Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Una vez la técnica estaba ejecutada, tan solo debía usarla a mi antojo para crear una oportunidad mediante la confusión y el pequeño caos que había sido recreado en la arena de combate. El público mostró su desprobación ante tal espectaculo grotesco, el cual parecía que su origen era el mismísimo Yomi. Puede que esa idea fuera la más fidedigna a la realidad.
De hecho, el propio etsu acababa de patear aquella cosa que tenía ocho patas y estaba en carne viva. Parecía... sí, de hecho era una versión de Kumopansa mutilada, la misma que él mismo hizo desaparecer.
Yo había aprovechado al máximo mi genjutsu para confundirme y mezclarme entre todos aquellos entes con el propósito de despistar no solo al kusajin, sino a su fiel ninken. algunos de los entes lanzaron sus kunai a medida que avanzaban hasta Etsu. cda vez habían más, o esa era la percepción del rastas.
Estado de Yotita
• PV:
124/200
–
• CK:
109/240
–
1 AO
–
Impide regeneración de chakra
–
• PV Kumopansa:
0/60
–
• CK Kumopansa:
80/80
–
Fuerza: 40
Resistencia: 40
Aguante: 40
Agilidad: 60
Destreza: 50
Poder: 60
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 40
Percepción: 50
Portaobjetos [Muslo derecho][9/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Esposas supresoras de chakra
Juego de ganzúas
Kumo no Kaori
Fuuma Shuriken x1 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
Entre los pateados por el intento fallido de Etsu en destrozar unos zombies, se encontraba incluso la araña que el Inuzuka había usado previamente de escudo. Algo no cuadraba del todo, pues la susodicha había desaparecido literalmente de sus manos, en ningún momento la había visto morir, o al menos no la había visto ser herida en sí...
Entre tanto, Yota aprovechó la confusión que estaba creando para mezclarse con todo ese ejercito de muertos vivientes. No tuvo tapujo en esconderse de ambos Inuzuka, y seguramente tenía algo en mente. Akane aún resistía el efecto del veneno, y aunque ya el mareo no era tan intenso como en su pico más alto, aún no estaba del todo repuesto. Si Etsu aguantaba un poco más, seguro que podía ayudarle. Estaba observando todo desde el exterior, y estaba maquinando cómo vencer al chico de las arañas. Después de todo, la inteligencia era su punto fuerte, y estaba siendo un buen espectador.
Conforme los zombies avanzaban, terminaron por lanzar algunos las armas que llevaban. Los lanzamientos parecieron torpes y maltrechos, aunque poco más se podía esperar de zombies, algunos no tenían ni con qué lanzar armas. Pero el abuelo siempre decía que es mejor prevenir que lamentar.
Ni corto ni perezoso, el rastas se agachó, dejando que los metales silbasen por encima suya. Extendió ambas manos, y con las mismas cargó hacia delante, como hacía un rato lo había hecho su compañero canino. Etsu se lanzó en una acometida que lo convirtió literalmente en un tornado, un tornado hecho de mordiscos, arañazos y golpes en todas direcciones. El amasijo de bocados y arañazos avanzó rápidamente hacia el frente, trazando una pequeña parábola hacia la izquierda. Se dirigía prácticamente hacia la última posición en que había visto a Yota.
«¡Si no puedo contra todos, al menos acabaré con Yota! ¡El combate es contra él!»
Etsu arrasaría con todo a su paso, que no sería poco, al menos una centena de zombies habría caído con el impacto, desmembrados y descuartizados. Tampoco es que su técnica fuese letal, simplemente que los muertos vivientes tampoco es que tuviesen demasiada resistencia. Tras la acometida, plantaría ambos pies en el suelo, y giraría drásticamente para volver su mirada hacia sus oponentes. Quizás habría impactado a Yota, pero lo más importante sería que habría recortado distancias con él. Además, a poca distancia debería estar su ono. Podría decirse que mataba tres pájaros de un tiro con ese movimiento.
