Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
«¡Mierda!» Y entonces Tsu-kun recordó que ese día tenía ser Tsu-senpai.
—No tardaré~
No pasa nada. Solo tenía que ir a buscar las bebidas y volver a repasar mentalmente todo lo que Kinumi le había dicho antes de salir.
Sí, las bebidas.
Las bebidas...
¿Dónde estaban las bebidas?
Perdido, Tsu-senpai decidió que era el momento de ser ninja y observar de dónde venía la gente con las bebidas. Miró a su alrededor mientras se adentraba más y más al centro del jardín, hasta que, cuando avistó su presa en algún lugar de aquel patio, se abalanzó sobre ella con la fiereza de...
Una persona que iba con calma a servir unas bebidas.
Como Tsu-kun buenamente había adivinado, las bebidas y la comida no iban a estar precisamente ocultas en un rincón. Conforme se acercaba al centro del jardín vería con mayor claridad una buena cantidad de mesas con todo tipo de bebidas y comidas. Incluso había un encargado con un par de parrillas haciendo comida en el momento.
Al lado de las mesas habían más mesas con platos y vasos para poder servirse. Y, como era de esperar, era donde más gente había.
Antes siquiera de llegar a tocar un vaso, Toshio sentiría una mano en su hombro que lo retenía en el sitio.
— Eh, tú, guapito de cara. No eres de la graduación, ¿quien eres?
Al girarse, Toshio se encontraría de cara con la descripción gráfica de pijo estirado. Un rubio repeinado con la raya a un lado, pálido, escuálido y ojos azules. Vestía un yukata negro con detalles azules y cara de pocos amigos.
29/07/2020, 05:51 (Última modificación: 29/07/2020, 05:52 por Kurogane Toshio.)
«¡Perfecto!» Se dijo Toshio cuando visualizó si objetivo.
Ahora solo tenía que coger unos vasos y...
—Eh, tú, guapito de cara. No eres de la graduación, ¿quien eres?
Pasó apenas un segundo antes de que el pelirrojo se girase con... la mejor de sus sonrisas, mientras miraba al chico que lo había detenido y que casi le costó un ataque al corazón.
—Claro que no soy de la graduación. Me gradué hace un par de años —respondió el chico antes de apuntarse al pecho con su pulgar—. Soy Tsuyoi, mucho gusto... ¿kin-chan no avisó de que vendría?
29/07/2020, 05:58 (Última modificación: 29/07/2020, 06:02 por Himura Hana. Editado 1 vez en total.)
—Claro que no soy de la graduación. Me gradué hace un par de añosSoy Tsuyoi, mucho gusto... ¿kin-chan no avisó de que vendría?
El rubio alzó una ceja, sorprendido a más no poder.
— ¿Kin-chan? ¿Te refieres a Kinumi-san? — le miró de arriba a abajo — Sí que mencionó algo... En fin, disfruta de la fiesta.
Sin presentarse ni nada, el rubio desapareció como había aparecido y dejó a Toshio libre para hacer lo que quisiera. No parecía que estuviese vigilandolo tampoco, definitivamente había desaparecido de su vista.
Entonces Toshio se percataria de algo, algo importante. Estaba tan centrado en recordar, que había olvidado pensar activamente en a dónde iba.
A su alrededor solo había personas y árboles, como hace un minuto, dos e incluso tres. ¿Dónde quedaba el sitio donde había dejado a su pareja? No tenia ni idea.
— Hey, Tsu-kun. — oyó una voz familiar a su espalda.
Si se giraba, vería a Akane, sola, mirándole sonriente. Si volvia a mirar alrededor, comprobaría que no estaban donde se habían visto por última vez y que Kinumi no estaba a la vista.
—Hey, Akane-san¿Sabes dónde está Kin-chan? La he estado buscando.
— Oh, no sé donde está ahora. Apareció Nishi-kun y se fueron a hablar a solas. Estarán cerca de donde estabamos, supongo. ¿Ese zumo es para mí? Ohhh, muchas gracias, Tsu-kun
Sin esforzarse demasiado, alargó el brazo y le quitó de las manos el tercer vaso que Toshio tenía agarrado. Tras hacerlo, le pegó un sorbo con confianza y volvió a hablar antes de irse canturreando.
— Pasatelo bien, Tsu-kun. Yo voy a ver si pesco algo de comer, acabo de llegar y no paro de ver a gente con comida pasar. Jeje.
