Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Tuve que desistir de la idea de abrir la ventana con una sola mano, pero cuando usé ambas sentí que la ventana empezaba a ceder lentamente, pero el chillido me delataría y el factor sorpresa se perdería del todo sí lograban escucharlo, era mejor un fuerte ruido y entrar de golpe, así que aseguré la cámara y luego usé la fuerza necesaria para mover la pared de cristal y me impulsé para entrar.
Pasé por la cortina y logré ver una escena que no esperaba, afortunadamente Akame y Juro habían irrumpido a la habitación también y habíamos encontrado a la fémina in fraganti, no dudé en agarrar la cámara y lanzar una fotografía a la imagen de ella sobre el profesor con la cuchilla en su cuello; a la par pude escuchar al Uchiha emitir una alerta para el cese de sus actividades.
Sumire me miró justo después de flashazo, tomé la fotografía y la guardé y luego sentí el peligro acercarse de manera inminente hacia mi. "Oh oh..." Mis ojos se abrieron de par en par y simplemente moví mi cabeza hacia un lado para que la cuchilla pasara de largo, sin embargo, no fui lo suficientemente rápido para evitar una herida, pero sí para escapar de la muerte, un pequeño hilo de sangre brotó de mi mejilla.
—Parece que no es una indefensa chica...— Comenté tras ver como arremetía contra los otros dos shinobis de la habitación.
Lo primero que hice fue entrelazar rápidamente mis manos en dos cortos sellos. —Suiton: Mizuame Nabara— Mi pecho se inflamó y desde mi boca surgió un chorro de agua un tanto espesa que fue directamente dirigida a donde estaba la chica y el profesor, él sería una victima colateral de mi técnica, debía poder frenarla.
Sí mi técnica funcionaba, o no, no perdería tiempo y me haría con un kunai con mi diestra y estaría pendiente a sus movimientos mientras me acercaba con el metal en mi mano.
¤ Suiton: Mizuame Nabara ¤ Elemento Agua: Campo de Captura del Sirope Escarchado - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos: Suiton 20 - Gastos: 18 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Atrapa los pies del enemigo durante 2 turnos - Sellos: Carnero → Tigre - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones: El chorro se expande sobre el suelo con una extensión de 3'5 metros de ancho y 6 de largo
El usuario escupe una masa de agua muy densa y viscosa, imbuida con chakra Suiton, y la esparce en un amplio área sobre el suelo. Se trata de una corriente de agua pegajosa que puede utilizarse para formar una trampa adhesiva que inhibe el movimiento de una o varias personas. Si el enemigo conoce de antemano los efectos de la técnica, o la ha sufrido con anterioridad, resulta fácil de evadir simplemente canalizando el chakra a través de los pies para andar sobre el campo de agua sin tocarla realmente, aunque esto sólo es posible si consigue hacerlo a tiempo.
Hablo - "Pienso" - Narro
Color de diálogo: Limegreen Byakugo no In: Inicio 19/04/2018
Finalmente, Akame pareció entrar en razón. Este se recuperó de la sorpresa — Juro tuvo la sensación de que verle sorprendido era algo extraño. Casi se sintió afortunado —, y con su misma serenidad, alzó una cuenta atrás manual.
Los dos utilizaron toda su fuerza para derribar la puerta. Aunque ninguno parecía ser especialmente musculoso, la puerta tampoco tenía demasiada calidad, por lo que consiguieron desencajarla con facilidad.
La escena era lo que esperaba. El profesor se encontraba tumbado en la cama, y la mujer del Cruce seguía ahí, en posición dominante sobre él. Solo que, por supuesto, el aspecto que tenía era de una depredadora. Tenía un kunai sobre el cuello del diplomado.
« ¡Es una kunoichi! ¡Lo sabía! »
Había seducido a su objetivo para luego conseguir aquel extraño libro. Ese método de proceder era prácticamente único.
Juro pudo ver como Keisuke se encontraba al otro lado. Había cruzado la ventana. Ahora estaban los tres y la tenían rodeada. Tenían que tener ventaja sobre ella.
Pero Juro no se sintió con ventaja. Aquella mujer se veía más experimentada. Más que él, al menos. Ella no era una novata. Ni si quiera se inmutó ante su presencia o ante las palabras de Akame, que Juro ignoró.
— ¡Aqui viene! — exclamó, al ver como la chica hacía un movimiento —. No hay espacio para contratacar...
Un kunai voló hacia el rostro de Keisuke. Un tiro directamente mortal.
Tal y como había supuesto, esta mierda iba en serio.
Tras eso, arrojó dos shurikens en contra de Juro y Akame, a la altura del cuello. Juro supo que si se quedaba quieto, iba a morir. Así pues, no se quedó quieto. Se apartó hacia su derecha, alejandose de la trayectoria del shuriken que tenía su nombre por poco, dejando que este se clavase en la pared.
