4/01/2025, 14:58
Aquello la hizo sonreír, pese a que parecía querer evitar el tema ahora, creía que es lo que quería realmente decir Hana. Aquello sería algo que mejor hablar en otro momento; hoy y por lo que restaba de día hasta que se durmieran, solo eran dos kunoichis enamoradas pasando el tiempo la una con la otra sin ninguna preocupación presente, mas allá de la velocidad con la que se acabaran el pollo sobre la mesa.
Cuando llevaran cerca de la mitad, finalmente aparecía de nuevo la camarera, poniendo sobre la mesa una bandeja con dos grandes cuencos para después ponerles a cada una el suyo. Humeaban en señal de su calidez, y se veían cargados hasta arriba, por no hablar del buen aroma que desprendía. Les deseó un buen provecho y Ren se relamió inconscientemente al ver su cuenco.
Cuando llevaran cerca de la mitad, finalmente aparecía de nuevo la camarera, poniendo sobre la mesa una bandeja con dos grandes cuencos para después ponerles a cada una el suyo. Humeaban en señal de su calidez, y se veían cargados hasta arriba, por no hablar del buen aroma que desprendía. Les deseó un buen provecho y Ren se relamió inconscientemente al ver su cuenco.