Vaya, sin duda había malinterpretado el pergamino de misión. No solo había pensado que sustituirían a los dos luchadores, sino que también se harían pasar por sus personajes para darle el cierre a la famosa trilogía del Pequeño Dragón y el Rey de los Leones. Cosa que, ahora que lo pensaba, había sido un poco estúpido por su parte. Después de todo, era mejor simplemente rellenar el hueco dejado con otra cosa para dejar que ellos mismo diesen su cierre en cuanto se hubiesen recuperado. En caso contrario, hubiese sido lo mismo que si en una serie de televisión sustituyen a los actores protagonistas por otros en el último capítulo. Por bien que lo hiciesen los sustitutos, rompía toda la magia.

—Oh, estupendo, estupendo. Ya ves que no controlo mucho de qué va todo esto de la lucha libre —se excusó, esbozando una pequeña sonrisa. Luego, oyó atento la historia de los dos protagonistas antes de que Koga se presentase. «Joder, suena a Roga. Espero que no seas tan gilipollas como ese», pensó, preguntándose por un momento qué sería del amejin—. Un placer, Koga —dijo, realizando una breve inclinación de cabeza, cortés.

¿Nuestro propio personaje eh? Esperaba que a Datsue ni se le ocurriera sugerir ninguno de los sobrenombres que me había ganado durante el torneo de los dojos. Había sido un accidente, pero aún había algunos que lo susurraban cuando me miraban. ¿Normal? Supongo, casi había matado a una persona. Pero, de nuevo, había sido un accidente.

Escuche la explicación sobre los tipos a los que íbamos a sustituir ¿De verdad los combates fingidos tenian tanto público? Y.. ¿Tenia sentido hablar de rivalidad? Si al fin y al cabo, quién era de los dos el ganador, estaba decidido antes de que subiesen al ring. No iba s ganar el mejor, iba a ganar el que se hubiese decidido que ganaría.

—Supongo que si vamos a sustituirles, se esperara de nosotros que demos un espectáculo igual de bueno, aunque yo tampoco tengo ni idea de como funciona esto.

Y esperaba, que no pensasen que en un par de dias ibamos a hacer un baile mejor que el que harían los de verdad... en fin, por lo menos, al contrario que un civil cualquiera, estábamos entrenados para dar y recibir golpes. Un paso que nos ahorrabamos.

—Encantado, Koga.

Parecía un buen tipo. Pero si me lo hubiera encontrado fuera de la aldea, hubiese jurado que esa persona tenia que ser un kusajin.

— ¡Así es! Pero no se preocupen. Estoy segura de que aprenderán muy rápido. —Respondió Natsu a Reiji.

La chica sonrió, teniendo toda la pinta de no poder esperar más para enseñarles todo lo que sabe de lucha libre. Kōga pareció darse cuenta de ello.

— Oye ¿qué tal si vas preparando el ring y yo acabo de mostrarles el lugar? —Le propuso a Natsu.

— ¡Buena idea! —Respondió la joven—. Nos vemos en un momento, que se me olvidó llevar las cosas al ring.

Rápida como una flecha, la chica salió disparada a otra habitación del gimnasio.

— ¿Vamos? —Preguntó el chico, que empezó a caminar—. Durante estos días podréis usar lo que queráis, por cierto. Supongo que como ninjas no podréis descuidar vuestro entrenamiento.

Mientras pasaban al lado de una fila de bicicletas estáticas y se dirigían a un soporte completamente lleno de mancuernas de distintos pesos, los ninja pudieron ver a un hombre de más de dos metros hacer de press banca con lo que debían ser casi doscientos kilos.

— Si sabéis algo de Taijutsu esto no debería ser muy difícil, pero si Natsu no está disponible y necesitáis ayuda podéis pedirle ayuda a cualquiera por aquí. —Dijo, y entonces señaló moviendo la cabeza hacia el hombre que habían visto entrenar—. Ese es Martillo. Siempre está dispuesto a ayudar a los nuevos, pero no sé si os servirá su estilo de lucha libre. —Se encogió de hombros. Al menos la opción estaba allí para los chicos.

No muy lejos de ellos, encima del único ring de lucha libre que había en el gimnasio, Natsu levantó ambas manos para llamar su atención.

— ¡Chicos, ya está todo listo!

Si miraban hacia allí, se darían cuenta de que encima del ring no parecía haber nada aparte de la propia Natsu.

Datsue se encogió de hombros.

