Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
4/04/2018, 23:57 (Última modificación: 7/04/2018, 22:18 por Amedama Daruu.)
Dos hombres hablaban sentados en seiza, bajo el tatami cubierto del Edificio del Morikage, de cara a la ominosa Villa Oculta de la Hierba bañanada bajo la luz de la luna llena. Uno de ellos, el más viejo, iba vestido de color azul marino, porque le apetecía, como siempre. Y aún así cualquier ninja de su villa sabría de quién se trataba. Su simple presencia imponía; lejos distaba Moyashi Kenzou de ser un ancianito indefenso.
El otro tenía una melena larga y azul, y unas cejas tan peculiares como para sobresalir a ambos lados de su cabeza si uno le miraba de espaldas, como supongo que estáis imaginando a estos dos hombres. Este vestía con un kimono de color negro. Como lo estáis viendo de espaldas, no veríais sus dos extraños ojos dorados en forma de anillo, como si la pupila fuera de color blanco. Yubiwa era, sí, un tío curioso.
—¿Es el único que presenta una compatibilidad? —dijo Kenzou.
—El único que podría tenerla, Morikage-sama —replicó Yubiwa—. Ya sabe que con estas cosas, nunca se sabe. —Dejó pasar unos segundos, como si temiera decir lo siguiente—: ¿Seguro que no sería mejor pedir ayuda a los Uzumaki de Uzushiogakure, o a la propia Amegakure?
—Ya te he dicho que no, Yubiwa. No insistas. —El mandatario cortó de pronto—. El Pacto ya no existe. No hay alianzas. Precisamente por eso debemos actuar.
—Le creía un hombre de forjar nuevos pactos. De negociaciones.
—Y precisamente será más fácil hacerlo con un as bajo la manga, ¿no crees? —Kenzou le dirigió una mirada amable, con los ojos cerrados y una amplia sonrisa con la boca cerrada—. Tú también lo notas, seguro. La época de los guardianes se fue con ese demonio de Zoku. Al final, consiguió lo que se proponía. Que todo el mundo volviera a ver a los bijuu como una pesa de poder en la balanza de la paz.
El silencio reinó durante un par de minutos, rotos por el mismo Kenzou, con un tema bien distinto.
—¿Qué tal va tu vista, amigo mío?
—Bien, bien —respondió Yubiwa—. Lo peor de todo es el dichoso colirio. Tengo que echármelo cada treinta minutos. Lo que me recuerda... —El jounin rebuscó en el interior de sus bolsillos y encontró un pequeño cuentagotas. Aplicó un par de medidas sobre cada ojo—. Aún pasará un tiempo hasta que pueda volver a usar mi doujutsu, no obstante...
Kenzou asintió dos veces.
—Entiendo. Bueno, espero que hasta entonces siga en forma. Cuando yo no pueda más... espero que estés preparado para recoger el testigo.
—¡Morikage-sama! No estará pensando en...
—¡Cuando me quede manco, cojo, o las dos! ¡Antes, ni en tus sueños te doy el sombrero! Y eso que no me lo pongo —Kenzou rio—. Bueno, se hace tarde. Y hay mucho que hacer. Y me gustaría tener una pequeña charla con él antes de entrar en materia.
—¿Quiere que vaya a hacerlo llamar?
—Sí, por favor, Yubiwa-kun.
Yubiwa se levantó y se dirigió en silencio hacia las escaleras.
—Ah, y Yubiwa-kun, por favor —añadió—: Haz que el joven Juro venga sólo. Tú espéranos abajo.
»Hay formalidades que sólo pueden tenerse cara a cara, a solas. Tú ya me entiendes.
—Claro, Kenzou-sama.
Los pasos de Yubiwa resonaron, cada vez más abajo. Ahora sólo cabía esperar a su nuevo invitado.
Soy Daruu. Tomo esta trama en uno de mis huecos habituales.
EDIT: La pongo en hueco de master para abrir una trama con Eri.
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es
« No te pongas nervioso. No te pongas nervioso. Seguro que no es nada »
Juro se ajustó los pantalones con dificultad. Las piernas le temblaban y así era muy difícil hacer nada. Se puso a duras penas la camisa y su equipación ninja — un rato antes, había estado somnoliento y tirado en su cama, totalmente despreocupado — y se preparó para salir.
«Morikage-sama quiere algo de mí. ¿Qué puede ser? ¿Será algo urgente? ¿Tan urgente que no puede esperar ni al día? »
Desde luego, se había espabilado de golpe cuando habían llamado a su puerta, en plena noche, y le habían comunicado que tenía que presentarse en el edificio de su Kage en ese momento. Juro no conocía exactamente los motivos, pero estaba muy exaltado por tan repentina noticia.
Era vergonzoso. Pero era la primera vez que hablaría cara a cara con su Kage. Sentía miedo, pero también nerviosismo, y no del todo malo. Estaba expectante por ver que estaba pasando. Era como una mezcla que amenazaba con revolver su estómago.
« Él me vio pelear en el torneo de los dojos. Pero fue hace mucho, y no es que llegase a destacar mucho. ¿Por qué me llama? ¿Hice algo malo? »
Se quedó bloqueado unos segundos, pero finalmente, recogió su bandana y se la colocó. Ya estaba listo para salir. Y le estaban esperando, de hecho. Eso era un punto a su favor. Si ahora mismo se llegase a perder por la villa, de noche, con el Kage esperando por él, se querría morir.
Sin embargo, unos nudillos llamaron a su puerta. La respiración de Juro se contrajo, pero se relajó cuando vio que solo era Katsue, su hermana. Lucía un kimono rojizo, y tenía el pelo rubio recogido en una coleta. Estaba somnolienta también, y la había despertado la visita. Juro pensó que probablemente su abuela Furui, estaría durmiendo en ese momento.
