25/09/2022, 22:05
Datsue contempló la figura de Kurama con desprecio. Era un tirano, había provocado la guerra mundial por ansias de poder. Pero para otros era un Dios, alguien en quien depositaban una fe inquebrantable. Sin embargo, aquel acto: asesinar a uno de sus propios Generales sin pestañear siquiera, le convertía en otra cosa. Le convertía en un hijo de la gran puta por el que no merecía la pena luchar. En alguien sin escrúpulos. En alguien sin honor.
El Uchiha se abrió de brazos ante la amenaza, como diciendo: aquí te espero. Con el Mangekyō en sus ojos y el ejército de espadas a su lado, era invencible, tan imparable como un puto huracán. Entonces el chakra de Kurama se disipó hacia las nubes, y los rojos del Uchiha lo siguieron… al sur.
Entonces comprendió la amenaza. No era a él, ni a los que estaban a su lado, sino…
Se le cayó la máscara demoníaca de Susano'o, y por primera vez aquella noche, Hana y el resto no vieron la careta que Datsue se había labrado para la batalla. No vieron al Intrépido, ni al Matakages, ni al Escudo. No vieron a alguien tan imparable como el tiempo y tan inevitable como la muerte. No, lo que vieron fue un chico de diecisiete años, asustado y a punto de desmoronarse por un golpe que no vio venir.
Las piernas se le aflojaron y cayó de rodillas. Desesperado, atrajo su muñeca izquierda a la boca.
—¿Raito-sensei? ¡Raito-sensei! —Le temblaba la voz, al borde del llanto—. ¿L-la misión? No, bien, pero… ¡Escucha! Tienes que… ¡tienes que ejecutar el Plan de Evacuación!
—¿¡Qué coño dices, Datsue!? ¿¡Qué ha pasado!? —Se escuchó desde el sello de comunicación.
—Es… ¡¡KURAMA!! ¡¡¡CREO QUE KURAMA ESTÁ YENDO HACIA UZU!!
Oyó un… ¿chasquido de mechero? No podía creérselo, en un momento como aquel… Datsue se llevó la mano al pecho, y trató de no desmayarse. Le faltaba el aire. Le faltaba el aire y no era capaz de respirar bien.
—Parece que las visitas inesperadas no terminan hoy —dijo, con una voz calmada, pero tensa—. Ocúpate de la misión, Datsue. Nosotros nos ocuparemos del resto.
—No…. No, no, no, ¡no, NO! Ni se te ocurra enfrentarte a él. ¡Raito, tenéis que huir todos! ¡Es una puta orden, me oyes! ¡¡¿ME OYES?!! —gritó, con la voz quebrada. Pero Raito no contestó. Pese a la insistencia de Datsue, no volvió a hablar.
Con lágrimas en los ojos, buscó al uzujin más cercano. Era Hana.
—Hana, haz… —Dudaba. No sabía ni lo que hacía. Se había convertido en pura improvisación, en pura desesperación—. Haz que avisen a Yotsuki Raimyogan y Yotsuki Chae. Ellos toman el mando a partir de aquí.
El Uchiha se abrió de brazos ante la amenaza, como diciendo: aquí te espero. Con el Mangekyō en sus ojos y el ejército de espadas a su lado, era invencible, tan imparable como un puto huracán. Entonces el chakra de Kurama se disipó hacia las nubes, y los rojos del Uchiha lo siguieron… al sur.
Entonces comprendió la amenaza. No era a él, ni a los que estaban a su lado, sino…
Se le cayó la máscara demoníaca de Susano'o, y por primera vez aquella noche, Hana y el resto no vieron la careta que Datsue se había labrado para la batalla. No vieron al Intrépido, ni al Matakages, ni al Escudo. No vieron a alguien tan imparable como el tiempo y tan inevitable como la muerte. No, lo que vieron fue un chico de diecisiete años, asustado y a punto de desmoronarse por un golpe que no vio venir.
Las piernas se le aflojaron y cayó de rodillas. Desesperado, atrajo su muñeca izquierda a la boca.
—¿Raito-sensei? ¡Raito-sensei! —Le temblaba la voz, al borde del llanto—. ¿L-la misión? No, bien, pero… ¡Escucha! Tienes que… ¡tienes que ejecutar el Plan de Evacuación!
—¿¡Qué coño dices, Datsue!? ¿¡Qué ha pasado!? —Se escuchó desde el sello de comunicación.
—Es… ¡¡KURAMA!! ¡¡¡CREO QUE KURAMA ESTÁ YENDO HACIA UZU!!
Oyó un… ¿chasquido de mechero? No podía creérselo, en un momento como aquel… Datsue se llevó la mano al pecho, y trató de no desmayarse. Le faltaba el aire. Le faltaba el aire y no era capaz de respirar bien.
—Parece que las visitas inesperadas no terminan hoy —dijo, con una voz calmada, pero tensa—. Ocúpate de la misión, Datsue. Nosotros nos ocuparemos del resto.
—No…. No, no, no, ¡no, NO! Ni se te ocurra enfrentarte a él. ¡Raito, tenéis que huir todos! ¡Es una puta orden, me oyes! ¡¡¿ME OYES?!! —gritó, con la voz quebrada. Pero Raito no contestó. Pese a la insistencia de Datsue, no volvió a hablar.
Con lágrimas en los ojos, buscó al uzujin más cercano. Era Hana.
—Hana, haz… —Dudaba. No sabía ni lo que hacía. Se había convertido en pura improvisación, en pura desesperación—. Haz que avisen a Yotsuki Raimyogan y Yotsuki Chae. Ellos toman el mando a partir de aquí.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado