Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
16/10/2019, 20:45 (Última modificación: 16/10/2019, 20:46 por Uchiha Akame.)
—Bueno, pues qué pena. Es una buena obra, aunque yo nunca la he visto representada, claro. Me leí el libro —aclaró Akame, fiel a la verdad—. Y bueno, siquieres podemos ir juntos, nada de llevarte. No estoy de acuerdo con las viejas costumbres, yo creo en las mujeres fuertes e independientes —puntualizó, levantando un índice categórico. No en vano él se había topado con unas cuantas de ellas.
Entonces la conversación viró hacia otros derroteros, y a Akame se le agrió el rostro al instante —sin doble sentido, que conste—. Sus ojos bajaron de las alturas del cielo nocturno y se posaron en algún punto entre sus pies, mientras el Uchiha retrocedía y volvía a tomar posición con la espalda pegada en la pared contraria a la de Otohime. Apretaba los puños.
—Me traicionaron —acabó por confesar, y luego agregó con cierta socarronería—. Por partida doble, he descubierto gracias a ti. No es ningún secreto, joder, Kaido ya se encargó de eso... Yo era jōnin en Uzushiogakure no Sato. Me tendieron una trampa, el Uzukage me encerró, me interrogaron durante días y luego me ejecutaron.
Se encogió de hombros; no era toda la verdad, pero era verdad.
Otohime se sonrió ante la distinción que hacía Akame entre llevar e ir juntos. Le caía bien, aquel chico. Más de lo normal. Más de lo que le solía caer cualquier nuevo rufián que se introducía en su organización. Y, sí, por supuesto, había oído por Kaido que era un ninja de Uzushiogakure no Sato. Pero quería oírlo de sus labios. Quería escuchar su historia de él mismo.
—Pero, ¿por qué? ¿Por qué te ejecu…? Espera, ¿y cómo escapaste antes de que lo hiciesen? —quiso saber, de manera todavía más urgente.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
La inmediata réplica de Otohime tenía sentido, claro. ¿Quién no hubiera hecho lo mismo en su situación? Estabas ahí, fumándote el pitillo de después de cenar, y venía un chico salido de la nada y te decía que había vuelto de entre los muertos. Akame sacudió la cabeza, tratando de pensar en cómo hacerle ver a aquella mujer que lo que decía era —por muy inverosímil que pareciese— cierto: él había estado clínicamente muerto. Eso era lo único que podía decir que sabía con certeza en este mundo. ¿Cómo estaba tan seguro? Muy fácil... «¿De qué otro modo me habría librado de ese demonio hijo de puta de Shukaku?»
Al final, el Uchiha terminó por encogerse de hombros por tercera vez.
—¿Por qué? No es como si me lo hubieran dicho antes de prender la mecha, pero no es difícil imaginarlo. Como jōnin, yo conozco muchos de los secretos militares de la Aldea. Como Uchiha... era un enemigo peligroso. Mala combinación —concluyó—. ¿Escapar? —Akame negó con la cabeza, resignado—. Para alguien que no es capaz de creer que un Uchiha se tragó una bijuudama por el ojo, no tengo ninguna explicación lo bastante buena.
»Así que, convengamos que sufrí una tercera traición, esta vez a manos de Izanami, y fui expulsado del Yomi. Obligado a volver a la tierra de los vivos. Hmpf, creo que suena bastante poético...
16/10/2019, 21:58 (Última modificación: 16/10/2019, 21:59 por Uchiha Datsue.)
—¿¡¡¡QQQUUUUUUUUUUEEEEEÉ!!!?
Venga, Akame tenía que haberse esperado esa reacción ante semejante historia.
—Lo… ¿Lo dices en serio? Pero, ¿cómo va a ser eso posible? ¡Lo que está muerto permanece muerto! ¿¡Qué me estás contando de que te expulsaron del Yomi!? ¡Eso es imposible!
En la mayoría de casos sí, pero…
—No siempre —Uchiha Zaide acababa de salir por el hueco del suelo. ¿Cuánto tiempo llevaba allí escuchando? Ninguno de los dos lo sabía—. No si eres Uchiha, ¿huh? —Miró a Akame, con una curiosidad nunca vista en él—. Así que a ti también te dieron por muerto...