— Juro. ¿Estás listo? — preguntó. Juro notó que ella tampoco parecía estar muy tranquila, pero lo disimulaba como podía —. No hagas esperar a Morikage-sama. — Si, ahora mismo me marcho — dijo, mientras hacía un repaso mental de todo lo que llevaba, por si se dejaba algo. Tal era la perturbación que tenía —. Si, lo tengo todo. — ¿Estas nervioso? — Un poco — admitió el chico. — ¿Un poco? — preguntó su hermana, esbozando una sonrisa —. Te tiemblan las piernas como un pollo, chaval. — No tengo tiempo para esto. Me voy — Por él, se habría puesto a discutir con ella en ese mismo momento. Pero no quería tardar. Ni que se le escuchase. — Sea lo que sea, se prudente y muestra respeto. Vas a estar ante nuestro líder — le recordó su hermana. — ¡No me pongas más nervioso!
Katsue le dio una palmadita en la espalda y le dejó marchar. Aun así, no pudo evitar sentirse inquieta. Ella también se preguntaba que estaba ocurriendo.
Pronto, Juro lo descubriría.
...
La luna llena brillaba sobre la villa. Kusagakure se alzaba en todo su esplendor, oscura y misteriosa, bañada por una espesa oscuridad. Si Juro no hubiera estado tan nervioso, podría haber disfrutado del camino. Era una noche poética.
Pero no estaba para poemas. Juro entró al dojo, que constituía el edificio del Morikage, acompañado por su guía. Juro comprobó que la estancia estaba iluminada por farolillos, que daban un aspecto ligeramente tétrico. Aunque fuese un dato menor, también era la primera vez que se presentaba de noche en el edificio. Pudo ver el mostrador y las fotos e imágenes de siempre —llenas de imágenes de la villa— pero ni eso le tranquilizó.
A la derecha del mostrador, tomó las escaleras y tal y como se le indicó, subió hasta la última planta. Ahí se encontraba el despacho del Morikage. Y a partir de él, la azotea. El lugar donde se le reclamaba.
« Venga, Juro. Venga. Demuestra que no eres un cobarde » — Tal era su nerviosismo que no fue hasta llegar al último piso, cuando se dio cuenta de que estaba completamente solo. Ya nadie le respaldaba.
En la azotea, se encontró con el gran tatami. Y sentado, vistiendo unas ropas casuales, de color azul marino, el líder de su aldea. Su figura no le pareció, ni mucho menos, poco intimidante. Estaba ante Morikage-sama.
— B-Buenas noches, Morikage-sama — dijo. Trató de que su voz no mostrase su nerviosismo. Falló —. Soy Eikyu Juro.
¿Tenía que decir algo más? ¿Se dejaba algo?
« La reverencia, idiota. La reverencia » — se reprendió, así mismo. Pudo imaginar a su hermana, dándole un puñetazo por su fallo.
Juro ejecutó el símbolo de respeto, que él creía necesario, cuando se presentaba ante un hombre de tal calibre. Y esperó, con los nervios a flor de piel.
Kenzou se dio la vuelta lentamente, moviendo primero una pierna y luego otra. Así, manteniendo la posición de seiza, ahora encaraba al muchacho. Aunque Juro nunca había hablado personalmente con él, sí que lo había visto en innumerables ocasiones caminando por la villa, o incluso entrando dentro de las clases de sparring en la academia para observar a sus alumnos. El líder de la villa le sonrió y le saludó con una ligera reverencia.
—Lo sé, muchacho, lo sé. ¿Para qué te haría llamar si no te conociese? Anda, siéntate, joven —le indicó, apuntando con la palma de la mano hacia arriba al tatami bajo los pies del marionetista—. Así podremos charlar amablemente.
Sólo cuando el muchacho hubiera tomado asiento en la misma posición, Kenzou asentaría y diría:
—Te preguntarás qué es lo que me ha hecho llamarte a medianoche, en este precioso Kazeyōbi —dijo—. Bueno, lo cierto es que tengo una tarea muy importante para ti. Pero antes...
»...¿qué te apetece si tienes una pequeña peleilla con este viejo saco de boxeo?
Kenzou-sama se dio la vuelta, armoniosamente. Pronto, estaba observando a Juro, en una posición tan tradicional como el dojo en el que se encontraban.
—Lo sé, muchacho, lo sé. ¿Para qué te haría llamar si no te conociese? Anda, siéntate, joven. Así podremos charlar amablemente.
Juro tragó saliva, conteniendo las ganas de reírse de sí mismo. Claro que tenía razón.
« Va a pensar que soy idiota »
Dejando a un lado las maneras de presentarse — quizá los nervios le hubieran jugado una mala pasada, aunque tampoco habría sabido que más decir —, Juro hizo lo que le pido. Se subió al tatami, y se acercó a su kage. Conforme lo hacía, cada vez sentía más el aura del Morikage. Se notaba a la legua que era un líder, un hombre carismático y poderoso, cuyas órdenes tenía que obedecer sin dilación. Intentó no ser tragado por la presencia del Kage, pero era algo dificil. Se sentía muy pequeño ante aquel hombre. Por eso, se seguía preguntando que querría de alguien como él.
Juro se sentó, en la misma posición de seiza, como un igual, aunque no lo sintiese así. Observó el rostro de su Kage, mientras él, continuaba hablando.
—Te preguntarás qué es lo que me ha hecho llamarte a medianoche, en este precioso Kazeyōbi. Bueno, lo cierto es que tengo una tarea muy importante para ti.
