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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#61
"Profesionales…"

Ranko tragó saliva.

N-no somos profesionales, Yamato-san… P-pero haremos lo posible p-por ayudar. ¿N-no, Karamaru-san?

Le dirigió una mirada rápida al Amejin.

No creo que… ahm… t-tengamos la diplomacia suficiente p-pa… para hablar con alguien de rango alto… —La de la trenza se llevó un dedo al mentón —. Creo… Creo que s-sería mejor ir a revisar… el pueblo. La… la casa de Haruo-san, si nos lo permite. Creo.

Se le hacía raro en demasía ser quien hablara más. No sabía de la experiencia de Karamaru, aunque le sorprendió que alguien quien hubiese estado tan parlanchín al inicio del día estuviese relativamente en silencio. Ranko no le dio mucha importancia a ello.

Y-y si Karamaru-san está de acuerdo, claro.

Yamato se retiró, y Ranko lo despidió con una reverencia. La chica suspiró ante el comentario de su compañero genin.

Lo siento. Ahm… ¿Dónde es que estaba Gero?


Tranquis, que tengo un espacio libre específicamente para el sagitorneo ?
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#62
Como que ni bola te dio el loco este.

Yamato se había ido sin dar respuesta a los comentarios de la kusajin. Realmente su idea era dar un monólogo en busca de ayuda y retornar al lugar donde más se lo necesitaba; la manifestación para llegar al señor feudal. Dos gennin podrían ser la solución pero sin estar seguro de aquello tenía que estar donde pudiese obtener otra opción de ayuda.

La verdad, la verdad, no tengo idea. Má' o meno' cerca dijo, pero tiene pinta de que nos llevarían hasta allá. El tema que tendríamos que esperar hasta la noche, que el flaco dijo que es cuando vuelve. Que se yo, medio que pide demasiado. Tal vez nos comemos todo el viaje al pedo porque no encontramos nada o anda a saber. Puede que sea una pelotudez y que la estén re flasheando. No sé, pegarnos una recorrida por tres pueblos, recorrer kilómetros y kilómetros, pasar días y días es como que medio paja todo.— hacía rato que Karamaru se había puesto de pie y comenzó a caminar nervioso para un lado y otro de la sala mientras hablaba— Entiendo que es lo correcto, ¿no? El wachín pobre está destruido, tendríamos que ayudarlo, pero de las buenas acciones uno no come. Hay que llevar el mango a la flia, ¿viste? Pero... pero bueno, me diste una mano, parece que vo' querés darle una mano a este y no te puedo dejar en banda.

Largo un suspiro, se sirvió un vaso de agua que terminó en un sorbo y se arrojó sobre su asiento.

Soy como medio nuevo en todo esto. Siento que es demasiado jugar a los detectives con algo tan serio. Soy un pichi yo, no sé que tanta experiencia tengas vos, pero dudo que pueda ayudar yo. No sé, pero bueno nada, que pienso en voz alta— el amejin pegó un cambio de actitud repentino— Nada, nada, si vo' querés ayudar le pegamo' pa'lante ¿no? ¿Cien por cien segura, boluda?
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#63
Karamaru parecía estar indeciso al respecto. Su falta de experiencia era uno de las razones.

P-pues… ahm… pues no soy experta en m-misiones… Pero… Yo…

"Yo quiero convertirme en una heroína. Quiero volverme una ninja legendaria. Quisiera que la gente me mirada y se sintiera inspirada. ¿Debería de decir algo de eso?" Ranko, mirando desde su lugar al Amejin, se talló el brazo.

Yo quisiera hacer lo correcto. A-ayudar si es posible —Se puso de pie y fue hacia él —. E-estaré con Karamaru-san a cada momento. ¡Ta-tarde o temprano tendría que llevar a cabo s-su primera misión ninja! ¿N-no cree? —Ranko no sabía de dónde salían tantas ganas de ponerse manos a la obra —. Y si requiriéramos a-a-algún gasto, yo podría solventarlo p-por el momento. ¡Tal vez Yamato-san nos dé algo en agradecimiento!

Ranko respiró profundamente. ¿Realmente le importaba aquel hombre desconocido? Sí, pero no. No le importaba él particularmente. Pero sí le importaba que se hiciera justicia.

S-sé que no llevo mucho de conocer a Karamaru-san, y no quisiera… ahm… Sentir que lo-lo estoy… que se siente forzado a ello. Pero si e-está convencido… Lo suficiente… ¡Pues andando!