—Estamos de misión, así que nuestro entrenamiento personal es secundario —respondió a Koga—. Pero gracias. Aprovecharé la oferta.

Allí tenían material muy bueno con el que entrenar. Si bien Datsue era de los que prefería entrenar al aire libre y con material de campo —como, sí, un jodido tronco de árbol—, nunca estaba de más hacer ejercicios más analíticos con mancuernas o barras de tanto en tanto.

—¿Martillo, hmm? Le pega el nombre. Entendido, aunque he de decir que en la rama del taijutsu me defiendo bastante bien. —«Y en cualquier otra rama», quiso añadir. Pero quizá era ir de demasiado sobrado.

Para demostrar que lo suyo no eran solo palabras, nada más oír a Natsu ejecutó el Dynamic Entry. Un salto poderosísimo que le desplazó hacia el ring y pateó un enemigo imaginario en el aire. Luego aterrizó en el ring de una voltereta.

—Bueno, ¿por dónde empezamos? —preguntó, haciendo crujir el cuello al moverlo de un lado a otro.

El tal Koga se ofreció a enseñarnos el lugar mientras Natsu preparaba el ring. Asentí cuándo nos indicó si continuábamos con el recorrido. En cuanto al entrenamiento, yo era muy estricto con el mio, así que no debían de procurarse con ellos.

Pasamos por una fila de bicicletas dirigiéndonos a un sitio lleno de lo que parecían pesas. Allí había un tio leventando algo que parecía muy pesado. Koga dijo que lo llamaban "Martillo". Mucho mejor apodo que "Rompecraneos", sobretodo para un herrero. Hubiese sido perfecto para el personaje, lastima que estuviera cogido.

Natsu llamo para indicar que el Ring, totalmente vacío a parte de ella, ya estaba listo. Datsue subió de un salto, demostrando que era diestro en el Taijutsu. Yo, por el contrario, caminé tranquilamente hasta el borde, y subí pasando entre las cuerdas.

—Siento decepcionaros, si, se me da bien el combate cuerpo a cuerpo, pero con armas. ¿Es legal usar un bokken o Algo así en la lucha libre?

Se llamaba "Lucha libre" ¿No? Eso quería decir que podías luchar "libremente" con el estilo que mas comodo te pareciese ¿No? Pues a mi se me daban bien las espadas.

Aunque, bien pensado... Ya habia comprobado en el estadio de los dojos que un golpe contundente con una espada roma podía ser tan letal como un corte.

Kōga se cruzó de brazos y sonrió interesado ante la confiada respuesta de Datsue. El chico ya sabía que, como jōnin, el Uchiha probablemente sabía al menos un poco de todas las ramas ninja, por lo que no podía evitar preguntarse cómo se defendería Datsue con esta.

Datsue saltó con una patada voladora y una voltereta, Reiji caminó, Kōga silvó, algo impresionado y Natsu parecía haber encontrado oro.

Justo después, Reiji entró con calma al ring antes de hacerle una pregunta interesante a la chica.

— ¡Sí y no! —Respondió—. No es legal utilizar armas, pero eso no significa que no puedas utilizarlas si el árbitro no se entera...

Le guiñó el ojo, sonriente.

— ...Yo seré el árbitro.

Entonces, Natsu dio un paso hacia atrás para acercarse más al centro del ring y tener a ambos ninja enfrente suyo.

— Por seguridad, lo primero suele ser enseñaros cómo caer para no haceros daño. —Les explicó—. Supongo que vosotros ya sabréis cómo hacerlo, pero aquí tendremos que hacer unos cambios para vender mejor la caída.

Unos segundos después, para demostrarles a lo que se refería, la chica dio un pequeño salto antes de caer con la espalda completamente plana en la lona, los brazos estirados a los lados y la barbilla recogida para evitar golpearse la nuca.

Una caída normal que, por algún motivo, hizo mucho más ruido del que se esperaban los chicos.

— Justo al caer, quiero que golpeen la lona con las manos sin que se note. ¡Así es más sorprendente!

Datsue, que había activado el Sharingan para copiar al completo la caída de Natsu —por mucho que fuese una misión D, el Uchiha debía tomárselo en serio—, creyó reconocer el patrón de movimiento.

—Hmm… De acuerdo. Voy a probar —dijo, cayendo hacia atrás para golpear la lona con la espalda plana, barbilla recogida y una súbita palmada disimulada con ambas manos—. ¿Así? —preguntó, levantándose de nuevo.