« ¿Una tarea? ¿Una misión? » — se preguntó así mismo, con miedo de interrumpirle.
No había pasado desapercibido para él, el "muy importante". Eso no hizo más que aumentar su nerviosismo.
Pero antes...¿qué te apetece si tienes una pequeña peleilla con este viejo saco de boxeo?
Juro alzó ambas cejas, claramente sorprendido.
— Eso sí que no lo esperaba — admitió, en camino de estar avergonzado y más nervioso aún. Luego, se dio cuenta de que quizá había hablado demasiado informalmente —. Será todo un honor, Morikage-sama. Admito que la propuesta me ha asustado un poco, pero lo haré lo mejor que pueda.
Juro esperó que su Kage se levantase. Entonces, él haría lo mismo.
— ¿Quiere algún tipo de pelea en especial, Morikage-sama? ¿Alguna restricción? — preguntó Juro, con miedo de contrariar a su Kage. Su estilo de pelea tenía muy poco de Taijutsu, y probablemente, él lo sabría. Era un titiriterio con rastros de ninjutsu, y con fuinjutsu algo pobre aún.
Pero desde luego, nunca hubiera imaginado que tendría que enfrentarse a su Kage, ahí, frente a la luna.
7/04/2018, 22:14 (Última modificación: 7/04/2018, 22:17 por Amedama Daruu.)
Moyashi Kenzou se levantó y se hizo crujir los nudillos, sin dejar que en ningún momento la sonrisa se le desdibujara del rostro. También hizo un par de estiramientos con las piernas poniéndolas en diagonal, balanceándose a izquierda y a derecha.
—Hombre, ¿sabes lo que estaría muy bien, Juro-kun? —dijo—. Estaría bastante bien que no hiciéramos un destrozo muy grande al tatami. —Juntó todo lo que pudo los dedos índice y pulgar de la mano derecha, pero sin que llegasen a tocarse—. Bueno, todo lo que sea posible. Un poquito sí podemos. —Le guiñó un ojo.
»Por otra parte, será mejor que yo me controle un poco. Si no, podría matarte.
»Era broma. Sólo un poquito. —Repitió el gesto con los dedos.
OIGAN. Voy a poner esta trama en hueco de master. La prefiero así, que quiero rolear a mi personajillo
Kenzou-sama se levantó y empezó a crujir sus nudillos, con la misma sonrisa. Juro empezó a verla cada vez más siniestra. Era como la sonrisa de un depredador, acechando a una víctima que ya no podía escaparse.
Juro se levantó y se preparó también, aunque no sabía si debía de hacer los mismos estiramientos o no.
—Hombre, ¿sabes lo que estaría muy bien, Juro-kun? Estaría bastante bien que no hiciéramos un destrozo muy grande al tatami. Bueno, todo lo que sea posible. Un poquito sí podemos. — dijo el líder de su aldea, después de guiñarle un ojo. Juro se preguntó si se estaba burlando de él o hablaba en serio.
— Entendido, Morikage-sama — asintió Juro, conforme. Tenía sentido. Aquel lugar era la azotea del edificio de su kage. Nadad de explosivos ni técnicas muy destructivas.
Pero el hombre no se detuvo ahí.
»Por otra parte, será mejor que yo me controle un poco. Si no, podría matarte.
Juro sintió un escalofrío. Tuvo la extraña sensación de que ahí, en ese lugar, bajo la noche y la luna, nadie sería testigo de este enfrentamiento. ¿Qué pasaría si no daba la talla? ¿Su Kage esperaba algo de él en realidad? El hecho de que pudiese ser una prueba le mandaba señales de peligro.
»Era broma. Sólo un poquito. — dijo, volviendo a repetir aquel gesto.
— C-Claro que lo sabía — comentó, aunque la sonrisa tímida que le había salido indicaba lo contrario —. Si no le importa, voy a utilizar una de mis marionetas para la batalla. No se preocupe por el tema, si se rompen, puedo arreglarlas.
Aprovechando que la batalla aún no había comenzado, si Juro no recibía ningun pero o queja de su adversario, cogería el pergamino que se encontraba en su cintura — el de la derecha, el de la izquierda seguía ahí — y lo estamparía contra el suelo. Realizó una cadena de sellos y provocó una pequeña polvareda de humo.
« Él se estira y yo deshago el sellado. Es justo » — pensó. Si era interrumpido en ese momento, probablemente le daría un infarto.
Justo al lado de Juro, había una marioneta de su mismo tamaño. Tenía forma humanoide, y el aspecto de una mujer. Su aspecto aún era de marioneta, pero estaba arreglada: sus ojos estaban pintados de verde, y tenía una mata de pelo negro liso, en forma de flequillo, que tapaba parcialmente su frente de madera. Vestía una túnica totalmente negra, que tapaba todo su cuerpo, a excepción de brazos y piernas, y un pequeño agujero en la espalda.
A través de ese agujero, se asomaba una cola metálica, de metro y medio de extensión.
Unos hilos azules unían las manos de Juro a la espalda de la marioneta, controlando todas sus funciones. Ahí estaba la segunda marioneta de Juro: Remu. En todo su esplendor. Esta no estaba a más de un metro de distancia de Juro, sirviendo, también, de escudo, entre el Kage y él.
Juro trataba de mantener una visión clara de su rival y de su marioneta. Era todo o nada.
« Esto va a estar jodido, Remu. Pero tenemos que intentar hacer algo » — pensó, observando a su rival.
— Yo ya estoy listo, Morikage-sama — dijo Juro —. ¿Empezamos?