Se imaginó rodeada de un aura de batalla, lista para enfrentarse a un millar de enemigos. Ahora… ¿A dónde irían?

Ahm… Creo que a esperar a Yamato-san aquí hasta la noche… Es mejor ir a-a buscar e-el pueblo. Creo. No debería ser difícil… ahm… ¿Encontrar un pueblo?
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#64
Karamaru había terminado de hablar algo decaído, tirado en su asiento con la cabeza baja. Pero la kusajin comenzó a hablar, a hablar como nunca antes con unas ganas que tapaban, aunque sea un poco, esa tímida tartamudez. Y los ojos del morocho se abrieron y la energía le volvió al cuerpo saltando de su sillón.

«No tengo ni idea que le pintó para hablarme como si fuera otro pero ¡ ASÍ SI, RANKO!»

¡Hecho! Quedamo' así. Vamos a resolver el quilombo.

Terminó por asentir a la idea de Ranko tomando la iniciativa y yendo en busca de la puerta para salir de aquel lugar. El olor a madera los volvería a inundar junto a la luz del día que entraba por los grandes ventanales. Del otro lado de la habitación, con varias esculturas y muebles de madera de por medio, estaba aún el hombre barbudo y grandote que había hablado con Yamato. Se dibujó una sonrisa en su rostro al verlos, un intento no muy exitoso de mostrar amabilidad.

¿Qué va a ser? Yamato me dejó algunas instrucciones para ustedes por si se decidían a ayudar en poco tiempo.— el hombre dejó un cuchillo y un pequeño palo de madera que andaba tallando sobre una mesa y se puso de pie dirigiéndose a los gennin.

¿Y qué va a ser entonces?— aún mantenía esa sonrisa que no terminaba de encajar en su rostro y asustaba más de lo que relajaba.

Nos hemos decidido a ayudar. Queremos ir al pueblo de Yamato lo antes posible.

La misma decisión y confianza de las palabras de Ranko ahora habían migrado a las del amejin, tenía ansia de salir allí fuera y probarse junto a su compañera.

No será necesario que lo esperen a Yamato entonces, si es que son rápidos. Tengo un hombre que debería de estar saliendo de Notsuba dentro de unos pocos minutos. Tiene un gran carruaje pintado de verde con la insignia "El Botellón" pintado al lado. Si se apuran pueden que lo alcancen y los deje cerca de Gero, díganle que los manda el barba. Si no tendrían que volver y esperar unas horas por otro amigo que los dejaría un poco más lejos, y ya después tienen lo que pueda conseguir Yamato de noche.

Karamaru tenía entendido que debían ir con Yamato hacia el pueblo, de hecho sería lo más lógico, pero ahora se les habría la oportunidad de arrancar su trabajo bastante antes de lo esperado.
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#65
El tartamudo discurso de Ranko logró motivar a Karamaru. La emoción de la chica se duplicó cuando él se alzó del mueble. Salieron juntos de aquella "guarida" y se encontraron con el guarura que los había recibido al inicio. Después de un breve intercambio donde el Amejin le aseguró que ayudarían a Yamato e irían a su pueblo, el guardia les indicó que buscaran un carruaje verde a la salida de Notsuba y que dijeran que iban de su parte.

Ranko asintió en dirección a Karamaru, indicándole que estaría bien partir tan pronto como posible. Luego le dedicó una reverencia al guardia.

M-muchas gracias, Barba-san —Ranko dio media vuelta, pero antes de dar un paso, volvió a girar hacia El barba. Se rascó la mejilla, avergonzada de admitir que no tenía tan buen sentido de dirección en tal urbe —. D-disculpe... Saliendo de Notsuba... ¿en qué dirección?

En cuanto el hombre les indicara el camino con más precisión, Ranko avanzaría tan rápido como pudiese (sin dejar atrás a Karamaru, por supuesto), dispuesta a alcanzar el transporte más próximo.
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#66
Cierto, cierto— el hombre se exaltó haciendo temblar sus gordas mejillas— Bajen por esta calle , sentido contrario por el que vinieron, y vayan derechito, derechito. Va a doblar un poco, serpentea, pero ustedes sigan el camino y deberían de salir a una de las salidas de la ciudad. Suerte en encontrar "El Botellón"

Karamaru ya tenía un pie fuera del local antes de que Ranko decidiera preguntar por direcciones. En su apuro él poco había pensado aunque seguramente en el momento de ver que tenían dos lados de la calle hacia donde ir terminaría por volver a entrar a preguntar perdiendo tiempo valioso. Llegó a escuchar al buen señor y espero a que la kusajin saliera para empezar el viaje a contrarreloj.

