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Eco de Raijin - Versión para impresión

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RE: Eco de Raijin - Senju Hayato - 21/11/2022

Pese a que a la lejanía el barco parecía pequeño y escueto, cuanto más se acercaba el tamaño empezaba a apreciarse de verdad. Era enorme, mastodóntico. Tanto era asi, que para cuando se vio en la cubierta, terminó algo perdido. Perdido y von unas cuantas vendas mojadas en las manos. Totalmente ridículo.

¿Y ahora qué... ?

Habían básicamente tres elecciones, que realmente eran dos. No iba a ir al puente, o al timón, sin venir a cuento. Asi pues, se dirigió sin prisas pero sin demora hacia una puerta de esas lateralizadas de la planta baja, donde se encontraba.


RE: Eco de Raijin - Himura Hana - 21/11/2022

Hayato entraría por la puerta abierta que estaba justo debajo de la chimenea y pronto se daría cuenta de que se trataba de la cocina, por el olor a especias y a asado que le llegó en cuanto se asomó. La puerta estaba aguantada para que se mantuviese abierta, pues había gente pasando en constante.

Una vez dentro tendría que bajar unas escaleras para llegar a una pequeña estancia de la que salían tres pasillos, uno grande a su derecha que daba a un enorme comedor y dos más estrechos a su izquierda que daban a distintas habitaciones. La mayoría de la gente se estaba acumulando en el comedor, donde se estaba empezando a repartir comida más para llevar que para comer allí.


RE: Eco de Raijin - Senju Hayato - 22/11/2022

El shinobi pudo denotar dónde se encontraba gracias a su olfato. No es que fuese un gran sabueso, cualquier otro también lo habría averiguando al instante, tras semejante golpe de olores en su nariz. La gente iba y venía, la puerta casi que se mantuvo abierta en lo que el genin avanzaba. Bajó unas escaleras, y allí se topó con otra decisión: comedor, o riesgo.

De normal hubiera lanzado su moneda de plata, pero la situación no se lo permitía. Un auténtico chasco.

Tras unos segundos de deliberación, y el Senju dejó de lado lo fácil, y tomó el camino más central. A la derecha dejaba el comedor, y a la izquierda otro habitáculo cuyas funciones aún no tenía claras. Realmente era un rezagado, un turista en pleno territorio enemigo. A cada segundo que corría o paso que daba, se adentraba más y más en la boca del lobo.


RE: Eco de Raijin - Himura Hana - 23/11/2022

En los segundos de deliberación, Hayato podría escuchar las risas y alboroto general en el comedor. Habían ganado una batalla y ahora se preparaban para su siguiente paso, fuese cual fuese, y estaban de celebración ahora que podían permitirselo. Hasta que las risas cesaron. Uno de los hombres se levantó de golpe y le hizo una seña al resto, poniendose serio y contagiando esa seriedad.

¡Hijos de puta! — sentenció sobresaltando a todo el comedor. — ¡Ruhara nos quiere a todos en cubierta ya! ¡Que cierren todas las puertas! ¡Hay espias entre las filas! Avisad a todos y aseguraos de que no quede nadie. Están transformados así que si os dan una excusa para no subir, avisadme de inmediato.

Al parecer, ese hombre tenía autoridad porque todos asintieron y se levantaron de inmediato. Hubo quien se llevó toda la comida que pudo a la boca y quien la dejó sin importarle lo más minimo, pero todos se levantaron.

El momento había llegado. Las habitaciones que tenía a los lados parecían simples camarotes con varias literas y armarios. Ya habían varias bolsas y ropa en todas ellas, presumiblemente de los que estaban celebrando en el comedor. El barco ya estaba en alerta, cualquier momento de duda podría ser el último.


RE: Eco de Raijin - Senju Hayato - 24/11/2022

Para cuando se quiso dar cuenta, Hayato se encontraba en el umbral de la puerta hacia un mero camarote. Un sollado de varias literas, von escasez total de lujos, salvo el de una cama tras una batalla. Que tampoco es poco. Sin embargo, eso no era lo que el Senju había venido buscando, ni mucho menos.

