Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Kazuma afirmaría que existía una celebración con una importancia similar en su aldea, una que justamente resultaba ser la favorita de su Naomi.
La celebración era para los dioses, como en Amegakure, pero seguro el nombre de esos dioses sería diferente. El lugar sería el Jardín de los Cerezos cuando los arboles llegaban a florecer y probablemente pintarían el lugar con colores completamente naturales y hermosos. La gente vestiría su mejor y mas tradicional ropa y pasaría el día con actividades de puro ocio, sonaba realmente agradable.
Vaya... sería fantástico poder observar algo como eso, ni hablar de poder experimentarlo por mi mismo.
Era algo bastante poco probable, que un shinobi de Amegakure pudiese llegar a poner un pie dentro de Uzushiogakure, mucho menos con fines de ocio, por más paz que pudiese haber aún existían ciertas cuestiones que no se podían pasar por alto. No era una paz de amigos, sino una de no enemigos.
Los postres ordenados serían entregados por el mesero, dejando en evidencia que el tiempo había estado pasando realmente rápido o que el servicio era realmente bueno, o quizás ambas. Junto al Ishimura, el joven médico realizó una respetuosa reverencia pero sin dejar escapar ninguna palabra de agradecimiento, todavía no sería correcto.
Con solo verlo ya puedo decir que va a estar exquisito.
Exclamó Mogura, refiriéndose a su torta de frutilla por supuesto.
Nivel: 10
Exp: 396 puntos
Dinero: 1950 ryōs
· Fue 35
· Pod 30
· Res 30
· Int 50
· Agu 20
· Car 20
· Agi 20
· Vol 50
· Des 45
· Per 20
La expectativa se hacía notar en el gesto de Kazuma. Quizás fuera por toda aquella brillosa y elegante platería, o por lo refinado del ambiente, que aquel piscolabis prometía ser sumamente delicioso.
—Con solo verlo ya puedo decir que va a estar exquisito. —Aseguró el joven de Amegakure al ver su postre.
—Ciertamente, es encantador a la vista —concedió Naomi quien era en extremo exigente con todo lo referente a la repostería—. Esperemos que sea igual de agradable para el paladar.
El de ojos grises miró en silencio, y con curiosidad, la bandeja y el domo que yacían frente a él. Su helado, al igual que lo ordenado por los demás, se encontraba cubierto por una cúpula de cristal transparente. Aquello era lo habitual en cuanto a pastelería, pero se le hacía curioso que al tocarla no pudiera sentir nada y que tampoco tuviese algún olor.
«Se ve… Interesante.» Su helado yacía allí, colorido y aislado, provocando a su mente para que imaginara el cómo debía saber y oler.
Con lentitud y elegancia, el joven Ishimura fue el primero en levantar su brazo con la intención de retirar la burbuja que le separaba de su dulce alimento. Realizó un primer intento, pero no se levantó. Inmediatamente se dio cuenta de que había que girarla un poco, sujetándola de la agarradera. Con su segundo intento lo logró; La bóveda se levantó con un ligero sonido de descompresión, y entonces emergió un densa neblina helada que daba fe de lo fríamente conservado que se encontraba el interior. «Cuanto detalle…» Se dijo a sí mismo al notar que su postre estaba herméticamente sellado y encerrado en un contenedor térmicamente aislante. Todo aquel cuidado para que el platillo llegará a la mesa, y pudiese permanecer en la misma, con su máximo de calidad y sabor.
—También emana un aroma increible. —Aclamo, mientras percibía como la fina vainilla y el robusto olor frutal acariciaba su sentido del olfato.
Puede que todo se presentara como muy delicioso, pero el joven “señor” no empezaría a comer hasta que sus acompañantes hubiesen terminado de apreciar lo que habían pedido. Suerte para él que aquello no duró mucho, pues la que más se tardó fue su guardiana, que seguía sin apartar su ojo crítico de la comida.
—Buen provecho. —Fue lo que dijo justo antes de tomar la cucharilla y comenzar a deleitarse con el helado más fino que hubiese visto alguna vez.
Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Realmente no era nada de otro mundo lo que habían pedido, pero aquellos términos y aquella presentación podrían hacer que un simple helado valiese tranquilamente diez veces mas de lo que normalmente costaría.