Juro seguía pegado contra pared. Estaba pensando. Pensando en que diablos podía hacer en una situación así.
« Es rápida. Me matará antes de que pueda si quiera sacar a Gen. Estamos en un sitio cerrado. Mis jutsus podrían dañar a mis compañeros. Mierda. Mierda »
¿Qué diablos iba a hacer ahí? Si tan solo pudieran sacarla al exterior....
Urgo en su portaobjetos con su mano derecha, mientras no perdía de vista a su rival y al combate. Buscaba uno de sus frascos de veneno. Un impacto directo del veneno adecuado podría terminar la pelea en segundos, pero eso le dejaba expuesto. Por eso, no lo sacó. Aún no. No podía revelar su truco tan pronto.
Se preparó para el contraataque, mientras Keisuke actuaba.
22/01/2018, 18:02 (Última modificación: 22/01/2018, 18:04 por Uchiha Akame.)
La acción se volvió frenética y alocada en cuestión de segundos, ante la confundida mirada del profesor Rōshi que no podía sino estarse quieto y rezar para que no le alcanzase ningún proyectil perdido.
Akame vió claramente la trayectoria del shuriken lanzado por Sumire y se agachó para que la estrella metálica le pasara por encima de la cabeza, rozando su pelo mientras giraba a toda velocidad. Juro también consiguió esquivarla, y ambos proyectiles acabaron clavándose en la pared tras ellos con un sonido seco. Por su parte, Keisuke también logró apartarse —por los pelos— del kunai que la kunoichi le había lanzado directamente a la cara. Sin embargo, su destreza y sus reflejos no eran ni por asomo lo suficientemente elevados como para poder sacar una foto en aquel momento —además, el corazón le latía a mil pulsaciones por minuto—; apunto estuvo de dejar caer la cámara fotográfica que llevaba en la mano del propio susto.
Sumire chasqueó la lengua.
—¡Muchachitos entrometidos! ¿Os creéis el Equipo A? ¿De dónde habéis salido vosotros, eh? —protestó con un tono marcadamente infantil, como una niña a la que acabasen de arruinar la fiesta de cumpleaños, que hubiese resultado cómico si no fuera porque aquella joven había demostrado ser letalmente habilidosa.
El Uchiha no perdió tiempo. Clavó sus ojos rojos en los de ella y las aspas del Sharingan comenzaron a girar. «No tiene posibilidad ninguna, mientras esté atrapada en mi Saimingan, Juro y Keisuke podrán reducirla», pensó Akame con marcada suficiencia. Al fin y al cabo, por muy diestra que fuese aquella kunoichi, ¿tenía algo que hacer frente al poder de un auténtico Uchiha?
Pronto el genin de Uzu descubriría que sí. Nada más introducir su chakra en el sistema circulatorio de Sumire, la joven frunció el ceño y formuló un rápido sello con ambas manos. La reacción sería tan veloz que ni a Keisuke ni a Juro les daría tiempo de tomar ventaja de la situación.
—Genjutsu Kai.
Con un súbito impulso, el chakra de Akame fue expulsado del cerebro de su objetivo y ambos volvieron a la realidad de la que por un brevísimo instante se habían ausentado.
Entonces las manos de la kunoichi se torcieron formando una cadena de sellos, una que el Sharingan de Akame no pudo reconocer. «¿Qué demonios...?» De repente, dos haces de luz violeta salieron disparados de las manos de Sumire, buscando con avidez dos cuerpos en la sala.
Uno, el de Inoue Keisuke.
Dos, el de Uchiha Akame.
Ambos tenían algo que resultaba peligroso para la ninja, y ella lo había sabido determinar con facilidad. El amenio tenía una cámara fotográfica con la que —probablemente— había podido captar alguna imagen suya. Y el otro, un Sharingan en cada ojo. «Demasiado peligrosos...»
Cuando aquellos rayos violetas alcanzaran a sus objetivos, el cuerpo de Sumire caería inerte sobre la cama —encima del académico— y tanto Keisuke como Akame se verían relegados a un segundo plano dentro de sus propios cuerpos. Sus expresiones cambiaron para reflejar la más absoluta neutralidad, un tono de gris que empañó por completo los rostros de los afectados.
El de Amegakure lanzó la cámara al vacío, observando segundos después cómo se hacía trizas contra el empedrado de la callejuela. Luego rebuscó entre sus bolsillos, comprobando había en ellos alguna otra fotografía de Sumire. No la encontró.
Mientras, el Uchiha se había abalanzado sobre Juro, tratando de propinarle un par de puñetazos en la cara —uno en la boca y otro en la nariz— y luego buscando arrojarse sobre él para reducirlo en el suelo.
