12/11/2022, 14:10
Casi pudo escuchar la banda sonora imaginaria de aquella historia cambiar súbitamente a una empalagosa balada cantada por asiáticos carilindos cuando su compañero la tomó bruscamente del brazo. Había que tener las agallas de ponerle un dedo encima a la hija de un samurai.
—¿Cómo?
Susurró por lo bajo deteniéndose, entre otras cosas, por la sorpresa de la valentía de la acción. Las palabras de ambos eventualmente la desalentarían del todo, y ni hablar de que también su pierna había sido bloqueada por la niña.
Sería la voz del anciano quejándose la que le devolvería a la escena, descartando cualquier clase de ofensa tomada por su parte. El vejestorio culpaba al trio de su suerte y justo antes de echarles la bronca fue que pudieron apreciar los efectos de la barrera que hacía de prisión a aquel límite del poblado.
—Es una especie de... muralla.
Se apresuró a juzgar, posaría su mirada en la mano de su compañero y luego le miraría a los ojos, invitándolo a soltarla sin mediar palabra para luego agregar.
—¿Quién podría ser responsable de esto, Yuuma?
—¿Cómo?
Susurró por lo bajo deteniéndose, entre otras cosas, por la sorpresa de la valentía de la acción. Las palabras de ambos eventualmente la desalentarían del todo, y ni hablar de que también su pierna había sido bloqueada por la niña.
Sería la voz del anciano quejándose la que le devolvería a la escena, descartando cualquier clase de ofensa tomada por su parte. El vejestorio culpaba al trio de su suerte y justo antes de echarles la bronca fue que pudieron apreciar los efectos de la barrera que hacía de prisión a aquel límite del poblado.
—Es una especie de... muralla.
Se apresuró a juzgar, posaría su mirada en la mano de su compañero y luego le miraría a los ojos, invitándolo a soltarla sin mediar palabra para luego agregar.
—¿Quién podría ser responsable de esto, Yuuma?