17/02/2025, 15:17
Ren terminaría de guiarla a donde estaba Hana, pero cuando estuviera cerca; se pondría erguida, bajando un poco los parpados y posando las manos en la parte de la nuca de la loba agarrando el cabello con suavidad, como si de las riendas de un corcel se tratasen. Buscó dar la impresión más elegante y principesca posible cuando estuviera cerca y sobre todo enfrente de Hana.
— Mi querida princesa; como os prometí, gane la guerra y ahora vengo a desposaros — dijo mirándola con cierta sensualidad.
— Mi querida princesa; como os prometí, gane la guerra y ahora vengo a desposaros — dijo mirándola con cierta sensualidad.