20/10/2022, 16:20
El marionetista estaría de acuerdo con el curso propuesto por la médica, de manera que avanzarían como esta había decidido.
Avanzaron un buen rato más, sintiendo como cada paso se llegaría a volver ligeramente más costoso que el anterior pues la pendiente estaba en su contra. A medida que cerraban distancia tomando cada curva que el camino les arrojaba, la atmosfera se ponía cada vez más a tono.
El pueblo ya comenzaba a ser visible, pero no era una postal mucho más agradable de lo que esperaba verse al principio.
—¿Dónde está todo el mundo?
No aguantó más las ganas de manifestar su pensamiento, se suponía que al menos alguien deberían haberse cruzado, pero no. Nada.
Las rocas llamaron la atención del titiritero, quien se acercó a examinarlas mas de cerca y aquella curiosa nota, Moguko por su parte no admitiría jamás que no vio la nota pero prestaría mucha atención a las acciones de su compañero.
Ichikawa no había manipulado la carta en la piedra, pero se quedó examinándola, Moguko se acercó y escuchó la pregunta que había hecho. Fue entonces que la médica leería el contenido de esta.
—Me parece una broma de mal gusto, un infantilismo.
No pudo evitar decir mientras se cruzaba de brazos y se acomodaba los lentes en el rostro.
Seguidamente levantaría la mirada en dirección a lo que parecía ser el pueblo fantasma y la torre.
—Me niego a pensar que es una advertencia.
Avanzaron un buen rato más, sintiendo como cada paso se llegaría a volver ligeramente más costoso que el anterior pues la pendiente estaba en su contra. A medida que cerraban distancia tomando cada curva que el camino les arrojaba, la atmosfera se ponía cada vez más a tono.
El pueblo ya comenzaba a ser visible, pero no era una postal mucho más agradable de lo que esperaba verse al principio.
—¿Dónde está todo el mundo?
No aguantó más las ganas de manifestar su pensamiento, se suponía que al menos alguien deberían haberse cruzado, pero no. Nada.
Las rocas llamaron la atención del titiritero, quien se acercó a examinarlas mas de cerca y aquella curiosa nota, Moguko por su parte no admitiría jamás que no vio la nota pero prestaría mucha atención a las acciones de su compañero.
Ichikawa no había manipulado la carta en la piedra, pero se quedó examinándola, Moguko se acercó y escuchó la pregunta que había hecho. Fue entonces que la médica leería el contenido de esta.
—Me parece una broma de mal gusto, un infantilismo.
No pudo evitar decir mientras se cruzaba de brazos y se acomodaba los lentes en el rostro.
Seguidamente levantaría la mirada en dirección a lo que parecía ser el pueblo fantasma y la torre.
—Me niego a pensar que es una advertencia.