Estaba en manos del kusajin, el único en pleno control de su forma corpórea, el manejar la situación. Pero claro, primero tendría que lidiar con un genin de ojos carmesíes que se le echaba encima, incapaz de controlar sus actos...
¤ Shinten Bunshin no Jutsu ¤ Técnica de la Transferencia de Clon Mental - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos: Yamanaka 60 - Gastos: 38 CK (divide regen. de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Posee a varios oponentes, cadáveres o animales - Sellos: Serpiente → Buey → Tigre → Carnero - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: 5 metros, puede trazar curvas
Versión avanzada de la técnica Shintenshin no Jutsu. En esta versión la mente puede recorrer distancias curvas y separarse en varios fragmentos (máximo 2), siendo la emisión de chakra visible por un rayo de luz morado. De esta manera, el usuario puede poseer varias mentes a la vez, ganando el control de los cuerpos poseídos y pudiendo atacar con todos ellos al mismo tiempo a un oponente, o similar. Mientras la técnica está activa o si falla, el usuario cae inconsciente. Los cuerpos utilizados para pelear pueden ser incluso cadáveres o animales (como los de un Inuzuka). Todo el daño que sufran todos aquellos que estén poseídos volverá al usuario, por lo que es una técnica muy arriesgada. Al contrario que el Shintenshin no Jutsu, esta técnica es extremadamente rápida, pero tiene un alcance menor.
Nada resultó como esperaba, sí tomaba la foto estaría muerto, por lo que tuve que desistir de la idea y mantener mi integridad física intacta, mi corazón se revolucionó en un instante por la fiereza con que la chica actuaba, sujeté con firmeza la cámara para evitar que se me fuese de las manos.
Akame y Juro también evadieron las estrellas metálicas que fueron enviadas en busca de sus almas, luego noté como la chica se quedaba viendo al Uchiha, y este poseía nuevamente aquellos ojos rojos, ahora que estaban más cerca podía verlo con lujos y detalles, alrededor del iris habían tres puntos negros que giraban como sí se tratasen de aspas de un ventilador, no estaba seguro del todo qué ocurría, lo que sí es que seguramente funcionaría, todos los planes del pelinegro daban resultados.
"Era un genjutsu" Aseguré cuando escuché a la kunoichi decir la palabra "Kai", entonces la chica comenzó a realizar una secuencia de sellos y le imité, tenía que dejarla adherida al suelo, que no se marchase, no obstante, su secuencia finalizó mucho antes que yo juntase mis manos y repentinamente un destello violáceo atravesó mi cuerpo como sí de una lanza se tratase.
Observé a la chica desmayarse sobre el profesor, pero no entendía lo que ocurría. "¿Qué pasa? ¿Qué hizo?" Mi cuerpo no respondía, no podía hacer nada, me sentía en un vacío que no conocía; repentinamente solté la cámara por la ventana y luego comencé a buscar por todo mi cuerpo, era algo que no podía controlar.
"¿QUE ES ESTO? REACCIONA CUERPO!!!"
Hablo - "Pienso" - Narro
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Juro y Akame evitaron los shurikens asesinados. Keisuke, por su lado, logró no ser asesinado por aquel kunai. Pero eso solo era la primera ronda.
Los ojos de Akame se tiñeron de rojo. O se habían teñido antes. Igualmente, parecía dispuesto a usar el mismo truco que había utilizado con el recepcionista. Juro no supo que clase de habilidades serían esas, pero esperó que consiguiese el mismo efecto: ventaja sobre ella.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Sus esperanzas se rompieron con un simple "Kai".
« Un genjutsu... Esa mujer es más habilidosa que él » — pensó, con asombro.
La mujer comenzó a hacer sellos. Juro no pudo evitar hacer nada. Fue demasiado rápida.
Al instante, dos haces de luz violeta atravesaron a Akame y Keisuke. El cuerpo de la mujer cayó, inerte, sobre el académico.
— ¿Qué...?
Sus rostros cambiaron de expresión. Una de mayor neutralidad. Seriedad. Juro se puso en guardia. Aquella mujer había hecho algo con sus compañeros.
— ¿Akame?
El Uchiha saltó a por él, dispuesto a golpearle. Al otro lado, Keisuke arrojó la cámara al vacío, observando.
« ¿Los está... controlando? »
Juro bloqueó el primer puñetazo, con sus brazos en cruz.
« Tengo que hacer algo. No tengo ninguna oportunidad en reducir a los dos »
— ¡Akame! ¡Resiste, por favor!
No necesitaba echar un vistazo para saber que el cuerpo de la mujer estaba expuesto. Quizá si conseguía acertarle a ella, el influjo sobre sus compañeros se rompería...
