Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Ren no tuvo demasiado tiempo para ser sigilosa pues la figura misteriosa enmascarada se mov'ia con una rapidez que la obligaba a moverse a toda su velocidad si no quería perderla. No parecía que al enmascarado le preocupase demasiado ser visto o a lo mejor suponía que nadie le seguiría por los tejados. Tampoco se giró ni se paró a comprobarlo en ningún momento.
Cuando llegó al gimnasio, con Ren siguiendolo a la misma distancia a la que lo había visto, no se detuvo, sino que atravesó una de las ventanas de una patada. Eso sería lo último que vería Ren del misterioso vigilante. Por ahora.
Pero la prisa apremiaba a aquel acechador nocturno, quien no parecía interesarse por tener cuidado de no ser visto u oído. ¿Sería a propósito? De esa forma podría asegurarse de que la gente supiera que quien había cometido aquel nuevo crímen había sido el Vigilante Nocturno; ya fuera para incriminarlo si la idea de un falso segundo vigilante era la acertada o para provocar el terror en la gente del submundo a modo de advertencia.
Finalmente, pareció llegar hasta su objetivo, la Jungla Azul. Era ese puto bastardo, pensó Ren. Pero entonces entró reventando una de las ventanas de una patada, cosa que carecía de sentido. ¿Qué sentido tenía eso?
Ren dio un par de pasos hacia atrás para tomar carrerilla antes de saltar por la ventana adyacente. Si saltaba por la que estaba rota, era más probable que se cortara que si lo hacía por una que todavía no estaba rota. Rodaría por el suelo antes de ponerse en pie y sacar su espada buscando una posición defensiva.
Para cuando Ren entrase en el sitio en cuestión, no vería a nadie en esa sala. De hecho, no vería practicaente nada, pues el lugar estaba a oscuras. Cuando sus ojos se acostumbrasen a la oscuridad del interior podría ver casilleros y bancos, parecía que habían entrado en el vestuario.
Sin embargo, nadie estaba ahí con ella. Si se asomaba al interior del gimnasio por una de las ventana interiores podría observar que la única luz en todo el lugar era la del despacho. No había rastro alguno de la figura misteriosa y desde donde estaba no podía ver el interior del despacho.
Y cuando su vista se acomodó y pudo relajar su pose defensiva, solo los cristales rotos por los suelos, las pesas y otras máquinas de ejercicio que pertenecían al gimnasio eran su única compañía en la oscuridad de la noche. Mantuvo su estancia defensiva ligeramente tensa, buscando con la mirada cualquier cosa que pudiera acecharla entre las máquinas. Y aun así, nada la atacó.
En la distancia pudo distinguir una luz proveniente del despacho en el que horas antes había estado junto al dueño del gimnasio, pero no pudo distinguir ninguna figura allí. Camino lentamente, atenta a sus alrededores, desviando la mirada de vez en cuando mientras su espada se mantenía frente a ella preparada para la batalla. Es imposible que no la hubiera escuchado entrar, pero desde luego había sido bastante rápido como para desaparecer de su vista al poco de haber entrado ella.
Al acercarse pudo observar que la puerta estaba entreabierta, desde dentro podía escuchar dos voces discutiendo.
— ¡Eras tú! ¿Cómo te atreves a usar mi imagen para matar a un civil?
Se escuchó el sonido de una silla arrastrandose, como si alguien estuviese levantandose de ella.
— Já, ¿qué esperabas? Aparece un enmascarado violento al que la guardia ignora. ¿Pensabas que nadie se iba a aprovechar? ¿Que yo no iba a aprovecharme? Ahora todos piensan que trabajas para mí. De hecho, he visto tus habilidades, podríamos llegar a un acuerdo. Me interesa más la imagen que tú, así que no tendrías que hacer mucho. Solo... estarte calladito.
Un fuerte estruendo llegó hasta los oidos de Ren.
— ¿Crees que hice esto por fama y dinero? ¿Por ambiciones tan poco honorables? ¡Quiero justicia! ¡Estas pudriendo esta ciudad y no pienso quedarme de brazos cruzados!
Mientras se acercó hasta la fuente de la luz, un cuchicheo iba poco a poco en aumento, lo que hizo que se diera algo de prisa en acercarse. Se deslizó hasta una de las paredes algo agazapada y posteriormente se acercó hasta la entrada, sosteniendo el arma con las dos manos, y buscando escuchar la conversación.
No reconoció en aquel momento una de las voces, pero si fue capaz de recordar de quien era la voz del que confesó los crímenes. Poco a poco la conversación se fue caldeando, y no pareció que se hubieran percatado de la presencia de la kunoichi cuando entró.
— Y justicia va a haber — dijo abriendo la puerta con una mano mientras con la otra sostenía su arma, antes que pudiera actuar. — ¿Así que no sabías absolutamente nada de lo del asesinato que cometió el Vigilante Nocturno, eh? Pedazo de capullo integral
Añadió con un gesto torcido, más que visiblemente molesta, ahora que la mentira había salido a la luz y con seguramente más ganas de partirle los dientes que las que tenía el auténtico Vigilante.