Estaba un poco decepcionado con la respuesta de Natsu. ¿Como podia un deporte llamarse lucha "Libre" y tener restricciones? No podías pelear de verdad, tampoco utilizar un estilo de lucha con armas, entonces, ¿que narices significaba la palabra libre?

Tras esto, hizo una pequeña explicación sobre las caídas seguida de una demostración. Se tiró de espaldas contra la lona del ring y di un golpe con las manos para que sonase mas fuerte. Claro, tenia sentido, si los golpes eran fingidos, tenian que hacer sonar la caída como si le hubiesen tirado al suelo de verdad.

Datsue fue el primero en intentarlo, imitando el movimiento de la chica de forma bastante precisa. Vale, estaba bastante decepcionado con todo esto, pero era una misión y del rango más bajo. Había que cumplirla para no quedar mal.

Pensado y hecho: intenté imitar el movimiento de Natsu lo mejor que pude, intentando golpear la lona con las manos para que sonora mas fuerte, como ella había hecho. Probablemente, al ser la primera vez, me habría salido regular.

Datsue, copiando a la perfección la técnica de Natsu, consiguió realizar una caída de libro en su primer en su primer intento.

Reiji, por su parte, quizás necesitaría practicarla un par de veces más, pero incluso así, el chico era un ninja bastante habilidoso que ya lo había conseguido hacer lo suficientemente bien como para ganarse el visto bueno de Natsu.

— ¡Justo así! —Exclamó la chica, emocionada por haberse quitado pronto de encima la parte aburrida de aprender—. Bien. Ahora que ya hemos hecho esto, podemos empezar con mi parte favorita: ¡los movimientos!

» No les enseñaré ningún golpe, porque seguro que vosotros sabéis más de eso que yo, ¡pero sí que les puedo enseñar una cosa o dos sobre lanzamientos de lucha libre! —Con cierto aire de orgullo, la chica sonrió y se llevó las manos a las caderas, sacando pecho—. ¡Pero antes enseñadme vosotros lo que sabéis hacer! ¿Qué tal si improvisan algo rápido para que me haga una idea de lo que les puedo enseñar?

Superada la primera prueba —nunca se hubiese imaginado que le enseñarían hasta a cómo caerse—, Natsu les sugirió que pasasen a la siguiente fase: la de atacar. Antes de enseñarles nada, prefirió que los chicos improvisasen algo entre ellos.

—Supongo que tiene que ser lo más espectacular y vistoso posible, ¿no? —«Por más que en un combate real sea tremendamente ineficiente y peligroso»—. Está bien Reiji, no te muevas. Te voy a hacer mi finisher.

Alzó una mano hacia su cuello y lo elevó en el aire haciendo gala de su prodigiosa fuerza, estirando el brazo por completo hacia el cielo. Un movimiento visualmente bonito y que derrochaba poder, pero que dejaba tremendamente vulnerable al ejecutor en un combate real ante cualquier patada.

—¡¡Me llaman Caronte, el Transportista de Almas!! ¡¡Bienvenido al infierno!! —Y, con un rugido, lo lanzó con fuerza para que se diese contra el suelo con la espalda.

—Esta bien, empezemos por el final y tu vas primero.

Datsue hizo gala de fuerza alzandome del cuello con una sola mano. Muy vulnerable a patadas en un combate de verdad, pero aquí estaba todo coreografiado, y así que para seguirle el juego, agarre su muñeca con mis dos manos e hice como que me resistía, mientras pataleaba en el aire, claramente no acertandole a Datsue a proposito, y no haciendo fuerza con las manos.

Tras una actuación digna del mejor teatro kabuki de uzushio, Datsue me lanzó contra el suelo para que diera con la espalda, y cuándo caí, golpe la lona con las manos tal y como había explicado Natsu y habíamos practicado hacia un momento. Me quedé en el suelo unos segundos, y despues me levante poco a poco como si me hubiera hecho daño de verdad, sujetándole a una de las cuerdas.

—Bien, me toca a mi enseñarte mi Finisher. Ahora quedate quieto tú. —Dije mientras me ponía detrás de Datsue. —Yo me gane mi nombre haciendo que mis enemigos desearan llevar casco, pero ni eso les habría salvado.

Y quizas no tenía la fuerza de Datsue, pero aún así, lo agarre de la cintura cruzando los dedos de mis manos, y doblando las rodillas me tiré hacia atrás haciendo un puente, para golpear el suelo del ring con la cabeza de Datsue. Le había visto hacer algo así a uno de los luchadores que entrenaban con los muñecos.

