7/01/2025, 21:36
Hana no dudaría mucho en pedir uno de chocolate blanco, otro de chocolate normal y uno de judias rojas por tradicion. Después recogería el pedido y pagaría, girandose a buscar a su desaparecida novia. Estaba haciendose la chula apoyada en un poste, sonrió y suspiró, acercandose a ella.
Cuando abrió los brazos, Hana apoyó su espalda contra su pecho, esperando que la abrazara y así ambas pudiesen comer sus taiyakis.
— ¿No crees que sería mejor hacer esto en un hotel? ¿O al menos buscando uno? ¿O es que tienes algo en mente? — dijo girando la cabeza para mirarla a los ojos.
Cuando abrió los brazos, Hana apoyó su espalda contra su pecho, esperando que la abrazara y así ambas pudiesen comer sus taiyakis.
— ¿No crees que sería mejor hacer esto en un hotel? ¿O al menos buscando uno? ¿O es que tienes algo en mente? — dijo girando la cabeza para mirarla a los ojos.