8/01/2025, 00:12
— Dejalo, Ren. — le interrumpió viendo que no iba a ninguna parte. — Ya sé que mis flirteos son tristes y vergonzosos. Soy bajita, nada dotada y no tengo una voz sexy. Es como ver a un delfin varado. Pensé que contigo sí... Pero da igual, debería asumir que no soy atractiva y ya.
Cuando había intentado enfadarse, lo único que le había salido era pena. Pena de no ser lo que quería ser. De que Ren no la viese así.
Cuando había intentado enfadarse, lo único que le había salido era pena. Pena de no ser lo que quería ser. De que Ren no la viese así.