Sonrió. Por algún motivo, aquello le hizo mucha gracia.
—Un día quiero oír la historia de ese otro Uchiha —Oh, sí. También había oído a Akame a hablar de ese tipo que se había tragado una bijuudaba por el ojo. Y él, a diferencia de Otohime, estaba más predispuesto a creerle.
Pero, lejos de querer interrumpir la conversación que estaban teniendo, se despidió con un gesto de mano y salió de la cabaña, dejándoles de nuevo a solas.
—Oye, oye. Pero, a ver. ¿Cómo es eso de…?
¡sssSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSPPLUUFFFF!
Un repentino vendaval terminó por romper el cristal de las ventanas y zarandeó los ropajes de ambos sin clemencia. Fue breve, muy breve, pero lo suficiente como para saber que algo había pasado allá afuera.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
17/10/2019, 00:21 (Última modificación: 17/10/2019, 00:53 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
El viaje hasta la Llanura de Halita fue largo, muy largo. Demasiado, diría él. Acostumbrado a la soledad de tiempos antaños, donde venía encargándose él sólo de las cosas —sin ánimo de ofender a la memoria de Muñeca, pero la chiquilla no le había sido de mucha ayuda allá en el Yermo—. seguro que le habría resultado extraño compartir el trayecto con sus otros cuatro camaradas. Pero de camaradas poco, puesto que ninguno soltó lengua a lo largo de la travesía salvo para puntualizar algo en concreto, o dar indicaciones hacia qué o cuál dirección tomar entre los grandes valles que componían aquella majestuosa isla, rodeada de agua. Semejante mutismo le hizo extrañar una vez más aquellos momentos de camaradería con a quienes llamó amigos alguna vez. Shaneji fue el primero, el más acorde a su nostalgia, pues el sentido de hermandad que habían desarrollado en tan poco tiempo era digno de estudio. Quizás era el clan, la sangre, o su visión compartida del mundo, de su aprecio por la fuerza y la fortaleza o el predominio de aquellos que se ganan su pan como es debido; pero ambos habían conectado muy fácil, y muy bien. Todo, desde luego, después de haberse tratado de matarse mutuamente. Y es que así, queridos lectores, se han forjado en Oonindo muchas de las más grandes hermandades.
Luego pensó en la misma Masumi. A pesar de ser una niña, había estado llena de anécdotas y momentos divertidos con los que hizo el viaje hasta Inaka más ameno. Compartieron risas en más de una ocasión y también se probaron en combate más de una vez, para estar ambos a punto para lo que se les venía en la Capital del Desierto. Por un momento sintió pena y remordimiento, aquél que seguramente Akame no sentía por haber matado a Shaneji. Chasqueó la lengua, y trató de olvidarse de ello. Pero aunque quiso detenerse en algún punto de aquél viaje introspectivo que franqueaba momentos recientes de su vida, algo le obligó a parar allá en tiempos más antaños. De cuando aún vestía en su frente, con orgullo, la bandana de Amegakure.
Algo le había impedido, desde su "exilio", rememorar esos tiempos. Ese algo, era un intrincado sello, poderoso y ancestral; que mermaba su voluntad. Pero las experiencias vividas los últimos meses le habían vuelto un hombre más valiente, gracias a las adversidades. Gracias a las victorias. Y por sobre todo, gracias a las derrotas. Las derrotas te hacen ver el mundo de una manera diferente, afrontar las realidades de formas distintas. Te hacen crecer. Te hacen madurar. Y de a poco, tus principios de fortalecen gracias a todo ésto. Esa era —sin que él lo supiera—. la debilidad del sello que reposaba en su brazo. Una muy nimia, que necesitaba tiempo para germinar y romper de a poco las cadenas que condicionan a la persona que lo posee. Y por eso, de a poco, se había creado una hendidura. Un pequeño orificio, donde Kaido se pudo permitir pensar en los tiempos de antes.
