"Casi." Atinó en la mayoría de cosas, pero le faltó visión para identificar otras. Que Kurozuchi fuese también apoyo a distancia con el rantonero también lo pensó, aunque obvió mencionarlo. "Debo prestar más atención a la próxima." Luego el jounin hizo un énfasis especial en la correlación que podría tener junto a Miyu, inquiriéndole justamente sobre una de las tradiciones más antiguas de los Yotsuki. "¿¡Qué si me habló de ellas!?" Aquello era su credo, algo cuasi ritualístico que no podía ser pasado por alto. Fue instruido para valorar el compañerismo y la lealtad, bajo la promesa de algún día encontrar alguien con quién compartir un lazo mucho más fuerte que el que la sangre podía llegar a forjar.

—Desde luego— Y entonces algo hizo click dentro de su cabeza.

"Ohnononononononono." Rogaba que no fuera lo que estaba pensando.

—¿Qué insinúas?— Preguntó, muy serio. Aunque si su cara reflejara lo que de verdad sentía por dentro sería más similar a una caricatura de él mismo con la quijada estirándose hasta el piso y un aura oscura a su alrededor.

"No señor, eso si que no."

Roga pudo ver la sonrisa invadiendo el rostro de Kurozuchi, poco a poco. Diente por diente. Era una sonrisa repleta de complacencia que decía algo como: ¿ahora lo pillas?

—¿Cómo que qué insinúa, tontito? por eso nos han puesto en el mismo equipo. Para ver si algún día podremos equiparar nuestros La-ria-tto.

Aquella pronunciación tan horrendamente estrepitosa le lastimó los oídos más que cuando Ranko distorsionó su apellido. "Empecemos por corregir eso." Aunque tampoco dudaba que aquella bocona lo hubiese hecho a propósito por la pura gana de fastidiarle. Sin embargo, el verdadero motivo de su negatividad provenía de algo mucho más profundo y personal. Se lo dijo a la kunoichi de Kusa con el cielo de testigo en el Valle de Unraikyo, y se lo iba a decir a todos los presentes para que lo tuvieran claro.

Suspiró largamente, con rostro calmado, pero determinado.

—No quiero faltarle el respeto sensei, ni a ti tampoco, Ruzutori. Y es por eso que debo ser honesto y aclarar algo— mantenía los brazos cruzados, mostrando firmeza.

»Para mí, la fraternidad que expresa un Yotsuki no es algo que tome a la ligera. Siempre he creído de que antes de formar un vínculo con alguien, primero yo mismo debo fortalecerme para estar a la altura. No es sólo algo que la tradición dicte, sino que debe ser algo sincero y de corazón. Por eso, es algo que yo no quiero forzar. Si alguna vez he de llamar hermano a alguien, será porque yo lo elegí y no porque me lo impusieron.

Kurozuchi negó con la cabeza. Roga lo estaba entendiendo todo mal.

—Nadie te está imponiendo nada. Ni a ti, ni a Myu-chan. Zōzei es caso aparte —de hecho, estaba en el equipo más que por sus habilidades. Sus padres lo habían solicitado expresamente para quitarle las sábanas de encima y alejarlo de sus costumbres letargosas—. pero es innegable que la unión estratégica entre dos Yotsuki en un mismo equipo recae sobre vuestra ancestral tradición. Del furor que obtenéis en batalla cuando confiáis los unos a los otros. Hoy por hoy tan sólo somos Kurozuchi. Myu. Zōzei. Roga. El día de mañana, quizás podremos llamarnos Hermanos.

Tan sólo tienes que darle una oportunidad a tu gente. Tan sólo tienes que darle una oportunidad a Myu. O de lo contrario ya estamos destinados a fallar sin siquiera haber empezado.

Ambos genin, sus compañeros, le vieron. ¿Cuál sería su elección?

