Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Normalmente se esperaría que un shinobi llevará encima suyo su equipamiento de combate, armas, venenos, lo que fuese que tuviese como herramienta para lograr su objetivo. Mogura ahora estaba pensando que hubiese sido una buena idea comprar algo de todo eso antes de plantearse la idea de entrar en combate.
Lo único con lo que cuento son mis manos...
Pensó en el momento en que cerró los ojos para evitar quedar cegado por la hikaridama de Riko. Al abrirlos pudo ver con claridad una apertura que ciertamente había esperado, todos los matones habían dejado al jefe atrás, no solo eso, parecía que todos estaban queriendo entablar combates casi individuales, salvo por Tatsuya.
El tipo que tenía la cadena había recibido de lleno el efecto de la herramienta del shinobi de Uzu, aún así decidió atacar, lanzando uno de los extremos de la cadena en dirección suya. Mogura vio esto como la oportunidad perfecta para realizar sus acciones, pues teniendo en cuenta que el jefe de los matones también estaba cegado, un ataque directo sería lo mejor para tomar la ofensiva.
Cuando se actúa de esa forma...
Moviéndose fuera de la trayectoria de la cadena de una zancada hacía delante, corrió hasta el jefe de los matones, mientras los eslabones de metal pasaban a unos centímetros de él en sus piernas estaba preparando su ataque.
Usted no es mi oponente.
No tenía mayor sentido pelear contra un simple subordinado que no estaba ni apuntando, el objetivo que realmente importaba para el shinobi de Amegakure era ese que había empezado todo.
... es por las ordenes de una sola persona...
El ataque de Mogura consistiría en una fuerte patada ascendente al brazo armado del Oyabun con la esperanza de que eso fuese suficiente como para quitarle de las manos su arma, con la potencia que tendría aquel golpe dudaba si no le rompería el brazo en realidad.
... derrotándola, todo estará bien.
De forma fluida, ni bien su pie llegara a la altura correcta realizaría una patada igual de poderosa de forma descendente apuntando esta vez al pecho del sujeto. Adoptaría entonces una postura de combate preparando un próximo ataque en caso de ser necesario, flexionando ligeramente su pierna izquierda y la derecha un poco mas estirada apoyándose en las puntas de los pies, sus manos estarían formando puños, al igual que sus piernas, su puño izquierdo delante y su derecho detrás.
En la mirada del shinobi de la Lluvia había cierto sentimiento de desprecio hacía la figura que representaba el Oyabun, gente como él no le agradaba en lo absoluto, motivo por el cual elegiría ir de frente en su contra en vez de darle una mano a los demás. Desde su apresurada postura, consideraba que sus acciones habían sido las correctas.
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¤ Hitai-ate: Frente
Código: ¤ Ōkashō ¤ Impacto de la Flor de Cerezo - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Iryō-Nin 10 - Gastos:
12 CK
(Iryō-Nin 20) (multiplicable x2)
(Iryō-Nin 40) (multiplicable x3)
(Iryō-Nin 60) (multiplicable x4)
(Iryō-Nin 80) (multiplicable x5)
(Iryō-Nin 100) (multiplicable x6)
- Daños: +20 PV al daño por taijutsu básico - Efectos adicionales:(Irō-Nin 100) En la forma activa o liberada del Sōzō Saisei, el usuario puede coger chakra de la reserva y gastar 0.6*X CK para causar X PV extra (máximo total de daño: 300 PV) - Sellos: - - Velocidad: - - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo, el golpe causa daños en 4 metros a la redonda
Aunque algunas personas ven a esta técnica como un tipo de "fuerza sobrehumana", en realidad no es más que una aplicación del Ninjutsu médico que requiere de una gran capacidad de concentración y un minucioso control del chakra. El usuario moldea una gran cantidad de chakra en el interior de su cuerpo y después lo concentra en una de sus extremidades. Este se libera en el momento del impacto, causando un gran daño. Depende, sobre todo, de la cantidad de chakra utilizado; aunque los ninjas más experimentados son capaces de concentrar toda la energía en la yema de uno de sus dedos. Cuando el suelo se ve afectado por la técnica, este es pulverizado en pequeñas piezas que se dispersan como si de pétalos de flores se trataran, de ahí el nombre de la técnica.
¤ Shinobi Kumite - Requisitos: Taijutsu 10
En todas las academias ninja enseñan el arte de la lucha ninja, o Shinobi Kumite. Todo aquél que no posea esta habilidad, sabrá dar un puñetazo, pero no sabrá cómo darlo, y todos sus golpes restarán 5 PV, sin ningún tipo de bonificación. Sin embargo, y para los ninjas que han recibido entrenamiento:
La gran idea de Riko dio un resultado exageradamente bueno, sus dos acompañantes parecía que le conocían de toda la vida y siguieron sus movimientos a la perfección, la hikaridama cegó a los todos los que se encontraban en el bar excepto a los tres shinobi, que había cerrado los ojos en el momento justo para evitarlo, y tras ello se habían lanzado al ataque.
