21/09/2022, 19:42
Escucharla decir que tenía pareja la hacía más feliz de lo que la rubia pudiera imaginarse. Cuando por fin se percató en quien era, simplemente recortó las distancias sobre ella, para abrazarla poniendo las manos por encima de sus hombros.
— No gran cosa. Me equivoqué de tren al acabar una misión y hasta mañana no sale el siguiente para volver. Je, je, je. Quien sabe, a lo mejor fue el destino — rio tontamente, con una sonrisa sincera embelesada. — ¿Y tú? ¿Estás de misión? Si es así, no creo que al Uzukage le robe por un par de horas a la kunoichi más guapa de toda la Espiral, ¿no? — añadió entre risas.
Todo su malestar desapareció de un soplido, como si jamás hubiera existido. Ahora solo podía pensar en Hana, y agradecer a los Dioses por haberle hecho coger por error aquel tren.
— No gran cosa. Me equivoqué de tren al acabar una misión y hasta mañana no sale el siguiente para volver. Je, je, je. Quien sabe, a lo mejor fue el destino — rio tontamente, con una sonrisa sincera embelesada. — ¿Y tú? ¿Estás de misión? Si es así, no creo que al Uzukage le robe por un par de horas a la kunoichi más guapa de toda la Espiral, ¿no? — añadió entre risas.
Todo su malestar desapareció de un soplido, como si jamás hubiera existido. Ahora solo podía pensar en Hana, y agradecer a los Dioses por haberle hecho coger por error aquel tren.