Antes de que Akame pudiese abalanzarsele encima, Juro utilizó las fuerzas que tenía para empujarle a un lado. Akame no era demasiado musculoso. Con suerte, retrocedería un par de pasos sin caerse al suelo.
Un ligero hilo de chakra que Juro había colocado en su pecho al empujarle decoraba el dedo anular de su mano derecha y conectaba directamente con el costado derecho del Uchiha. Nada más empujarle— y clavarlo en él — tiró del hilo hacia el lado izquierdo, contra la pared. Si todo salía correctamente, la inercía del movimiento obligaría al Uchiha a moverse a un lado, hacia donde Juro quería, e incluso que perdiese el equilibrio.
Con esto no buscaba más que apartarle a un lado, claro esta. Al tiempo que en su mano derecha sostenía dos frascos de cristales. Los lanzó.
El primero, estallaría en el suelo, cerca de la posición donde Akame había llegado, aprovechando el momento que lograría con el hilo. Dejó entrever una nube amarillenta, al igual que el color del líquido que había estallado. Era su veneno Mordisco de Serpiente. No era peligroso ni dañino, sino que paralizaba al oponente. Ya que no sabía como liberarlo, al menos, evitaría que fuese controlado como una marioneta.
Tras lanzar este, lanzaría seguidamente el segundo, esperando que Keisuke estuviese demasiado ocupado sobándose así mismo como para pararle.
El segundo, estallaría al lado del académico y del cuerpo de la chica inconsciente. Era un líquido rojizo. El veneno picadura de mosquito. Provocaría un intenso picor e hinchazón.
Si funcionaba, quizá podría romper su control sobre sus compañeros.
Si no, al menos solo tendría que lidiar con uno.
¤ Chakura no Ito ¤ Hilos de Chakra - Tipo: Apoyo - Rango: C - Requisitos: Marionetista 20 - Gastos: 11 CK por conexión - Daños: - - Efectos adicionales: Permite mover objetos, articulaciones o incluso una persona entera - Sellos: Ninguno - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: Cuerpo a cuerpo (clavar los hilos), 15 metros de longitud
Técnica que se utiliza generalmente por los miembros de esta brigada para enseñar a sus alumnos a controlar sus marionetas en la batalla. Cuando un alumno adquiere suficiente experiencia es capaz de usar los hilos para más cosas que manejar marionetas básicas. Dado que estos hilos están constituidos a partir de chakra muy concentrado, son visibles para el ojo común. Esto permite desde arrastrar objetos hacia ellos con los hilos, así como empujarlos.
¤ Mordisco de serpiente - Tipo: Veneno - Requisitos: Iryo-Nin o Marionetista - Precio: 2500 ryos - Uso: Parálisis en la zona afectada durante 3 turnos.
Veneno líquido que se fabrica mezclando los venenos de distintas serpientes y que da como resultado una poderosa neurotoxina que paraliza las partes del cuerpo afectadas.
¤ Picadura de mosquito - Tipo: Veneno - Requisitos: Iryo-Nin o Marionetista - Precio: 1500 ryos - Uso: Incontrolable picor durante tres turnos.
Este líquido rojizo, preparado a partir de una mezcla de pólenes y hierbas, ocasiona un intenso picor e hinchazón en la piel de la víctima durante tres turnos al entrar en contacto con ella.
Juro bloqueó el primer puñetazo y luego intentó empujar al Uchiha para hacerle caer; comiéndose el segundo gancho directamente en la nariz. El golpe no fue demasiado potente, pero el lugar en el que lo había recibido provocó que se le llenasen los ojos de lágrimas y sintiera un dolor agudo e intenso en el rostro.
Sin embargo, su siguiente movimiento sí obró un mejor resultado. Gracias a aquel duro hilo de chakra, Juro fue capaz de desestabilizar al uzujin y hacerle perder el equilibrio. Akame terminó golpeándose contra la pared, y antes de que pudiera sacudirse el ligero aturdimiento y volver a la carga, una nubecilla amarillenta ya le había rodeado. El Uchiha contrajo el rostro en una mueca de asombro y luego cayó al suelo como un monigote de entrenamiento. El Mordisco de Serpiente había paralizado sus piernas, y el genin era incapaz de levantarse.
El segundo frasco, sin embargo, no tuvo un efecto tan afortunado. La bruma rojiza envolvió la cama, afectando también al profesor; éste se revolvió con un chillido de pánico, rascándose incontrolablemente las piernas y parte de la entrepierna, allá donde el veneno le había hecho contacto.
Sin embargo, Juro logró su objetivo. El cuerpo de Sumire volvió a moverse instantes después, momento en el cual tanto Akame como Keisuke recuperaron el control sobre sus respectivos. La Yamanaka se levantó de un salto, rascándose los brazos con afán, mientras maldecía.
