Normalmente, Ranko se habría emocionado al escuchar que las hermanas se habían enfrentado en el primer combate. Para ella, una pelea amistosa podía reforzar lazos entre amigos, más entre hermanos. Es más, pensó en contar que ella y su hermana Kuumi solían combatir, y que ella nunca había ganado. Pero al escuchar las palabras de Hana y ver la reacción tan apenada de Ren, sólo pudo soltar un "oh".

Conocía el rostro de la morena, aquelas mejillas encendidas, la voz vacilante. Era el suyo, el de Ranko. Era el rostro tras el cual se había escudado por mucho, su reacción casi única ante toda situación. Sintió mucha empatía con Ren al verla a los ojos.

—N-no tenemos que hablar de e-ello si no quieres, Ren-san.

Se le hacía un poco de mal gusto que Hana insistiese en que Ren contara contra quién se había enfrentado, a sabiendas que ella se apenaba. Sin embargo, Ranko se dijo que tal vez eran cosas de hermanas, así como ella a veces se llevaba rudo con Kuumi. Como la vez que se habían peleado en Yugakure.

"Yugakure... Hace ya tanto de eso..." pensaría con un suspiro.

Los troncos de entrenamiento se hacían menos escasos a su alrededor cuanto más salían del Bosque Sesgado. La mirada de Ranko iría de una chica a otra.

—N-no quisiera incomodarle.

A pesar de ello, Ranko se preguntaría por el sentir de Ren. ¿Se sentía avergonzada como la Kusajin? ¿Se sentía patética? ¿Se sentía la peor? Sintió un el dolor regresar intensamente. Se detuvo y se inclinó levemente, con una mano en la rodilla para apoyarse y otra en el vientre.

— M-Me tocó contra H-Hana

Así que esto es lo que se sentía. Esto era lo que sentían Eri y Datsue cuando la miraban con esa mirada de superioridad, con ese pensamiento que no verbalizaban que decía "Mira esta pobre genin, esta indefensa y minuscula muchacha que no puede hacer nada contra mi poder de Jounin". El poder de haber ganado un combate y poder dar con un palo al avispero, a ver qué pasaba, era un poder que Hana no había probado hasta ahora.

Al menos, Ranko había dejado de tocarse la herida.

— ¿Hana? ¿No será Hana-sama? La gran e imbatible Hana-sama, ¿qué te parece, Ren — pausa — nee — pausa — chan?

—N-no quisiera incomodarle.

Ranko tenía razón, Hana lo sabía, pero no se le iba la sonrisa.

— Tranquila, Ranko-chan, solo bromeo. Ren-neechan es algo vergonzosa, se le pasará. — se paró cuando ya estaban fuera de los limites del bosque. — ¿Donde vamos primero? ¿A comer? — miró a Ranko — ¿A ver cosas de samurai? — miró a Ren.