—Nunca dije que me cerraría— quién lo conociera sabría que era el primero en dar el paso para llevarse bien, aunque ya había recibido un par de malas patadas de regreso por su amabilidad. Era simplemente que en ese caso particular, si alguien quería ocupar aquello no bastaba con caerle bien, tendría que ganárselo. —Me comprometí a esto y no pienso dar un paso atrás, porque eso sería ser hipócrita conmigo mismo— Sonrío por enésima vez, aunque en esta ocasión el reflejo de la luz artificial hizo un raro efecto de brillo en su dentadura.

Kurozuchi le cabeceó como el maestro que era, aceptando sus términos. Luego aplaudió, dando inicio a la cita de entrenamiento. Evidentemente no les había citado en el gran Torreón de Pruebas sólo para chacharear.

—Bien. ¿Qué les parece si hacemos unas rondas de demostración? —miró a Zōzei—. vas tú primero. Elige con quien quieres luchar.

—Serás desintegrado por mis láseres, Roga.

—Vaya, me halagas— Sonrío ante la amenaza para luego empezar caminar hasta donde debería estar marcada el área para combatir. —¿Tanto te impresioné como para que dejaras de lado tu letargo perenne y decidieras desafiarme?— desabrochó la cadena de la gabardina, arrojándola fuera de la zona dramáticamente mientras el se dirigía al centro. —Es bueno saber que puedo servir de inspiración a los demás.

"Bien, repasemos las cosas." Sabía que su contrincante tenía al menos dos meses de experiencia más que él, lo cuál podría marcar quizás una diferencia crucial. Estaba aún más consciente, de sus propias falencias. A distancia, sus técnicas no serían del todo idóneas para rivalizar con alguien que se especializara en la materia. En segundo lugar, se mantenía la constante de no poder excederse en el gasto de chakra o terminaría autoeliminándose. "No vuelvas a meter la pata de precipitarte y que te terminen jugando en contra. Se paciente lobo, que debes agarrar a la presa en el ángulo correcto o sólo recibirás una cornada." Si bien ambos expresaron cuales eran sus especialidades, sentía que él estaba en cierta desventaja ya que al conocer a Miyu de tiempo atrás, habría visto mas de algo del estilo de pelea Yotsuki. Por su lado, lo que él conocía del suiton era muy limitado, sin mencionar que aún no había visto en acción los láseres para darse una idea de sus alcances máximos.

—Estoy listo— Aunque su mirada estuviera oculta por el cristal oscuro, sus ojos irradiaban determinación. Sólo esperaba que Kurozuchi diera por iniciado el combate.

Kōsen Zōzei, también conocido como el prodigio del Ranton, se alejó un par de pasos y previó una distancia de al menos cinco metros entre su oponente y él. Kurozuchi y Myu se alejaron del campo de batalla y tomaron asiento en una de las gradas cercanas para presenciar en primera fila el enfrentamiento.

Movió un pie tras otro con cautela y empezó a rodear a Roga. Acechando. Ahora sus ojeras no reflejaban cansancio por contraproducente que pudiera parecer, sino que estaban repletas de determinación.

—¡Qué sueño me das, Roga-kun! ¡venga, ataca!

— PV: 150/150
— CK: 200/200
Fuerza 20 · Resistencia 30 · Aguante 30 · Agilidad 50 · Destreza 50
Poder 50 · Inteligencia 40 · Carisma 20 · Voluntad 20 · Percepción 40

Sin revelar

—No~

Ya estaba mentalizado y no iban a sacarle esa idea de la cabeza. Sonreía, pero sus ojos iban siguiendo con cuidado los movimientos del otro peliazul. Estaba muy convencido de que no era buen plan tomar la iniciativa en aquello y un soporoso Zōzei podía lanzarle todos los insultos y provocaciones que quisiera que él no se iba a mover de ahí. Quizás se girase sobre sus talones para no quedar expuesto al ver que le intentaba rodear, pero su guardia se mantendría alta hasta el momento que su contrincante diera el primer paso.

Pese a que te pudiera dar la impresión que Rōga sólo actuaba cómo cabra desbocada, tenía mucha paciencia y podía estar un buen rato ahí, hasta que su rival se rindiera del aburrimiento si era necesario.