¡Vamos!

El paso rápido se volvería un trote, y el trote en una carrera a máxima velocidad. Por la calle se movía mucha gente que era difícil de evitar y Karamaru golpeó varios hombros por el camino ignorando si alguno de ellos terminaban en el suelo. Por su parte, Ranko a pesar de ser más rápida que el amejin tendría el mismo problema en evitar a la gente y los carteles que se cruzaban por el camino. Un golpe por aquí, un golpe por allá, un casi tropiezo resuelto con elegancia y con Karamaru pisándole los talones. (Percepción 20)

El camino serpenteante los llevaría a una amplia zona sin ningún tipo de edificación y tan solo unos pocos árboles dando sombra al ancho camino de tierra. Unos cuántos metros hacia delante se podía ver la gran puerta de las murallas de Notsuba y entre medio una muchedumbre de gente caminando en todas direcciones esquivando caballos, carromatos y carruajes. Era bullicioso, varias personas se encontraban a los gritos, algunos descargan cajones, otros los cargaban. Con poca visibilidad poco "botellón" se podía ver.
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#67
"Bajar por la calle. Todo derecho. Seguir el camino aunque serpentee. El botellón." Ranko tomó nota mental de todo.

Karamaru ya se había adelantado, así que le tocó a la kunoichi acelerar para alcanzarlo. No le costó pasar por su lado, y rápidamente avanzaron por la calle.

Sin embargo, el obstáculo principal fue la gente, pues fue prácticamente imposible pasar sin golpear a alguien en el hombro, o tropezar con la muchedumbre. Ranko repartía tímidos "Di-Disculpe" a cada empujón que daba. El tiempo se acababa y, si tardaban más, El botellón los abandonaría.

"Ya sé. ¡Subiré a los edificios para ver mejor!"

Mas apenas pensarlo, arribaron a un área amplia sin lugar alguno para encaramarse. Decepcionada, sintió que no podía detenerse, o moriría aplastada por los transeúntes y las carretas.

"Eso es. Necesito más altura. Respira, Ranko, respira. ¡Es por el bien del pueblo de Yamato!"

¡L-LO SIENTO! —lanzó al aire, aunque era poco probable que su voz superase el bullicio. Luego dio un fuerte salto y se asió del costado de una de las carretas.

—¿Pero qué…? —comenzó el conductor, pero Ranko sólo estuvo sobre la carreta por un segundo.

¡P-PERDÓN! —dio un fuerte salto más y aterrizó encima de un carromato que pasaba a unos metros.

—¿Qué diantres crees que haces, niña? —le gritó el conductor, pero la de la trenza repitió su acción una vez más.

¡DI-DISCULPE!

A cada salto, Ranko miraba hacia el final de la calle, hacia la salida de Notsuba, buscando aquel carruaje verde. Esperaba verlo a tiempo.
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#68
Lo intentaba, pero a Karamaru se le hacía difícil seguirle el paso a su compañera estando en tierra. Peor fue cuando despegó los pies de la tierra y comenzó a moverse por encima de la gente. El amejin corría subiendo y bajando la cabeza, tenía que no perder de vista a Ranko y a su vez ver de esquivar a la mayor cantidad de personas posibles. No podría ver mucho más que a unos pocos metros sumergido entre la gente pero allí los ojos del grupo eran los de la kunoichi.

Tanto a izquierda como a derecha, incluso en posición de altura, los carteles e insignias de los vehículos se amontonaban al igual que lo hacia la gente haciéndole difícil la tarea al ojo de poder encontrar algo en concreto como lo era "El Botellón". Pintados de verde habían bastantes, pero ninguno con esa denominación.

Y no se veía porque ya no estaba ahí. A medida que Ranko recortaba distancias con las puertas de la ciudad, con Karamaru siguiéndole a como podía, podría ver como un carruaje alto y largo comenzaba a separarse del amontonamiento y se hacia visible. Ya emprendía recorrido por el camino arrastrado por varias líneas de caballos. De lejos no se podían apreciar los detalles del lujo de aquel móvil, pero el fondo verde con aquel botellón dorado era marca clara de que ese era el objetivo que perseguían. Porque ya no era una búsqueda, era una persecución.
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#69
¡L-lo siento, Karamaru-san! —Le gritó Ranko, adelantándose incluso más al subirse a los carromatos —. ¡M-me adelantaré un poco!