—¡Niñato entrometido! ¿Cómo te atreves a dañar mi suave piel de esta forma? —le increpó, exhibiendo de nuevo aquel tono infantil—. ¡Te arrepentirás! ¡Te lo juro por Snoopy!
Y con aquella amenaza, la kunoichi formó el sello del Tigre y desapareció en un parpadeo.
Huída Sumire, algo de orden volvió a la habitación... Si es que podía llamarse así. Akame todavía era incapaz de levantarse, paralizado, y el profesor Rōshi no podía parar de rascarse entre protestas y quejidos. Keisuke había perdido su cámara, hecha añicos sobre el pavimento.
Y ahí estaba yo, en mi cuerpo, pero sin ser dueño de él, como un espectador, una tercera persona, un tercer espacio el cual no conocía... No obstante, en el interior las cosas se estaban moviendo, Akame se lanzó contra Juro, intentaban golpearse y fue entonces cuando vi una de las técnicas del kusareño, un hilo de chakra hizo que Uchiha terminase en el suelo y luego la acción volvió a donde debía, dos frascos estallaron, uno a los pies del uzureño y otro en la cama.
Lo raro de todo era que mi cuerpo seguía sin responderme, más no se movía contra mi voluntad...
El humo de los frascos empezó a manifestarse envolviendo parte de la habitación, aunque desde mi posición posiblemente no me afectara. "Eso es veneno..."
—¡NYEEEEEEH! —chirrió el profesor—. ¿¡Qué estás haciendo, shinobi-san!? Preguntó mientras rascaba todo su cuerpo de una forma desesperada.
Afortunadamente la táctica de nuestro compañero había servido de algo, no sabía cómo ni porqué, pero mi cuerpo volvía a ser mío, ya no me sentía relegado a otro plano y lo supe cuando obedecía mis ordenes, aunque me sentí un poco raro.
—¡Niñato entrometido! ¿Cómo te atreves a dañar mi suave piel de esta forma? —manifestó con tono infantil, pero por ningún motivo paraba de darse uña por todas partes de su cuerpo—. ¡Te arrepentirás! ¡Te lo juro por Snoopy!
—¿Snoopy? ¿En serio?— Manifesté sorprendido por la referencia que daba la mujer.
No obstante, no siguió halagandonos son su precencia, ya que unió sus manos en un único sello y su cuerpo se desvaneció.
Y con aquella amenaza, la kunoichi formó el sello del Tigre y desapareció en un parpadeo.
—Se ha ido...— Era obvio, me asomé por la ventana para ver sí había algún rastro de ella, luego recordé que en el suelo descansaba el artefacto y efectivamente estaba vuelto añicos.
Miré al interior y luego vi que Akame seguía tirado en el suelo, me acerqué a él y saqué el antídoto que cargaba conmigo. —Con esto resolverás ese problema.— Aseguré a la par que inyectaba la sustancia en su cuerpo y esperaba a que diese resultado. Luego miré al profesor.
"Fallamos..."
Hablo - "Pienso" - Narro
Color de diálogo: Limegreen Byakugo no In: Inicio 19/04/2018
Akame le propinó un puñetazo mientras ejecutaba su estrategia. Casi logró desestabilizarle, pero Juro sabía bien que todo dependía de él en ese momento.
Y por una vez, no la fastidió.
El primer frasco acertó junto al hilo de chakra, que se volvió inútil tras paralizar a Akame. El segundo, también acertó. Juro había barajado la posibilidad de que Keisuke le interceptase, pero afortunadamente, no tuvo que llegar a eso.
El academico chilló cuando el veneno le alcanzó también a él. Pero a Juro le dio francamente igual. Él les había metido en eso.
Sin embargo, si que sintió algo de satisfacción cuando aquella mujer comenzó a rascarse los brazos con desesperación. De pronto, sus compañeros parecían ser libres. Juro sonrió con satisfacción.
—¡Niñato entrometido! ¿Cómo te atreves a dañar mi suave piel de esta forma?¡Te arrepentirás! ¡Te lo juro por Snoopy!
A pesar del tono infantil, sintió algo de miedo. No tenía ninguna oportunidad contra ella si se recuperaba. Sin embargo, ahora, estaba distraida por el veneno. Si tan solo pudiese sacar a su marioneta...
« Centrate en tus compañeros. Uno esta en shock y otro paralizado »
Antes de poder hacer mucho, la mujer utilizó el sello del tigre y desapareció.
Juro no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Había conseguido aguantar la situación. Al menos, de momento. Rapidamente, se acercó a Akame, paralizado.