Dentro de su capsula de cristal se encontraba aquella porción de torta de frutilla, que le hacía ojitos con la pequeña corona de fruta delicadamente cortada para delinear una especie de coronita. Si fuese por él habría quitado la barrera transparente en lo que cantaba un gallo, pero estaba en un lugar formal donde había que respetar ciertos formalismos.
Lo correcto sería dejar al anfitrion dar los honores, antes de empezar a comer.
Relataba para sus interiores a la vez que desviaba ligeramente la mirada hacía el joven señor que simulaba ser Kazuma. Mogura no lo había intentado siquiera pero de haberlo hecho hubiese cometido exactamente el mismo error diminuto que había cometido el Ishimura, intentar levantar la capsula de cristal sin haberla girado antes.
Oh... ya veo, hay que girarla.
Volvió unos segundos sus ojos hacía su postre, seguía ahí y no se había ido a ningún lado, como era de esperarse carecía de patitas para salir corriendo y evitar ser devorado. Mogura imitaría el movimiento hecho por el shinobi de Uzushiogakure y liberaría el agradable aroma de la fruta que le daba el nombre al postre.
Buen provecho.
Contestó, con las mismas palabras. Ya había esperado lo suficiente y tras cumplir con los formalismos necesarios tenía el camino libre para deleitarse con el sabor de aquella obra de arte pastelera.
Llevaría su cuchara hasta la torta para tomar un trozo, no mayor de lo que podría entrar en el utensilio. No pasarían mas de dos segundos en los que admiraría la textura y la consistencia del postre, pues se lo llevaría a la boca de todos modos. El poder de aquel primer bocado fue tal que no hubo palabras que pudiesen escapar de sus labios, de hecho fue tal que incluso sus ojos tuvieron que cerrarse, dicen que bloqueando un sentido los demás se intensifican y él era creyente de esa teoría.
Nivel: 10
Exp: 396 puntos
Dinero: 1950 ryōs
· Fue 35
· Pod 30
· Res 30
· Int 50
· Agu 20
· Car 20
· Agi 20
· Vol 50
· Des 45
· Per 20
Aquel elaborado postre fue toda una revelación para su sentido del paladar. La vainilla era suave y aromática. En medio de tanta blancura, se encontraban trocitos de frutas almibaradas que evocaban distintas sensaciones y recuerdos; Cada fragmento de sabor pertenecía a un fruto típico de determinada estación.
«Es una preparación digna de su nombre.»
Se mantuvo en agradable silencio mientras daba batalla y fin a tan delicioso manjar. Mientras recibía a la primavera en el níspero, al verano en el melocotón, al otoño en la uva y al invierno en la manzana. Al final, el gusto fue tanto efímero como poderoso, pues en tan solo unos minutos sintió el haber recorrido todo los sabores típicos de las cosechas anuales.
«Parece que ella también lo ha disfrutado.», se dijo mientras observaba a su guardiana.
Naomi parecía atrapada en la maravillosa textura de su crepa, otro postre que en apariencia era tan bueno como su helado. La diferencia es que el suyo parecía estar caliente, algo natural en todas las preparaciones de tipo panqueque. Por los gráciles gestos del rostro de la muchacha, el de ojos grises supo que había dado justo en el blanco; La Miyazaki era de muy alta exigencia en lo que respecta a la cocina, por lo que la mejor forma de contentarse con ella era el maravillarla en aquel sentido.
—Eso estuvo delicioso —aseguro mientras terminaba y mientras, por cuestiones de etiqueta, evitaba raspar lo restante en los bordes interiores del vaso—. ¿Que les ha parecido? —preguntó finalmente a sus acompañantes.
Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Cada cucharada que le daba a aquella torta era cuidadosamente calculada para que cuando estuviese terminando no quedase ningún resto, o en lo posible sea migas del bizcocho dulce o pequeños restos de crema batida. El silencio pareció reinar durante aquellos instantes en los que cada postre era degustado por su respectivo dueño.
Ishimura-dono sin duda alguna ha sido criado en la alta sociedad.
Pensaba el shinobi examinando el accionar del muchacho .Kazuma sería el primero en finalizar, si bien en su vaso aún quedaba algo. No se le escapaba el por qué de ese accionar al joven Manase, pero él estaba degustando su torta de forma tal que los modales no le impidiesen disfrutar su merienda.
