18/02/2025, 10:44
Ambas pudieron escuchar el desgarrador aullido, y Ren voltearía la cabeza al unisono con la loba. Cuando emprendió la carrera, se aferró a ella y se agazapó sobre su espalda de forma instintiva.
Pero cunado llegaron al lugar de los acontecimientos, la escena con la que se encontraron fue realmente desgarradora. Ren frunció el ceño, dando una vista rápida a todos los que había presentes. Al menos 8 enemigos, uno de ellos que parecía sobre salir del resto, ellas dos y otra loba que parecía estar enfrentándose a quien destacaba por encima de los demás. Aquella extraña aura oscura, volvía a estar presente en las armas de los humanos que estaban allí.
— Son demasiados... Y ese de allí parece el más peligroso de todos — dijo casi murmurando a la loba. — Encargarnos de él seguramente sea la prioridad, pero deberíamos reducir la diferencia numérica cuanto antes, o será peor.
Ren se bajo de su lomo con lentitud, intentando que cualquier movimiento brusco hiciera que alguien actuara de inmediato por si se sentía amenazado. Después, dio un par de pasos lentos, llevando una mano a la saya y la otra a la empuñadura, dispuesta a pelear de inmediato.
Pero cunado llegaron al lugar de los acontecimientos, la escena con la que se encontraron fue realmente desgarradora. Ren frunció el ceño, dando una vista rápida a todos los que había presentes. Al menos 8 enemigos, uno de ellos que parecía sobre salir del resto, ellas dos y otra loba que parecía estar enfrentándose a quien destacaba por encima de los demás. Aquella extraña aura oscura, volvía a estar presente en las armas de los humanos que estaban allí.
— Son demasiados... Y ese de allí parece el más peligroso de todos — dijo casi murmurando a la loba. — Encargarnos de él seguramente sea la prioridad, pero deberíamos reducir la diferencia numérica cuanto antes, o será peor.
Ren se bajo de su lomo con lentitud, intentando que cualquier movimiento brusco hiciera que alguien actuara de inmediato por si se sentía amenazado. Después, dio un par de pasos lentos, llevando una mano a la saya y la otra a la empuñadura, dispuesta a pelear de inmediato.