2/03/2016, 02:52
Caminaron un rato a lo largo de la cuadra, comprobando de puerta en puerta el número de las casas. No fue mucho lo que tardaron en dar con el pórtico veintidós, aunque aun faltando su número de identificación resultaba demasiado obvio que era el lugar que buscaban. Entre aquel mar de casas con los colores típico de la aldea, se encontraron con una construcción que resaltaba como una bengala. Solo la luna en el cielo nocturno resultaba más resaltante.
«Da la impresión de que fue pintada con un millar de resaltadores rosas.» —El color fosforescente de aquel hogar resultaba molesto y doloroso para la vista.
Pese a todo, había una parte de la casa que no quemaba la retina de quien la observaba. Un dibujo en aerosol negro que adornaba una de las paredes exteriores. Se trataba del retrato de una Maid, similar a las que aparecían en los mangas que solía leer, con un buen par de razones por las cuales resultaba difícil ver el resto de su composición.
«Me pregunto ¿Cómo se vería Naomi en un uniforme de esos?» —Divagaba mientras su mente exploraba las posibilidades.
El grafiti tenía varios elementos más; Un charco de algo oscuro a los pies de la mujer y una cubeta y un trapeador similares a los que los chicos llevaban consigo. Si bien sus compañeros pudieron estar a punto de quedar con la boca abierta, Kazuma no alcanzó aquel punto de silencio y tampoco logró esconder su asombro.
—Cielos… Está genial —dijo sin contener su opinión—. Los artistas callejeros de hoy en día si que son habilidosos.
«Da la impresión de que fue pintada con un millar de resaltadores rosas.» —El color fosforescente de aquel hogar resultaba molesto y doloroso para la vista.
Pese a todo, había una parte de la casa que no quemaba la retina de quien la observaba. Un dibujo en aerosol negro que adornaba una de las paredes exteriores. Se trataba del retrato de una Maid, similar a las que aparecían en los mangas que solía leer, con un buen par de razones por las cuales resultaba difícil ver el resto de su composición.
«Me pregunto ¿Cómo se vería Naomi en un uniforme de esos?» —Divagaba mientras su mente exploraba las posibilidades.
El grafiti tenía varios elementos más; Un charco de algo oscuro a los pies de la mujer y una cubeta y un trapeador similares a los que los chicos llevaban consigo. Si bien sus compañeros pudieron estar a punto de quedar con la boca abierta, Kazuma no alcanzó aquel punto de silencio y tampoco logró esconder su asombro.
—Cielos… Está genial —dijo sin contener su opinión—. Los artistas callejeros de hoy en día si que son habilidosos.