Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
... pero si te pego una ostia te pongo a andar.
Así rezaba un inmaculado cartel colgado en la pared frontal del dojo, al final de la habitación. El mensaje estaba escrito con excelente caligrafía, tinta negra sobre pergamino blanco y enmarcado en madera y vidrio. Era bastante grande —al menos de un metro por medio metro— y parecía dominar toda la estancia, colgado sobre el tatami. La sala en cuestión no era ni demasiado amplia ni demasiado pequeña, y disponía como mobiliario de tan sólo un taquillero de madera con media docena de puestos. El Sol matinal se filtraba por los grandes ventanales dispuestos a ambos lados de la habitación, llenándola de una confortable luz.
Akame llevaba ya un par de horas entrenando. No había pegado apenas ojo aquella noche, y no porque su habitación no fuese cómoda. Había desayunado bien —fruta con cereales, leche y dos rebanadas de pan con jamón de pavo—, y después de enfundarse en su característico atuendo ninja, había decidido empezar con buen pie su estancia en Los Dojos.
Los pliegues de su pantalón corto se bamboleaban con cada movimiento. Un paso atrás, otro al lado, dos hacia delante. Llevaba una camiseta sin mangas de color negro, ya algo sudada y su pelo azabache recogido en una coleta que le llegaba ya hasta más abajo de la nuca. Todas sus posesiones, incluídas una toalla y una cantimplora con agua helada, estaban guardadas en el casillero número uno del armario. Lucía vendas en los tobillos, rodillas, codos y manos.
Golpeaba a un enemigo invisible, se protegía y luego esquivaba. El Taijutsu era, posiblemente, su peor faceta; y no podía permitirse una cosa así.
Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Me había levantado tarde y mal, aún no estaba hecho a mi nuevo alojamiento y ya ni hablamos de las nuevas compañias. Parecía que cada día era una cara nueva que conocer, lo cual era un palo para alguien como yo, que socializar era más pesado que entrenar Taijutsu durante horas. La gente era extraña y se tomaba las cosas de una forma extraña.
No desayuné mucho porque mi estomago aún estaba más para allá que para acá, así que lo mejor era dejarlo reposar un rato y abrir el hambre con un buen surtido de hostias. Me paseé un rato por los dojos interiores con mi vestimenta habitual y mis instrumentos habituales, llevaba mi Kodachi aunque no tenía pensado usarla, por si los Amenios.
Si una cosa había quedado clara es que si rompias algo en los dojos, ya podías correr bien lejos, unirte a una secta que quisiera revivir algún dios antiguo y conseguir revivirlo de una forma inesperada y que destruya el planeta, porque si no te ibas a tragar las reparaciones que tú mismo ibas a pagar ya fuera en ryos o sangre.
Mi mente aún estaba un poco descolocada, pero cuando vi a un chaval que se me quería sonar levemente haciendo un espectaculo de Taijutsu más digno de Kusagakureño que de Uzushiogakure tuve que acercarme. Dejé mi mochila con mi desayuno para despues y mi Kodachi en el casillero numero dos y me acerqué.
— Solo porque el aire no se pueda defender no significa que puedas hacer como que te da igual cómo golpearle. Si vas a practicar hazlo bien, cada golpe tienes que lanzarlo como si hubiera algo a lo que darle. No mover tus manos rápido como si con eso bastase.
Era algo básico del Taijutsu, lo malo de lo básico es que la gente tiende a olvidarlo cuando practica y acaba por tampoco hacerlo a la hora de la verdad.
— No te voy a hacer una demostración porque eres bastante más rápido que yo y parecería que te estoy vacilando haciendolo a cámara lenta.
Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
La llegada de aquel muchacho de pelo rubio y ojos castaños no cogió por sorpresa al Uchiha. Apenas escuchó el susurro de las puertas correderas al abrirse supo que alguien más acababa de ingresar en la estancia, y eso le molestó. «Con la cantidad de malditos dojos que hay en este lug...». Sus pensamientos se interrumpieron cuando reconoció al muchacho.