Sin embargo, su mente se nubló por un instante al escuchar lo que pasaba en la sala de al lado. Una imponente voz alertó a todos los allí presentes de que se habían infiltrado. Se habían transformado y se habían colado allí, y Ruhara estaba al tanto. Sus peores pesadillas se estaban cumpliendo. Y lo peor, era que a él no le habían pillado, asi que...

Hana...

Era obvio que habían tenido que pillar a su compañera, no había otra. Sin duda alguna, el chunin ese la había cogido en sus mentiras, en su fachada. Era una putada de mil cojones.

Lo peor, es que ahora estaba realmente atrapado. Solo quedaba él para informar, y no tenía el puñetero sello para hablar con Datsue.

Tiró las vendas a un lado, cerró la puerta y mirando previamente que no hubiese nadie, realizaría unos sellos de mano que había estado practicando últimamente. Tras la corresponde serie, el chico tomaría la apariencia de un barril, y se pondría a un lado de las literas, como si se tratase de una mesita de noche improvisada.

Si me pillan también a mi, se acabó todo...


RE: Eco de Raijin - Uchiha Datsue - 24/11/2022

Shukaku llevaba un buen tiempo corriendo en la dirección que le apuntaba la brújula sellada en su muñeca. La velocidad que le permitía alcanzar aquel cuerpo humano —el cuerpo de su Hijo, nada menos— era un insulto. Una afrenta al más grande de los Bijū. Quizá le permitía ser más escurridizo y ágil en las distancias cortas, pero a media distancia era un horror. ¡Incluso Saiken sería más veloz! Luego estaba su aguante. ¡Era la primera vez que sentía que sus pulmones ardían, que los músculos de sus piernas flaqueaban!

No sé cómo pueden vivir así. Esto es inhumano. Inhumano, ¿lo pilláis? ¡JAAAAJIAJIA!

Volvió a mirar la muñeca. Estaba cerca. Lo sabía porque a cada desvío que tomase, la brújula era más sensible, moviéndose cada vez más. Sonrió. Se dejó caer hacia adelante, y empleó las manos como patas delanteras. Quizá los cuerpos humanos estuviesen hechos para correr a dos patas, pero él se encontraba más cómodo así, y además, le permitía reducir la altura, siendo algo más difícil de ver a distancia.

¿Qué tal se le daría el sigilo? Nunca había sido una de sus grandes virtudes, pero parecía una buena idea empezar por ahí.


RE: Eco de Raijin - Himura Hana - 24/11/2022

Hayato reaccionaría a tiempo para que nadie le viese escabullirse en la habitación más cercana y esconderse como un barril aleatorio. Su plan no tenía lagunas si era esconderse, pero quedandose ahí no iba a conseguir mucha información. No tuvo mucho margen para repensarselo antes de que la puerta se abriese.

Oh, pensaba que había alguien aquí. Ja. — no parecía el más avezado de los subordinados de Kurama, aún así cerró al salir, con llave.

Durante los primeros minutos oiría pasos y murmullos por todas partes, durante los siguientes minutos, nada. Si se esforzaba podría escuchar la voz de una mujer dando un discurso a lo lejos, en cubierta.
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Para cuando el Shukaku tuviese visión del campamento, no habría campamento siquiera. Solo una fila de personas yendo hacia la costa en fila india. Parecía que les estaban pasando lista, asegurandose de que estaban todos, seguramente. ¿O había algo más? Desde la distancia era dificil decirlo.

La parte buena es que no parecía que hubiese nadie vigilando los alrededores.


RE: Eco de Raijin - Senju Hayato - 25/11/2022

Y por los pelos de una mosca turca, no pillan al Senju. Apenas unos segundos tras la transformación del genin, un shinobi del copo entró en el habitáculo buscándolo. Por suerte para éste, el recién llegado no estuvo realmente convencido, y terminó yéndose. Eso sí, el genin no era tan afortunado como pudo pensar por un instante. Para cuando el hombre salió, se pudo escuchar un cerrar de puerta, y poco después una llave encajar y cerrarla por completo. Sin lugar a dudas, estaba atrapado.

