8/01/2025, 16:41
(Última modificación: 8/01/2025, 16:41 por Himura Ren.)
— ¡Estúpida, imbécil, tonta! — Seguiría por un rato intercambiando insultos la rubia, perdiendo y olvidando el motivo exacto por el que habían comenzado esa discusión.
Si Hana seguía, que conociéndola era más que probable, Ren también lo haría acercándose cada vez más a ella. Pero cuando ya están a algunos centímetros la una de la otra, Ren se abalanzó sobre ella besándola con profundidad y poniendo una mano en su mejilla, obligándola a que se tumbara mientras profundizaba en sus labios; no con ira y furia, sino con deseo, necesidad y sobretodo amor.
Si Hana seguía, que conociéndola era más que probable, Ren también lo haría acercándose cada vez más a ella. Pero cuando ya están a algunos centímetros la una de la otra, Ren se abalanzó sobre ella besándola con profundidad y poniendo una mano en su mejilla, obligándola a que se tumbara mientras profundizaba en sus labios; no con ira y furia, sino con deseo, necesidad y sobretodo amor.