—Senju-san —saludó, deteniéndose por completo para dedicarle una ligera inclinación de cabeza—. ¿Madrugando para entrenar?
La pregunta podía parecer estúpida, pero de acuerdo a cómo Akame recordaba a aquel chico, era la última persona a la que se habría esperado encontrar tan temprano. Su compañero de Uzu le saludó con un par de consejos.
—Mi Taijutsu es bastante mejorable, sí —respondió con sinceridad el aludido—. Pero no hay nada que no pueda conseguir con práctica.
Para Akame no pasó inadvertida la espada que Nabi había dejado junto con sus pertenencias en uno de los casilleros. «A decir verdad, nunca le he visto combatir después de que nos graduásemos». El Uchiha estaba intrigado; la imagen que tenía de Nabi se remontaba a los días de Academia, donde el Senju nunca había destacado por ser especialmente disciplinado o trabajador.
—¿Y tú? —preguntó, de repente, decidido a satisfacer su curiosidad—. Digo, ¿qué vas a entrenar?
Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Senju-san ¿Madrugando para entrenar?
¿Senju-san? Senju-san sería cómo llamaría a mi padre, si tuviera uno. Aquel chico era tal y como lo recordaba, más recto que un palo por el recto. Suspiré, sin estar muy seguro de si tratarle de manera familiar o como a un Uchiha-san. Decidí que era mejor imitarle.
— La verdad es que esperaba madrugar más, pero es díficil hacerse a un cambio de habitat de estas magnitudes en tan poco tiempo, Uchiha-san.
En su mirada podía leer que estaba pensando cosas malas de mi, o por lo menos, de alguna versión mía de algún tiempo pretérito. Y no es que yo fuera un lince pero es que él tampoco es que fuera el dios del disimulo
—Mi Taijutsu es bastante mejorable, sí. Pero no hay nada que no pueda conseguir con práctica.
A pesar de las inocentes palabras del shinobi, su mirada avizada me perseguía, seguramente analizando como siempre. De nuevo, la poca capacidad de disimular del Uchiha dejaba que hasta yo supiera que algo rondaba su mente, algo malo seguro. No sabía nada de él desde la academia y en ese entonces eramos algo parecido a polos opuestos, él era todo cerebro y yo era todo lo demás. Pasar los examenes raspados era casi mi deporte por excelencia.
— De todas las personas de nuestra graduación eres el último que me esperaba encontrar practicando Taijutsu, es decir, tú eras más de cosas de pensar, así que te imaginaba haciendo trucos mágicos con el Fuinjutsu o ilusiones complejas hasta decir basta con Genjutsu. ¿Qué te ha pasado para empezar con el Taijutsu?
Seguía sin tener claro cual era su nombre, así que solo me quedaba una opción, disimular hasta que por arte de magia o me acordara o él lo dijera. Aunque no estaba claro que en una conversación vayas diciendo tu nombre. Hablar en tercera persona era más raro que narrar en primera.
—¿Y tú? Digo, ¿qué vas a entrenar?
— No tenía nada en mente, solo pasaba a calentar un poco y ejercitar los músculos. A ver, algo sí tengo en mente, pero nada que pueda o quiera probar dentro de un dojo. Así que lo dejaré en eso, algo de ejercicio para la tripita.
Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
«¿Madrugar más?». El Uchiha enarcó una ceja, claramente aquella idea no le encajaba con la versión de Nabi que tenía almacenada en sus bancos de memoria. Tal vez era hora de actualizarlos.
Sea como fuere, el Senju se despachó en explicaciones. Si algo le gustaba de aquel muchacho, era precisamente eso; no había que preguntarle dos veces. Para alguien con tan pocas habilidades sociales como Akame, que apreciaba la claridad y la practicidad al comunicarse, era un buen punto a favor.
Las palabras de Nabi le arrancaron una sonrisa torcida. El estudio de su clan y su herencia genética le había costado tanto tiempo que Akame no había invertido ni un sólo día en Fuuinjutsu, y tampoco en Genjutsu. «Claro que, no hay por qué mencionarlo».