¡Mierda!

Por mucho que quisiese ahora, estaba condenado a tener que esperar allí, encerrado. No había dónde más ir, era la única salida.

Por otro lado, la gente parecía estar saliendo del buque. Hayato no sabía muy bien el porqué, como mucho podía suponer algo. Pero qué hacían ellos no era tan importante como el qué debía hacer él. Estaba en territorio enemigo, encerrado y jugando al escondite. Era cuestión de tiempo que lo pillasen, eso seguro. Quizás lo más sensato era seguir transformado, pero... ¿y si lo pillaban?.

Plan de fuga.

Necesitaba uno, y urgente. Lamentablemente, por el momento no tenía nada en mente. Al menos por ahora, se quedaría en el sitio, meditando cómo proceder.


RE: Eco de Raijin - Uchiha Datsue - 25/11/2022

Allí, apelotonados en la distancia, los vio: los subordinados de Kurama. La sonrisa se le ensanchó, y se le hubiese ensanchado todavía más si pudiese acceder a su cuerpo original. En aquel, sin embargo, tenía poco margen de maniobra. Poco chakra. Poco poder.

Bien —se dijo, dando una palmada y llevándose el dedo índice y corazón a la palma de la mano izquierda. Sus ojos dorados no podían ver otra cosa que no fuesen cuerpos colgados por sus propios intestinos de las ramas de los árboles. ¿Hana? ¿Hayato? Seguro que estaban bien. Ya los buscaría... si tenía tiempo tras dibujar el cuadro—. Bien —volvió a decir, medio minuto más tarde, separando las manos.

Echó el cuerpo a tierra y, casi como si se tratase de una serpiente, empezó a arrastrarse por el suelo. Necesitaba acercarse más, lo máximo posible hasta que ya fuese demasiado arriesgado de ser cazado. Necesitaba una mejor visual de lo que estaba pasando. No estaría mal tampoco escuchar algo de lo que estaba ocurriendo. Para que luego Datsue no le llorase.



1 AO


RE: Eco de Raijin - Himura Hana - 26/11/2022

En el caso de Hayato, se mantuvo sigiloso en su camarote solitario, planeando y elucubrando.
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Shukaku en cambio se acercó arrastrandose, cubriendose en barro y manteniendo la distancia justa para poder oír a los guardias. No fue muy dificil, estaban usando las partes más solidas para andar, que estaban rodeadas de lodazales donde poder esconderse.

¡Solo decid vuestro nombre al pasar al barco y se os asignará un camarote! Si teneis algo que decir sobre alguien, salid de la fila y hablad con nosotros. Buscamos a dos infiltrados, estaban transformados en Hiroshi y Akiko. Seguramente hayan cambiado de aspecto. Va... — se paró en seco y llamó a uno de sus compañeros. — Avisa a Mido, que avise a Ruhara.

¿D-de qué, señor?

Hay algo aquí fuera. — miró alrededor, a todos los lodazales.

Estaban rodeados, era imposible localizar de donde venía exactamente ese poder, pero lo había notado llegar. Ahora que se había volteado, Shukaku tendría una visual clara de él. Era un hombre calvo, con un chaleco y una placa que lo identificaba como Jounin. El tipo de hombre que pondrían a cargo de encontrar alimañas. Tenía los ojos de un amarillo palido y una katana que estaba desenfundando.

¿Es uno de los infiltrados, señor?

Lo hubiese notado mucho antes, no. Puede que sea uno de esos malditos gebijuu. Manteneos alerta, que vayan al barco y que se preparen para zarpar. Sea lo que sea es más peligroso que las dos alimañas.

