16/02/2025, 15:33
La comida puede que fuera agradable, pero descansar junto a ellas, sin poder moverse porque una estaba medio recostada sobre su hombro y la otra sobre sus piernas solo lo hacía la experiencia más enternecedora y cálida que Ren podía imaginar. Desde que se habían marchado, cada noche que dormían juntas, salvo en la que Lily mostró sus peculiares ojos, eran sueños tan saludables que nadie querría despertar de ellos. Pero este, aunque corto, tal vez fue el más agradable de todos.
Cuando Ren se fue a marchar, se cambió de ropa a una más habitual y mundana, así como cogió una bolsa donde llevaba restos de uno de los pasteles de Hana para ofrecérselos a las chicas de la herrería por su amabilidad. Fue durante ese trayecto, que una agitada maleza llamó su atención. Apenas cruzaba una brisa, y el jaleo fue mayor de lo que hubiera podido esperar de un animal normal.
Ren torció un poco el gesto, bajando algo la cabeza y dudando sobre si debía acercarse por pura curiosidad. Pero tal vez necesitaba alguien ayuda, y eso no podría rechazarlo. Recortó la distancia, manteniéndose en guardia, y preparándose para cualquier cosa que pudiera pasar con una mano cerca del pecho.
Cuando Ren se fue a marchar, se cambió de ropa a una más habitual y mundana, así como cogió una bolsa donde llevaba restos de uno de los pasteles de Hana para ofrecérselos a las chicas de la herrería por su amabilidad. Fue durante ese trayecto, que una agitada maleza llamó su atención. Apenas cruzaba una brisa, y el jaleo fue mayor de lo que hubiera podido esperar de un animal normal.
Ren torció un poco el gesto, bajando algo la cabeza y dudando sobre si debía acercarse por pura curiosidad. Pero tal vez necesitaba alguien ayuda, y eso no podría rechazarlo. Recortó la distancia, manteniéndose en guardia, y preparándose para cualquier cosa que pudiera pasar con una mano cerca del pecho.