Magnifico es la palabra que encuentro mas adecuada para este postre.
Dijo el muchacho descansando su utensilio sobre el plato evitando que sonara tanto como fuese posible. Seguidamente estiró una de sus manos para tomar el vaso de agua y se lo acercaría para darle un sorbo al liquido transparente. De esa forma solo faltaría que la guardiana del joven señor finalizara su postre.
Ishimura-dono...
Llamó la atención de su colega ninja, a la vez que devolvía el vaso a su posición inicial.
Mi rezagada llegada al evento me ha hecho perderme la mayoría de los combates del torneo... ¿Sabría decirme cuáles han sido las llaves?
No estaría demás darle un poco de lugar para que terminara tranquila su comida a la mujer, de paso podría aprovechar para quitarse aquella duda que venía pateando desde el momento en que llegó al Dojo del Combatiente.
Nivel: 10
Exp: 396 puntos
Dinero: 1950 ryōs
· Fue 35
· Pod 30
· Res 30
· Int 50
· Agu 20
· Car 20
· Agi 20
· Vol 50
· Des 45
· Per 20
—Magnifico es la palabra que encuentro más adecuada para este postre.
—Sin duda es delicioso y cautivador —en su rostro se dibujó una cálida y espontánea sonrisa—, pero aun así está lejos de provocar la misma satisfacción que la comida casera de Naomi consigue en mi.
—Gra… Gracias mi señor. —Alcanzo a decir la guardiana, sorprendida y ruborizada por aquel cumplido en el momento justo en que terminaba su plato.
Lejos de lo que pudiese parecer, aquel halago no tenía dobles pretensiones, como lo sería el contentar a la Miyazaki. El joven de ojos grises no era del tipo al que le gustara comer en restaurantes de lujo con frecuencia. La comida gourmet le parecía demasiado impersonal, destinada únicamente a impresionar las papilas gustativas de sus clientes sin importar quienes fueran. En cambio, la comida hogareña tenía algo especial, la de su joven guardiana por sobre las otras, era como si en ella se pudiera sentir la calidez humana de quien la preparó. Siendo una persona de carácter independiente, en ocasiones le era difícil admitir que en sus viajes la comodidad de casa que más extrañaba, eran las preparaciones rebosantes de el afecto de su guardiana.
—Ishimura-dono… —llamó su atención—. Mi rezagada llegada al evento me ha hecho perderme la mayoría de los combates del torneo... ¿Sabría decirme cuáles han sido las llaves?
—Lamentablemente, por cuestiones más allá de mi control no he podido presenciar ningún combate personalmente —se lamentó internamente, pues le hubiera gustado ser observador de todos y cada uno de los encuentros—. Solo me queda ver la final. Mientras, he estado disfrutando de un suplemento realmente bueno. Naomi, permíteme aquel documento.
Como salido de la nada, la jovencita le acercó a su señor algo similar a un periódico, solo que un poco más grueso de lo esperable.
—Es un registro de los combates del torneo: Contiene encuentros, estadísticas, análisis y un montón de información interesante —lo ojeo un poco mientras continuaba hablando—. Fue elaborado por el comité principal y distribuido únicamente entre los altos cargos, Kages, señores feudales y por supuesto, entre los participantes.
Con aquellas palabras resultaba obvio que aquel documento sería imposible de conseguir en las calles, por lo que, para alguien ajeno al torneo, pero interesado en el mismo, sería todo un tesoro. Al joven de ojos grises se lo habían entregado justo luego de las semifinales, cuando aún se encontraba en el hospital. Resultaba ser mucho más abundante en contenido que cualquier periódico que había cubierto la pelea. No solo tenía todas las secuencias de movimiento, sino que estaba narrado y escrito por expertos en materia de combate, quienes sabían explicar que sucedía en cada instante.
—Adelante, Mogura-dono, dele un vistazo —lo cerró y lo deslizó por la superficie de la mesa, en dirección a su acompañante—. Puede que allí encuentre un poco de lo ha venido a buscar.
El joven de ojos grises recordaba algo sobre conservar o portar aquel documento de forma discreta, pero dada la situación y lo privado del local, le pareció que podía permitirse el mostrárselo a su compañero de oficio.
Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
El Ishimura se lamentaba el haberse perdido gran parte del evento también a causa de fuerzas mayores, y al igual que Mogura solo le quedaba de consuelo poder asistir a un ultimo combate y poder presenciar la gran final. Pero, a pesar de todo, había logrado informarse de lo sucedido gracias a un suplemento informativo de bastante calidad aparentemente.
¿Suplemento? No estaba al tanto de eso...
Pensaba el joven médico, hubiese sido una buena idea poder haber llegado a conseguir uno para su persona con un poco de anterioridad. Naomi haría aparecer en escena aquella documentación tan preciada para Mogura en aquel instante, sus ojos no podrían despegarse del pseudo periódico a causa de la curiosidad.
Prestó atención a las palabras de Kazuma cuando describía el suplemento, parecía ser que realmente estaba repleto de información de calidad.
Supongo que no se podría esperar menos por parte de los organizadores del evento... desde luego debe ser información bastante reservada.
Es decir, cualquiera que hubiese estado ahí podría decirle a sus amigos que un ninja de la aldea de la vuelta de su casa le tiro un tiburón de agua a las piernas... pero solo alguien que sabe del tema sabría explicar por que hizo eso exactamente. Acto seguido el objeto sería sellado y transportado por la superficie de la mesa hacía el lado que ocupaba el shinobi de Amegakure.
Agradezco que comparta esta información con mi persona, Ishimura-dono. Será solo un momento.
Agachó ligeramente la cabeza realizando una pequeña reverencia a modo de agradecimiento por aquel gesto, seguidamente tomaría delicadamente el suplemento.
No tenía mucho tiempo por cuestiones de etiqueta, no sería cortés quedarse en completo silencio y haciendo caso omiso a aquellas personas que amablemente lo habían invitado a tomar un postre mientras él se quedaba leyendo como una estatua. Priorizó ante todo saber los nombres de aquellos participantes shinobi y kunoichi que formaban parte de su aldea, de esa forma podría llegar a entrevistarlos en ocasiones futuras.
Parece que la gran final del torneo será un combate entre dos kunoichi, una de vuestra aldea y otra de la mía.
Comentó mientras cerraba y posteriormente deslizaba sobre la mesa aquella información de vuelta a su dueño. Se había tomado un minuto o dos para encontrar lo que buscaba.
Nivel: 10
Exp: 396 puntos
Dinero: 1950 ryōs
· Fue 35
· Pod 30
· Res 30
· Int 50
· Agu 20
· Car 20
· Agi 20
· Vol 50
· Des 45
· Per 20
—Agradezco que comparta esta información con mi persona, Ishimura-dono. Será solo un momento.
—No hay de que, Mogura-dono —de hecho, se encontraba un poco animado por el hecho de poder compartir aquella información con alguien—. Puede observar tanto como guste.
Entre más detallara aquel documento, más tendría que decir al respecto. Aquello era lo que Kazuma queria, pues hacía un rato que no tenía ocasión de conversar con alguien respecto al torneo. Cierto, podía charlar con Naomi, quien tenía buenos conocimientos sobre las artes ninjas. «De hecho, es excelente su entendimiento sobre el asunto.», pero la joven no demostraba tener interés alguno por aquella competencia que, según ella, era de carácter barbárico y circense. «Es lo esperable; la única razón por la cual recibió entrenamiento ninja formal, fue para proteger y hacer el papel de guardaespaldas.», por lo que consideraba las artes ninjas como algo respectivo a la defensa integral, y de naturaleza discreta.
—Parece que la gran final del torneo será un combate entre dos kunoichi, una de vuestra aldea y otra de la mía.
—Sí, resulta una curiosa y bonita coincidencia —dijo, sonriendo, mientras recibía el suplemento—. Dígame, Mogura-dono, por lo que sabe y ha visto, ¿Quién cree que se proclame como la vencedora de tan esperada contienda?
Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Una bonita y curiosa coincidencia, esas fueron las palabras que había elegido el muchacho de pelo blanco. No estaba del todo seguro que se podía concluir por bonito y curioso en su lenguaje, pero estaba bastante seguro de que su opinión no distaba de la suya.
