7/01/2025, 21:26
Se detuvo tras Ren y se giró a mirarla mientras se acercaba peligrosamente a ella. Sonrió ante sus dulces palabras. Ella no era una chica desconfiada, pero las palabras de Ren siempre le sonaban con una sinceridad pura. Era demasiado tonta para mentirle, ni siquiera podía mentirle de forma piadosa. Si decía eso, es porque de verdad lo pensaba. A pesar de que fuese mentira. Iba a volver a casa y hasta una semana después no se verían, ¿contaba con esos dias?
— Contigo es imposible que me sienta sola. — iba a añadir una frase graciosa para bajarle el tono dramatico. — ¿Donde has visto esos pececitos dulces?
Rio por lo bajo por cómo había llamado Ren al taiyaki y le apretó la mano, sin dejar de sonreirle.
— Contigo es imposible que me sienta sola. — iba a añadir una frase graciosa para bajarle el tono dramatico. — ¿Donde has visto esos pececitos dulces?
Rio por lo bajo por cómo había llamado Ren al taiyaki y le apretó la mano, sin dejar de sonreirle.