— Akame-san, ¿estas bien? ¿os sentis bien? ¿sois vosotros? — dijo, mirando también a Keisuke, quien se encontraba al otro lado de la sala —. Oye... siento lo del veneno. No quería hacerlo. Pero pensé que era más eficiente que golpearte. Si me hubieses derrotado por tener piedad, todo se habría acabado.
Estuvo a punto de explicarle que no tenía ninguna clase de antídoto, pero Keisuke, quien parecía estar mucho mejor, se acercó a él y se lo inyectó.
— ¡Genial, Keisuke! ¡Me alegro de tenerte como compañero! — exclamó, lleno de felicidad por ver que al menos su compañero estaría bien. Luego, se acercó al académico, quien también estaba afectado —. Esto... disculpe por lo del veneno. Era una situación de vida o muerte y usted estaba en medio. Tampoco tengo un antídoto para ese, lo lamento. En cuestión de unos minutos se le pasará, no se preocupe.
Le hubiese gustado ayudarle, pero no tenía forma. Era un poco irresponsable ir por ahí con venenos sin ningun tipo de antídoto por la vida, ya lo sabía, pero los ryos no llegaban a veces.
24/01/2018, 23:21 (Última modificación: 24/01/2018, 23:50 por Uchiha Akame.)
Desde su posición en el suelo, el Uchiha observó —todavía con el rostro encogido por los efectos leves de la parálisis— cómo Keisuke se le acercaba y sacaba una jeringuilla de entre sus posesiones. El muchacho de Amegakure la pinchó en un frasco, extrajo parte del contenido y luego se lo pinchó con una mecanicidad que dejó poco lugar a dudas sobre sus habilidades. «Así que Keisuke-san es un ninja médico...»
Tal y como el amejin había predicho, a los pocos instantes Akame era capaz de moverse de nuevo. Todavía se notaba entumecido, como si tuviera todo el cuerpo agarrotado —no sabía si por el veneno de Juro o por aquella extraña técnica de la kunoichi renegada, que le había arrebatado el control de su cuerpo—, y le costó un gran esfuerzo ponerse en pie.
Mientras tanto, el profesor Rōshi no podía parar de rascarse. Se había incorporado de la cama y trataba de abrocharse su camisa con palpable vergüenza, pero era incapaz debido a los intensos picores. La disculpa de Juro no pareció mejorarlo mucho, y el profesor se limitó a dirigirle una mirada cargada de resentimiento.
—Gracias, Juro-san. Gran trabajo controlando la situación —Akame puso su mano derecha sobre el hombro del kusajin. Luego hizo una inclinación de cabeza para mostrarle su respeto—. El enemigo me cogió por sorpresa. Si no hubiese sido por ti, quizás ahora todos estaríamos muertos.
Pese a que el agradecimiento era sincero, Akame dudaba que aquella última parte fuese verdad. Sumire había demostrado dominar unas técnicas peligrosísimas, era poderosa y diestra. Más que ellos. «¿Por qué huyó entonces?»
Sea como fuere, el Uchiha sacó de uno de sus portaobjetos un frasquito de color verde y se lo tendió a Keisuke.
—Aquí tienes, Keisuke-san. Yo tengo un antídoto, creo que rociarlo sobre la zona afectada debería ser suficiente.
El peligro había pasado, pero los muchachos habían fallado estrepitosamente su misión; por una buena causa, claro. Las fotos y la discreción no habrían servido de nada si el académico hubiese sido torturado y asesinado en una habitación de motel. «Lo que me recuerda a...»
—Muten Rōshi-sensei —Akame llamó la atención del profesor—. ¿A qué libro se refería la atacante?
Akame había omitido intencionadamente preguntas como "¿quién era?" o "¿cómo llegó aquí?", cuyas respuestas ya conocía. Su interlocutor se colocó bien las gafas, se alisó el haori turquesa con ambas manos y trató de recuperar la compostura. Todavía parecía extremadamente afectado.
—No... No lo sé. Sumire-chan nunca me había preguntado por nada parecido, ni había mostrado interés alguno en mis lecturas. Yo... —de repente, Rōshi pareció caer en la cuenta de algo—. ¡Pero bueno! ¿Y cómo es que tres shinobi estaban escuchando con la oreja pegada a mi puerta? ¿O... ventana?
—Sí, estoy bien, muchas gracias.— Aseguré mientras miraba a Juro y le sonreí en agradecimiento.
Una vez le inyecté el antídoto a Akame, me levanté y me quedé viendo al profesor, quien no paraba de rascarse. —Es un poco de picor nada más, nada de que preocuparse...— Le quité importancia al asunto del daño colateral al profesor.
Pocos segundos después Uchiha se levantó y me repuso el antídoto usado, incluso tenía la intención de usarla con el académico. —Sería lo ideal, pero prefiero guardarlo por sí a nuestro amigo se le ocurre seguir lanzando venenos a diestra y siniestra jeje.— Bromeé a la par que guardaba el frasco en mi porta objetos, el profesor podría aguantar un poco más, quizá podría considerarlo como karma por la infidelidad.