El propietario del despacho sonrió ante la intervención de Ren.
— Mira lo que ha traido en la boca el perro. Esperaba que os mataseis entre vosotros, pero para eso tendrías que saber hacer algo más que olerle el culo todo el rato.
El Vigilante se apartó levemente de Ren, preocupado por la entrada en escena de una segunda persona. Su cosa era no dejarse ver y últimamente parecía que todo eso había sido un maldito chiste. Tenía que salir de allí, su cosa no era el enfrentamiento directo, pero Ren estaba en la única salida disponible.
— Entregate, no tienes a donde ir. — intentó amenazar con confianza.
Ren arqueó una ceja, en muestra de sorpresa cuando el autentico Vigilante, el cual todavía llevaba la mascara puesta se giraba pensando enfrentarla.
— Si es por tu identidad, sinceramente no tengo ni puta idea de quien eres. Yo he venido aquí para buscar a un asesino, un asesino confeso ahora mismo. Lo que haga el auténtico Vigilante Nocturno por el momento es indiferente — volteó la mirada hacia el director del gimnasio. — El único culo que me interesa es el de cierta rubia.
Respondió finalmente completamente orgullosa, sin ninguna duda en la mirada y casi sacando algo de su voluminoso pecho hacia delante satisfecha de sus propias palabras.
— Si es por tu identidad, sinceramente no tengo ni puta idea de quien eres. Yo he venido aquí para buscar a un asesino, un asesino confeso ahora mismo. Lo que haga el auténtico Vigilante Nocturno por el momento es indiferenteEl único culo que me interesa es el de cierta rubia.
— Huh, solo hice lo mismo que él, pero a él no le vas ni a perseguir. Justicia mis cojones.
— Yo no mato. — se defendió de inmediato.
— No, solo das palizas hasta la casi muerte. Mucho más civilizado. — se agachó a coger algo bajo el escritorio.
Posó la mano sobre él tras sacar dos tonfas de madera y con un brillo esmeralda, todo el escritorio salió volando a gran velocidad contra Ren. Hido saltó directamente al Vigilante, que bloqueo con su Kodachi la primera tonfa solo para que la segunda le impactase en todo el costado, doblandolo y tirandolo contra la pared.
— Sabía que serías un medio mierda.
Se giró a Ren, atento a lo que pudiese responder la kunoichi
El escritorio junto a todo lo que este portaba saltó por los aires en dirección a la kunoichi que buscó cortarlo por la mitad.
— ¡Cuando acabe contigo, ya me dará una buena explicación! — añadió en respuesta tras que las dos partes del escritorio cayeran a los lados de ella. — Por ahora el objetivo en común eres tú, pedazo de escoria
Alzó la espada hacia él para después envainarla mientras sostenía el mango y la parte superior de la vaina mientras Hido la esperaba. La joven avanzó decidida, recortando la distancia lo más veloz que pudo, dando la sensación de que se estaba preparando para darle un tajo en un rápido gesto se desenfunde. Sin embargo, cuando apenas quedaban un par de metros, se tiró al suelo propinándole una patada en las piernas con el objetivo de tirarlo al suelo (60 PV) y terminando de girar sobre ella misma apoyándose en una mano, volver a ponerse en pie.
¤ Konoha Reppū ¤ Vendaval de la Hoja - Tipo: Ofensivo - Rango: D - Requisitos:Taijutsu 30 - Gastos: 36 CK - Daños: 60 PV - Efectos adicionales: Derriba al oponente proporcionando una oportunidad - Carga: 1 (Destreza) - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Esta técnica es un buen ejemplo de cómo un simple movimiento de Taijutsu puede convertirse en una herramienta destructiva y letal. El ataque es, simplemente, una patada baja giratoria cargada de chakra, pero suficientemente fuerte para despegar del suelo a adultos corpulentos como si no pesaran nada. La meta es tirar al oponente al suelo y causar un daño considerable en la parte inferior de su cuerpo.
Hido preparo sus tonfas para enfrentarse a la peligrosa katana de Ren, sin embargo, la kunoichi decidió dejar a un lado su honor como kenjutsera para propinar una rápida y contundente patada baja. No le dio tiempo a reaccionar y la recibió de lleno, haciendo resonar un fuerte crujido de su pierna izquierda.
Sin embargo, Hido era un hombre hecho a la adversidad. En vez de quedarse lloriqueando en el suelo, le lanzó una de sus tonfas a la cara a Ren, ahora de pie frente a él. Al mismo tiempo, uso la pierna que aún sentia para impulsarse en la pared y darle un fuerte golpe con la punta de su arma al tobillo de la kunoichi (30 PV).
Si se iba a quedar cojo, no iba a ser el único.
De mientras, el Vigilante se había conseguido levantar de nuevo y empezó a rodear la pelea en dirección a la puerta.