Estado de Juro
PV:
180/180
– CK:
150/170
–-
5
–-
15
–
Inventario:
¤ Hitai-ate [Atada al cuello]
¤ Portaobjetos básico [5/10]
Picadura de mosquito
Mordisco de serpiente
Veneno común
Makimono
Makimono
¤ Marioneta Básica [sellada en makimono]
¤ Marioneta Mejorada [sellada en makimono]
¤ Kugutsu no Jutsu ¤ Técnica de las Marionetas - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Marionetista 10 - Gastos: Coste de activación de la marioneta (divide regen. de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Permite controlar una marioneta - Sellos: Ninguno - Velocidad: - - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo (clavar los hilos), 15 metros de longitud
Exclusivo estilo de Ninjutsu. Esta técnica utiliza hilos de chakra para controlar marionetas. Dado que la mayoría de los marionetistas usan sus manos para manipular sus armas, si estas se encuentran dañadas la técnica puede ser neutralizada. Y debido a que los movimientos de la marioneta se basan en los mecanismos que se han instalado en el interior, lo que interfiere con dichos mecanismos pueden paralizar completamente la marioneta.
La capacidad del usuario con respecto al número de marionetas que es capaz de utilizar estará determinada por la siguiente fórmula: se pueden usar Destreza/10 marionetas, con un máximo de 10 (una por cada dedo).
¤ Marioneta Mejorada - Tipo: Marioneta - Requisitos: Marionetista 40 - Precio: 1.000 Ryos - Coste de activación: 15 CK - Resistencia: 80 PV (las armas pequeñas se quedan clavadas en ella o la arañan y no causan daño)
Marioneta que tiene el mismo tamaño que el usuario, de construcción elaborada. Tiene forma humanoide, con un aspecto totalmente personalizado. Sin embargo, a simple vista se nota que no es más que un títere.
- Espacio para accesorios:
[2 ranuras para cuchillas acoplables en los dedos (una en cada mano)]
[2 ranuras para cuchillas acoplables en el estómago]
[1 espacio para gancho retráctil en el estómago]
[2 tubos lanzadores (3 espacios) en las palmas de las manos]
[1 tubo lanzador (2 espacios) en la boca]
¤ Ippan no Fūinjutsu ¤ Técnica de Sellado General - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos: Fūinjutsu 15 - Gastos: 10 CK (sellado de objetos y armas), 5 CK (liberar) - Daños: - - Efectos adicionales:
Sella objetos y armas en pergaminos
(Fūinjutsu 30) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en pergaminos. Además, puede guardar gases venenosos, líquidos...
(Fūinjutsu 60) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en cualquier tipo de recipiente (preguntar a un administrador para saber qué recipiente podría ser válido, solo es posible sellar 1 objeto), y en su propio cuerpo (1 por cada 10 de Inteligencia)
- Sellos: Buey → Serpiente → Tigre → Jabalí → Carnero (mantenido durante unos segundos) - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: (ver descripción)
Técnica estándar de fūinjutsu, que utilizan muchos shinobi con diferentes niveles de maestría en técnicas de sellado. Los ninjas con un nivel de maestría bajo son capaces de sellar objetos y armas, normalmente de tamaño pequeño o mediano, y únicamente en pergaminos. Los ninjas de nivel medio son capaces de sellar muchos tipos de sustancias distintas en pergaminos. Los ninjas de nivel alto, en su propio cuerpo o incluso en recipientes.
La técnica no funciona instantáneamente. Para sellar objetos en un pergamino, se ha de abrir ese pergamino. En el caso de querer guardar algo en el propio cuerpo, no es necesaria tanta preparación. Para guardar cosas en un recipiente externo, se ha de disponer de uno válido (obviamente). En cualquiera de los tres casos, se ha de estar a menos de tres metros de donde se va a sellar el objetivo, y a menos de diez del objetivo. Una vez realizados los respectivos sellos, se mantiene el último y el objetivo se deshace en una masa de chakra, que viaja a velocidad moderada hasta introducirse dentro del lugar donde se desee sellar. Entonces aparece la marca deseada, y el sellado se completa.
Se ha de remarcar que esta técnica de sellado no dispone de una clave para nada complicada. Los sellos podrán ser rotos y su contenido liberado por cualquier practicante de fūinjutsu con suficiente maestría (15, 30 ó 60).
Kenzou se cruzó de brazos y asintió con entusiasmo.
—Oh, Juro-kun, una de tus magníficas marionetas —dijo—. Entonces, ¿seguro que no pasa nada si la rompo, no? Podría pasar... —La mirada de Kenzou, fija en Juro, era, en cierto modo, escalofriante. Aunque pretendía ser amable, la expresión del mandatario —una sonrisa amigable— no había cambiado en ningún momento. No se podía saber si el Morikage estaba bromeando o si estaba hablando en serio.
— Yo ya estoy listo, Morikage-sama. ¿Empezamos?
Aunque era bastante obvio que Juro esperaba que Kenzou se moviese primero, éste se limitó a asentir, sin dejar de sonreír.
¡Buenas! No hemos especificado mucho la distancia entre Kenzou y Juro, así que solo imagine que no era mucha, y no especifiqué mucho más.
—Oh, Juro-kun, una de tus magníficas marionetas. Entonces, ¿seguro que no pasa nada si la rompo, no? Podría pasar... — Su Kage le miraba. Y aquella sonrisa, que se había mantenido estática todo este tiempo, y que antes le había parecido hasta simpática, se iba haciendo más y más irreal con el paso de los minutos. Como una simple máscara de piel.