Supongo que es mas bonito ver dos chicas peleando que dos tipos intentando arrancarse los ojos... encima son de aldeas diferentes como para que los tirones de cabello sean mas agresivos...
Pensaba mirando el suplemento siendo tomado por su dueño para luego escuchar sus palabras nuevamente, reclamaba una opinión sobre el combate final, una especulación sobre el posible resultado.
Mizumi Eri y Aotsuki Ayame... la verdad que no estoy muy seguro de donde podría empezar a hablar de este combate... ambas han llegado al final del evento y creo que ambas se han probado en la arena...
Se llevo una mano al mentón, no había ninguna intención oculta detrás de sus palabras ni una segunda opinión escondida entre lineas, no había tenido mucho tiempo para leer como fueron sus combates.
¿Qué cree usted que suceda, Ishimura-dono?
Podría ser quizás que la opinión de alguien que hubiese leído más aquel suplemento tenga un mejor agarre para tocar aquel tema.
Nivel: 10
Exp: 396 puntos
Dinero: 1950 ryōs
· Fue 35
· Pod 30
· Res 30
· Int 50
· Agu 20
· Car 20
· Agi 20
· Vol 50
· Des 45
· Per 20
—¿Qué cree usted que suceda, Ishimura-dono?
—Si la pelea resulta ser tan buena como promete —había mucha expectativa alrededor de ese combate. Después de todo, la gente esperaba que la final fuera algo digno de las historias venideras—, los verdaderos ganadores serán los espectadores de tal batalla.
—Mi señor —llamó su atención con un tono voz que denotaba una leve indignación—, pueden decir que es todo un honor el combatir por la aldea, pero al final todo se reduce a matarse para el entretenimiento de otras personas, cual pelea perros.
El joven era consciente de que Naomi estaba recordando aquello que había mandado al hospital a su joven señor y las heridas con las que tuvo que tratar. Desde un principio había estado en contra de que participara en el torneo, pues lo catalogaba como algo vacío y barbárico. La joven era alguien de carácter firme, pero casi pierde el conocimiento al ver el estado en que había quedado su señor cuando ingresó a la sala de urgencias. Puede que en el fondo se sintiera un poco culpable, pero lo cierto era que se alegraba de que ya no tuviera que presenciar más combates donde lastimaran a su querido protegido.
—Estoy consciente de que tan solo es un espectáculo un tanto mórbido —aseguro con voz comprensiva—. Yo creo que cada quien tiene sus motivos para participar y que todos son igual válidos, ya sea para buscar el honor y la gloria para su aldea o por el simple hecho de disfrutar con la sangre y el espectáculo.
—¿Qué piensa usted al respecto, Mogura-san? —Preguntó, mientras buscaba hacer entender a su señor lo ilógico y demencial de aquel evento—. ¿Habría usted participado por tales cosas como el honor o el espectáculo?
Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
El joven Ishimura había dicho lo que seguramente muchísima gente pensaba, si el nivel de ambas kunoichi se encontraba a la altura de las expectativas entonces los ganadores asegurados serían los espectadores. Por otro lado, Naomi no parecía compartir la opinión de su protegido.
Matarse para el entretenimiento de otras personas, pelea de perros... Son palabras un poco fuertes, no son mentira pero si son fuertes...
Mogura había tenido el tiempo suficiente para pensar en el torneo a pesar de no verse involucrado directamente en el evento y hasta habiendo perdido la oportunidad de ver casi todos los combates del mismo, si las peleas no eran a muerte... ¿qué objetivo tenía el venir a un lugar tan alejado de la aldea y mostrarse ante un centenar de desconocidos? Muchos habrían revelado detalles claves de sus propios estilos, sus fortalezas y debilidades.
Pero... ¿no es eso lo qué justamente se deseaba desde un principio?
Honor y gloria fueron las palabras que usó Kazuma para referirse a alguna de las posibles razones que podrían tener los participantes para meterse a la arena y cruzar su acero con ninjas de otras procedencias. La mujer entonces interrogó al shinobi con respecto a su postura sobre el tema.
Sin duda alguna el honor y la gloria son cosas que podrían seducir a muchos, el probarse ante sus pares es algo que mas de uno podría desear. Pero me temo que mis intereses no van en esa dirección...
Comenzó diciendo intentando extender un poco esa parte de honor y gloria que había sido mencionada.