Contra más tiempo tenía metido a Etsu en la ilusión más creía en mis posibilidades. Era como si la ilusión alimentase mi positivismo o algo así. Aquella extraña sensación me fortalecía como si de una droga se tratase. Pero no me relajé, no podía darme aquel lujo o sino mi oponente lo usaría para contraatacar y finalizar el enfrentamiento.
En un intento por tratar de golpearme o de romper el genjutsu, o ambas, el Inuzuka tomó las riendas de la situación, buscando dar una estocada en área, claro síntoma de que no tenía ni pajolera idea de donde me escondía. Fue la técnica que utilizó Akane en los primeros compases, solo que está vez noe ra el ninken quién la ejecutaba, sino el propio kusajin.
«Interesante, comparten técnicas y puede ejecutarla cualquiera de los dos... Igual hasta pueden combinarla para hacerla más potente y devastadora»
Aquel torbellino de garras y dientes trató de arrasar con todos aquellos zombies. También conmigo. Sin embargo, una vez concluida la ofensiva, loz zombies se levantaron, pero eran el doble en número. Cada uno de los que saltó por los aires volvió con una copia idéntica dispuestos a acercarse al Inuzuka.
En aquel momento, si Etsu se daba media vuelta vería algo totalmente aterrador, algo que para un kusajin resultaría el doble de perturbador y desgarrador que para cualquier otra persona. Era un zombie que se acercaba a él, pero no era un zombie cualquiera, sino la viva imagen desfigurada de Moyashi Kenzou, el ya difunto Morikage, quien había delegado la responsabilidad de guiar a la hierba a Aburama Kintsugi, a su vez espectadora de lujo de lo que estaba por suceder.
aquella versión putrefacta de Kenzou no apartaba la mirada de los ojos del kusajin, levantó su mano izquierda, buscando señalar al Inuzuka, pero su dedo índice cayó al suelo producto del lamentable estado de aquella versión del padre de Kusagakure. Se encogió de hombros ante el lamentable estado de las cosas y dio una bocanada de aire.
— ¡PUTOS BIJUUS DE LOS COJONES, EIKYUU JURO VOY A POR TI, HIJO DE PUTA
Y tras aquellas palabras, a escasos dos metros de la posición de su rival, el falso Moyashi Kenzou hizo un rápido movimiento con la mano para lanzar una variante del chidori, comoe ra aquel abanico de senbon que avanzaría 15 metros y cubriría otros 3 de amplitud, buscando convertir el cuerpo del kusajin en un autentico colador.
tras ello, tanto el genjutsu como Kenzou desaparecería y, en su lugar solo quedaría Yota en el lugar en el que el ya antiguo Morikage había atacado.
Estado de Yotita
• PV:
124/200
–
• CK:
47/240
–
-8
–
-54
–
• PV Kumopansa:
0/60
–
• CK Kumopansa:
80/80
–
Fuerza: 40
Resistencia: 40
Aguante: 40
Agilidad: 60
Destreza: 50
Poder: 60
Inteligencia: 40
Carisma: 20
Voluntad: 40
Percepción: 50
Portaobjetos [Muslo derecho][9/10]
Hilo shinobi (30 metros)
Kemuridama x1
Hikaridama x1
Pack de 5 cascabeles
Sello explosivo clase C x1
Shuriken x2 (8 PV/corte superficial, 12 PV/corte e impacto directo)
Esposas supresoras de chakra
Juego de ganzúas
Kumo no Kaori
Fuuma Shuriken x1 25 PV/corte superficial, 40 PV/corte, 65 PV/impacto(En el cinto por el costado izquierdo)
Muchas de las misiones de un ninja están basadas en la infiltración y el subterfugio. Este Ninjutsu, que se enseña en todas las academias shinobi de Oonindo, es la técnica más básica para hacerse pasar por lo que uno no es, pero no por ello es menos útil. El usuario realiza los sellos del jutsu mientras visualiza mentalmente aquello en lo que se va a transformar, que puede ser o bien otro ser humano, un animal, una planta, un arma o un objeto inanimado, siempre de tamaño medio (un poco más pequeño que una persona o un poco más grande). Tras una pequeña nube de humo, el shinobi se transforma adquiriendo las características físicas deseadas, pero manteniendo algunas de sus propiedades (no puede replicar extremidades que no tiene, por ejemplo, y si lo hace, serán evidentemente falsas).