Por unos momentos, tuvo miedo de escarbar más en la situación. De lo que pudiese hallarse debajo de aquella máscara.
— N-no se preocupe, Morikage-sama. Estoy decidido — murmuró Juro. La inquietud del momento le hizo retroceder, pero debía erguirse, o nunca podría pelear con él —. Son marionetas hechas para la batalla. Soy consciente de los riesgos.
Kenzou-sama asintió ante la provocación de Juro del comienzo. No iba a actuar. En parte, el genin se sintió aliviado. Era más que consciente de que esto acabaría cuando a él le diese la gana. Probablemente, podría destruir su marioneta de un solo golpe. O podría destruirle a él con la punta de uno de sus dedos.
O peor aún. Podría destruirle a él mismo golpeándolo con su marioneta, destruyéndola también.
« Espabila, joder, qué te esta mirando » — Juro se sacó así mismo de sus ensoñaciones. La mirada del depredador estaba sobre él otra vez.
Era una gacela ante un tigre. O peleaba, o sería comido al momento.
Juro cogió algo de aire y lo dejó escapar. Después, clavó sus ojos en el líder de su aldea, y trató de reunir toda la determinación con la que contaba en ese momento.
— De acuerdo.
En su mano derecha, Juro movió ligeramente sus dedos índice, pulgar y corazón, acariciando el aire, desplazando los hilos. Entonces, la cola que se encontraba a la espalda de la marioneta de Juro se movió, como un látigo, y se lanzó en dirección al hombre que le observaba, atentamente. La cola metálica, capaz de extenderse hasta los tres metros, realizó un movimiento lateral, tratando de cortar al Morikage.
« Al menos, esto romperá el hielo »
Juro se mantuvo quieto, esperando su reacción. Su marioneta seguía delante de él, interponiéndose entre el Kage y él, a una distancia demasiado escasa como para que el hombre pudiese ponerse en medio de ambos.
Estado de Juro
PV:
180/180
– CK:
155/170
– +
5
–
Regeneración dividida: Kugutsu no jutsu activo
Inventario:
¤ Hitai-ate [Atada al cuello]
¤ Portaobjetos básico [5/10]
Picadura de mosquito
Mordisco de serpiente
Veneno común
Makimono
Makimono
¤ Marioneta Básica [sellada en makimono]
¤ Marioneta Mejorada [sellada en makimono]
¤ Cola de Escorpión - Tipo: Accesorio - Precio: — - Lugar ocupado: Espalda de la marioneta. - Volumen: (Espacio único) - Efecto: 18 PV/corte, 25 PV/penetración
El usuario ha desarrollado un nuevo artefacto: una cola de escorpión acoplable. Hecha de metal, con una forma alargada hasta terminar en un filo, capaz de cortar y herir, como si de un arma se tratase. Esta nace en el punto medio de la espalda de la marioneta en cuestión. Originalmente, la cola mide un metro y medio de extensión, pero se puede alargar hasta los tres metros para el ataque.
Mediante el uso de los hilos, el usuario puede estirarla y retraerla para atacar en ese rango. Con el filo, también puede desviar armas arrojadizas de tamaño pequeño, pero nunca rivalizar con un arma arrojadiza de gran tamaño (como un Fūma Shuriken). El usuario también puede revestirla con veneno como cualquier otro filo, haciéndola más peligrosa.
Oh, venga ya, todo el mundo sabe que no le voy a dar
12/04/2018, 00:09 (Última modificación: 12/04/2018, 00:33 por Amedama Daruu.)
Kenzou sólo movió un brazo. Un brazo fue suficiente para que su mano interceptara la cola de la marioneta de Juro. El mandatario cerró el puño, cortándose con la cuchilla pero agarrando firmemente el artefacto. La sonrisa no se borró de su rostro. Estiró de la cola e hizo despegar a Remu del suelo, atrayéndola hacia su posición. Flexionó el brazo, que se iluminó con un intenso verde esmeralda, y...
...golpeó con un puñetazo a Remu, haciéndola añicos y lanzándosela a su portador.
—Que conste que me diste permiso para hacerlo.
652/670
–
65/100
–
· Daños a causar: 80 PV a Remu (22 PV por puñetazo + 58 PV de Shigeki). 20 PV a Juro por impacto de Remu a toda velocidad.
· Daño recibido: 18 PV por corte de Cola de escorpión · Gastos/recuperación de chakra: 35 CK con Shigeki · Acciones ocultas activas: 0 · Acciones ocultas reveladas: - · Regeneración de chakra: Activa
- Kubikiribōchō (sellada en el obi de la cintura, con el kanji 力)
- Nage Ono (8, tres atadas a cada lado del obi, dos a la espalda)
Portaobjetos avanzado en el muslo derecho:
- Píldora estimuladora de sangre
- Píldora de soldado básica
- Píldora de soldado superior
- 5 sellos explosivos de clase A
- 5 sellos explosivos de clase B
- 5 sellos explosivos de clase C
- 2 bombas de humo
¤ Shigeki ¤ Estimulación - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Inteligencia 60 y Ninjutsu 50 ó Bukijutsu 50, para golpes o para armas, respectivamente - Gastos: 0'6*X CK - Daños: - - Efectos adicionales: Aumenta en X PV el daño de un golpe básico o el de un arma cuerpo a cuerpo (máximo 100) - Sellos: - - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Esta técnica no es diferente de las habilidades de concentración del chakra que desarrollaría, por ejemplo, un ninja médico, pero aplicadas únicamente a causar el mayor daño posible tanto con armas como con golpes cuerpo a cuerpo, y no tan precisa como la de estos. El usuario estimula los músculos de sus extremidades con la ayuda del chakra para disponer de más fuerza momentáneamente. Al momento de usarlo, el usuario recubre una parte de su cuerpo con una capa del color de su chakra. El usuario puede utilizar el chakra adicional para aumentar la fuerza de Bushido: Chikara no Nagare.