No podía negar que en algún punto se sintió un hombre liberado y feliz en Amegakure. No sólo luego de haber exterminado a su reducto, con el pesar que le supuso perder a Yarou, sino por todo lo que vino después. La confianza de su aldea. El examen de chuunin. La ejecución de Keisuke. O ese encuentro con Daruu y Ayame, después de lo acontecido con el general rata —así le llamaba el pelopincho—. que casualmente ahora viajaba a su lado, como un colega más. Eran tiempos bueno, de eso no había duda. En algún punto creyó haber encontrado su lugar al lado de gente buena. De colegas y líderes que le apreciaban. Daruu y Ayame los primeros. Pero a fin de cuentas, todo era una farsa. Una farsa cuyo velo iba a caer en cualquier momento. Que Yui realmente no confiaba en él, sino que le engañaba con pequeñas concesiones, aquí y allá, para mantener a la Bestia de Amegakure bien atadita. Como a un chucho de guerra. Pero: ¿era realmente así? ¿de verdad... su aldea le iba a traicionar?
Hasta ese entonces creía con el fervor de un religioso sintoísta que así iba a ser. Quizás gracias al sello, quizás también a su propio miedo interno, habiéndolo padecido ya con aquellos que se hacían llamar su familia. Ahora mismo, no era capaz de saberlo con certeza.
Ahora mismo... el bautizo se daba cuenta de que no estaba apretando como debía ser.
Suerte para el poderoso fuuinjutsu que Ryu le sacó de su ensimismamiento. Todos se detuvieron frente a una cabaña raída, oculta entre la maleza. El aspecto de su interior también dejaba mucho que desear, aunque pronto desvelaron el subterfugio que había bajo el colchón.
Un pasaje subterráneo que ocultaba un refugio mucho más digno, con camas, un depósito de armas, y otras cuantas cosas más, fue desvelado por Ryu, que lideraba el descenso. Cansado de semejante viaje, Kaido no pudo hacer otra cosa que aprovechar el momento y... descansar.
. . .
Aquella siesta le había venido bien. Llevaba viajando sin parar durante la última semana, del Desierto hasta el Agua, del Agua hasta la caverna, y ahora de la caverna, hasta las tierras más frías de mizu no kuni. El escualo se estiró en su cama, se acomodó la melena y echó un vistazo, para tratar de ver quién estaba por ahí. Aunque comprobó que no había rastro ni de Akame, ni de Otohime.
«Akame, pillo. ¡Pillo!» —sonrió con su propia gracia—. «bueno, no te culpo, colega. Era ella o la Anciana. Y de Kyutsuki no sabemos si es mujer o hombre, con lo cuál, sería como tirar una moneda al aire. No estamos para esos riesgos, ¿verdad?»
17/10/2019, 01:25 (Última modificación: 17/10/2019, 01:28 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Oh, sí. Volvamos a viajar un poco atrás en el tiempo. Justo antes de que Akame se viese empujado por un gran pero muy breve vendaval. Justo antes de descubrir qué demonios pasaba allá afuera.
Allá abajo, en la habitación escondida bajo la cabaña, había tres Ryūtōs. Y menudos tres.
Por un lado, Uchiha Zaide. Apoyaba la espalda contra la cabecera de la cama, y estaba entretenido sacando filo a sus hachas con una piedra de afilar. Tssss. Tssss. Por otro, Ryū. Bebía de un batido de agua y varios suplementos alimenticios en polvo. Proteína, creatina, hidratos, vitaminas… Ryū necesitaba consumir un mínimo de calorías y nutrientes para mantener su cuerpo, y una comida normal como la que habían hecho no le bastaba. Finalmente, pero no menos importante, Umikiba Kaido. El Tiburón durmiente que empezaba a despertar…
… en todos los sentidos.
—Kaido —le llamó, al ver que estaba despierto—. Todavía no me contaste por qué te fuiste del barco de Shaneji, ni a qué anduviste.
Habían pasado tantas cosas que habían obviado aquel tema tan importante. Quizá el resto se hubiese olvidado. No Ryū.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Mientras detallaba la situación que tenía ahora ante sus ojos, la voz esperpéntica de Ryū llamó su atención. Le resultaba indudablemente extraño escucharla fuera de una reunión formal, y menos aún, que se estuviera refiriendo a él. El escualo volteó hacia su posición —que estaba contrapuesta a la cama de Zaide, de cuyo habitáculo tan sólo escuchaba los chiiiin, chiiin de sus armas siendo afiladas—. y le miró, de arriba abajo. Sólo entonces tuvo que admitir que su fuerza, aún y admitiendo que la había trabajado específicamente en el suyo propio durante el último año, estaba claro que no alcanzaba el nivel del guerrero de ébano.
