7/03/2025, 23:23
Yuki no pestañeó siquiera.
— Muy bien. Nosotras nos encargaremos, entonces. — se acercó a la espada y la agarró con sus dientes, girándose en dirección contraria.
— Hey, espera, Yuki. ¿No está clarísimo que es ella? ¿No es precisamente el rechazar ese poder la cualidad de una heroina?
Yuki se detuvo, dejando de nuevo la espada en el suelo para hablar.
— No es solo la pureza, debe querer blandir la espada. Ella no quiere. Es así de sencillo.
— Muy bien. Nosotras nos encargaremos, entonces. — se acercó a la espada y la agarró con sus dientes, girándose en dirección contraria.
— Hey, espera, Yuki. ¿No está clarísimo que es ella? ¿No es precisamente el rechazar ese poder la cualidad de una heroina?
Yuki se detuvo, dejando de nuevo la espada en el suelo para hablar.
— No es solo la pureza, debe querer blandir la espada. Ella no quiere. Es así de sencillo.