Riko derribó a su oponente rápidamente, haciendo que éste se llevara un buen golpe, tanto en las piernas como en la cabeza al caer al suelo, lo que hizo que se le quitaran las ganas de recibir más y, de una forma quizás un poco ridícula para lo chulo que se había mostrado apenas unos segundos antes, declaró que se rendía que no quería más problemas.
— Menuda pérdida de tiempo... — Murmuró el rastas cuando pasó por su lado para rematarlo de un puñetazo en el estómago, que lo haría caer inconsciente por algún tiempo.
Tatsuya ya había conseguido derribar a los dos hombres que se le encaraban cuando Riko se hubo plantado a su altura para ayudarlo a combatir y Mogura, haciendo caso omiso del hombre que pretendía darle, se había lanzado directo para realizar una serie de golpes directos al jefe de la banda.
''No se yo si va a ser la mejor idea.''
Riko se preparó para intervenir si fuera necesario, y no quitó un ojo al hombre que tenían a sus espaldas, no quería tener sorpresas si éste decidía atacarles por detrás, cosa que le pegaba bastante a este tipo de gente.
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¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
3/04/2016, 19:10 (Última modificación: 4/04/2016, 02:48 por King Roga.)
El matón que había quedado en el suelo por más que rogó que no lo lastimasen terminó recibiendo un último puñetazo de parte del genin de Uzushio para finiquitarlo, el sujeto quedó noqueado y estaría inconsciente un rato. Mientras tanto Tatsuya las seguía ingeniando para pelear en desventaja uno contra 2, el sujeto al que previamente había golpeado con el mango de su espada intentó acuchillarlo pero él genin fácilmente pudo bloquearlo y luego se las arregló para darte una patada en el costado.
"Esto no debería estarme costando tanto, son unos simples bandidos, pero parece ser que estos sujetos son más rudos de lo que aparentan"
Pronto el otro maleante se le lanzó por la espalda a Tatsuya cirniendo sus brazos alrededor de su cuello para ahorcarlo, además de meterle un rodillazo que no surtió mucho efecto. El otro sujeto intentaría nuevamente arremeter pero Tatsuya seguía interceptando las cuchilladas con su espada envainada a pesar de que el otro estaba tratando de impedirle el movimiento, quería quitarsélos de encima cuanto antes.
Mogura por su lado esquivó el ataque de la cadena, pero en vez de ir a por el maleante se fue directo contra el jefe que se encontraba hasta el fondo del lugar. Con su impulso planeaba darle en la extremidad al gran sujeto, el hombre acaba de abrir los ojos cuando vió al genin acercarse, por increíble que parezca el tipo lo esquivó girando 30 grados sobre su propio eje provocando que la patada del ninja de Amegakure se fuera de largo e impactase contra el muro. La potencía del impacto causó que la pared de madera se resquebrajase al instante.
-¿¡NANI!?- Exclamó Tatsuya al ver la potencia de la patada de Mogura, no se esperaba para nada semejante nivel de fuerza.
Los sujetos con los que había estado luchando también se distrajeron, asi que Tatsuya aprovechó y golpeó en la sien con la vaina al del cuchillo y le propinó un cabezazo al otro para safarse de él. La verdad es qué si desenfundara la espada o utilizara algún jutsu podría haber acabado ya con ambos, pero el ninja de Taki no es alguien que recurre a eso a no ser que sea un caso extremo, y además el espacio dificultaba el uso de técnicas sin causar un gran desastre.
-¡Riko-kun!, necesito un poco de ayuda con este par- Le dijo al rastas.
El jefe lejos de intimidarse por el ataque pareció enfurecerse, sus ojos mostraban ira y no estaba dispuesto a recibir un golpe del ninja de Amegakure, rápidamente se dispuso a darle un machetazo a Mogura. El malandro de la cadena también parecía enojado por el hecho de que Mogura pasase de largo de él, así que sin importarle nada lanzó nuevamente su cadena hacia él pero esta vez con la intención de derribarlo para proteger a su jefe
-¡Maldita sabandija!- Gritó el jefe insultando al ninja de Amegakure mientras daba un tajo a gran velocidad.
8/04/2016, 05:00 (Última modificación: 8/04/2016, 05:18 por Manase Mogura.)
Supongo... que podría haber calculado mejor el tiempo de esa hikaridama...
Pensaba el shinobi apreciando el daño que le había causado a la estructura del local que intentaba proteger. El jefe de los mal vivientes había recuperado la visión a tiempo para poder evadir los ataques del muchacho y le habría dado el tiempo suficiente ademas a que uno de sus adjuntos a lanzar nuevamente un ataque. Claramente las cosas no terminaron de salir como a Mogura le hubiese gustado.