Toshio volvió a encontrarse solo, si miraba alrededor, vería a lo lejos la enorme puerta de verjas que abría el recinto. Solo tenía que encontrar el camino que salía de ella y llegar de nuevo al punto de reunion.
«¿Con Nishi-kun?» Pensó Toshio, preocupado. «No será ese el chico de antes ¿verdad?»
El chico apenas tendría tiempo de preguntar antes de que Akane se marchase rápidamente a buscar comida. De hecho no, no tuvo apenas tiempo de preguntar nada, porque Akane se marchó rápidamente a buscar comida.
—Claro... nos vemos.
Quizás debería haber aprovechado para hacerle saber de alguna manera que debía llamarlo Tsu-senpai, pero ahora mismo estaba más preocupado por Kinumi.
Solo, el joven miró a su alrededor hasta que encontró la misma verja por la que habían cruzado al entrar.
«Perfecto. Ahora solo tengo que hacer una línea recta desde allí».
Y yendo al paso más rápido que podía sin derramar las bebidas, Tsuyoi se dirigió, apresurado y preocupado, al lugar donde había dejado a Kinumi.
No llegaría al sitio en cuestión, porque durante el camino, una voz familiar le entraría por el oído y le haría parar. Tendría que meterse entre los arboles para obtener visual de la interlocutora.
— Ya te he dicho que me dejes en paz, habertelo pensado antes. — su voz era calmada y serena, como había conocido Toshio a Uchiha Kinumi.
Si finalmente se metía entre los arboles a cotillear, Toshio vería a Kinumi apoyada en el tronco de un arbol y un rubio conocido frente a ella con los brazos cruzados pidiendole explicaciones.
— ¡Todos pensabamos que lo de "Tsu-kun" — hizo el gesto de las comillas con los dedos — no era más que un invento para ponerme celoso!
— Es obvio que no. — Kinumi era tan fria que casi podría sentir lastima por el tal Nishi.
— No puedes ir en serio con él, ¿qué te saca? ¿10 años?
— Eso no es de tu incumbencia. ¿Has acabado ya?
— No. — el chico se acercó peligrosamente a ella, que se pegó al tronco del árbol, y la besó.
El estruendo que vino a continuación resonó por todo el jardín. La bofetada que la había soltado Kinumi al rubio, su mejilla tenía marcadas hasta las huellas dactilares de la Uchiha.
— ¡Eres un imbecil! Me tratas como una mierda hasta que aparece el novio que no te creías que tenía ¿y ahora me besas? ¿Pensabas que me iba a quedar contigo como una tonta? ¿Para qué? ¿Para que cuando te vuelvas a cansar tener que buscarme otro novio? ¡Vete a la mierda antes de que llame a Toshio y le diga que te hunda los dientes en algún árbol!
La perfecta fachada imperturbable de la Uchiha se había venido abajo. Por completo. Sus ojos rojos miraban con una ira inquebrantable al rubio. Sus palabras habían ido subiendo de tono y daba la impresión de que en cualquier momento se iba a lanzar a rematar al idiota, que estaba tirado de culo en el suelo.
Afortunadamente Toshio no tuvo que buscar demasiado antes de escuchar una voz conocida.
— Ya te he dicho que me dejes en paz, habertelo pensado antes. — Por calmada y serena que se escuchase la voz de Kinumi, Eso no sonaba nada bien.
Toshio tuvo que esconderse entre los árboles durante un instante para poder ver lo que estaba sucediendo. Pudo ver a Kinumi, que estaba Kinumi apoyada en un árbol frente al mismo niño pijo de antes, que le cortaba el paso de brazos cruzados.
— ¡Todos pensabamos que lo de "Tsu-kun" no era más que un invento para ponerme celoso!
«Y una mierda» pensó Toshio, que no estaba dispuesto a dejar que eso continuase.
Dejó una de las bebidas en el suelo y, con la sangre hirviéndole casi tanto como su propia lava, el Kurogane empezó a acercarse por detrás de Nishi.
— Es obvio que no. — Al contrario que el herrero, Kinumi parecía no tener problemas en mantenerse tan fría como siempre.
— No puedes ir en serio con él, ¿qué te saca? ¿10 años?
— Eso no es de tu incumbencia. ¿Has acabado ya?
— No.
Sí.