La técnica es básica, pero muy pocos logran dominarla por completo debido a que requiere una excelente capacidad de memoria y concentración. Por ende o bien se tiene 60 o más puntos en el atributo de Inteligencia o bien se tienen 60 o más puntos en la facultad de Ninjutsu; si no se cumple al menos una de estas dos condiciones, la transformación en otras personas será evidentemente falsa, con obvias carencias o imprecisiones respecto al original.
Incluso así, desconcentrar al usuario, como por ejemplo hiriéndolo, derribándolo o causándole demasiado estrés podría deshacer la transformación.
¤ Chidori Senbon ¤ Senbon de los Mil Pájaros - Tipo: Ofensivo (electricidad) - Rango: A - Requisitos:Raiton 45 - Gastos:
18 CK
(multiplicable x2)
(multiplicable x3)
- Daños: 30 PV - Efectos adicionales: Es posible apuntar a varios objetivos a la vez - Carga: 4 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones:
Las agujas se expanden en 3 metros de ancho y 5 de largo. (multiplicable x1)
Las agujas se expanden en 3 metros de ancho y 10 de largo. (multiplicable x2)
Las agujas se expanden en 3 metros de ancho y 15 de largo. (multiplicable x3)
Una de las muchas variaciones del Chidori, donde el usuario transforma la técnica inicial a medio formar en múltiples agujas de chakra eléctrico que esparce en un amplio rango. Las agujas tienen una velocidad extraordinaria, que sumado al rango que abarcan, las hace realmente difíciles de evitar.
Daño recibido
Daño causado
Chidori senbon: 90 PV
color=gold]AO revelada[/color]
Me había mezclado entre los zombies hengeado en Kenzou
15/04/2020, 15:20 (Última modificación: 15/04/2020, 18:43 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
El público no ve los clones del genjutsu.
Los últimos minutos del combate habían resultado realmente confusos para los espectadores. Etsu giraba sobre sus talones, aparentemente confundido. Llegó a lanzar varios golpes al aire, e incluso utilizó una de las técnicas insignia de su clan, mientras Yota lo rodeaba como un depredador al acecho, a una buena distancia de seguridad.
Fue entonces cuando ocurrió. Yota se transformó en un zombie, un cadáver andante demacrado y putrefacto del que había sido su anterior Morikage. El público estalló en alaridos de terror, se escucharon los llantos de varios niños entre las gradas; pero, sobre todo los bramidos de indignación que se elevaron desde las gradas de Kusagakure. La memoria de Moyashi Kenzou, el Padre de Kusagakure, había sido vilmente mancillado frente a todo Ōnindo.
—¡PUTOS BIJUUS DE LOS COJONES, EIKYUU JURO VOY A POR TI, HIJO DE PUTA.
Moyashi Kenzou lanzó una oleada de senbon recubiertos de electricidad contra su oponente, pero algo se cruzó entre ambos. El ataque levantó una densa nube de polvo y luz que tapó la vista de todos durante unos breves segundos. Y tras la polvareda, entre Yota y Etsu, dejó a la vista lo que parecía ser una gigantesca cápsula del tamaño de una persona adulta. La crisálida se resquebrajó con un crujiente sonido. Una mano pálida con las uñas pintadas de verde surgió de ella, apoyándose para salir, y Aburame Kintsugi se plantó frente a Yota.
La nueva Morikage seguía vistiendo aquel curioso antifaz de mariposa, pero aún a través de él Yota pudo sentir la ira que contraía cada uno de sus músculos, la rabia en sus labios pálidos y apretados. El público guardó un respetuoso silencio, pero el murmullo incesante que se seguía escuchando era como el enardecido zumbido de una colmena de abejas tratando de defender a su Reina.
—¡Se detiene el combate ahora mismo! —proclamó Kintsugi, alzando la mano por encima de su cabeza—. ¡Esto es un ultraje a la memoria de Moyashi Kenzou-sama, Sandaime Morikage, que en paz descanse! ¡Esto es una afrenta imperdonable! ¡Esto, Sasagani Yota... —continuó, acercándose lentamente al muchacho—. ...es un acto intolerable para un shinobi de Kusagakure.
