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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#61
La paciencia no era uno de sus grandes fuertes, pero tampoco su debilidad. Debía admitir que la situación de la mujer sorbiendo el té y abriendo la boca sin decir nada, la había inquietado un poco. Ni siquiera les devolvió el saludo que ambas hicieron en un principio.

Volteó por un segundo a ver a Kimi, la cual estaba sentada perfectamente y atenta a que la mujer hablará.

Milagrosamente, Jun decidió no hacer nada por respetar a su compañera. Solo resopló para arriba con la boca, mirando atentamente el biombo que tenía detrás la mujer de pelos largos.
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#62
Ambas kunoichis se mantuvieron calladas para sorpresa de todas las presentes. La mujer que las observaba, tras haber dado nada más que sorbos, pegó un largo trago y dejó el vaso encima de la bandeja. Volvió a juntar las mangas delante suya y asintió para sí.

Bien, bien. Aprecio el silencio. Pensaba que entraríais aquí vociferando igual que estabais haciendo en la otra habitación. — les sonrió levemente, hablaba en susurros, si lloviese algo más fuerte igual tendrían problemas en oírla. — Supongo que os lo habéis pasado bien con los juegos de niños. Ahora toca pensar.

De nuevo, calló. Cogió la tetera y se sirvió de nuevo, observando detenidamente las expresiones de sus interlocutoras.
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#63
— Oh. Siento si la molestamos. —Sin darse cuenta, Kimi también había empezado a hablar en susurros—. ¿Qué debemos hacer?

La Kaminari pudo sentir casi físicamente cómo el ambiente había cambiado a una mucho más relajado y, la verdad, así le gustaba más.
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#64
Lo sentimos. A veces Kimi se descontrola un poco. — Intentó igualar el volumen de su voz al de las otras dos. No quería desencajar. —Me agrada eso.

Miró a la mujer que recién se había terminado el té de golpe, agarrar nuevamente la tetera y meterle más contenido a la taza. «Mierda que toma. Por lo menos es solo té.»
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#65
Volvió a agarrar el vaso, pero esta vez no bebió. Solo lo sujetó con cariño para calentarse las manos. Era realmente reconfortante tener una bebida caliente entre las manos en invierno. Sopló el leve vapor que emanaba del té con una quietud excepcional, si no hubiesen estado mirando ni se hubiesen percatado de que estaba soplando.

Hay dos misterios en esta habitación. El fácil os lo voy a dar yo, el dificil ya está presente. — paró para probar con los labios la temperatura de su bebida. — ¿Cual quereis conocer primero?

Se lamió el labio con sutileza y esperó la respuesta.
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#66
Kimi miró a su alrededor, buscando cuál podría ser aquel misterio difícil que estaba en la habitación.

— ¿Te parece que empecemos por el sencillo? —Le preguntó a Jun, luego de decidir que no tenía caso pensar en el misterio difícil hasta que no se pusieran con ello—. Es natural empezar desde abajo hasta llegar a lo más complicado ¿no?
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#67
No le sacó el ojo a la mujer. Lo único que podía ver además de esta, era a la Kaminari o al biombo que había detrás. Y a este último ya le había pegado una ojeada durante esos segundos de incómodo silencio que habían mantenido al entrar a la habitación. Se le notaba una persona calmada, al punto que casi ni notó que había soplado el té. De hecho, lo dudaba aunque la estuviese viendo.

La rubia les dio el placer de elegir por cual misterio empezar, cosa que Kimi ya tenía bastante claro por cual.

No es mi estilo arrancar así, pero creo que es lo más lógico. — Miro a su compañera de reojo. —Si resolvemos rápido el más sencillo, puede que eso nos dé un indicio para resolver el otro. — Volvió a dirigirle la mirada a la mayor. —Si, elegimos el fácil. — Reafirmó a la kunoichi.
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#68
La misteriosa examinadora de aquella sala esperó pacientemente a que las jovenes deliberasen. Cómo esperaba, no tardaron en decidirse, ni siquiera le dieron dos pensamientos al tema. O estaban muy sincronizadas o en la academia no se daba suficiente debate productivo.

Sin embargo, no estaba aquí para juzgar la educación que hubiesen recibido, sino su capacidad de resolución. Con la misma quietud con la que se había manejado hasta ahora, formuló la pregunta:

¿Qué es lo más fragil?

