18/10/2022, 13:55
A Ren se le escapó una pequeña risa cuando Hana tiró de ella. No comprendía ese concepto de estar feliz porque otra persona estuviera feliz hasta ese momento. Tras un breve rato andando alcanzarían la posada. Una vez en su habitación, recogería sus pertenencias y esperaría a Hana antes de bajar a la recepción. Una vez allí, le daría una breve explicación sobre lo acontecido, sobre todo por el problema de la ventana rota y tal, que no le hacía mucha gracia tener que pagar por ella; pero tras la historia, y viendo que ambas portaban la insignia de sus villas, no pidieron más explicaciones. Tras lo acontecido en el valle de los dojos hace ya cerca de medio año, las calles y la gente tanto de allí como de otros lugares seguían bastante alteradas, aunque ahora hubiera perdido su autonomía como país.
Tras ello, se dirigirían a la estación, y pararían en una cafetería cercana una vez Ren hubiera sacado los billetes. Estaban al exterior, bajo unas sombrillas y con algunas macetas al lado que adornaban la zona que pertenecía al local.
— Para mí un café negro solo — dijo a la camarera que las atendió.
Tras ello, se dirigirían a la estación, y pararían en una cafetería cercana una vez Ren hubiera sacado los billetes. Estaban al exterior, bajo unas sombrillas y con algunas macetas al lado que adornaban la zona que pertenecía al local.
— Para mí un café negro solo — dijo a la camarera que las atendió.