Alargó la mano, y arrancó de cuajo la brillante bandana de la frente del antes llamado genin.
—Me has fallado por última vez, Sasagani Yota —sentenció la Morikage.
¤ Sunshin no Jutsu ¤ Técnica del Parpadeo Corporal - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Ninjutsu 40 - Gastos: 14 CK/20 metros (multiplicable) - Daños: - - Efectos adicionales:
Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 5 turnos
(Aguante 80) Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 3 turnos
- Sellos: Carnero/una mano - Velocidad: Instantánea
Permite al usuario reforzar las capacidades corporales momentáneamente y realizar varios pasos e impulsos a velociades sobrehumanas. El ejecutor siempre se mueve en línea recta, ya sea por tierra o desde tierra hacia una elevación, siendo necesario en este último caso que haya un lugar donde apoyar los pies al final del recorrido. Como mínimo, el shinobi o kunoichi necesitará un apoyo por cada multiplicable. No pueden atravesarse técnicas ni otros obstáculos como armas o incluso otras personas. Si se utiliza para atacar por sorpresa, el oponente siempre sentirá al usuario antes de que aparezca debido a que la técnica mueve una gran cantidad de aire.
Los ninjas de las Tres Grandes son capaces de añadir pequeños elementos decorativos para llamar la atención de un observador al tiempo que desaparece de su vista. En Uzushiogakure, el usuario deja tras de sí pétalos de cerezo. En Kusagakure, hojas mecidas por el viento. En Amegakure, una suave neblina.
¤ Sanagi no Jutsu ¤ Técnica de la Crisálida - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos:Aburame 70 - Gastos: X * 0.4 CK (impide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Defiende X PV (máximo 140 PV) - Sellos: Dragón - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: -
Con ayuda de las orugas de mariposa que llenan su cuerpo, Aburame Kintsugi se envuelve por completo en una crisálida en forma de cápsula. Las paredes de esta crisálida son tan fuertes como el acero, perfectas para detener cualquier tipo de ataque dirigido contra ella.
En este estado, Kintsugi no es capaz de moverse; sin embargo, bien tras sufrir un ataque que iguale o supere la defensa de la crisálida o a su propia voluntad, las paredes de la crisálida se resquebrajan, dejándola libre de nuevo.
Sasagani Yota es expulsado del torneo (regresará con el resto de Kusagakure al terminar la primera ronda), y pierde su bandana identificativa como shinobi. Pasa a ser un simple civil y, como tal, no podrá salir de la aldea.
15/04/2020, 19:04 (Última modificación: 15/04/2020, 19:16 por Inuzuka Etsu. Editado 1 vez en total.)
En su acometida de dientes y garras, Etsu desgraciadamente no había podido topar con su oponente. Pero tampoco era extraño del todo, al menos a su paso había podido eliminar a una gran cantidad de muertos vivientes, y eso era suficiente. El Inuzuka encaró al ejercito, y para su sorpresa su ataque no había hecho más que aumentar el número en sus filas. El ejercito parecía aún mayor que al inicio, lo cuál era una autentica locura.
«¿¡PEROQUÉ!?»
No, el rastas no entendía cómo era eso siquiera posible. Yota no podía tener una cantidad tan grande de chakra para estar manipulando a la vez a tantísimos muertos. Ésto se pasaba las normas habituales por el mismísimo forro...
Pero esos zombies no fueron lo que más llamó la atención del público, y de los Inuzuka. Para cuando Etsu hizo un barrido con su mirada, intentando analizar la situación, encontró al zombie que más podía alterar a cualquier Kusajin en esos momentos. A su lado tenía al mismísimo Moyashi Kenzou, el fallecido padre de Kusagakure. Su estado era como el de los otros tantos zombies, demacrado y lamentable, un alma en pena que parecía tener una sola cosa en mente: Atacar al Inuzuka.
¿Pero cómo hacer algo en contra de él?
