12/11/2022, 16:01
Una quincena era el tiempo estimativo que aquella fiesta venía celebrándose en el pueblo, sin duda mucho tiempo para su gusto. Y una serie de pensamiento no pudo evitar pasar por su mente, pensamientos logísticos y cuestiones numéricas más que nada. Como el tiempo en que una persona puede vivir con determinada cantidad de recursos que ignora por completo que se están agotando si ignora el paso del tiempo, la caducidad de determinadas sustancias y cosas así.
Estaba a punto de emitir un comentario al respecto cuando su compañero le ganó de mano y empezó a vomitar toda una verborragia sobre alguna técnica de sellado que habría escuchado en el pasado. Moguko escuchaba atónita aquella explicación de pasillo de academia mientras sentía como la púa de un tocadiscos saltaba, amenazando con descubrir la fachada de los viajeros.
—Por supuesto que sabemos.
Declaró la kunoichi, sin intención alguna de descubrir su fachada.
—Y desde luego que tu también deberías aprender algunas costumbres suyas.
Increpó entonces la médica, tarándole la pelota.
—Como buenos viajeros que somos, debemos absorber información de todos los lugares que visitamos... y Arashino Utahime tiene intención de recorrer todo el País de la Tormenta para saber todo lo que hay que saber de esta tierra.
La muchacha se hizo enorme, extendiendo los brazos de par en par y girándose sobre si misma mientras dejaba escapar su carisma en un intento de convencer a la infante de que no eran antagonistas en esta historia, no de momento.
Estaba a punto de emitir un comentario al respecto cuando su compañero le ganó de mano y empezó a vomitar toda una verborragia sobre alguna técnica de sellado que habría escuchado en el pasado. Moguko escuchaba atónita aquella explicación de pasillo de academia mientras sentía como la púa de un tocadiscos saltaba, amenazando con descubrir la fachada de los viajeros.
—Por supuesto que sabemos.
Declaró la kunoichi, sin intención alguna de descubrir su fachada.
—Y desde luego que tu también deberías aprender algunas costumbres suyas.
Increpó entonces la médica, tarándole la pelota.
—Como buenos viajeros que somos, debemos absorber información de todos los lugares que visitamos... y Arashino Utahime tiene intención de recorrer todo el País de la Tormenta para saber todo lo que hay que saber de esta tierra.
La muchacha se hizo enorme, extendiendo los brazos de par en par y girándose sobre si misma mientras dejaba escapar su carisma en un intento de convencer a la infante de que no eran antagonistas en esta historia, no de momento.