La Kusajin siguió abanzando sobre los vehículos, sintiéndose muy culpable de molestar a la gente. A pesar de ello, intentaba no derribar ni romper nada. Saltó una y otra vez. Temía quedarse sin vehículos para saltar, o que la seguridad del lugar le atrapara, pero en una ciudad tan atiborrada sería milagroso que eso pasara. O al menos eso pensaba.

De pronto lo vio: se alejaba de la carretera humana-vehículo que era aquella salida de Notsuba.

¡Karamaru-san! ¡Se aleja! ¡I-intentaré alcanzarlo! —Se tomó la misión muy en serio, lo que le permitió alzar la voz un poco más de lo normal. Además, la muchedumbre opacaba un poco sus gritos, lo que le quitó un poquito de su pena. Le daba un poco de ¿Pena? ¿Miedo? alejarse tanto del Amejin, y esperaba que él entendiera que era necesario para no perder ese transporte, y tiempo con ello.

"Lo alcanzaré y luego te esperaremos, Karamaru-san."

Saltó a un par más de carretas, entre los gritos de la gente, hasta ponerse en rango de la salida. Entonces hubo un parpadeo y Ranko apareció veinte metros adelante, ya fuera de la multitud, pero sin poder alcanzar a su objetivo. El aliento se le iba un poco, pues era de las primeras veces que usaba el shunshin no jutsu fuera de entrenamiento, y vaya que requería fuerza física. Sin pensarlo dos veces, se alejó un poco más de la multitud, pues no quería hacer tropezar a nadie. Dobló las rodillas y concentró chakra en sus piernas. Unos instantes después, saldría disparada hacia El botellón buscando alcanzarlo. Si no era suficiente, se lanzaría de nuevo con otro Hitoshin.

¡A-aguanten…! —Intentó gritar la kunoichi, cuyo cuerpo comenzaba a sentir la intensidad de usar sus técnicas —. ¡E… Es… ESPEREN! ¡N-nos manda el barbas-san!

Si no lo había alcanzado aún, Ranko agitaría sus brazos en un intento de llamar la atención de quien conduciese aquel vehículo.


¤ Sunshin no Jutsu
¤ Técnica del Parpadeo Corporal
- Tipo: Apoyo
- Rango: D
- Requisitos: Ninjutsu 40
- Gastos:
  • 14 CK/20 metros
  • 52 CK para huir de un combate
- Daños: -
- Efectos adicionales: Cada uso restará 10 puntos de aguante durante los próximos 5 turnos
- Sellos: Carnero/una mano
- Velocidad: Instantánea
El Sunshin no Jutsu es una técnica basada en un movimiento ultrarrápido, permitiendo a un ninja moverse de cortas a largas distancias a unas velocidades casi imperceptibles. Para un observador cualquiera, resulta como si el usuario se hubiera teletransportado. En ocasiones, se utiliza una pequeña señal para camuflar los movimientos iniciales del usuario. Esta técnica se basa en el uso del chakra para vitalizar temporalmente el cuerpo y moverlo a velocidades extremas. La cantidad de chakra requerida depende en la distancia total y la elevación entre el usuario y el destino. La técnica puede usarse, además, para escapar del campo de batalla. Las diferentes villas tienen variaciones de esta técnica, e incluyen un elemento extra para distraer al oponente. En Konoha, se utiliza un rastro de hojas.

¤ Hitoshin
¤ Dios Conejo Saltarín
- Tipo: Apoyo
- Rango: C
- Requisitos: Taijutsu 45, Fuerza 40
- Gastos: 20 CK
- Daños: -
- Efectos adicionales:
  • Si se usa un Taijutsu básico aprovechando el impulso, incrementa el daño del mismo en 10 PV. Debido a la presión en las piernas, solo puede usarse una vez por turno.
  • (Taijutsu 60) El usuario puede ejecutar el salto una segunda vez de manera seguida, en una dirección diferente si así lo desea, siempre que el salto anterior le haya hecho caer sobre una superficie firme.
  • (Taijutsu 75) El usuario puede ejecutar el salto una tercera vez de manera seguida, en una dirección diferente si así lo desea, siempre que el salto anterior le haya hecho caer sobre una superficie firme.
- Carga: 3
- Velocidad: Rápida
- Alcance y dimensiones: Impulso de 12 metros, ruptura del terreno en un diámetro de 5 metros.
El usuario dobla las rodillas y concentra su chakra en sus piernas. Acto seguido da una potente patada doble al suelo, lanzándose a toda velocidad en cualquier dirección cual bólido. Esta técnica se basa más en el uso de la fuerza para impulsarse, por sobre el sigilo o la destreza, por lo que el salto produce una ruidosa ruptura en el punto de origen, desestabilizando a quien se encuentre lo suficientemente cerca, a la vez que provee de una oportunidad de sorpresa en caso de usarse de manera ofensiva directa. Gracias al impulso, si el usuario conecta algún golpe básico al final del salto, dicho ataque se verá levemente amplificado.
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#70
A ojos del Karamaru su compañera solo se volvía más pequeña. Mientras más se acercaban a las puertas de la ciudad la cantidad de gente era aún mayor y esa densidad retrasaba al amejin que ya poco podía hacer para siquiera seguirle el paso a Ranko que, ni corta ni perezosa, desplegaba su repertorio de técnicas para alejarse a velocidades— y alturas— sobre-humanas.