Los civiles y ninjas de bajo rango que estaban haciendo cola empezaron a avanzar de forma más acelerada y precipitada, mientras los veteranos y de confianza que hacían de guardia empezaban a acercarse al Jounin. Había un total de tres Chunin y el Jounin. Dos de ellos eran bastante escualidos, uno peliverde y otro con un tupé negro, y el tercero era un armario con más músculos de los que debería tener en sus abdominales, que se le veían por debajo del chaleco. Éste tenía una maza de acero que era como su brazo de grueso y largo y el pelo corto y rubio.
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La puerta se abrió y los cautivos volvieron a ver la luz.

¡Vamos, adentro! — un hombre con un candil atosigaba a dos chicas vestidas con arapos para que entrasen en el recinto.

Cuando los ojos de los prisioneros se adaptasen podrían ver a una niña pelirroja y otra rubia, ambas llevaban esposas en las muñecas pero carecían de la cadena que habitualmente las unía. La rubia cargaba con un montón de vendas, mientras la otra llevaba un barreño con agua.

No hagais tonterias. Vienen a limpiaros las heridas. — anunció mientras colgaba el candil de una de las paredes y se acercaba a abrir la celda central, donde estaban los más heridos, Toshio y Ranko.

La pelirroja entró sin pensarselo dos veces, mientras que la rubia le dedicó una larga mirada a Ranko, impactada, antes de seguirla. Ambas estaban bastante embarradas y tenían varios vendajes sobre ellas mismas, eso más las esposas, era facil adivinar su situación. La kusajin podría reconocer a la rubia, aún con su decadente apariencia. Se trataba de Himura Hana.

¿Quien está más herido? — preguntó la pelirroja, ignorando la insistente mirada de la rubia hacia la Chunin.


Esto ya es oficialmente una trama multitudinaria. Ranko, Toshio, Jun, Datsue y Hayato, podeis postear en el orden que querais y cómo querais, yo me pasaré cada 72 horas. Si necesitais del post de alguien para hacer el vuestro y ese alguien apura las 72 horas, decidmelo y os doy más cancha. Sin embargo, tampoco alarguemos esto más de lo necesario.

Datsue, Poder 100. Te detectan automaticamente a 20 metros con Percepción 60, sin saber exactamente tu localización. He asumido que 20 metros es distancia de escucha, cómo comentamos.

Hayato, si quieres esperarte hasta que vuelvas, dimelo. Lo mismo el resto, si en algún momento simplemente no haríais nada, decidmelo y así no os espero ni nada.



RE: Eco de Raijin - Kurogane Toshio - 26/11/2022

A pesar de que ya no estaba encadenado y podía moverse libremente en los confines de su celda, Toshio no movió un solo músculo desde que los habían dejado allí a oscuras. El joven simplemente había escogido uno de los Futones que habían en la celda y se había recostado en él boca arriba.

Durante todo el tiempo que había pasado entre que Ruhara los había encerrado y volvieron a abrir la puerta, Toshio fue alternando entre intentar no dormirse, acabar durmiéndose de todas formas, despertarse agitado y agonizar por haber realizado algún movimiento involuntario al despertar que le destrozó el pecho.

Finalmente, cuando la puerta se abrió y volvió a ver la luz, el joven se sentó para ver quién venía.

«Son demasiado jóvenes...» Fue lo primero que pensó, asqueado, al ver a las dos niñas entrar.

Aparentemente eran las encargadas de limpiarles las heridas, aunque eran tan prisioneras como él. Una de ellas se adelantó y preguntó quién era la persona más herida.

— Esa sería ella. —Respondió, haciendo un ademán con la cabeza para apuntar a Ranko.


RE: Eco de Raijin - Nara Jun - 26/11/2022

Pensó que tardarían mucho más tiempo en volver a abrir esa puerta. Por lo menos pensó que, cuando eso pase, le traerían alguien que trate a los heridos de gravedad y algo de comida. De hecho, parte del tiempo que estuvo encerrada en esa celda, se la pasó pensando en esas dos cosas, mirando a Ranko muy de reojo de vez en cuando. También analizando, incluso sobreanalizando, lo que les esperaba en Yukio. La ansiedad y los nervios la tenían bastante atenta. Barajó muchos escenarios ficticios, aunque posibles, del futuro.