Entonces el pelinegro hizo la pregunta del millón, ¿qué pasaba con el libro? Miré al profesor con interés por la posible respuesta sobre el tema, pero no sabía nada, o mentía al respecto. —¿Seguro?— Insistí dejando a un lado su interrogante. —¿Nada que relacione con algo que le pueda interesar?—
Caminé un par de pasos mientras dudaba al respecto sobre que responder. —Lo importante es que usted está vivo, ¿no?— Traté de sugestionarle. —Debería sentirse afortunado...
—Queremos ayudarle, lo mejor será que colabore con nosotros y nos facilite información, en esta oportunidad fue usted... Podría ser la próxima alguna persona allegada a usted...— Pocas palabras para buen entendedor.
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Juro asintió, felizmente, ante los ánimos de Akame. No es que buscase reconocimiento por sus acciones — lo había hecho más bien por desesperación —, pero que un shinobi tan fuerte le dijese algo así, le reconfortó.
Por otro lado, Keisuke se sentía bromista, alegando que guardaría el antídoto por los venenos de Juro. Este se puso rojo y miró al suelo. No es que le gustase presumir de su mayor baza. Pero era como un animal salvaje: en cuanto se sentía amenazado, utilizaba su recurso más poderoso.
Así pues, ahora estaba mucho más indefenso sin él.
El profesor, primero se mostró dudoso. Después, más autoritario, preguntando porque estaban ahí, acechándole. Juro no supo muy bien que decirle.
— Esa mujer quería algo y parecía importante — murmuró. O una de dos. O Roshi realmente no tenía ni idea. O se les estaba ocultando información.
Juro reflexionó. Ella, por sí misma, probablemente no quería nada. Quizá un tercero la había contratado, en busca de algún informe o algún libro.
Miró a Akame. ¿Haría falta un interrogatorio más...intenso? Quizá pudiese usar sus ojos. Si podía atontar a un empleado de hotel, podría sacarle algo a ese tipo, afectado por el veneno.
Muten Rōshi parpadeó un par de veces con evidente confusión y perplejidad. Los picores ya habían cesado, y el académico había podido —por fin— incorporarse de la cama para adecentarse un poco.
—Sí, bueno, eh, quiero decir... Obviamente les estoy agradecido por haberme sacado de semejante situación y me gustaría expresarles mi agradecimiento, pero... —de repente negó con la cabeza, y su tono de voz se volvió mucho más autoritario—. ¡Eso no explica por qué ustedes tres me estaban espiando! ¿Acaso les envió alguien?
«Meh, esto se está yendo completamente de las manos. No tiene sentido que sigamos aquí, lo único que conseguiremos será estropearlo todo más. La misión ya se fue al garete, mejor desaparecer...»
Para Akame era obvio que aquel hombre poseía un gran intelecto y que cuanto más tiempo estuviesen con él, más detalles descubriría sobre el verdadero propósito que les había llevado hasta allí. Por otra parte, Keisuke y Juro parecían no compartir su punto de vista; querían saber más sobre los motivos de Sumire para engañar y amenazar al profesor.
—¿Pero de qué información me habla? —replicó Rōshi, mirando a Keisuke—. ¡Ya les he dicho que no tengo ni idea de a qué venía eso! ¡Y ustedes siguen sin explicarme qué los ha traído hasta aquí!
Akame se adelantó un paso, clavando sus ojos —todavía tintados de sangre por el Sharingan— en los del profesor. Las aspas negras alrededor de sus pupilas empezaron a girar otra vez, y de repente Rōshi quedó totalmente embelesado. Durante unos segundos más, profesor y shinobi ignoraron completamente a los otros dos presentes, así como todo lo que ocurría a su alrededor.
De repente el uzujin parpadeó, volviendo a la realidad.
—Dice la verdad. No sabe nada —aseveró, desviando la mirada.
El profesor parecía haber recuperado también el seso, y ahora miraba a su alrededor con gesto de evidente extrañeza.
—¿Qué rayos...?
—Cuídese, Muten-sensei —le interrumpió Akame, justo cuando parecía que Rōshi iba a preguntar algo—. Y déjese de andar con jovencitas, maldita sea. Que es usted un hombre casado.
Se dio media vuelta y enfiló la puerta de la habitación; sólo se detuvo un momento para dirigirse a sus otros dos compañeros.
—El pájaro ha volado del nido, aquí no hay nada que hacer. Yo me vuelvo a la Base Madre.
Con aquellas palabras en clave pretendía dejarles clara su intención de volver a la posada donde se alojaban, allí donde aquel misterioso extraño que se hacía llamar "Sensei" les había citado la noche anterior para encargarles seguir y fotografiar al profesor Rōshi con su amante.
