13/10/2022, 15:34
Aquel día, como en la mayoría de días, Kimi se levantó a primera hora del día, cuando salía el Sol. No cuando salía el Sol en Amegakure, claro, pues raro es el día en el que este se puede ver en la aldea. En su lugar se levantaba cuando salía el Sol en el País del Rayo que era, indudablemente, bastante temprano.
Lo primero que haría por la mañana sería realizar sus entrenamientos matutinos junto a varios de sus hermanos. No se trataban de ejercicios demasiado intensos, pues lo que caracterizaba el Karate Kaminari era la combinación de estilos duros y suaves de artes marciales.
Luego, la joven desayunaría junto a toda su familia, que durante los últimos meses había crecido muy rápidamente. ¡Ahora eran doce hermanos en casa! Al terminar, preparó sus cosas, que eran nada menos que diez botellas pequeñas de agua, y salió de casa luego de despedirse de su familia.
Durante el camino, la chiquilla saludaba alegremente a todos los conocidos con los que se encontraba, hasta que finalmente llegó al edificio de la Arashikage, donde pediría su misión de hoy, aunque parecía que había cola.
Como parecía que había cola, Kimi simplemente se colocó tras la chica que había llegado antes que ella. Se trataba de una joven bastante delgada que le sacaba una cabeza a la Kaminari, aunque eso decía bastante poco de la jovencita y mucho de Kimi.
Lo primero que haría por la mañana sería realizar sus entrenamientos matutinos junto a varios de sus hermanos. No se trataban de ejercicios demasiado intensos, pues lo que caracterizaba el Karate Kaminari era la combinación de estilos duros y suaves de artes marciales.
Luego, la joven desayunaría junto a toda su familia, que durante los últimos meses había crecido muy rápidamente. ¡Ahora eran doce hermanos en casa! Al terminar, preparó sus cosas, que eran nada menos que diez botellas pequeñas de agua, y salió de casa luego de despedirse de su familia.
Durante el camino, la chiquilla saludaba alegremente a todos los conocidos con los que se encontraba, hasta que finalmente llegó al edificio de la Arashikage, donde pediría su misión de hoy, aunque parecía que había cola.
Como parecía que había cola, Kimi simplemente se colocó tras la chica que había llegado antes que ella. Se trataba de una joven bastante delgada que le sacaba una cabeza a la Kaminari, aunque eso decía bastante poco de la jovencita y mucho de Kimi.