Cuando Nishi se intentó acercar más a la Uchiha, sentiría una mano en su hombro, deteniéndolo.
— Kin-chan. Ya he vuelto con las bebidas~ — dijo con la mejor de sus sonrisas falsas mientras le ofrecía su vaso a Kinumi.
Cabe decir que eso de actuar no era el fuerte del herrero, quien apretaba con fuerza el hombro del chico, que se empezaba a calentar un poquito.
- Daños: 5 PV por gota - Efectos adicionales: - Carga: 4 - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: el ataque puede abarcar hasta dos metros de diámetro, y recorrerá hasta cinco metros antes de deshacerse.
Para realizar esta técnica, el usuario recubrirá sus dedos de una fina capa de lava que empezará a gotear de estos sin dañarlos, antes de agitar su brazo con fuerza para lanzarlas hacia su objetivo, dejando unas leves quemaduras que rápidamente se agravarán si se lanzan en cantidad.
Alterador (Kagutsuchi no Te): Concentrando la capa de lava en toda la palma de su mano, en lugar de solo la punta de sus dedos, el usuario es capaz de dañar y quemar con su agarre.
Toshio había conseguido detener al muchacho antes de que sus acciones fueran a más, pero para todos los presentes había quedado claro lo que acababa de intentar. Sobre todo para la afectada, que no detuvo su mano por la intervención de su querido.
Con una exquisita parabola, su mano cuya manicura era perfecta se plantó en la mejilla del rubio, cuyo cuidado de mejilla también era perfecto. No aplicó tanta fuerza como podría, pero el sonido fue seco y poderoso igualmente. Una bofetada bien dada más allá de la fuerza.
Nishi la miró llenó de ira, sintiendo un calor invadirle todo el cuerpo, en especial el hombro, justo donde Toshio le estaba agarrando. Quería pegarle a algo, pero no iba a hacerlo con Kinumi, la quería, de una forma tosca y estupida, pero la quería. Se giró a Toshio a toda velocidad, con el puño ya preparado para impactarle en toda la mejilla y, probablemente, tirarle al suelo.
Fuese como fuere, Kinumi no se iba a quedar de brazos cruzados. En cuanto Nishi le dio la espalda, le retorció el brazo y le empujó contra un árbol cercano. Sus ojos, rojos como la sangre, habían perdido toda la frialdad, reflejando una ira añeja.
De un momento otro a Nishi pilló más de lo que jamás había pillado en su vida, recibiendo una bofetada con técnica perfecta a la vez que Toshio decidía hacer asado con el hombro del chico.
Pero Nishi no planeaba dejarlo así, así que de un momento a otro se giró con velocidad para golpear a Tsuyoi en la mejilla. El golpe fue inesperado, pero toda la distancia del giro le dio tiempo al herrero para apenas anteponer su otro antebrazo entre su cara y el puño.
¡BAM! Toda la bebida que había en el vaso salió disparada en todas direcciones por el impacto, momento que aprovechó Kinumi para retorcerle el brazo a Nishi y estampar lo contra un árbol.
Toda su frialdad se había ido al traste en solo un momento. Al parecer Toshio no era el único que estaba actuando.
— Vete y que que no me entere yo de que siquiera le dirijes la mirada otra vez a Kin-chan, colega. — Dijo muy lentamente con el apoyando el brazo en el árbol, frente a Nishi.
Al bloquear el puñetazo, Toshio había esparcido la bebida por encima de toda su ropa y el brazo de Nishi. Por suerte para ambos, Kinumi había salido ilesa del estallido de liquido. El rubio gruño cuando la kunoichi lo estampó contra un árbol cercano, pero el primero en hablar fue Toshio.
— Vete y que que no me entere yo de que siquiera le dirijes la mirada otra vez a Kin-chan, colega.
— Que te den, a ti y a...
— Nishi-kun... — le avisó Kinumi retorciendole aún más el brazo.
— Vale, joder, está bien.
La Uchiha le soltó y él se sentó contra el árbol, masajeandose el brazo. Los ojos de Kinumi se apagaron al tono oscuro habitual mientras vigilaba al rubio, hasta que finalmente sus ojos pasaron a Toshio.
— Mejor volvamos a la fiesta, Tsu-chan. — le dijo en un tono más bien cariñoso, mientras le agarraba del brazo limpio y tiraba suavemente de él.