La cola fue directo a su objetivo, como el aguijón de un escorpión directo a su presa. Y en este caso, la "presa" se mantuvo quieta. No tenía intenciones de esquivar el golpe, ni de apartarse a un lado.
« ¿Qué esta haciendo? »
En lo que a Juro le pareció una fracción de segundo, El Morikage movió su brazo, agarró la cola, apretó el puño, hiriéndose en el proceso...
« Si esa cola estuviese envenenada... » — pensó, con cierta rabia. Normalmente, él envenenaba todo el arsenal de su marioneta. ¡Pero no había tenido tiempo de hacerlo! ¡Que idiota se sintió.
... y de un fuerte tirón, le arrebató a su más fuerte construcción, heredada de su difunta madre. Arrancó prácticamente los hilos de un despistado Juro, que perdió el control al instante. Y el brazo del Morikage se iluminó con un intenso verde esmeralda. Lo siguiente que vio fue a su marioneta, totalmente destrozada, caer sobre él y golpearle fuertemente.
Juro rodó por el suelo, confundido y dolorido. Todo le daba vueltas. Había hecho la ofensiva más segura que se le había ocurrido, y aun así, no se había librado del golpe.
—Que conste que me diste permiso para hacerlo. — dijo la voz de su Kage. Eso le espabiló. Tenía que hacer algo o el combate terminaría con él así.
— L-Lo sé — murmuró, aunque fue casi como un susurro. Entonces, Juro se levantó —. La recogeré luego.
Sin embargo, no solo su físico estaba dañado. Juro tembló, ante la magnitud del poder de aquel hombre. Había destruido de un solo golpe a su marioneta más fuerte, le había herido, y ni si quiera se había despeinado para hacerlo. Ni había esquivado su golpe. No lo había tomado en cuenta. No lo había considerado lo suficientemente fuerte como para ser merecedor de que lo esquivase.
Retrocedió un paso, abrumado por el poder de su oponente.
« Era taijutsu. Alguna clase de taijutsu muy poderoso. Si me alcanza a dar con eso...»
Si le daba con eso...
« Sacar a Gen sería como sacarlo a morir. Ya no queda otra. Me la juego a una carta. »
Juro juntó sus manos y realizó una rápida cadena de tres sellos. Entonces, su pecho se hinchó y de su boca empezaron a salir una serie de pequeñas balas hechos de puro viento. Juro disparó una directamente hacia el pecho del Morikage; otra dos a cada uno de sus costados; una a su pierna, y otras seis, tres por su flanco izquierdo y tres por su flanco derecho a diferentes alturas de su cuerpo — pecho, cabeza y pierna —, en una posición cercana a él, por si trataba de desplazarse para un lado u otro. Y una último, seguido del resto, apuntando a su pecho otra vez.
« Alguna tiene que darle. Alguna tiene que darle »
En total, disparó un total de diez balas en un rango de tres metros de ancho, que avanzaron, dispuestas a vengar a la marioneta caída.
Juro jadeó. Empezaba a notar el peso por sus excesos de chakra.
Estado de Juro
PV:
160/180
– -
20
– CK:
105/170
– -
50
–
Inventario:
¤ Hitai-ate [Atada al cuello]
¤ Portaobjetos básico [5/10]
Picadura de mosquito
Mordisco de serpiente
Veneno común
Makimono
Makimono
¤ Marioneta Básica [sellada en makimono]
¤ Marioneta Mejorada [sellada en makimono]
¤ Fūton: Shinkūgyoku ¤ Elemento Viento: Esfera de Vacío - Tipo: Ofensivo - Rango: B - Requisitos: Fūton 45 - Gastos: 5 CK/proyectil (máximo 10) - Daños: 9 PV/proyectil - Efectos adicionales: - - Sellos: Rata → Liebre → Perro - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: El ataque puede abarcar todo lo ancho que fuera necesario, hasta un máximo de 5 metros, y las balas recorren 8 metros antes de perecer.
El usuario toma el aire y exhala una gran cantidad de pequeñas balas de viento repartidas en un rango determinado, que puede ser pequeño o lo suficientemente extenso como para hacer que sea difícil evadir todos los disparos sin sufrir ningún daño. Dadas las propiedades de esta técnica, las balas son capaces de causar daños perforantes en la carne del oponente.
Kenzou aguardó, interesado, sin perder en ningún momento la sonrisa. Juro pensó un nuevo movimiento y finalmente inició una serie de sellos. Kenzou extendió la mano, dispuesto a utilizar otra de sus técnicas insignias...
...sin embargo, el movimiento de Juro le pilló extremadamente por sorpresa. Había una gran cantidad de proyectiles, y eran rápidos. A su izquierda, no muy lejos, tenía un pilar. A su derecha, otro. La única opción que le quedó fue moverse hacia uno de sus lados —la derecha— y girar el cuerpo para recibir tres proyectiles. Levantó el brazo para proteger su cara, y así, golpearon en bíceps, costado y pierna derecha.
Pero si Juro esperaba que los golpes causaran algún efecto visible en el Morikage —un lamento, un retroceso—, estaba totalmente equivocado. Los proyectiles golpearon sobre la piel, que se agitó. Pero Kenzou aguantó en el sitio y, es más, dio un paso adelante. Se plantó de dos zancadas al lado de Juro y lo agarró de la camiseta, levantándolo en el aire con toda la normalidad del mundo con un solo brazo y trazando un arco para estamparlo de espaldas contra el suelo en dirección contraria.
