoichis a ir saltando de tejado en tejado, el hombre de sombrero de copa dio un mal salto y se quedó corto, cayendo a un callejón.
En cuanto lo vio, Hana saltó detrás, cayendo con toda su fuerza y una poca más sobre su objetivo. Tras el tremendo golpe que abrió grietas en el suelo, Hana se quitó de encima y se agachó a comprobar el estado del hombre. Igual se había pasado.
— Lo siento... — murmuró más para sí que para él mientras le tomaba el pulso.
Estaba vivo. Y creía que no le había roto nada, aunque alguna contusión tendría.
— ¡Que te den por culo, morena! ¡Jamás...! — menos acostumbrado que las kunoichis a ir saltando de tejado en tejado, el hombre de sombrero de copa dio un mal salto y se quedó corto, cayendo a un callejón.
En cuanto lo vio, Hana saltó detrás, cayendo con toda su fuerza y una poca más sobre su objetivo. Tras el tremendo golpe que abrió grietas en el suelo, Hana se quitó de encima y se agachó a comprobar el estado del hombre. Igual se había pasado.
— Lo siento... — murmuró más para sí que para él mientras le tomaba el pulso.
Estaba vivo. Y creía que no le había roto nada, aunque alguna contusión tendría.