8/03/2025, 10:38
Hana estaba sola en el salón principal. Se podía oír algo de follón en la parte de atrás, seguramente la cocina, donde estarían haciendo la cena. Hana se levantó de golpe y se dirigió a Ren, su rostro mostraba una expresión complicada que ni siquiera Ren era capaz de descifrar. Cuando llegó hasta ella, se detuvo un segundo antes de darle una sonora bofetada.
— ¿¡Se puede saber para qué tienes el sello de comunicación!? ¡Estaba que me moría de los nervios! ¡Podrías haberme dicho algo!
Acto seguido, se lanzó a abrazarla, conteniendo el llanto.
— Menos mal que has vuelto entera, no sabía si... Y somos fugitivas... y si... — es todo lo que dijo antes de hundir la cabeza en el pecho de Ren.
— ¿¡Se puede saber para qué tienes el sello de comunicación!? ¡Estaba que me moría de los nervios! ¡Podrías haberme dicho algo!
Acto seguido, se lanzó a abrazarla, conteniendo el llanto.
— Menos mal que has vuelto entera, no sabía si... Y somos fugitivas... y si... — es todo lo que dijo antes de hundir la cabeza en el pecho de Ren.