Habría un estallido, una pequeña nube de humo, y un instante después, Juro se encontraría con una espada gigantesca pegada a su cuello. La espada tocó el suelo, pero había una pequeña cavidad por la que cabía su cuello exactamente, de manera que no sufrió ningún daño.
Kenzou se agachó delante de él.
—Gané.
»¡Buena elección de técnica, joven Juro! —felicitó—. En un espacio cerrado, ese Fūton es casi imposible de esquivar. Serás uno de los mejores ninjas de la aldea. Lo sé.
615/670
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60/100
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· Daños a causar: 20 PV por estamparte a toda velocidad contra el suelo
· Daño recibido: 27 PV por los proyectiles de Fūton · Gastos/recuperación de chakra: 5 CK por liberar la espada de carnicero · Acciones ocultas activas: 0 · Acciones ocultas reveladas: - · Regeneración de chakra: Activa
- Kubikiribōchō (amenazando la seguridad e integridad de tu cuello de genin)
- Nage Ono (8, tres atadas a cada lado del obi, dos a la espalda)
Portaobjetos avanzado en el muslo derecho:
- Píldora estimuladora de sangre
- Píldora de soldado básica
- Píldora de soldado superior
- 5 sellos explosivos de clase A
- 5 sellos explosivos de clase B
- 5 sellos explosivos de clase C
- 2 bombas de humo
¤ Ippan no Fūinjutsu ¤ Técnica de Sellado General - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos: Fūinjutsu 15 - Gastos: 10 CK (sellado de objetos y armas), 5 CK (liberar) - Daños: - - Efectos adicionales:
Sella objetos y armas en pergaminos
(Fūinjutsu 30) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en pergaminos. Además, puede guardar gases venenosos, líquidos...
(Fūinjutsu 60) El usuario gana la capacidad de sellar objetos y armas de cualquier extensión (preguntar a un administrador en caso de duda) en cualquier tipo de recipiente (preguntar a un administrador para saber qué recipiente podría ser válido, solo es posible sellar 1 objeto), y en su propio cuerpo (1 por cada 10 de Inteligencia)
- Sellos: Buey → Serpiente → Tigre → Jabalí → Carnero (mantenido durante unos segundos) - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: (ver descripción)
Técnica estándar de fūinjutsu, que utilizan muchos shinobi con diferentes niveles de maestría en técnicas de sellado. Los ninjas con un nivel de maestría bajo son capaces de sellar objetos y armas, normalmente de tamaño pequeño o mediano, y únicamente en pergaminos. Los ninjas de nivel medio son capaces de sellar muchos tipos de sustancias distintas en pergaminos. Los ninjas de nivel alto, en su propio cuerpo o incluso en recipientes.
La técnica no funciona instantáneamente. Para sellar objetos en un pergamino, se ha de abrir ese pergamino. En el caso de querer guardar algo en el propio cuerpo, no es necesaria tanta preparación. Para guardar cosas en un recipiente externo, se ha de disponer de uno válido (obviamente). En cualquiera de los tres casos, se ha de estar a menos de tres metros de donde se va a sellar el objetivo, y a menos de diez del objetivo. Una vez realizados los respectivos sellos, se mantiene el último y el objetivo se deshace en una masa de chakra, que viaja a velocidad moderada hasta introducirse dentro del lugar donde se desee sellar. Entonces aparece la marca deseada, y el sellado se completa.
Se ha de remarcar que esta técnica de sellado no dispone de una clave para nada complicada. Los sellos podrán ser rotos y su contenido liberado por cualquier practicante de fūinjutsu con suficiente maestría (15, 30 ó 60).
El Morikage se movió hacia la derecha, como una centelleza. Sin embargo, no fue lo suficientemente rápido. Se protegió y recibió tres de sus diez proyectiles en partes duras.
Pero no mostró dolor. No retrocedió.
« Oh no »
Juro trató de hace algo, pero ya era tarde. El hombre aprovechó el impulso de la carrera para alcanzarle. En dos zancadas, agarró a Juro por el cuello de la camisa, y lo levantó en el aire, con un único brazo como apoyo. Después, lo estampó de espaldas contra el suelo, dejandole totalmente incapaz de responder.
Entonces, hubo un estallido de humo.
Juro sintió el terror. Se imaginó su frágil cuerpo siendo totalmente destrozado por uno de los puñetazos de aquel hombre. Como el Morikage cumpliría si sutil amenaza de destruirle si se pasaba. Porque parecía un hombre apasionado. Muy apasionado.
Y entonces, se encontró con una gigantesta espada pegada a su cuello. Tenía una abertura lo suficientemente grande como para que el cuello del joven cupiese. De otra forma, ahora mismo, sería un genin sin cabeza.
Kenzou-sama se agachó ante el genin inmovilizado, y declaró su victoria, no sin antes felicitarle.
¡Buena elección de técnica, joven Juro! En un espacio cerrado, ese Fūton es casi imposible de esquivar. Serás uno de los mejores ninjas de la aldea. Lo sé. — A pesar del hecho de que tenía una espada pegada al cuello, no pudo evitar sonrojarse un poco ante tal comentario.
— G-gracias, Morikage-sama. Es todo un honor — murmuró, sin poder creerlo. ¿Uno de los mejores de la aldea? ¡Cuando se lo contase a Katsue! —. La pelea fue corta, pero ha sido... increible. Y aterradora. ¡Destruyó mi marioneta más fuerte de un solo golpe! Y nunca había visto una espada como esta, aun habiéndome criado entre armas ninja. Ha sido memorable.