¡Hazte a un lado que la cosa no es contigo!
Dijo dando un salto a un lado moviéndose por poco de la trayectoria de la cadena, no era ningún maestro acróbata como para permitirse mucho mas. Por su parte el Oyabun no se iba a quedar mirando, sino que trataría de cortar al genin de Amegakure con su arma blanca.
Era consciente de sus propia falta de velocidad, podía hacer cráteres en el piso de un golpe pero no era un relámpago, para eso aun faltaba muchísimo. Cruzó sus brazos delante suyo con la singular intención de atajar el brazo armado de su oponente, eso dejaría la hoja del frió metal cerca suyo, pero al menos evitaría recibir un daño considerable.
Es una persona fuerte... no creo que aguante mucho así...
Lo cierto es que al muchacho lo habían dejado en una situación muy complicada, estaba prácticamente expuesto, si bien el tipo de la cadena acababa de hacer su ataque, posiblemente vuelva a atacar en un tiempo no muy extenso. Mogura sabía que no tenía que quedarse mas de lo necesario en esa postura o las cosas se pondrían feas pero al igual que Tatsuya prefería evitar hacer uso de ninjutsu dentro del local, aun así sus opciones se estaban acabando.
La cosa se estaba complicando, se estaba complicando demasiado, los tres no eran más que simples genins, jóvenes ninjas sin experiencia en combates como aquél mientras que sus oponentes parecían curtidos en mil batallas, y también había que tener en cuenta la diferencia de edad y de tamaño que tenían. Riko se había desecho de su rival rápidamente, pero los otros dos muchachos estaban teniendo problemas.
Tatsuya era el que estaba más cerca de Riko, apenas un metro delante de él, sujeto por uno de los maleante por detras mientras el otro trataba de acuchillarlo. El rastas, aprovechando su situación ventajosa, dado que el que sujetaba al genin de Taki no le podía ver. El muchacho realizó el sello del tigre y rápidamente se lanzó a la ayuda de Tatsuya, propinándole una fuerte patada en la sien al hombre que lo sujetaba, haciéndolo caer.
Instantes después, vio como Mogura se encontraba en problemas, parando un golpe del jefe con ambos brazos aunque no parecía poder aguantar mucho más, por lo que sacó uno de sus kunais y lo lanzó a la altura del hombro de aquel grandullón, intentando que dejara de hacer aquella fuerza y poder darle una oportunidad al shinobi de Ame.
Por último, antes de que el hombre de la cadena pudiera volver a atacar, se plantó delante suya, dándole a entender que ahora, él era su rival.
— Tú contra mí ahora.
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(Shigeki Activado)
¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
Shuriken x5
Kunai x2 (-1)
Hilo shinobi
Hikaridama (-1)
¤ Shigeki ¤ Estímulo - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Taijutsu 25 - Gastos: 25 CK (divide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Aumenta el daño de los golpes básicos de Taijutsu - Sellos: Tigre - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Técnica desarrollada por ninjas versados en el combate cuerpo a cuerpo. Consiste en un impulso de chakra a través de todos los músculos del cuerpo del que realiza la técnica, lo que produce que sus golpes físicos sean más dañinos que los de una persona normal.
La técnica tiene una duración de 5 turnos y hace que el bonus de fuerza de los golpes básicos pase de ser de (Fue/10) a (Fue/5). Esta técnica solo puede usarse dos veces por combate, con una separación de 5 turnos entre la finalización de la primera y el comienzo de la segunda.
Al parecer el cabezazo hacía atrás no había sido suficiente para que el maleante soltara al shinobi, era un tipo bastante persistente. Pero para mala suerte del sujeto Riko llegó para ayudar a Tatsuya, propinándole una patada a la cabeza al sujeto y por lo tanto provocando que lo soltara y cayera al suelo, el golpe había sido tan fuerte que se quedó un poco atolondrado, no había sido un simple ataque.
-Gracias Riko-kun- Le dijo sin perder de vista al otro sujeto.
El tipo del cuchillo se lanzó de nuevo a la carga con furia pero ahora que Tatsuya tenía más espacio y libertad para moverse no tendría tantos problemas con él. El ninja de Taki maniobró moviéndose en dirección diagonal hacia el sujeto desviando el cuchillo con el mango de la ninjatou, cuando estuvo a un lado del sujeto le propinó un codazo al pecho que lo hizo retroceder un poco y con un movimiento de manos cambió orientación en la cual tenía la ninjatou, para darle con la punta del saya en el cuello justo en la nuez de Adán. El tipo soltó el arma e intentó decir algo con palabras ahogadas antes de caer pero no se le entendió nada.
"Con eso debería quedarse quieto"
El tipo de la cadena no pudo ayudar a su jefe en cuanto vió como el ninja de Uzushiogakure se interpuso en su camino, chasqueó la lengua molesto y lo miró con una mirada de total despreció. Pero esa expresión se tornó en una sonrisa maliciosa mientras empezaba a hacer giros con la cadena. El maleante sabía como usarla perfectamente y de inmediato la lanzó en dirección a las extremidades inferiores de Riko buscando la manera de hacerlo caer.