Estábamos hablando de un auténtico héroe, del más real que había existido en demasiados años. Estábamos hablando del padre de Kusagakure, del hombre que le había dado esa placa identificativa. Estábamos hablando del shinobi más grande que había conocido, del rival que siempre tenía en mente, de esa persona a la que aspiraba igualar o ganar. Todo un ejemplo de Kage, y persona.
Yota quizás se había pasado un poco de la raya...
Pero le había funcionado, había dejado al Inuzuka de piedra. Totalmente helado, sin saber qué hacer.
Antes de que se diese cuenta, Kenzou le dirigía la mano, y bramó algo a lo que apenas atendió Etsu. Un millar de agujas eléctricas se abalanzaron sobre el rastas de pronto, salidas del propio difunto. El de la máscara blanca ni tan siquiera llegó a reaccionar, pero por suerte o desgracia, tampoco hizo falta. De pronto, entre Kenzou y Etsu apareció un monigote extraño que paró todo el ataque. Poco después, se desintegró dejando en su lugar una figura femenina fácil de reconocer.
«¡Mierda!»
Pocas personas con una silueta de esas características podían interrumpir un combate del torneo como si nada... Kintsugi alzó el brazo, y detuvo el combate sin pensarlo dos veces. La cosa no quedó solamente en eso, Yota corrió una suerte muy nefasta.
La mujer sentenció lo que más de una persona en las gradas vociferaba, y anunció que le había fallado por última vez. No tuvo reparos en quitarle a su compañero la bandana de un tosco jalón.
Etsu quiso intervenir, decir algo...
*¡PLUFFFFFFF!*
De pronto, en el momento menos oportuno, el sello que se había plantado previamente el Inuzuka estalló. Había llegado el tiempo programado para su activación, y por ende comenzó a lanzar un chorro de humo que cubrió por completo al Inuzuka. Pero éste seguía aún helado, inmóvil ante todo lo que había sucedido.
«Mierda...»
El humo comenzó a ahogarlo poco a poco —¡Cought! ¡cought! ¡cought! —, tuvo que actuar rápido en quitarse el papel de encima, y lanzarlo a un lado. La situación no era para nada como la había esperado, no tuvo más remedio que agachar la cabeza y comenzar a andar hacia el pasillo que daba de nuevo a los vestuarios. Akane le siguió a poca distancia, ambos sentían lo mismo seguramente.
La treta dio exactamente el resultado que uno podía esperar. El rostro de Etsu era completamente delatador y aquel abánico de agujas electrificadas vociferaban el peligro que representaban para el kusajin.
Hasta que un tercer actor hizo acto de presencia para cortar aquello de raíz.
No era otra que la Yondaime Morikage, Aburame Kintsugi, que habíua aparecido entre ambos gennins para impedir que Etsu recibiera el daño, cubriendose con una especie de crisálida, luego me miró directamente a los ojos.
—¡Se detiene el combate ahora mismo!
Aquello fue todavía mejor que lo de mi genjutsu, nadie, absolutamente nadie se esperaba que aquel combate acabase de aquella manera. No estaba ni en mi guión.
«Qué cojones»
¡Esto es un ultraje a la memoria de Moyashi Kenzou-sama, Sandaime Morikage, que en paz descanse! ¡Esto es una afrenta imperdonable! ¡Esto, Sasagani Yota...
Empezaba a entender la situación.
...es un acto intolerable para un shinobi de Kusagakure.
— ¿Qué es lo que es intolerable? ¿Que pelee hasta el final con todas mis cartas? ¿No es eso de lo que va ser shinobi?
Ni siquiera pude terminar de replicar que de un manotazo me arrancó mi bandana de la frente.
—Me has fallado por última vez, Sasagani Yota
Qué bochorno. Estaba siendo degradado allí mismo, delante de todos y no pude hacer nada más que mirar al suelo con la rabia imprimida en mi rostro. Ni siquiera me salió responderle de nuevo. Lo único que hice fue darme media vuelta e irme de aquel lugar. Bastante había durado ya todo aquel numerito de circo como para alargarlo más. De hecho, había fallado muchas veces, pero nunca había sentido tal vacío dentro de mí, ni tanta vergüenza.