—Bien. Bien. Ya sé lo que quieres hacer —dijo, rebuscándose el portaobjetos y tomando algo—. quieres que me supere el cansancio y me duerma, ¿verdad? yo también lo quiero. Deseo dormir. Pero para eso... ¡para eso debo derrotarte!

¡Fiusm! el kunai salió volando de su mano en dirección al pecho de Roga. Estaba tanteando a su oponente. A sus movimientos. Si era como Myu... le iba a costar un huevo ganarle.

— PV: 150/150
— CK: 200/200
Fuerza 20 · Resistencia 30 · Aguante 30 · Agilidad 50 · Destreza 50
Poder 50 · Inteligencia 40 · Carisma 20 · Voluntad 20 · Percepción 40

Sin revelar

"Aún no." Pero al ver la mano de su contrincante buscar algo, no dudo en imitarlo y buscar algo en su propio portaobjetos. El kunai de su rival salió disparado a gran velocidad, ante lo cuál el giró su cuerpo hacia la derecha noventa grados con la intención de que pasara de largo, mientras seguía manteniendo el pie izquierdo en el mismo punto fungiendo de eje. Eso sí, habría aprendido a temer a segundas intenciones en las acciones más simples, por lo que sacó rápidamente un kunai que empuñó con su zurda. "No me gusta esto."

—Me vas a contagiar el sueño.

Si aquello funcionaba sin más, empezaría a correr -aunque realmente lo haría a la mitad de su velocidad total- alrededor de Zōzei. Pero no le daría vueltas en círculos sin ningún sentido, sino que se acercaría paulatinamente, reduciendo al menos diez centímetros de distancia con el movimiento en espiral, acortando un poco los cinco metros que les separaban. "No me puedo quedar quieto, necesito estar en movimiento para poder prever una siguiente ofensiva y de paso acercarme para tenerlo a rango." Se pasó el kunai a la diestra, esperando para poder tomar algún otro objeto de ser requerido con la mano libre.

Necesitaba que mostrara más de su capacidad. Era terrible admitirlo, pero a esa distancia no podía hacer demasiado. Más que tantearle, debía obligar a su oponente a actuar. Para ello, tenía un plan que sólo a él se le pudo haber ocurrido, y ese era...

"Hacerle creer que de verdad tengo uno."

Zōzei arrancó a correr en el momento que Roga torció su cuerpo para dejar pasar de largo el primer kunai. En la carrera, y coincidiendo con que el Yotsuki también empezó a rebuscar en su portaobjetos, el dormilón decidió acortar rápidamente con un sprint bastante potente la distancia entre él y Roga para generar un enfrentamiento directo y acabar de una vez por todas con las presentaciones.

La mano se le movió en dos arcos, uno ascendente y otro descendente a nivel del pecho a fin de dar dos cortes con el arma a su oponente.

— PV: 150/150
— CK: 200/200
Fuerza 20 · Resistencia 30 · Aguante 30 · Agilidad 50 · Destreza 50
Poder 50 · Inteligencia 40 · Carisma 20 · Voluntad 20 · Percepción 40

Posibles daños: 12 PV/corte x2

Sin revelar

Si bien él tenía toda la intención de acortar la distancia, fue su rival quién no quiso darle tregua y se acercó por voluntad propia. Diría que ni mandado a pedir, aunque en realidad la velocidad de la carga de su oponente puso en alerta al Yotsuki. "La puta madre." Lo tenía enfrente, pero es ahí en esos momentos fugaces donde debía mostrar que la audacia era su mejor arma. No alcanzaría a bloquear a tiempo con su propio kunai, pero al menos hizo el amago de poner el brazo derecho por delante, con tal de recibir el corte en el antebrazo y no en el pecho.

Iba a doler, pero era lo suficientemente tenaz para darse el lujo de soportarlo. Además, no estaba en el plan dejar que le diera un segundo, pues justo cuando la sangre brotara, su zurda ya estaría recubriéndose de una enorme cantidad de chakra raiton que emulaban a su vez el trino de las aves. "¡No puedo permitirme fallar ahora!" A esa distancia, esperaba acertar por muy presto que fuera su contrincante.

