7/01/2025, 20:55
En el mismo momento en que salieron y el golpe de viento les recordó las horas que eran y la estación en la que estaban, Hana se volvió a poner su capa de viaje y se la ató en los cuatro agarres que tenía por delante para asegurarse que estuviese bien cerrada.
— aaaaa — protestó abrazandose a sí misma. — Odio el invierno, siempre hace frio y da igual la ropa que me ponga, tengo los pies helados.
Ni siquiera pensaba en el postre ya, solo pensaba en frotarse los brazos bajo la tunica para calentarse.
— aaaaa — protestó abrazandose a sí misma. — Odio el invierno, siempre hace frio y da igual la ropa que me ponga, tengo los pies helados.
Ni siquiera pensaba en el postre ya, solo pensaba en frotarse los brazos bajo la tunica para calentarse.