—Por todo Oonindo me conocen como el Rompecraneos.

Lo cual, bueno, no estaba lejos de la realidad.

—Aunque fue un accidente...

— ¿Tu finisher? —Repitió la chica, entre preocupada y emocionada.

Natsu se separó un par de pasos de los chicos, mientras se preguntaba qué clase de finisher crearía un ninja.

Por supuesto, al pensar aquello Natsu parecía haberse olvidado de una cosa importante: ya no estaba tratando con un ninja, sino que estaba frente a Caronte, el Transportista de Almas, quien agarró al Rompecráneos del cuello antes de estamparlo con tanta fuerza que casi lo envía directamente al infierno.

— ¡Oooooh! ¡Menudo chokeslam. Eso es! —Exclamó, emocionadísima—. ¿Ese será tu personaje?

La actuación de Datsue la sorprendió tanto que incluso pareció hacer más convincente la de Reiji, que no era un actor tan carismático como el Uchiha.

Aún así eso no lo detuvo de presentar a su personaje, el Rompecráneos: un luchador conocido en todo Ōnindo por romperle el cráneo a sus rivales.

Aunque no lo había practicado nunca antes, para una persona tan hábil como Reiji no fue demasiado difícil replicar un movimiento como ese.

— ¿Cuándo aprendiste eso? ¡Te ha salido genial! —Dijo la chica, que claramente se lo estaba pasando genial solo con verlos hacer un poco de lucha libre—. ¡Okay, okay! Viendo que ya tenéis personajes y todo ¿por qué no nos ponemos con la coreografía? ¡Puedo aconsejarles y enseñarles movimientos mientras lo hacen!

» Les aconsejo planear sobre todo algunos momentos clave y cómo acabará el combate. Así tenéis espacio para improvisar. —Le guiñó un ojo a Reiji, dejando claro a lo que se refería por improvisar—. ¡Incluso podéis prepararos dos finales distintos para hacerlos según quién vaya ganando!

Datsue se encogió de hombros y asintió ante la pregunta de Natsu. Efectivamente, Caronte el Transportista de Almas sería su personaje. Algo improvisado y sin demasiados artificios, pero esperaba que sirviese para un solo combate.

Reiji, por su parte, hizo gala del sobrenombre que se había ganado en la vida real. Tras agarrarle de la cintura, el kusajin realizó una maniobra un tanto peligrosa incluso tratándose de una coreografía. Caer de cabeza contra la lona no era, desde luego, algo que uno quisiese hacer todos los días. El Uchiha encogió la cabeza en el último momento y estiró los brazos para darse más con la parte alta de la espalda, golpeando con fuerza con los brazos para que se oyese todavía más alto el golpetazo. Luego, por unos segundos, simuló quedarse KO.

Acto seguido se volvió a levantar.

—Muy bien —dijo, ante las palabras de Natsu—. Imagino que para acabar usaremos uno de los dos finishers, sea cual sea el resultado. —Demasiado típico, quizá. Pero las cosas típicas lo eran por algo: porque solían funcionar.

Al parecer lo habíamos hecho bastante bien, incluso parecía que habíamos sorprendido a la muchacha con nuestro movimientos para rematar la batalla. Y ahora venia la parte que me gustaba: Preparar la coreografía para la batalla. Un cubo de agua fría para recordarme que no sería un combate de verdad.

—¿Y como sabemos quien tiene que ganar? ¿Lo echamos a piedra papal tijera o algo? Y si tenemos que parar momentos clave ¿Cuanto se supone que tiene que durar el combate?

Faltaba mucha información ahí. Sobretodo por que nosotros no teníamos mucha idea sobre la lucha "libre". Por lo menos yo, quizas Datsue parecía un poco mas entendido o quizas era capaz de asimilar todo aquello con más facilidad.

Natsu le asintió varias veces a Datsue. Había dado en el clavo.

— ¡Claro! ¡Lo mejor siempre es acabar el combate de la forma más espectacular para asombrarlos a todos! —Luego, la chica se giró a Reiji, que también tenía varias preguntas—. Pues... entre diez y quince minutos estaría bien. Y la decisión del ganador os la dejo a vosotros. ¡Podéis hacerlo como queráis!

» Bajo el escenario tenemos un par de cosas que podéis utilizar durante el combate, que aunque en principio están prohibidas en una pelea, solo tenéis que ignorarme cuando intente amonestaros ¿de acuerdo? ¡Por lo demás casi todo vale!