Por otro lado el gran jefe no vió venir el kunai que se clavó en su hombro.
-¡AHG MALDITO MOCOSO!- Alcanzó a gritar al verse obligado a cesar su ataque.
El sujeto dejó de ejercer presión sobre Mogura y dió unos pasos para atrás por el dolor, hizo rechinar sus dientes mientras se quitaba el kunai para luego arrojarlo hacia la pared, clavándolo en la estructura de madera. A pesar de ello el sujeto tuvo las agallas de volver a intentar darle un machetazo a Mogura, ya se le estaba acabando la paciencia.
-¡Eliminen a esos inútiles- Le ordenó a sus secuaces. -¡Frena esta si puedes enano!-
El machetazo esta vez iba con el filo en dirección horizontal, con una leve inclinación de no más de 15 grados. Entre tantas cosas el sujeto que Riko pateó había logrado recoger del suelo el cuchillo que Tatsuya le había quitado previamente, se levantó y ya con el arma de nuevo en sus manos sonrió pensando que podría contra el shinobi aún cuando vió cómo había dejado a su compañero que aún estaba tirado en el suelo con las manos agarrándose la garganta.
"Son rudos pero veo que no muy listos"- Reflexionó Tatsuya
La presión ejercida por le jefe de los malandros había hecho agachar ligeramente la cabeza al shinobi para evitar sentir el filo del frío acero, no parecía poder aguantar por mucho mas. Pero para su sorpresa la ayuda llegó mas rápido de lo que esperaba, en forma de una kunai anónima, pues no estaba en una situación que le permitiese ponerse a ver quien tiraba que cosa.
Su oponente había retrocedido y se lamentó la herida arrojando la cuchilla contra un muro. Mogura aprovecharía la oportunidad para recuperar una postura adecuada, ya estaba en la distancia correcta para propinar un golpe al armario que era ese tipo. No tenía intenciones de volver a fallar su golpe y romper mas partes del local.
Ese machete...
No tenía mucho sentido retroceder pues era probable que atajara el corte con alguna parte de su cuerpo antes de poder salir del arco del movimiento, pero a veces podía resultar mas sencillo golpear algo que viene a uno en vez de correrlo, como había pasado anteriormente.
...¡déjalo de una vez!
Mogura lanzaría una patada directo a la mano con la que el jefe estaba sosteniendo el machete, acompañaría el movimiento con el correcto giro de cadera como si estuviese queriendo patear una pelota de fútbol tan lejos como el Ōkashō se lo permitiera.
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¤ Hitai-ate: (Frente)
Código: ¤ Ōkashō ¤ Impacto de la Flor de Cerezo - Tipo: Ofensivo - Rango: C - Requisitos: Iryō-Nin 10 - Gastos:
12 CK
(Iryō-Nin 20) (multiplicable x2)
(Iryō-Nin 40) (multiplicable x3)
(Iryō-Nin 60) (multiplicable x4)
(Iryō-Nin 80) (multiplicable x5)
(Iryō-Nin 100) (multiplicable x6)
- Daños: +20 PV al daño por taijutsu básico - Efectos adicionales:(Irō-Nin 100) En la forma activa o liberada del Sōzō Saisei, el usuario puede coger chakra de la reserva y gastar 0.6*X CK para causar X PV extra (máximo total de daño: 300 PV) - Sellos: - - Velocidad: - - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo, el golpe causa daños en 4 metros a la redonda
Aunque algunas personas ven a esta técnica como un tipo de "fuerza sobrehumana", en realidad no es más que una aplicación del Ninjutsu médico que requiere de una gran capacidad de concentración y un minucioso control del chakra. El usuario moldea una gran cantidad de chakra en el interior de su cuerpo y después lo concentra en una de sus extremidades. Este se libera en el momento del impacto, causando un gran daño. Depende, sobre todo, de la cantidad de chakra utilizado; aunque los ninjas más experimentados son capaces de concentrar toda la energía en la yema de uno de sus dedos. Cuando el suelo se ve afectado por la técnica, este es pulverizado en pequeñas piezas que se dispersan como si de pétalos de flores se trataran, de ahí el nombre de la técnica.
¤ Shinobi Kumite - Requisitos: Taijutsu 10
En todas las academias ninja enseñan el arte de la lucha ninja, o Shinobi Kumite. Todo aquél que no posea esta habilidad, sabrá dar un puñetazo, pero no sabrá cómo darlo, y todos sus golpes restarán 5 PV, sin ningún tipo de bonificación. Sin embargo, y para los ninjas que han recibido entrenamiento:
Riko se movía por el bar como pez en el agua, con una agilidad propia de un felino y una contundencia propia de un verdadero experto en Taijutsu, no malgastaba ni uno solo de sus movimientos, todos acertaban en el blanco, al menos, hasta el momento, y siempre ayudando a sus dos compañeros de combate, intentando evitar que sufrieran daño alguno.