Además, esa bebida. Oh, esa bebida lucía fuerte. Poderosa.
—Ah, pues. Shaneji y yo asumimos un compromiso, antes de partir a cazar a este cabronazo —señaló a Zaide con su dedo índice—. que cuando regresara, iba a arreglarme una cita con el mismísimo Rey del Océano. Él cumplió con su palabra, y yo honré su muerte, allí abajo. En las profundidades del mismísimo mar de Oonindo.
17/10/2019, 02:11 (Última modificación: 17/10/2019, 02:13 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
El gyojin se puso en rictus, motivado, sacando pecho por su proeza. Con ambas manos en la cintura y con esa sonrisa socarrona típica ahora más lumbrosa. Más iluminada. ¿Que si había conseguido el pacto, decía? ¡¿Que si había conseguido el puto pacto, decía?!!
—No, no un tiburón. EL Tiburón. O la tiburonesa, para ser más exactos. Porque sí, amigos, allí abajo la que reina, la que manda, la que ordena, la que controla la cadena alimenticia es una jodida hembra. Un espécimen de al menos unos treinta jodidos metros de largo, si mi precisión no me falla. Con dientes más grandes que tú, incluso, así inflado y todo como te ves en el espejo. Una cosa de locos —contaba, mientras movía los brazos, teatral—. eso sí, por poco no salgo a la superficie para poder contarlo. Digamos que en más de una ocasión estuve a punto de ser comido por otros tiburones, e incluso orcas. Orcas mafiosas, así como nosotros. ¡No te jode, jajaja!
»Pero sí, obtuve el pacto, Ryu. Y más que eso, incluso... —pero no lo contó. Mejor era guardarse el hecho de que poseía el Gran Pergamino—. ¿alguna ves habíais escuchado de los Umi no Shisoku? —preguntó, a ambos. Quizás si les mantenía charlando, no se intentarían matar en el momento en que él abandonara el refugio.
Mientras Kaido narraba la historia, algo sucedió. Al principio, ninguno de los dos se dio cuenta. Porque, más que eso, lo que había pasado es que había dejado de suceder. ¿Adivinan el qué?
—Te felicito, Kaido —pese a que no mostraba gestos de alegría ni zarandeaba los brazos como Kaido, sonó sincero—. Te has hecho más fuerte, y con ello a todos nosotros.
—¿Alguna ves habíais escuchado de los Umi no Shisoku?
—No. —Escueto y tajante, como siempre.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Sí, eso, más fuerte. ¡Más fuerte! ¡ y ahora podía traer en su auxilio a un maldito ti-bu-rón! Kaido ya había fantaseado con ello, una vez estuvo en tierra firme. De lo mucho que le servirían sus nuevos animales de invocación durante alguna batalla. La primera que se le vino a la mente había sido la de Zaide por dar un ejemplo, donde había tenido galones y galones de agua a su disposición el noventa por ciento del tiempo que duró el combate. Aunque había sido una estrategia indudablemente apropiada, esa la de inundar todos los pisos subterráneos de la Prisión del Yermo, pues al ir sus pisos hacia abajo, no había forma de que su mar creado con su técnica suiton estrella se escurriera bajo la tierra. Pero por un momento sintió que tal vez no la había aprovechado bien. O que le había dado todo su uso durante su enfrentamiento con los esclavos de la puta de Nathifa. Sí, esa zorra. Le había obligado a gastar bastante chakra, también.
Ahora, imaginándonos las mismas circunstancias, en la mente de Kaido pasaba la posibilidad de que todo hubiera ido cuesta arriba si hubiese tenido a un tiburón nadando en aquél mar. Quizás le habría podido ayudar a salir de la pletórica ilusión de Zaide, o de arrancarle un pedazo de pierna antes de que se fuera a por patas de allí, dejándolo con ese pergamino trucado, creyéndose victorioso de un combate patéticamente perdido.
Los ojos del escualo se torcieron hacia Zaide, que curiosamente se había detenido. O mejor dicho, fueron sus armas la que dejaron de emitir el sonido característico que genera el hierro al raspar la piedra de amolar.