—En el Torneo tendré que enfrentarme a oponentes de otras Aldeas —respondió, duro como el hierro—. Si quiero salir victorioso, no puedo permitirme flaquear escandalosamente en ningún aspecto. Tengo que limar mis asperezas, he visto a algunos ninjas extranjeros combatir, y aunque no tienen nuestra disciplina... No hay que subestimarlos.
Sin embargo, lo que el muchacho Senju le dijo a continuación le dejó pensando un momento. «"Nada que pueda o quiera probar dentro de un dojo"...¿Está intentando picarme la curiosidad?». Akame se cruzó de brazos, inquisitivo.
—¿A qué te refieres? ¿Alguna técnica secreta, acaso?
Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—En el Torneo tendré que enfrentarme a oponentes de otras Aldeas. Si quiero salir victorioso, no puedo permitirme flaquear escandalosamente en ningún aspecto. Tengo que limar mis asperezas, he visto a algunos ninjas extranjeros combatir, y aunque no tienen nuestra disciplina... No hay que subestimarlos.
Mis orejas dieron un respingo por su cuenta, como si la información que estuviera entrando por ellas fuera anomala, ese escalofrio localizado fue lo que me confirmó que no había atravesado ningún portal mágico que me hubiera teletransportado al mundo al revés o a Chuchelandia. En el mundo al revés hubiera vibrado todo mi cuerpo excepto las orejas y en Chuchelandia me hubieran salido bollitos de canela de mis orificios.
— Pero... habrás leído mucho sobre Taijutsu, ¿no? Porque verte aquí intentando la práctica tan a lo loco no es propio de ti. ¿Qué has visto? ¿No tendrán al típico recien graduado que ha repetido diez veces seguidas y ahora tiene ventitantos años y nos saca una cabeza y dos mil músculos?
Para que el devoralibros de Uchiha-san se ponga a dar hostias al aire sin ton ni son por pura preocupación sobre su Taijutsu tenía que ser algo gordo, algo gordo como un Akimichi. Un Akimichi en Kusa tenía que ser algo digno de ver porque de comer plantas uno no engorda, eso es de primero de carnívorismo.
—¿A qué te refieres? ¿Alguna técnica secreta, acaso?
— No sé qué estás imaginandote pero seguro que eso no es. Es solo que es Doton y si hago algo de Ninjutsu en estas... tiendecitas, incluso mi Doton, que es más flojo que un Kuseño, me cargaré medio dojo. Y ya sabes lo que les hacen aquí a los que rompen dojos.
Me pasé el dedo por el cuello para que entendiera la referencia y evite por todos los medios posibles pensar en Haskoz, que eso sería metarol.
Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
Akame no pudo evitar echarse a reír ante la ocurrente respuesta de su compatriota.
—No, no he conocido a ninguno de esos —respondió, todavía riendo—. Pero si un shinobi de verdad suspendió el examen de graduación diez veces, no creo que sea un oponente especialmente temible.
Ninguno de los ninjas extranjeros que Akame había visto en sus viajes encajaba en aquella descripción.
—A decir verdad, tengo algo de información sobre los ninjas de la Lluvia, pero nada de los de la Hierba... —admitió el muchacho con evidente molestia—. ¿Tú has conocido a algún shinobi de Kusa? Es normal que en Uzu se hagan chistes con ellos, pero no sé hasta qué punto son ciertos.
Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—No, no he conocido a ninguno de esos Pero si un shinobi de verdad suspendió el examen de graduación diez veces, no creo que sea un oponente especialmente temible.
No pude evitar poner una leve sonrisa en mi rostro al ver como el Uchiha se tomaba mi idea a broma. Desde luego había visto poco mundo o tal vez había visto demasiado Uzushiogakure, el sitio más pacifico y honesto de mundo.