Su primer destello la llevaría muchos metros hacia delante hacia un pequeño claro en la muchedumbre donde podría hacer mover el suelo sin ningún problema en molestar a otros. Volaría por el aire y podría ver en su nueva y ampliada perspectiva que con calle libre las tres filas de caballos que tiraban del largo botellón ya habían empezado a acelerar. Un salto de aquellos, digno de admiración, apenas si la ponía fuera de la ciudad con vía libre de soltar su piernas y correr a máxima velocidad. Pero lejos estaba de caer en el techo de aquel carromato.

Necesitaría agotar aún más su cuerpo, cortar el aire con su velocidad de nuevo, resquebrajar la tierra bajo sus pies otra vez, y dejar más atrás todavía a su compañero amejin para poder llegar a su destino móvil que para ese momento ya tendría a los caballos galopando a máxima velocidad haciendo un concierto de percusión con sus pezuñas.


Ranko entra en Agotamiento al llegar al carromato por varios turnos viajando a máxima velocidad, y más de un sunshin necesario para alcanzarlo (mínimo -20 de Aguante). A efectos narrativos estaría cansada y con 10 de Aguante.

Agotamiento: 3 turnos. (- 10 Aguante)
Sunshin no Jutsu: 5 turnos. (-20 Aguante)
Hablo ◘  Pienso ◘  Telepatía
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#71
No sabía si podría hacerlo. Ya una vez Ayame le había demostrado lo lenta que era. Sin embargo, lo que le faltaba de velocidad le sobraba de fuerza bruta en las piernas.

"¿Valdrá la pena? Usar tanta fuerza para alcanzar El botellón y llegar hasta el pueblo de Yamato-san. ¿Será lo correcto? Sí, claro que lo es. ¡Es lo correcto ayudar a otros! ¡Es lo correcto esclarecer un misterio para atrapar al villano verdadero! ¡Es lo que haría la Princesa Conejo!"

De repente sus manos se aferraron a algo. Había llegado al techo del carromato, después de varios usos de sus jutsus, y ahora luchaba para mantenerse agarrada al vehículo. Entre el viento que azotaba su rostro y el enorme cansancio que rasgaba su cuerpo, se le hacía difícil respirar. Sólo tenía que resistir un poco más.

"Pensándolo bien, no sé si Princesa Conejo suene tan bien… ¿Debería cambiarlo?"

Ranko aspiró profundamente.

¡AAAAAALTOOOOOOOOOOOOOOOOOO…!

Los pulmones de Ranko apenas y dieron lo suficiente de sí para soltar tal grito. Suplicaba que fuese suficiente para detener el vehículo. Si no, intentaría golpear el techo del carromato a como pudiese, aunque fuese con la poca energía que le quedaba.
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#72
Dos hombres disfrutaban la brisa del aire que rompía en sus rostro al moverse a gran velocidad por el camino. Detrás suyo una carga pesada, delante varios caballos que la empujaban y junto a ello a los transportistas. Un viaje tranquilo por el interior del país de la Tierra con varias descargas y cobros para luego volver a Notsuba con dulces ryos para proveer a sus familias. Una obstinada princesa estaba determinada a no dejar que aquello sucediese de manera calma.

Un grito a sus espaldas rompió la monotonía del galopar de los caballos junto a golpes que claramente eran al carro que llevaban detrás. Se miraron, el conductor miró a sus caballos declarando que esa era su responsabilidad, el acompañante un poco acojonado asintió con dudas y se asomó por el costado evitando el pequeño saliente en lo alto del carromato que les daba sombra. Tomó la escalerita que tenían junto al puesto delantero de conducción y miró el techo.

