16/02/2016, 17:59
- Nabi, cálmate. Vamos a cumplir la misión, nadie ha dicho lo contrario – Juro fue lo más amable posible, aunque después de esa última frase del Uchiha... Trató de no admitir que le había molestado– Lo siento señora, pero la votación es clara. No puede acompañarnos en la misión. Le vuelvo a decir lo mismo, si solo entrase en el edificio del kage…
¿Que se calmara? Que ganas de cogerle del cuello y darle dos hostias bien dadas. ¡Estaban en una puta misión! ¿Como podian existir shinobis tan irresponsables en el mundo? Claro que no puede acompañarlos en la mision. Entonces, como un mensaje divino, un razonamiento sagrado llegó a la mente del Uchiha. De repente, todas las piezas del puzzle encajaban, la verdad tras la formación de aquel equipo. El equipo que él lideraba.
Era obvio. Me han puesto con este par de energumenos para que les enseñe como se comporta un verdadero shinobi. La importancia de las misiones y del deber. Poco a poco, les convertiré en ninjas de verdad, aunque aún les queda mucho camino por recorrer para ser tan buenos como yo, ¡pero no me rendiré!
- ¿Os crees que soy tonta? – preguntó la mujer, mirándoles con algo parecido al desprecio – Sé que os queréis librar de mi para completarlo por vuestra cuenta, a mi no me engañáis. Pues muy bien, que así sea. Había creído en la ambición de los jóvenes detectives, pero ahora veo vuestra avaricia y vuestra ansia. Voy a resolverlo por mi cuenta, así que buena suerte con vuestra “misión”.
Por fin, la mujer se habia resignado a seguir jodiendoles la vida. Era una pena no pertenecer a Ame en ese momento, en esa villa de mala muerte si un civil hubiera tenido los cojones de interponerse entre un grupo de shinobis y su misión le hubieran arrancado la cabeza se hubieran bebido su sangre y hubieran violado a su hijo, o eso le habia dicho Hachiko Daruu.
No sabia en qué clase de mundo vivia aquella mujer, pero esperaba nunca acabar en él. Cuando soltó lo de avaricia por querer hacer su misión a Nabi por poco le da algo. Llamar avaricia a querer llevar a cabo lo que te han encargado tus superiores era un acto estupido a unos calibres, que el rubio casi no podia soportarlo. Casi. De cualquier manera, se limitó a observar la escena con su seriedad habitual aunque algo en su rostro demostraba que no estaba de buen humor, aunque si uno no se fijaba bien parecia el mismo rostro de siempre. Aquellos ojos más negros que el carbon tampoco ayudaban mucho a determinar el estado de animo del muchacho.
Esperaria a que sus lacayos se pusieran en marcha para seguirles, sin mediar palabra a menos que fuera imprescindible.
¿Que se calmara? Que ganas de cogerle del cuello y darle dos hostias bien dadas. ¡Estaban en una puta misión! ¿Como podian existir shinobis tan irresponsables en el mundo? Claro que no puede acompañarlos en la mision. Entonces, como un mensaje divino, un razonamiento sagrado llegó a la mente del Uchiha. De repente, todas las piezas del puzzle encajaban, la verdad tras la formación de aquel equipo. El equipo que él lideraba.
Era obvio. Me han puesto con este par de energumenos para que les enseñe como se comporta un verdadero shinobi. La importancia de las misiones y del deber. Poco a poco, les convertiré en ninjas de verdad, aunque aún les queda mucho camino por recorrer para ser tan buenos como yo, ¡pero no me rendiré!
- ¿Os crees que soy tonta? – preguntó la mujer, mirándoles con algo parecido al desprecio – Sé que os queréis librar de mi para completarlo por vuestra cuenta, a mi no me engañáis. Pues muy bien, que así sea. Había creído en la ambición de los jóvenes detectives, pero ahora veo vuestra avaricia y vuestra ansia. Voy a resolverlo por mi cuenta, así que buena suerte con vuestra “misión”.
Por fin, la mujer se habia resignado a seguir jodiendoles la vida. Era una pena no pertenecer a Ame en ese momento, en esa villa de mala muerte si un civil hubiera tenido los cojones de interponerse entre un grupo de shinobis y su misión le hubieran arrancado la cabeza se hubieran bebido su sangre y hubieran violado a su hijo, o eso le habia dicho Hachiko Daruu.
No sabia en qué clase de mundo vivia aquella mujer, pero esperaba nunca acabar en él. Cuando soltó lo de avaricia por querer hacer su misión a Nabi por poco le da algo. Llamar avaricia a querer llevar a cabo lo que te han encargado tus superiores era un acto estupido a unos calibres, que el rubio casi no podia soportarlo. Casi. De cualquier manera, se limitó a observar la escena con su seriedad habitual aunque algo en su rostro demostraba que no estaba de buen humor, aunque si uno no se fijaba bien parecia el mismo rostro de siempre. Aquellos ojos más negros que el carbon tampoco ayudaban mucho a determinar el estado de animo del muchacho.
Esperaria a que sus lacayos se pusieran en marcha para seguirles, sin mediar palabra a menos que fuera imprescindible.
—Nabi—