— Y si, en vez de suspender el examen de graducación veinte veces, no lo han subido a Chunin porque es un sujeto extremadamente violento o, mejor aún, ¿y si cuelan a un ANBU como Genin solo para humillarnos en el torneo? Está claro que solo son suposiciones pero no seas tan inocente.
—A decir verdad, tengo algo de información sobre los ninjas de la Lluvia, pero nada de los de la Hierba... ¿Tú has conocido a algún shinobi de Kusa? Es normal que en Uzu se hagan chistes con ellos, pero no sé hasta qué punto son ciertos.
Hice algo de memoria y la verdad es que resultaba sospechoso que solo me hubiera encontrado con ninjas de Amegakure.
— La verdad es que he conocido a un par de Amenios, en cambio Kuseños... ni uno. ¿Qué información tienes de los de la Lluvia?
Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
Akame tuvo que asentir, reflexivo, ante la respuesta de su compañero. Desde luego, una treta como aquella era perfectamente plausible si se trataba de la gente de Amegakure; al fin y al cabo, eran peligrosos, furibundos y poco dados a pensar antes de actuar. «Es una posibilidad, eso está claro... Malditos amenios». Asintió de nuevo.
El tema siguió por los mismos derroteros. Nabi quería saber qué información tenía Akame sobre los shinobi de la Lluvia. Al principio el Uchiha pensó en darle largas y guardársela para sí mismo... «Pero, ¿no somos compañeros de Aldea? Cuantos más rivales derrotemos, más alto quedará el estandarte de Uzu en la competición. Debería compartir con él toda la información que tenga... O casi toda».
—Pues veamos... —replicó Akame, haciendo memoria—. Watasashi Aiko es una kunoichi pelirroja, con mucho carácter. Maneja unas extrañas figuras de origami que le permiten vigilar grandes espacios, o lanzarse en picado contra sus enemigos para cortarlos —añadió, recordando las habilidades de Aiko—. Luego está Umikiba Kaido, lo reconocerás al instante porque es azul y parece un pez. Es un tipo duro y fuerte, peligroso a corta distancia —el rostro del Tiburón, con su boca repleta de afilados colmillos, le vino a la mente—. Ah, y Amedama Daruu. Un shinobi bastante habilidoso, no conviene subestimarlo. De algún modo es capaz de anticiparse a los ataques de sus enemigos.
De los pocos más que conocía, como Habaki Karamaru, no tenía suficiente información como para que mereciese la pena mencionarlos.
—¿Y qué puedes contarme tú?
Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Por fin alguien que entendía mi punto de vista y el verdadero peligro que entrañaban los amenios en este mundo. En ese momento me arrepentí de no haber tenido más relación con aquel muchacho durante mis tiempos de mozo, tampoco es que fuera culpa mía, él había puesto el mismo interes que yo en que eso pasase. Ninguno.
Tras preguntarle por su información, titubeó unos breves instantes. Finalmente, cedió, movido seguramente por la obviedad de que contra más uzuneses pasasemos mejor, y que él no perdía nada porque yo tambien compartiría mi inteligencia. Soltó una retaila de nombres que atrapé con gran interes y memoricé a conciencia.
Watasashi Aiko, Umikiba Kaido y Amedama Daruu. Tenía sus pros pero la verdad es que no me había dado ninguna contra. Bueno, aparte de que son de Amegakure. En primera instancia no lo pensé, pero cuando acabó me di cuenta de algo que me dejó un sabor agridulce. No coincidiamos en ningún amenio.
—¿Y qué puedes contarme tú?
Tuve que hacer memoria unos segundos, a Ayame la tenía reciente, reciente reciente, sin embargo, el otro... esto... ¡Mogura! Ostias. Ese fue en mis tiempos en los que acababa de salir de la academia y una de las primeras veces que salía del país. Y vaya experiencia me llevé.
— Manase Mogura, es un matasanos que se dedica a recolectar todo tipo de venenos, yo de ti no le dejaría hacerme ni un solo corte, y la más perturbadora, Aotsuki Ayame, quien conoce algún tipo de jutsu prohibido que le permite convertirse en agua. Aparte de eso es muy ingenua, increiblemente ingenua, ni siquiera sé como en Amegakure la dejaron ser Genin. Seguramente sea hija de alguien importante, si no no me lo explico.