¡Pero niña! ¿¡Qué mierda andas haciendo!? ¿¡De dónde has salido siquiera!?— ver a una joven rápidamente le bajo los nervios, verla tirada en el techo golpeando cansada el suelo también, pero siguió colgado de los barrotes de la escalera sin intenciones de acercarse a la mujer que se encontraba en la otra punta del carro. Los altos y bajos del camino no le dejaban a un hombre como él mantener el equilibrio ante tanto movimiento.
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#73
¡Sí! ¡La habían escuchado! Ahora faltaba que le hicieran caso. El carromato no se detenía, así que le tocaba a Ranko insistir.

¡N-nos manda E-el barba-san! —alzó la voz contra el viento. Tenía que esperar algunos segundos entre frase y frase para que sus pulmones recuperaran energía —. ¡Ne-necesitamos ir a Gero! ¡E-es una misión importante!

Algo que, por supuesto, preocupaba bastante a Ranko era Karamaru, quien para ese momento se habría quedado muy por detrás. Sólo esperaba que el Amejin siguiese el camino y no se rindiese en la encomienda.

¡Por… por favor! ¡Deténgase! ¡L-le pagaré! —Aunque era cansado asirse del vehículo, era menos intenso que impulsarse como loca por el camino. Al menos el viento era refrescante, de cierta manera.


Agotamiento: 2 turnos. (- 10 Aguante)
Sunshin no Jutsu: 4 turnos. (-20 Aguante)
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#74
¿Gero? ¿El barba? ¿Y de dónde conoces al barba tú?— el copiloto no entendía mucho de a lo que se refería la muchacha y se tomaría su tiempo para pensar y tratar de aclararse las dudas. Pero si conocía al barba y además de alguna manera había logrado esforzarse para alcanzar el carromato a aquella velocidad debería de ser de verdad algo urgente.

Pero los caballos no pueden detenerse— susurró para si mismo— Y sería una locura caminar por ahí arriba.

El galope de los caballos y el ruido del viento harían imposible que Ranko pudiera escucharlo, pero el hombre levantó un dedo, se le iluminó la cara, y volvió a su posición lejos de la vista de la kusajin. Pocos largos segundos después se cabeza volvió a asomar, esta vez equipado con algo.

¡AGARRÁ!— gritó al mismo tiempo que con una mano revoleaba a como podía una soga por el techo del carro. El viento lo haría difícil, arrojarla a una mano también, y el cansancio de la mujer más aún. Pero era la única manera que tenía para no ponerla en peligro y llevarla hasta la cabina a salvo para que le dé un poco más de detalles sobre su presencia allí.
Hablo ◘  Pienso ◘  Telepatía
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#75
El conductor del vehículo parecía aceptar el "código" de conocer al Barba, pero no detenía el carruaje. Ranko pensó que tal vez quería asegurarse que no mentía antes de interrumpir sus labores. Un par de cosas surcaron la mente de la Kusajin al mismo tiempo. En primer lugar, quería contestarle al conductor y contarle de su encuentro con Asuko Yamato. En segundo lugar, no podía quitarse de la cabeza a Karamaru. ¿Seguiría caminando o corriendo hacia el carruaje, muy a la distancia? ¿Se habría detenido para esperar el siguiente carruaje, a pesar de salir éste algunas horas después? ¿Se habría hartado y habría dicho “Mejor nos vemos luego, boluda”(o algo así) y habría regresado a casa? Sólo esperaba que estuviese bien.

La cabeza del hombre desapareció por por un instante, uno en que las alarmas de Ranko se dispararon.

”¡Nooo! ¡Conductor-san, no me ignore!” pero la kunoichi se calmó un poco cuando vio que el hombre le lanzaba una cuerda.

Con la mano izquierda se aferró al techo de carromato, mientras que agitaba la derecha para tomar la soga. Pasó un rato intentando hacer coincidir aquella línea bailarina con su mano abierta, hasta que al fin se le enredó lo suficiente en los dedos como para asirse y tirar de ella. Asistiéndose del chakra, avanzó contra el viento sobre el vehículo, hasta que llegó a donde el conductor. El viento seguía azotándole el rostro, pero ya no corría el riesgo de caer sobre el camino a alta velocidad.

Quiso decirle todo al hombre, pero pasó varios segundos recuperando el aliento en la relativa seguridad de la cabina.


Agotamiento: 1 turnos. (- 10 Aguante)
Sunshin no Jutsu: 3 turnos. (-20 Aguante)
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