El hombre que sujetaba a Tatsuya cayó redondo al suelo tras recibir la patada del de rastas, facilitando así que el de la espada fuera capaz de defenderse de una manera muy eficaz, dejando fuera de combate rápidamente a uno de los maleantes que le estaban atosigando. Mientras tanto, Mogura se preparaba para defenderse como fuera del machetazo que el jefe de la banda estaba dispuesto a darle, al menos, antes de que el kunai de Riko impactara, clavándose en su hombro impidiendo así que el golpe se produjera y dándole a Mogura la opción de reaccionar.
Ahora el problema del genin de Uzushio se basaba en su actual contrincante, el hombre de la cadena, al que Mogura había dejado de lado para atacar directamente al cabecilla del grupo. El de rastas se fijó en como cambiaba la expresión del rostro del bandido cuando comenzó a hacer girar la cadena, dispuesto a lanzarla en su contra,a la altura de los pies, para así hacerlo caer y quien sabe qué más. Riko, que vio venir el golpe se limitó a elevar una de sus piernas, para rápidamente dejarla caer sobre la cadena, de forma que ahora, el hombre no podría hacer nada con ella si él no se lo permitía.
— Aún estáis a tiempo de iros y olvidar todo esto. —
Dijo el muchacho lo suficientemente alto como para que todos los hombres que allí se encontraban le escucharan. Él estaba dispuesto a dar aquello por acabado y dejarlos marchar sin ninguna oposición, pero si los maleantes declinaban su oferta, tampoco dudaría en acabar con aquella pelea de cualquier otra forma.
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(Shigeki Activado)
¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
Tatsuya suspiró al ver al sujeto que ahora empuñaba un cuchillo maliciosamente, había estado tratando de ser lo más paciente posible pero empezaba a perder la calma. El sujeto se abalanzó sobre él a gran velocidad con la intención de irse directamente contra la garganta del muchacho, pero Tatsuya sin necesidad de moverse de su posición simplemente esperó a que el sujeto se acercara para relizar su movimiento.
"Pero que molestos son estos tipos"
En cuanto el sujeto estiró su brazo el borde de la espada envainada del ninja de Takigakure se iba posicionando paralelamente a su antebrazo, pronto Tatsuya hizo un movimiento circular con su arma alrededor de la muñeca del sujeto y el chakra hizo el resto. El tipo había perdido su arma una vez más con el mismo truco, el cuchillo cayó al suelo y quizo levantarlo de inmediato pero antes de que pudiera hacerlo vió como el pie del joven de ojos dispares lo pateaba lejos de su alcance. El maleante alzó la vista y su mirada se cruzó con la del shinobi que colocó su espada aún dentro del saya a la par del cuello del sujeto.
-No más, ya no-
El chillón a quién previamente Riko había noqueado empezaba a volver al mundo de los vivos, pero la cabeza le daba vueltas, todo estaba borroso y en ese estado el suelo le parecía un lugar muy pero muy cómodo. Mientras el maleante que recibió el impacto en la garganta aún se encontraba en el suelo tosiendo incapaz de incorporarse de nuevo.
El sujeto de la cadena se quedó boquiabierto al ver como el rastas con el mínimo esfuerzo frenó su ataque, su arma se encontraba ahora atrapada bajo el pie de Riko, forcejeó tratando de jalarla pero al parecer el ninja de Uzushiogakure tenía una fuerza mayor a lo que un chico de su tamaño debería tener. El maleante seguia intentando liberar su arma pero se le estaba resultando imposible.
Por otro lado el jefe logró ver que el ninja de Amegakure pensaba contraatacar, el gran sujeto esbozó una sonrisa confiado, inclinó un poco su brazo para cambiar un poco el ángulo de su ataque y asegurarse de darle en el tobillo al joven médico. No iba a dejar que el niño saliera ileso, esperaba que fuera un intercambio de daños a partes iguales, pero no contó con la potencia del ataque del chico.
-¡¡¡AAAAAHHHHHH!!!-
Debido a su cambio de dirección para asestarle a Mogura antes de recibir la patada el impacto terminó recibiéndolo en el antebrazo y no en la mano, un crujido de algo rompiéndose se escuchó camuflado en el grito agónico del jefe. El sujeto no sólo solto el machete sino que luego retrocedió jadeando de dolor, se sujetó su brazo observando como ahora se orientaba en una posición antinatural.
El sujeto observó a su alrededor, dos de sus secuaces yacían en el suelo mientras el otro par se encontraban a merced de los shinobis de Taki y Uzushio respectivamente. La pelea contra aquel trío se le había ido de las manos, subestimó sus habilidades y consideró la posibilidad de huir, pero no lo hizo. El sujeto tenía un orgullo muy fuerte, y no se iba a dejar intimidar por unos ninjas novatos.