Un shinobi es una herramienta, un agente que ha pulido sus habilidades y emociones para servir para un fin. ¿No se complica el cumplir con ese fin si todo el mundo está al tanto de su capacidad?
Discreción era a lo que apelaba el joven médico.
Nivel: 10
Exp: 396 puntos
Dinero: 1950 ryōs
· Fue 35
· Pod 30
· Res 30
· Int 50
· Agu 20
· Car 20
· Agi 20
· Vol 50
· Des 45
· Per 20
—Sin duda alguna el honor y la gloria son cosas que podrían seducir a muchos, el probarse ante sus pares es algo que más de uno podría desear. Pero me temo que mis intereses no van en esa dirección...
—Entiendo. —Aseguro Naomi, quien escuchaba con suma atención.
—Un shinobi es una herramienta, un agente que ha pulido sus habilidades y emociones para servir para un fin. ¿No se complica el cumplir con ese fin si todo el mundo está al tanto de su capacidad?
—Herramientas... Ya veo… —Su cara no dejaba lugar a dudas, le seguía pareciendo un sinsentido colosal.
El que la Miyazaki y aquellos dos jóvenes no pudieran llegar a un acuerdo respecto a lo lógico del camino ninja era algo natural. Ella había recibido entrenamiento formal y en cuanto a habilidades y competencias se refería, era toda una kunoichi. Pero su móvil siempre fue el cumplir con su papel de guardiana, no dedicarse al servicio activo. En cambio, aquel chico de ojos grises había tomado esa senda por determinación propia, teniendo en cuenta pesares y bondades «Puede que no esté de acuerdo con el sistema y que no me agrade la idea de servir a propósitos ajenos… Pero aun así tengo claro mi lugar como shinobi.»
—Discreción, Mogura-dono —aseguro, entendiendo a su acompañante de la manera en que solo un colega podría hacerlo—.”Las habilidades de un ninja son como un estilo de danza; entre mas la veas mas la comprenderás y más fácil te será seguirla e incluso predecir el siguiente paso”. Eso es lo que suele decir mi maestro. Eso quiere decir que lo conocido es predecible y débil, y que lo desconocido es inesperado y fuerte.
En aquel aspecto el joven de cabellos blancos se encontraba moderadamente tranquilo, pues su habilidad no solo era única, sino que también eran pocas las personas que la conocieran. Unos pocos eran sus aliados y había otro más «Umisora Harikēn…» Al recordar su nombre, un leve escalofrío recorrió su ser, pero fue rápidamente reemplazado por un tenue calor que comenzó a recorrerle las venas… Tomó una discreta bocanada de aire y se sosegó. Por ahora estaba calmado, pero no quedaría conforme hasta darle fin a la vida del único sujeto que había recibido lo mejor de él y aun así había escapado casi indemne.
—Entonces el resto de participante han perdido su capacidad de sorprender —interrumpió de repente Naomi, que hablaba más consigo misma mientras observa aquel folleto informativo—. Pues han hecho gala de todas sus habilidades y todo ha quedado registrado con gran detalle.
Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Kazuma parecía haber entendido mejor lo que trataba de decir que su guardiana, la naturalidad de sus trabajos eran diferentes a fin de cuentas.
Exactamente, la fuerza de lo desconocido y lo oculto.
Asintió levemente con la cabeza junto a sus palabras. Parecía que el joven Ishimura tenía una serie de gente a su alrededor que lo tenía en estima y se preocupaban por él, al menos lo suficiente como para compartirle palabras de sabiduría e incluso cuidarle las espaldas.
Al escuchar las palabras de la guardiana del shinobi su atención y mirada se desviaron en su dirección. Un ejemplo bastante sencillo se le ocurrió casi al instante y no dudo en compartirlo.
Piénselo de esta manera, Naomi-dono. En estos momentos puede que ustedes sepan mejor a Aotsuki Ayame que yo, y es una kunoichi de Amegakure.
Era algo obvio pero que no estaba de más señalar, a fin de cuentas gracias a aquel suplemento informativo habría una precisa crónica sobre los combates que habría tenido la muchacha hasta llegar a la final.
Sin embargo... que todos sepan de tus habilidades y sepan que tan fuerte eres, puede resultar una ventaja.