Acercó la taza a sus labios, esta vez para dar un leve sorbo.
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#69
Los ojos de Kimi se iluminaron. ¡Pues sí que era fácil el misterio fácil!

— Creo que sé la respuesta. —Le dijo a Jun en voz baja—. Es el silencio, porque se rompe con una palabra.

Parecía realmente orgullosa de haberlo adivinado, aunque esperaría a ver si su compañera pensaba como ella antes de dar una respuesta definitiva
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#70
La pregunta que se les formuló parecía bastante simple, pero en verdad era bastante compleja. Podía abarcar muchísimas cosas, ya que preguntó algo muy general y sin especificar.

En plan para charlar cual podía ser la respuesta, Jun se giró hacia la otra chica. Aunque Kimi parecía que ya tenía una idea en mente. Vaya sorpresa se llevó cuando Kimi reaccionó tan rápido ante aquella pregunta y, encima, con una respuesta tan astuta.

Puede ser. La verdad que había pensado algo menos reflexivo, pero me agrada mucho más tu respuesta. — Susurró al igual que ella. —Y decías que no se te daban bien los misterios.

Sonrió y volvió a mirar a la mujer, bastante segura de que esa respuesta era la correcta.

Supuso que la mujer ya había escuchado la deducción que la kunoichi había sacado, pues estaban muy cerca y, justamente, el lugar era demasiado silencioso.

Ya la habrás escuchado. Pero te repito si quieres. Es el silencio, porque se rompe con una palabra. — Pasmada, se quedó esperando una respuesta. —O, incluso, con cualquier sonido. — Agregó a la deducción de Kaminari.
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#71
Fue la primera vez que la reacción de la mujer fue evidente para ambas. Alzó las cejas claramente sorprendida en cuanto Kimi dio su respuesta. Esperó a que Jun concordase con ella para confirmarlo.

Correcto, el silencio. Tengo que admitir que después de pasaros media hora con el primer misterio no os esperaba tan capaces. — durante todo el rato había mantenido el volumen de susurros y un tono neutro — El último misterio que os voy a dar es: ¿qué hay detrás del biombo?

Viendo lo bien que iban, no quiso quitarles más tiempo. No tendría sentido.
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#72
Kimi hizo su mejor esfuerzo en ocultar lo orgullosa que estaba de sí misma por haber resuelto el misterio, aunque el segundo misterio se le resistía más.

Miró a Jun mientras pensaba en la respuesta. Esta vez parecía estar en blanco.

— ¿Qué crees que haya detrás, Jun? —Le preguntó, todavía en voz baja—. A mí no se me ocurre nada.
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#73
Sinceramente, no había muchas pistas a simple vista de que podría haber detrás de ese biombo. Puede que la respuesta este ahí, entrelazado en las pocas palabras que había soltado la mujer o en algún elemento del lugar. Alguna relación tenía que tener, debía haber algún sentido. Pero a Jun no se le vino nada a la cabeza. Alguna idea loca quizá, pero nada que tenga mucho sentido en una habitación como esa.

Bueno, algo había que responder.

Detrás de ese biombo hay una pared. — Sonrió jocosa. —Y, tal vez, una puerta. Quien dice.
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#74
Esta vez no hubo reacción evidente de la examinadora. Se dedicó a olfatear y dar sorbos cada vez más largos de su té mientras las chicas pensaban y posteriormente le ofrecían una respuesta cuanto menos insegura.

Me temo que necesito una respuesta concisa, sin tal vez, puede ser, cabe la posibilidad ni otra expresión que dé lugar a la duda. No tengais prisa, esperaré incluso después de acabarme el té. — concluyó dandole otro sorbo a su taza y, por el angulo que había torcido el recipiente, no le debía de quedar mucho.
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#75
Kimi seguía pensando. No podía haber nada detrás del biombo. Algo tenía que haber ¿no? ¿Era la nada algo? ¿Era algo nada? ¿Era la nada nada? No tenía ni idea.

— Y, tal vez, una puerta. Quien dice.

¿Una puerta?

Los ojos de Kimi volvieron a iluminarse.

— La puerta que nos llevará al siguiente reto. —Aseguró, terriblemente confiada.
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