Estaba más enfadado con que Ayame fuera de Amegakure que porque fuera Genin, no tenía sentido que hubiera una persona buena fuera de Uzushiogakure.
Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
Mientras Nabi hablaba, Akame se concentraba en procesar toda aquella información sin perder ni un sólo dato. No sabía con quién podía tocarle en el Torneo, de modo que su plan inicial era aprovisionarse de cuantos detalles pudiera sobre todos los participantes. Eso incluía a su compañero de Aldea allí presente, claro... «Pero ya habrá tiempo para eso. Por ahora está siendo más que útil», reflexionó el Uchiha.
—Un experto en venenos y una chica que se convierte en agua —resumió Akame, pensativo—. Sí que son gente rara estos amenios. ¿Y dices que es muy ingenua? ¿Hija de alguien importante? ¿Cómo así?
«Aotsuki Ayame... Parece ser toda una personaje. Debo indagar más en ella...».
—¿Y cómo los reconoceré? ¿Tienen algún rasgo distintivo? Por lo que sé sobre los ninjas de la Lluvia, no me extrañaría... Un pez, un chico de ojos completamente blancos...
Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
—Un experto en venenos y una chica que se convierte en agua Sí que son gente rara estos amenios. ¿Y dices que es muy ingenua? ¿Hija de alguien importante? ¿Cómo así?
— Lo del envenenador no me sorprende, viniendo de Amegakure donde el veneno es básico para sus tretas y tejemanejes. ¿No has visto esos respiraderos que llevan algunos? Es para evitar los venenos gaseosos, los llevan incluso en su propia villa, hay que ser barbaro.
Lo de Ayame es una suposición, si no ya me contaras como en Amegakure, villa de la lluvia sangrienta, hay una gennin más inocente que un bollito de canela. El dinero es igual de poderoso en cualquier villa.
—¿Y cómo los reconoceré? ¿Tienen algún rasgo distintivo? Por lo que sé sobre los ninjas de la Lluvia, no me extrañaría... Un pez, un chico de ojos completamente blancos...
— ¿Qué chico de ojos blancos?
De repente, me suelta noséqué de un chico de ojos blancos, y no era una cosa que tomarse a la ligera, había oído que en Konohagakure, la antigua y autodestruida Konohagakure, existía un clan donde todos tenían los ojos más blancos que la leche de sus vacas y cuando se enfadaban las venas de los alrededores se les inflaba una barbaridad. Con eso podían ver mejor, o algo así.
— La verdad es que no tienen rasgos físicos destacables, a Ayame la reconoceras por su actitud más que por su aspecto, tiene pelo negro y ojos marrones y viste de azul, por lo menos cuando la vi yo. Mogura por su lado, tiene cara de loco envenenador, le pega mucho, con el pelo negro y largo, la típica imagen de psicopata de los venenos vamos.
Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
El Uchiha asintió, pensativo, cuando Nabi le contó que en la Lluvia muchos ninjas solían llevar máscaras de filtrado de aire. «Joder, debe ser un sitio realmente peligroso... No me extraña que todos sean tan poco "equilibrados"». Volvió a asentir cuando mencionó la curiosa personalidad de la chica llamada Ayame.
—Sí, desde luego. No encaja para nada con el resto de amenios que he conocido —ratificó Akame.
»Amedama Daruu. Tiene los ojos completamente blancos, como si estuviese ciego pero sin estarlo —respondió luego, recordando el rostro contraído de rabia de aquel muchacho—. Un tipo peculiar... Habilidoso pero totalmente ajeno al concepto de disciplina o pensamiento razonado, como tantos otros de sus compatriotas. La última vez que nos vimos le dí un consejo —agregó Akame, encogiéndose de hombros—. Si lo siguió, no estará aquí. Aunque, francamente, lo dudo.