Tomó nuevamente la palabra pero esta vez sin que le consultaran su opinión sobre el tema.
Uno desde joven aprende que el fuego quema, y desde entonces tiene cuidado de no acercar sus manos a la llama. Eso aplica de forma muy similar a los grandes shinobi de la historia. ¿Quién en su sano juicio intentaría pelear contra un Kage sabiendo de lo que podría ser capaz?
Preguntó de forma general, simplemente dejó la pregunta servida sobre la mesa. No esperaba tampoco una respuesta directa a eso, sino mas bien quería plantear el significado de la intimidación que generaba el prestigio de ser coronado como uno de los ninja mas poderosos de cualquiera sea la aldea.
Nivel: 10
Exp: 396 puntos
Dinero: 1950 ryōs
· Fue 35
· Pod 30
· Res 30
· Int 50
· Agu 20
· Car 20
· Agi 20
· Vol 50
· Des 45
· Per 20
—Uno desde joven aprende que el fuego quema, y desde entonces tiene cuidado de no acercar sus manos a la llama. Eso aplica de forma muy similar a los grandes shinobi de la historia. ¿Quién en su sano juicio intentaría pelear contra un Kage sabiendo de lo que podría ser capaz?
—Si… De algún modo lo entiendo, Mogura-san. —Ella creía que era como con las personas de mucho dinero; En ocasiones, y aunque no hiciese falta, necesitaban demostrar que tan poderosos eran para que los demás supieran en qué posición se encontraban.
El de cabellos blancos se permitió el pensar en aquello por unos instantes «Ciertamente, tal espectáculo tiene tanto sus pro como sus contra.» De todas formas él no era del tipo al que le gustara ir por la vida presumiendo sus habilidades. Sabía que le pasaba a aquellos que tenían como costumbre el manejar todo haciendo uso de exhibiciones de fuerza. Lo sabía bien, pues ya había hecho caer a muchos que pecaban de no ser discretos y humildes con su poder «Aunque…» Como alguien que había estado en las calles, era consciente de que en momentos difíciles no se puede mostrar ni un ápice de debilidad. Al menos se tiene que ocultar y en ocasiones lo mejor para conseguir aquello, y para lograr la paz, era una simple y vulgar baladronada.
De pronto sintió un leve mareo y su vista se nublo un poco.
—¿Se encuentra bien, mi señor? —A pesar de ser algo de tan solo un segundo, no pasó desapercibido para la guardiana.
—No hay problema, es solo que… Estoy un poco cansado. —Ya tenía bastante rato con el Henge no Jutsu activo y comenzaba a sentirse un tanto desgastado.
—Deberíamos volver al hospital, el día es bastante caluroso y aun no se ha recuperado por completo.
—Bueno… —suspiro, aceptando que Naomi tenía razón—. El tiempo se pasa volando cuando se está en buena compañía.
Nivel: 15
Exp: 2 puntos
Dinero: 2275 ryōs
· Fue
· Pod
· Res
· Int
· Agu
· Car
· Agi
· Vol
· Des
· Per
Parecía que la jornada en aquella heladería estaba a punto de llegar a su fin, tras dar por finalizado el tema de lo bueno y lo malo de un torneo ninja y de plantear algunas ideas sobre su significado moral. Ciertamente a Mogura se le escapó el detalle del leve tropezón en la compostura del muchacho de melena blanca pero la percepción de su guardiana no lo dejaría pasar por alto.
Sin duda alguna la compañía ha superado con creces a la calidad de los postres, aunque una lastima que este encuentro tenga que llegar a un final tan pronto.
Dejo escapar de sus labios aquel comentario que reunía ciertas normas de etiqueta, una parte buena y una parte no tan buena, una forma humilde de decir que se había disfrutado del encuentro pero mas rebuscada por todo eso de las formalidades y cosas por el estilo.
No se sobreexija y descanse lo que su doctor le indique, Ishimura-dono.
Probablemente ya lo habría escuchado antes y de varias personas diferentes, no le sería ninguna sorpresa que su guardiana se lo hubiese repetido hasta el cansancio pero no estaba de más que lo dijese él. El descanso muchas veces puede ser algo que una persona joven y enérgica pueda pasar por alto pero es casi tan importante como la rutina de entrenamiento en general.
|