-¡No creas que me dejaré humillar!... Todos ustedes, ninjas, no son más que los títeres de los gobernantes, hasta un bandido como yo puede darse cuenta de la clase de basura que son.- Resopló con ira.
Aunque estuviera sintiendo un enorme dolor por su brazo roto seguía vociferando con especial odio a los shinobis. Apretó los dientes y miró a Riko con ira indescriptible, como si viera en él a su peor enemigo. El sujeto creía tener un as bajo la manga, literalmente, soltó su extremidad de repente sin importarle el dolor y con un movimiento rápido lanzó una navaja que tenía oculta en sus ropas directo a la cara del ninja de Uzushio.
¤ Ninpō: Bunkai ¤ Arte Ninja: Desarme - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos: Bukijutsu 25 - Gastos: 20 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Desarma a un oponente bajo ciertas condiciones (ver descripción) - Sellos: - - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo
Esta técnica es una útil treta entre los practicantes del Bukijutsu, que consiste en la aplicación de un refuerzo de chakra no visible al arma y un inteligente giro de muñeca que desarma al rival y aparta su objeto a un lado, dejándolo expuesto. Un oponente que conozca la técnica se dará cuenta de lo que intenta el usuario y podrá pagar el gasto para devolverla. Para saber quién gana y desarma al contrario, se suman sus destrezas, la mitad de sus voluntades, el daño más elevado del arma que empuñan, y por último, se suma una bonificación de 20 puntos si en el momento del intento de desarme cualquiera de los dos empuña su arma con dos manos. La puntuación más elevada gana, y desarma al adversario.
15/04/2016, 20:10 (Última modificación: 15/04/2016, 20:54 por Manase Mogura.)
Una ligera sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar ese alarido de dolor con una altura de letra mayor a la de los demás. Había logrado conectar el golpe, no exactamente como se lo había propuesto pero lo había hecho a fin de cuentas. El golpe le costó algo también, el jefe hizo que perdiera el equilibrio y cayera al piso con el golpe de su machete.
¡Ah! ¡Maldición!
El machete cayó al piso junto a él, mientras que el jefe de los bandidos se lamentaba un brazo muy mal herido, ninguno de los dos estaba en la mejor posición, Mogura sintiendo como algo calido le brotaba de la pierna trataba de no retirarle la mirada de encima en ningún momento a su oponente.
¿Será por esto... que los ninjas médicos se quedan... en la retaguardia?
Pensaba para si mismo observando al jefe mirar a todos lados, sus subordinados y una posible ruta de escape inexistente. Comenzó a gritar cosas que no significaron mucho para el shinobi de la Lluvia. No había intentado ayudar al camarero porque un Daimyo se lo ordenara ni nada por el estilo.
En sus planes estaba la idea de darle un puñetazo con la esperanza de dejarlo inconsciente de una buena vez, pero el ritmo de las cosas había tomado un camino diferente, la mirada furiosa que le entregaba a Riko había pasado a ser un intento de ataque. Estiró su mano para tomar la muñeca del jefe que había empuñado una navaja, no lo lograría por la distancia a la que se encontraba. Alertó a su compañero desde su precaria posición mientras intentaba ponerse de pie.
¡Cuidado Riko! ¡Tiene una navaja!
Tirado en el piso no iba a poder llegar a detener al bandido de realizar su ataque y sumado a eso el dolor que sentía en la pierna era algo a considerar, no había sido un corte limpio pero había hecho un daño al shinobi.
Los tres shinobis se estaban desenvolviendo bien teniendo en cuenta en la escabechina en que se podría haber convertido aquella batalla, a excepción de Mogura, que estaba un poco contra las cuerdas al haber decidido atacar directamente al jefe, que si lo era, sería por algo.
Riko, viendo la situación de superioridad en la que se encontraban los ninjas, lanzó al aire una oferta de alto el fuego, una oferta que, si los maleantes eran lo suficientemente listos, aceptarían y todo aquello se acabaría, de forma buena para ambos bandos, pues, aún estando en ventaja los bandidos, los tres genin estaban consiguiendo salir bien parados, pero en cualquier momento podía darse la vuelta a la tortilla, por lo que era mejor evitar seguir con aquel enfrentamiento.
Mientras hablaba, el rastas notaba los tirones que daba el hombre que sujetaba la cadena, tratando de soltarla del pisotón que el de Uzushio le estaba dando.
Entonces el jefe, con el brazo maltrecho por el potentísimo golpe que Mogura le había propinado en el brazo, soltó un discurso en el que dejó claro, sin ningún lugar a duda, su odio hacia los ninjas, y rechazó directamente y sin pensárselo dos veces el ofrecimiento del de rastas, y no solo esto, si no que trató de atacarlo desde la distancia, aprovechando que el genin estaba pendiente de la cadena que daba tirones a sus pies, pero, por suerte el de Ame le avisó justo antes de que la navaja saliera de la mano del hombretón.
