15/03/2016, 21:47
El hambre atacaba al joven shinobi de cabellos claros de manera bastante notoria. ¿Realmente habia comido fuerte esa mañana para evitar gastarse los cuartos en cada puesto de comida dulce o con buena pinta? Cualquiera diria que llevaba una semana sin comer por su expresión pero eso solo fue debido al olor que inundaba todo el negocio de aspecto humilde en el que estaba. Posado sobre la barra, y medio tumbado en ella, su cara era bastante cómica, pero mas eran las palabras que pensaban por el atroz hambre que seguramente era exagerado, como siempre en él. Mientras Anzu y 'Moguri', como el llamaba a Mogura de manera sarcastica, Len los observaba desde la barra con cara de estar muriendose, otro truco para llamar la atención, como siempre.
-Yo me he perdido la oportunidad de participar supongo... aunque quizás haya sido para mejor, no creo que mi lugar sean las arenas... Por otro lado pareces una persona bastante fuerte ¿qué pasó que no entraste en el torneo? -Contestó Mogura a la joven kunoichi de piel oscura que se habia presentado ante ellos, parecia interesada en ayudarlos o algo; pero sinceramente a el no le importaba en gran medida, iba a comer y por la gorra.
Dilo sinceramente Mogura, no te ha dado la gana de que te humiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiilleeeeeeeeeeeeeeeeeeen -Respondió a la conversación que no le habian invitado desde la barra, girando la cara hacia el lado opuesto al que estaban los dos genins.
--Bueno... Digamos que mi maestro no quería que todo el mundo viera las técnicas que me ha enseñado, y... Claro... Son muy secretas, así que... Ya sabes...
- Si... Secretas... Secretas no es precisamente las ganas que tengo de comer.. -Pensó enojado por el hambre, casi fuera de sus cabales. En ese momento, un rugido ensordecedor inundo el negocio, haciendo casi que temblase el agua en el que se estaba preparando los fideos meticulosamente por los dos fornidos camareros, tras ello, se hizo el silencio.
- Mierda, porque no te callas de una puñetera vez estomago, mira por lo que me haces pasar -Pensó con una gran ruborización en el rostro, a lo que tras un breve instante, se recompuso en la silla, sentado de manera formal y con un rubor ligero todavia en sus mejillas. Hizo un gesto de seriedad, y miró a Anzu de manera maliciosa, con los ojos entrecerrados y las cejas hacia arriba, esbozo una sonrisa en su boca y llevandose a esta su mano izquierda, como intentando taparsela sin mucho cuidado e intento echarle las culpas a la brusca kunoichi.
- Parece que alguien aqui esta que se muere de hambre -Susurró lo suficientemente alto con la esperanza de que el escuchasen.
- ¿Se habra tragado el "Anzu"-elo? -Pensó para el mismo mientras reia levemente.
-Yo me he perdido la oportunidad de participar supongo... aunque quizás haya sido para mejor, no creo que mi lugar sean las arenas... Por otro lado pareces una persona bastante fuerte ¿qué pasó que no entraste en el torneo? -Contestó Mogura a la joven kunoichi de piel oscura que se habia presentado ante ellos, parecia interesada en ayudarlos o algo; pero sinceramente a el no le importaba en gran medida, iba a comer y por la gorra.
Dilo sinceramente Mogura, no te ha dado la gana de que te humiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiilleeeeeeeeeeeeeeeeeeen -Respondió a la conversación que no le habian invitado desde la barra, girando la cara hacia el lado opuesto al que estaban los dos genins.
--Bueno... Digamos que mi maestro no quería que todo el mundo viera las técnicas que me ha enseñado, y... Claro... Son muy secretas, así que... Ya sabes...
- Si... Secretas... Secretas no es precisamente las ganas que tengo de comer.. -Pensó enojado por el hambre, casi fuera de sus cabales. En ese momento, un rugido ensordecedor inundo el negocio, haciendo casi que temblase el agua en el que se estaba preparando los fideos meticulosamente por los dos fornidos camareros, tras ello, se hizo el silencio.
- Mierda, porque no te callas de una puñetera vez estomago, mira por lo que me haces pasar -Pensó con una gran ruborización en el rostro, a lo que tras un breve instante, se recompuso en la silla, sentado de manera formal y con un rubor ligero todavia en sus mejillas. Hizo un gesto de seriedad, y miró a Anzu de manera maliciosa, con los ojos entrecerrados y las cejas hacia arriba, esbozo una sonrisa en su boca y llevandose a esta su mano izquierda, como intentando taparsela sin mucho cuidado e intento echarle las culpas a la brusca kunoichi.
- Parece que alguien aqui esta que se muere de hambre -Susurró lo suficientemente alto con la esperanza de que el escuchasen.
- ¿Se habra tragado el "Anzu"-elo? -Pensó para el mismo mientras reia levemente.