» Por cierto, Morikage-sama... ¿Podría quitarme la espada del cuello, por favor?
Kenzou se pasó el dedo índice por delante de la nariz, presumiendo de espada al tiempo que la acariciaba.
—¡Estás ante nada más y nada menos que una de las Siete Espadas Legendarias de la antigua Kirigakure, muchacho! —anunció, con tono pomposo—. La Kubikiribōchō.
Juro pidió con formalidad si Kenzou podía retirarle la espada del cuello...
...y fue la primera vez que Juro vio al Morikage perder la sonrisa. Le observó muy serio durante unos segundos.
—Espera. Antes tenemos que hablar de cierto... asunto —dijo—. Muchacho, quiero confiarte una gran responsabilidad. Uno de los roles más importantes de la aldea.
»¿Harías el favor de convertirte en el Guardián del bijuu de Kusagakure?
—¡Estás ante nada más y nada menos que una de las Siete Espadas Legendarias de la antigua Kirigakure, muchacho! —anunció, con tono pomposo—. La Kubikiribōchō.
Juro hizo un silbido de admiración. Había imaginado que era un arma poderosa, pero... ¡Una de las espadas legendarias! ¡Tenía sobre su cabeza una de las espadas legendarias!
« Puedo sentir años de historia y sangre apuntando sobre mi cuello » — pensó, alucinado. Puesto que estaba relacionado con las armas, sentía una sana admiración hacia ellas, aunque las espadas no le atrajesen mucho.
El buen rollo, sin embargo, se marchó, junto con la sonrisa de su Kage. Entonces recordó dónde estaba, y el buen sabor de las felicitaciones se le fue.
—Espera. Antes tenemos que hablar de cierto... asunto
Juro se quedó congelado. Más aún, es decir. La razón por la que le habían llamado. Por supuesto que no había sido un simple combate y una palmadita en la espalda.
« Tengo una puta espada legendaria apuntando a mi cabeza. ¡Esto no es una reunión, esto es una encerrona! »— exclamó para sí mismo, internamente.
— ¿Qué ocurre, Morikage-sama?
Muchacho, quiero confiarte una gran responsabilidad. Uno de los roles más importantes de la aldea.
El tiempo se congeló para él. Cada segundo. Cada fracción de segundo. Juro pudo ver el movimientos de los labios del Kage, aún desde el suelo.
Sentía dolorosamente el latido de su pecho. Estaba disparado. Era la excitación del momento.
¿Qué querría? ¿Por qué todo aquello?
Podía sentir los segundos pasar, mientras Kenzou-sama hablaba. Un segundo.
« No estoy preparado. Sea lo que sea, no estoy preparado »
Otro segundo.
« ¿Qué será?»
Cada segundo era un suplicio.
« ¡Qué lo diga ya! »
Y entonces, el mundo en el que estaba se hizo pedazos. Ladrillo a ladrillo. Tras esas palabras, Juro ya no podría ver de la misma forma la gran luna llena que había en el cielo. Ni al hombre que tenía delante.
Quizá, ya no podría volver a la vida que tenía antes.
»¿Harías el favor de convertirte en el Guardián del bijuu de Kusagakure?
El silencio fue la contestación, durante unos segundos. Mientra Juro trataba de asimilar lo que acababan de decirle. Al final, no pudo más. No pudo pensar bien.
« ¿Ha dicho...bijuu? » — Por supuesto que sabía lo que era un bijuu. Las bestias antiguas de gran poder, que tiempo atrás, masacraron las aldeas. Que fueron selladas. Que ese sello no había sido tan fuerte como creían, porque había habido casos de escape.
Pero hasta donde sabía, Kusagakure no tenía nada que ver con ellos. Que inocente pensamiento.
— ¿Un bijuu? — Juro se atragantó con la palabra. En la cara, se le formó una debil sonrisa, como un acto reflejo. Como si le acabaran de contar una broma. Luego, esa sonrisa murió, cuando poco a poco comprendía lo que decían —. ¿Aquí? ¿En Kusagakure? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Las preguntas se le apelotonaban en la cabeza. Pero no era capaz de responderlas. Iba de paso en paso. Después de interpretar "Bijuu", interpretó la palabra "Guardián".
—¿G-Guardian? ¿Y-yo? N-no lo entiendo... — Empezó a imaginar cosas. Cosas terribles. Un monstruo sin forma, amenazando con devorar a toda la aldea. ¿Y el iba a ser lo que le impidiese hacerlo? —. Morikage-sama, no lo entiendo. No quiero desobedecer su orden, pero... ¿Por qué yo? Estoy seguro de que tiene buenos ninja a su cargo. Ya sabe. Jounin entrenados. Ninjas experimentados.
Juro temblaba. Un enorme peso caía sobre sus hombros.
El Morikage suspiró, cerró los ojos y bajó la mirada.
—Estoy seguro de que es algo difícil de asimilar, pero tu vida tampoco cambiará tanto —dijo el mandatario—. Vivirás como un ninja de Kusagakure y te encargarás de servir de jaula para ese monstruo. Será tu misión, y te entrenarás para que sea todo un éxito todos los días de tu vida.
»Lo que haces ya. Pero con una gran responsabilidad. Más... que la mía —mintió, pero nada cambió en el rostro serio y sobrio de Kenzou.
—En cuanto a por qué tú... —añadió—. Es porque no puede ser nadie más. Tú eres la apuesta segura. Tiene que ser alguien joven, por necesidad, a más joven mejor. Y de los jóvenes ninjas de esta aldea, tú eres el mejor de todos, Juro-kun.