Riko dio media vuelta, mientras sacaba un kunai de su portaobjetos y consiguió desviar la navaja que se dirigía directa a su rostro, pero para ello, tuvo que soltar la cadena, y ahora estaba de espaldas al hombre que la empuñaba, por lo que no podía ver los movimientos que éste hacía
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(Shigeki Activado)
¤ Hitai-ate (anudada al cuello)
¤ Portaobjetos básico (En la cintura)
El ataque sorpresa del jefe fue evadido por Riko gracias al aviso de Mogura, aquel maleante había descargado toda su furia en ese ataque y la frustración le invadía el pecho. Odiaba a los shinobis, enormemente, esperaba poder descargar su enojo contra esos chicos pero la cosa se estaba poniendo fea, en cualquier momento podrían aparecer los guardias del lugar y eso si sería un verdadero problema.
El tipo de la cadena al sentir como tenía el control de su arma de nuevo se dispuso a observar a su jefe para que le indicase con la mirada que hacer, pero su jefe estaba inmóvil, pensativo. Ante esto el sujeto decidió atacar por su cuenta aprovechando que el shinobi de Uzu ahora se encontraba distraído, lanzó la cadena esperando darle en la nuca pero algo inesperado ocurrió.
-¡Alto idiota!, ¡pedazo de animal!- Ordenó el jefe.
La cadena se dirigía hacia el cráneo de Riko pero con un movimiento de la mano el malente enrrolló una parte alrededor de su mano y le dió un tirón, el contrapeso estaría cerca del ninja de Uzushio, pero no alcanzaría a conectar sino que vería como regresaba como un resorte a las manos del maleante.
-¡Vámonos de aquí!, ¡olvídense de Taro!- Bufó
-¡Jefe no me deje!- Gritó el traicionado secuaz.
-Todo es tu culpa grandísimo imbécil, así que para arreglarlo saludarás a los guardias de mi parte- Rió maleficamente.
-¡JEEEEEFEEEEEEE!- Rogó con voz llorosa.
El tipo de la cadena y el que había sido despojado de su cuchillo ayudaron a caminar al que había recibido el golpe en la garganta cortesía de la ninjatou de Tatsuya, el jefe se echó a correr más rápido de lo que se podría esperar de alguien de su tamaño. El mentado Taro intentó arrastrarse por el suelo pero aún estaba sufriendo dolor por el Konoha Reppu que impactó sus piernas, al parecer no era un tipo tan fuerte como el resto de la pandilla.
"Pobre..." -Pensó el genin de Taki.
Tatsuya los dejó ir sin más, no iba a seguir esta pelea por nada, pero le dió lástima que dejaran a uno de los suyos tirado como basura. No importaba que fueran maleantes, cualquiera se sentiría triste si lo traicionan, y así el tal Taro se echó a llorar como un niño que se cayó de la bicicleta.
Justo cuando los maleantes se acababan de ir el mesero que previamente se había escabullido hizo acto de prescencia de nuevo, esta vez acompañado de un hombre que se miraba de unos sesenta años, a pesar de sus canas se miraba enérgico, y sobre todo molesto. Tatsuya pensó que se trataba del dueño del local y en efecto lo era, el señor vió la pared destrozada, al tipo llorando en el suelo y a los tres shinobis que estaban en el sitio.
-¿QUE MIERDAS PASÓ AQUÍ?- Gruñó el tipo.
-Pues...- Tatsuya no alcanzó a decir más.
-USTEDES TRES VAN A PAGAR POR ESTE DESASTRE- Dijo furioso el dueño.
Estaba totalmente fuera de sus casillas, el dueño estaba seguro de que era culpa de los ninjas y no iba a aceptar ninguna explicación que le diesen. Tatsuya no sabía que decir para calmar al sujeto, no sabía que excusa darle para tranquilizar al dueño del local.
Sintió que le había ganado de mano nuevamente al jefe, frustró su ataque informándole a tiempo a Riko de la navaja. Si tan solo la pierna no le estuviese doliendo podría haberse alegrado un poco mas por la demostración de habilidad del shinobi de Uzushiogakure.
Mal día para no llevar encima el kit medico...
Lo que parecía ser como la continuación del combate termino cancelada por ordenes del jefe mismo, finalmente había aceptado su derrota, casi todos sus hombres habían sido reducidos en mayor o menos medida.
Hmmm... que va...
Pensaba mirando con un poco de resignación la situación, no se encontraba en situación de correr a nadie. Se movió lo suficiente como para llegar a sentarse en una silla cercana y observó la situación, el jefe habría abandonado a su suerte a uno de sus subordinados. Eso de alguna forma conmovió a Mogura, siendo él una persona que había sido abandonada en su pasado no le agradaba la situación que estaba ese sujeto, que a fin de cuentas ni siquiera lo veía como un enemigo ni nada parecido, para él toda la culpa recaía en el jefe.