Zaide negó con la cabeza como toda respuesta. Y, en efecto, lo que había dejado de pasar era que la historia de Kaido le había atrapado tanto que había dejado de afilar las hachas.
—Una pena que no hubieses hecho una visita a ese reina antes del Yermo, ¿huh? —sonrió. Sin duda, las cosas hubiesen sido muy pero que muy distintas. Muñeca probablemente seguiría viva, y él, pasto de los tiburones.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
—Una pena, claro, porque de haber sido así; ahora mismo estarías macerándote en píloro de algunos de mis nuevos compis. Pero bueno, basta de rememorar mi mayor fracaso, como les decía —y aunque Kaido no era un tipo teatral, ni mucho menos un orador, cuando se trataba de enaltecer su propia figura, las palabras le salían tan bien como los puños y, por lo general, su cháchara calaba tan fuerte como una de sus hostias luego de haber activado el Kyodaitei—. cuenta la leyenda que el mar, cada cierto tiempo —y hablamos de muchísimos años—. crea a su imagen y semejanza a una criatura. Una mezcla entre humano —se señaló a sí mismo, en el pecho—. y bestia marina —se volvió a señalar a sí mismo, pero ahora no a su pecho sino a donde tenía el par de agallas que vibraban mientras hablaba. Por lo general no estaban a la vista, pues su frondosa melena hacía el favor de taparlas durante su tiempo en tierra firme—. a esos especímenes les llaman Hijos del Océano. Y yo soy el último de ésta generación —antes de que se pudiera haber dado cuenta, Kaido se encontraba tambaleándose de aquí y allá, por la euforia de su historia—. la leyenda existe también allí abajo, en su hábitat. Aunque digamos que la nueva Reina no le da mucho crédito, y por eso tuve que cargarme a un montón de orcas asesinas para que entendieran que no había mejor sucesor para tomar el lugar de Shaneji que yo.
¿Mezcla entre humano y bestia? ¿Hijo del Océano? ¿Que él pertenecía a una estirpe de leyenda? Cualquier otro se le hubiese reído en su cara —o a sus espaldas, pues Kaido era un tío que intimidaba— pero no Ryu. Ryu escuchó la historia con atención, e incluso llegó a asentir, complacido, en un momento.
Además, qué narices: Kaido sí parecía salido de un cuento de fantasía.
—¿Y qué objetivo tiene el Hijo del Océano, huh? —quiso saber Zaide—. Todo mito tiene un propósito.
Una espada que extraer de una roca. Una princesa que rescatar. Un pueblo, un país, un mundo entero que salvar. No importaba lo que fuese, pero las leyendes se construían sobre un objetivo que el héroe buscaba y conseguía... casi siempre.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Lástima que allí, el escualo tuviera de público a un jodido zombie, y un estóico Uchiha. Ryu por más que luciera "satisfecho" no parecía muy animado en charlar sobre ello y Zaide desde luego que iba a rebatírselo. Más bien le extrañó que no le sacara una de esas uchijadas, citando a algún literario, o algo por el estilo.
¿O aquello era sólo cosa de Akame?
«¿Qué propósito tengo?» —antes, cuando estaba en Amegakure, tenía uno. Uno muy importante. Ese era enfrentarse a Amekoro Yui, vencerla, y ganarse el derecho a aprender su técnica estrella. Esa era su montaña a escalar —y qué montaña—. y la habría respondido casi al ipso facto, sin necesidad de meditarlo —. «¿Qué propósito tengo?» —ahora no parecía tenerlo muy claro. Su dubitativa así lo demostró. No había princesa que salvar, ni espada que sacar de alguna piedra mística que sólo dignificaría la fuerza de un único heredero. No. ¿Cuál era su propósito allí en Dragón Rojo?
Ah, sí. El bienestar de la organización. ¿Pero no se supone que eso es algo implícito? ¿que todos los cabeza de dragón, de alguna forma, siempre quieren algo más?
Y él, estaba empezando a querer más. Sí.
—Ah pues, tendrás que esperar a que salga la película para saberlo, Zaide-kun —dijo. Luego miró a la salida—. ¿y Akame y Otohime? ¿follando a la luz de la luna, acaso?