—¡Chidori!— Gritaría con la intención de darle una buena descarga en el torso y mandar a volar a Zōzei de regreso a donde estaba.

Entonces, lo oyó. A los pájaros cantar y advertirles de la tormenta que se avecinaba. Su kunai había atinado el primer corte ascendente y para cuando estaba a punto de descender, el brillo generado por las centellas del Chidori —técnica que era capaz de realizar él mismo, aunque tras una serie de cuantiosas condiciones—. amenazó con atravesarle el pecho.

«¡¿Sin sellos?!»

Lo cierto es que no tenía forma de evitarlo. Aunque no se iba a ir volando sin dejar su cuota parte.

El kunai que sostenía se había encendido en un cuantioso manto de chakra raiton, que voló hasta el pecho de Roga en pleno apogeo aprovechando la fuerza del envite. Zōzei salió despedido hacia atrás, y cayó dando tumbos por la tierra hasta alcanzar unos siete metros de distancia.

— PV: 150/150
— CK: 188/200

-12

–
Fuerza 20 · Resistencia 30 · Aguante 30 · Agilidad 50 · Destreza 50
Poder 50 · Inteligencia 40 · Carisma 20 · Voluntad 20 · Percepción 40

Daños causados: 18 PV/penetración + 20 PV = 38 PV

—Kunai x2 -2

¤ Raiton: Chakura Nagare no Jutsu
¤ Elemento Rayo: Técnica del Flujo del Chakra
- Tipo: Apoyo
- Rango: D
- Requisitos: Raiton 15
- Gastos:

• 6 CK (divide regeneración de chakra)
  
• (Raiton 30) (multiplicable x2)

- Daños: Daño del arma + 10 PV
- Efectos adicionales:

• Multiplicado, hace que un arma cuerpo a cuerpo sea capaz de cortar a cualquier otra.
  
• (Raiton 40) La versión sin multiplicar puede usarse con armas a distancia.
  
• (Raiton 80) Atraviesa técnicas Doton.

- Sellos: -
- Velocidad: Instantánea
- Alcance y dimensiones: -

Una de las ventajas del elemento Raiton es que puede ser conducido a través de las espadas y demás armas cuerpo a cuerpo para aumentar su capacidad de corte. Aunque tarda un poco en hacer efecto, si durante un choque de armas el oponente no se aparta, el filo del arma del ejecutor de la técnica acabará cortando por la mitad al filo de su contrincante. Por cada golpe, para mantener activo el flujo de chakra, el usuario debe volver a pagar el coste.

—¡Arargverga!— Se quejó en cuanto el arma punzocortante electrificada se clavó en su pecho.

"Verga cómo duele." Independientemente del daño que recibió, el esternón era una zona muy sensible y por ende la aflicción mayor a que si lo hubiera recibido en cualquier otro lugar. Si bien logró repeler al otro peliazul, el Yotsuki terminó con la rodilla en el suelo en su intento de mitigar la puñalada.

—¡RARGH!— Apretó los dientes al momento de retirar el filo a la vez que alzaba la mirada para divisar a su oponente, esperando que este no se recuperase demasiado rápido. —Agrgrgjejejejeje— La mueca de dolor se curvó hacia arriba, mientras el quejido se iba convirtiendo en una risa sórdida.

¿Qué es mejor que una victoria aplastante? Muchos te dirían que no hay algo que supere aquello, pero el de cabellos tricolor tenía otra solución para el dilema; y ese era vencer a un oponente que se esfuerza al máximo y no se rinde. Aquel que opondrá resistencia y no se amedrenta, la satisfacción de ganar de forma justa es una de las glorias que más anhelaba saborear.

—¡Así me gusta!— Se pondría en pie de guerra de nuevo, sosteniendo el arma que ahora goteaba su propia sangre. La sonrisa se mantenía, mientras sus ojos brillaban con la misma intensidad.

Pediría más, pero nuevamente el cuerpo iba a pasarle la factura. "No puedo alargar esto demasiado, menos ahora con estas putas heridas. Tengo que acabarlo." Esperaría entonces con guardia alta el siguiente embite de Zōzei.