Taro-san, déjalo de una vez. No tiene sentido trabajar para un sujeto como él.
Apoyó la espalda contra el respaldo de la silla para luego observar al dueño del local entrar a los gritos al lugar, demandando una explicación inicialmente, la cual Tatsuya quiso dar pero que fue interrumpida rápidamente por una petición tajante de dinero para reparar por los daños provocados.
Creo que ya podemos ir pidiendo la cuenta de paso...
Dijo suspirando para luego levantarse de la silla y usando esta como apoyo llegar hasta la mesa donde estaba para buscar la torta de frutilla que había estado comiendo. Miró nuevamente al bandido abandonado, luego estiró su brazo y le ofreció su postre.
Esta bueno.
Intentó sonreír pero no pudo evitar disimular mucho mas el dolor del tobillo y volvió a sentarse.
En aquel momento Riko sabía que estaba completamente vendido ante el hombre de la cadena, que de seguro no iba a demorar su ataque, que, ante la reacción de todos lo que estaban allí, el de rastas supo que estaba por llegar. Para su sorpresa, el jefe de los bandidos le impidió asestar el golpe, le ordenó que se detuviera y se marchó, junto con todos su secuaces excepto uno, al que dejarían allí para que se lo llevara la guardia.
''Malditos bastardos, abandonando a sus compañeros...''
En el momento en el que todos los maleantes se habían marchado, Riko cayó al suelo, quedando sentado y tratando de recuperar un poco de oxígeno, aquella trifulca le había cansado de verdad, había sido algo muy rápido todo y había tenido que moverse a gran velocidad para evitar salir gravemente herido de allí.
— Mogura, ¿qué tal esa herida? ¿Es grave? — Se interesó el de rastas por el genin de Ame, que había resultado ser el peor parado de los tres shinobis.
Y de repente, el mesero entró en escena, junto con otro hombre, visiblemente enojado, que empezó a recriminar a los shinobis.
— Perdona, pero si esto ha acabado así, ha sido por defender a tu mesero de los brutos esos, así que no nos molestes encima, si quieres alguien que pague por los desperfectos, aquí tienes a uno de los maleantes, a nosotros déjanos tranquilos. —
El muchacho estaba realmente encendido, probablemente fruto de la tensión del momento, y no iba a aguantar que un viejo encima tratara de tomarle el pelo.
Tatsuya estaba cansado, aunque no había terminado tan mal parado como Mogura, este último recibió un pequeño regalito de parte del jefe. Riko por su lado se le notaba desgastado por el encuentro, a juzgar de Tatsuya, por la forma de pelear de Riko dedujo que se trataba de un especialista en Taijutsu. Como fueron interrumpidos cuando estaban hablando sobre el tema Riko nunca llegó a contestar la pregunta, pero sus actos habían resuelto la incógnita.
Taro estaba empezando a incorporarse, y sus ojos brillaron ante la amabilidad de Mogura, dió una probadita al pastelito mientras unas lagrimas de alegría rodaban en sus mejillas. Era lo más rico que había probado en su vida, o al menos eso era lo que dejaba ver. Sin embargo el ambiente lejos de estar tranquilo estaba muy tenso debido a las alegatas del dueño.
-¡Esperen!, yo no cargo ni un centavo, y estaba con esa pandilla por aparentar ser mas rudo, sólo quería ser popular- Afirmó Taro.
-Pues a mi me da igual quién inicio la pelea, ustedes tres estuvieron involucrados y deben pagar por los daños- Dijo enojado con su mirada clavada en Riko.
Tatsuya no sabía que hacer, se suponía que el dinero que le había dado su padre era para su estadía en los dojos, si se lo gastaba ahorita todo de golpe le caería un fuerte regaño de seguro, estaba entre la espada y la pared. Aquello se volvería casi literal cuando vió a dos samurai entrar al local, probablemente el mesero los había mandado a llamar en el momento en que empezó la trifulca.
-No es justo, lo hicimos por ayudar- Alegó.
-Pues ayudarán a pagar la pared, la cuenta de los maleantes y la cuenta de los comensales que salieron huyendo- Bufó el dueño.
-¿QUÉ?-
-Ya me escucharon, ¿o prefieren que estos caballeros los lleven a dar una vuelta?- Dijo mientras los samurai se paraban cerca de los tres ninjas.
-¡No puede estar hablando en serio!-
Una cosa era segura, estaban en problemas, por haber ayudado ahora estaban siendo culpados del incidente, era cierto que Mogura había roto la pared pero no eran responsables de todo lo demás. Justos pagan por pecadores. O pagaban, o seguramente los samurais se los llevarían a algún lugar no muy agradable.