Toda la atención de Ren recaía sobre el combate que estaba teniendo. Esepraba que aquel hombre estuviera entrenado si estaba dirigiendo un gimnasio, y así fue. El tonfa golpeó una de las mejillas de la kunoichi, la cual seguía más que visiblemente molesta. Las mentiras casi le costaron una vez su vida y la de un compañero, pese a que había sido advertida más de una vez por parte de Oda que debía desconfiar de casi todo el mundo. Tal vez por eso había conseguido llegar hasta el fondo del asunto.
Cuando el segundo golpe buscó su pierna, Ren reacciono interponiendo su espada envainada para detener el golpe y acto seguido, mientras todavía seguía en el suelo, patearle la cara con un puntapié como si de una pelota se tratara (16 PV).
En todas las academias ninja enseñan el arte de la lucha ninja, o Shinobi Kumite. Esta práctica otorga la posibilidad de ejecutar los movimientos básicos de taijutsu (puñetazos, patadas, rodillazos, codazos, cabezazos y llaves).
· Golpes básicos de taijutsu: 12 PV + (Fuerza/10)
· Otros: 6 PV + (Fuerza/10)
· Bloquear: Reduce el 50% del daño a recibir, antes de aplicar la reducción de Resistencia.
(Destreza 100) Ahora Bloquear reduce el 75% de los golpes básicos.
Hido usó su tonfa para bloquear la patada, ya que practicamente la tenía al lado de la pierna. Tras eso, usó su pierna buena para saltar a por la tonfa que había golpeado la mejilla de Ren, agarrandola en el aire. Ahora de pie, buscaría darle un golpe en la cara a la kunoichi con la tonfa que acababa de agarrar (30 PV), mientras usaba la otra para defenderse.
Para cuando cualquier de los dos dejase de observar al otro, verían que estaban solos en el lugar. Pero eso sería dentro de unos minutos, cuando el combate hubiese acabado.
Ren no buscó evadir el nuevo golpe que Hido le propinó con las tonfas, sino que en su lugar se dejó golpear nuevamente en el rostro. Si la tonfa estaba en su cara, no podría seguramente defenderse de un fuerte golpe con solo una de ellas, pero si lo golpeaba con ella también serviría. Retrocedió su rostro tan solo un instante para después darle un cabezazo con fuerza (20 PV). Posteriormente, llevó una mano a la vaina, mientras que la otra fue directa al mango de la espada para ejecutar un rápido desenfunde con el atacarlo de arriba abajo (80 PV). Era un criminal, e incluso había matado a una persona, pero no por ello Ren debía de darle ese mismo castigo. Ella solo era un peón enviado a buscarlo, por lo que cuando ejecutó el golpe, buscaría atacarlo con el reverso de la espada donde esta no cortaba.
— Estate quieto de una puta vez — protestó jadeando un poco.
El Vigilante, por su parte, había aprovechado el conflicto para desaparecer por completo de la escena. No era el objetivo real de la kunoichi asi que no necesitaba prestarle más atención de la necesaria.
¤ Konoha Hanmā ¤ Martillo de la Hoja - Tipo: Ofensivo - Rango: E - Requisitos:Taijutsu 10 - Gastos:
12 CK
(Taijutsu 20) (multiplicable x2)
(Taijutsu 30) (multiplicable x3)
- Daños: 20 PV - Efectos adicionales: El usuario puede realizar esta técnica incluso si no puede utilizar el chakra - Carga: 1 (Destreza, aumenta en 1 por multiplicable) - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Técnica extremadamente simple que consiste, sencillamente, en darle un cabezazo con todas tus fuerzas al oponente. Esta técnica es especialmente útil en las distancias muy cortas, o cuando el usuario es incapaz de utilizar las manos.
¤ Kumo-Ryuu: Mizakugiri ¤ Estilo de la Nube: Decapitación de la luna creciente - Tipo: Ofensivo (cortante) - Rango: A - Requisitos:Kenjutsu 40 - Gastos: 48 CK - Daños: 80 PV - Efectos adicionales: - - Carga: 3 - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Una de las muchas aportaciones de Kumogakure al arte del kenjutsu. El usuario mueve su espada en un único, gran corte en un arco con forma de luna creciente, que ocurre con una velocidad tan feroz que esta técnica puede ser empleada en situaciones donde el tiempo de reacción es extremadamente limitado. El corte puede ser utilizado para contrarrestar ataques de múltiples oponentes simultáneamente, o para atacarlos, pues abarca un amplio alcance tanto a la izquierda, al frente y a la derecha de su cuerpo. De hecho, el corte abarca también gran parte de la zona posterior del ejecutor, aunque con un pequeño punto ciego en la espalda.
El pobre civil intentó bloquear el cabezazo, pero fue demasiado potente para él. Acabó por dejarlo algo aturdido, lo cual aseguró el golpe que venía a continuación. Un fuerte golpe en la cabeza con el reverso de la espada de la kunoichi y Hido cayó redondo al suelo. Le empezó a sangrar la boca y la nariz, puede que del cabezazo o del golpe con la katana.
Ahora solo quedaba ella en la habitación junto a su victima.