Con tanta cháchara el cuerpo ya se le había enfriado y las articulaciones empezaban a pesarle. Se acercó a su taquilla, la abrió y cogió una toalla seca. Después de pasársela por la cabeza, la cara y el pecho, se cambió la vestimenta por ropa limpia y lo guardó todo en su mochila.
Luego se volvió hacia su compañero, con la espalda apoyada en su taquilla.
—Y dime, Nabi-san, ¿qué tal te ha ido durante estos meses? ¿Planeas presentarte al Examen de Chuunin?
Nivel: 20
Exp: 25 puntos
Dinero: 3000 ryō
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
16/07/2017, 17:41
(Última modificación: 16/07/2017, 17:42 por Inuzuka Nabi.)
—Sí, desde luego. No encaja para nada con el resto de amenios que he conocido
De nuevo, coincidía conmigo, sin duda era un chico de bien, como todo buen Uzunes debía ser. Esta charla me estaba devolviendo mi fe en la humanidad despues de tantas decepciones con el resto de uzuneses que eran más simples que una escoba.
»Amedama Daruu. Tiene los ojos completamente blancos, como si estuviese ciego pero sin estarlo Un tipo peculiar... Habilidoso pero totalmente ajeno al concepto de disciplina o pensamiento razonado, como tantos otros de sus compatriotas. La última vez que nos vimos le dí un consejo. Si lo siguió, no estará aquí. Aunque, francamente, lo dudo.
— Así que se hace el ciego para que sus oponentes se confien, tan rastrero como esperaba de un amenio. Ese es el problema de Amegakure, su metodo hace shinobis fuertes pero más salvajes que otra cosa, solucionandolo todo por la fuerza solo consiguen ser unos barbaros.
Se acercó a las taquillas para secarse el sudor pues el único músculo que estabamos entrenando era la lengua. Un buen intercambio de información podía ser más beneficioso que un par de horas de entrenamiento.
—Y dime, Nabi-san, ¿qué tal te ha ido durante estos meses? ¿Planeas presentarte al Examen de Chuunin?
— Nada fuera de lo normal, y sí, eso planeaba, pero los requisitos son un poco fuertes y ahora con todo lo que ha pasado y ahora el torneo no sé si voy a llegar. Supongo que sigo siendo de los de dejarlo todo para el último momento. ¿Y tú?
Nivel: 30
Exp: 45 puntos
Dinero: 50 ryōs
· Fue 40
· Pod 80
· Res 40
· Int 100
· Agu 60
· Car 40
· Agi 70
· Vol 60
· Des 70
· Per 60
17/07/2017, 16:46
(Última modificación: 17/07/2017, 16:46 por Uchiha Akame.)
—Pues yo... —a Akame le dolían en el alma las palabras que estaba apunto de decir—. Hoy por hoy tampoco cumplo los requisitos. Supongo que sí son altos, ehem.
Admitir que había sido incapaz de cumplir todas las misiones necesarias para poder anotarse en el Examen de Chuunin era algo que le comía las entrañas. Sin embargo, había una rayo de luz en aquella oscuridad; los ninjas que hiciesen un buen papel en el Torneo podrían ser recomendados por sus Kages para el Examen. «Y pienso llevarme esa invitación de parte de Uzumaki-sama...»
—Pero confío en que dejaré el nombre de Uzushiogakure bien alto en este Torneo. Quizás así Uzumaki Gouna-sama me recomiende para la prueba de ascenso.
Mientras hablaba, el Uchiha se puso una camiseta limpia, bebió agua de su cantimplora y recogió todos los bártulos de entrenamiento. Hablar tanto y practicar poco le había dado hambre, amén de que ya tenía todos los músculos del cuerpo congelados. El Sol empezaba a calentar a aquellas horas, de modo que el Uchiha decidió simplemente tomarse un descanso de su entrenamiento y marcharse.
—Suerte en el Torneo, Nabi-san —le dijo a su compañero mientras, colgándose la mochila del hombro, se dirigía hacia la puerta—. Y gracias por la información.
|