9/10/2022, 17:29
Cuando llegó a los suburbios podría ver flechas en el suelo hechas con el mismo tono de rojo que el mensaje. Rojo sangre. Si las seguía, llegaría hasta las afueras, ligeramente alejado de toda civilización pero aún en un pequeño camino transitable. Allí vería una pequeña ruina de una casa con una puerta improvisada que tenía pintada una flecha apuntando hacia abajo en ese mismo tono rojizo.
Justo al lado de la puerta había un hombre, bastante enclenque y escualido, con una espada en la cintura. Parecía haberla reconocido porque le sonrió con prepotencia. Estaba esperando que la kunoichi se acercase para mofarse.
Justo al lado de la puerta había un hombre, bastante enclenque y escualido, con una espada en la cintura. Parecía haberla reconocido porque le sonrió con prepotencia. Estaba esperando que la kunoichi se acercase para mofarse.