Si Keisuke o Juro no le detenían, Akame abandonaría aquel humilde y discreto hostal para dirigirse a paso tranquilo hacia el Taikarunean Beauty.
«Meh, supongo que ni siquiera cobraremos la recompensa... Al fin y al cabo no tenemos una sola maldita prueba de las andaduras del viejo».
El profesor se notaba bastante agradecido, no sabía que hacer como agradecimiento, pero luego recordó el hecho de que tres ninjas le habían estado cuidando la espalda, algo raro, ¿no? ¿Cómo no preguntar al respecto?
Miré al académico, relamí mis labios pensando en qué hacer o decir al respecto, afortunadamente Akame se adelantó y volvió a teñir sus orbes de un rojo carmesí, y algo peculiar ocurrió, aquellos puntos negros alrededor de su pupila empezaron a girar, en el acto, ambos se quedaron ajenos a lo que pasaba a su alrededor y poco después Uchiha aseguró que no sabía nada.
—Es una lástima...— Comenté obviamente intrigado por la cuestión del libro.
"Yo le quería dar el sermón de que es un hombre casado..." Arrugué un poco el ceño, pero sin darle mucha importancia al asunto, técnicamente no teníamos nada más que hacer, la misión en sí seguramente habría fallado, era nuestra culpa...
Entonces Akame empezó a hablar en clave para decir que se retiraba, y ciertamente tenía en mente hacerlo. --Sí, sí... No tarden.— Hice una señal con mi cabeza para decirles que los esperaría abajo. Sin decir nada más ni despedirme del profesor, me tiré por la ventana, que seguía abierta.
Una vez en la calle, busque la esquina en donde nos encontrábamos hacía unos segundos, y les esperaría ahí.
"Espero que Sumire se haya ido realmente" Me dije un poco preocupado por no saber sí estaba totalmente seguro, levanté un poco la guardia y estuve atento a cualquier movimiento extraño que pudiera suceder...
Hablo - "Pienso" - Narro
Color de diálogo: Limegreen Byakugo no In: Inicio 19/04/2018
La conversación se empezaba a poner tensa. El hombre, obviamente no sabía nada. Les agradecía la ayuda, pero aun así, quería saber más acerca de porque estaban ahí.
« Esto es malo. No podemos decirle nada »
Juro era consciente, y sabía que Akame y Keisuke también. Solo tenía que cuidarse. Ya había visto sus caras. Otro incognito sería imposible.
Los ojos de Akame se volvieron a teñir de rojo, tal y como Juro había supuesto. Observó detenidamente al académico, y pareció haber alguna clase de reacción en él. Tras hacerlo, este les dijo, con una convicción de total seguridad, de que el académico no sabía nada.
« No queda otra. Si es cierto... aquí pasó algo muy turbio »
Akame informó de que volvía a la "base madre". Juro supuso que se refería a la base de operaciones, la posada. Imaginó que él también tendría que hacer lo mismo. Ya no tenían cámara. La misión había sido un desastre.
No le dedicó ni unas últimas palabras de despedida al académico. No se las merecía. Como mucho, lo único que se merecía por su parte era otra dosis de veneno.
Juro decidió hacer lo mismo: volvería a la base madre, con sus compañeros, o sin ellos. O eso le gustaría decir. Lo cierto era que estaba obligado a seguirlos, puesto que si no, se perdería facilmente. Así pues, aceleró y trató al menos de seguirle la pista a Akame, si no de alcanzarle. Igualmente, supuso que Keisuke les esperaría a la entrada. Había saltado por la ventana.
Mientras caminaba, no pudo evitar preguntarse otra vez, que clase de intenciones tendría ese "sensei". ¿Quién pagaba a ninjas extranjeros para investigar sobre una posible amante? ¿Tenía Sumire algo que ver con ese hombre?
Los muchachos se reunieron al final del callejón que dejaba atrás el humilde hostal y subía hacia los barrios más altos de Taikarune. Akame les dedicó una mirada agridulce a Juro y a Keisuke cuando se vieron allí y juntos echaron a andar hacia la posada "Taikarunean Beauty", donde estaban alojados y donde el misterioso Sensei les había contactado por primera vez. El Uchiha no tenía idea de cómo lo harían para avisar a su contratista —y darle la mala noticia de que habían fallado—, pero supuso que si volvían allí tarde o temprano Sensei se enteraría.
Mientras caminaban, Akame preguntó a Juro con aire distraído.
—Oye, Juro-san... ¿Tienes por ahí todavía la foto de esa muchacha? La que hiciste mientras estaban en el Cruce, esa donde se ve al profesor Rōshi ayudándola a levantarse.