Sentada y mirando a la nada misma, golpeaba suave y rápidamente el suelo con la punta del pie. Quería que todo suceda ya. Incluso lo peor, pero quería que sea rápido para no tener más tiempo para seguir pensando.

Hasta que, de esa luz que los encegueció, salieron dos chicas. No parecían estar en una situación distinta a la de ellos, tal vez algo mejor de salud. Ya con la kusajin sola bastaba para estar en peores condiciones que muchos allí.

Por lo menos traían vendas, las cuales iban a servir para tratar a los que peor estaban.

Por mi no se preocupen. — Soltó casi sin mirarlas directamente.


RE: Eco de Raijin - Senju Hayato - 27/11/2022

A sabiendas de que la mayor parte de los tripulantes y dotación del buque del copo estaba saliendo por algún motivo, y que habían cerrado el camarote en el que se encontraba con llave, Hayato terminó por deshacer la técnica de transformación. Al menos por un rato, iba a estar vistiendo su piel. Más que nada porque tenía una idea en mente, una alocada y de esas típicas que se le ocurrirían a Culebra.

Tras deshacer el henge, se movió hasta la puerta cerrada. Antes de nada comprobaría la veracidad con un sutil movimiento del mango de la puerta, por si alguien vigilaba al otro lado. Comprobado eso, pondría la espalda contra la puerta y realizaría una serie de sellos que solo él conocía, pues se trataba de una técnica revolucionaria y propia. Poco después de los sellos, antepondria la diestra a su boca, y escupiria con control un chorro de liquido que casi parecía petróleo. El líquido bañaria la mayor parte de la sala, evitando el rectángulo más cercano a la misma puerta. Eso sí, se movería con el último aliento, para realizar un pasillo central directo a la puerta. El resultado casi parecía de haber entrado y escupido eso, fuese lo que fuese.

Hecho ésto, el Senju volvería a posicionarse cerca de las primeras camas, sin tocar el líquido azabache. Nuevamente unos sellos, y terminaría como al principio, como un barril que actuaba de mesita de noche.

Todo estaba preparado.



Técnica usada: Segunda evo.



RE: Eco de Raijin - Sagiso Ranko - 27/11/2022

Ranko había logrado dormirse por un instante. Yacía acostada, boca arriba, pues sus piernas le dolían menos si las tenía estiradas. No quería estar consciente, pero el dolor le había impedido descansar por largo rato. Ignoró todos los ruidos alrededor, o al menos lo intentó. Pero cada rato, mientras tenía los ojos cerrados, veía a una mujer de piel oscura y cabellos grises yacer a su lado.

Cuando la puerta se abrió, fue la luz la que le hizo reaccionar. Si no hubiesen estado en su campo de visión, Ranko no habría volteado. Su corazón dio un vuelco.

"Hana... San..."

¿Cuánto tiempo había pasado? La había visto en combate en el torneo de los dojos, y había escapado junto con ella. Recordó lo mal que le había caído no poder ayudar a más gente, y cómo Ranko le había dicho que había hecho lo suficiente. Ella también tenía a alguien querido.... ¡Ren! Sí. Y hela allí, llegando como un ángel a darle una chispa minúscula de esperanza.

¿La habían capturado? No estaba en la misma condición que el resto, aunque no se veía bien.

"No te alegres tanto, Ranko. Ella es una prisionera más. No debería estar aquí. Nadie debería estar aquí. No te alegres tanto."

Hizo un esfuerzo monumental para alzar la mano.

Aquí —Sus ojos miel no se apartaban de los de Hana. —. Mi hombro fue atravesado. Por favor.


RE: Eco de Raijin - Uchiha Datsue - 28/11/2022

Shukaku se relamió los labios, observando su cena. Un total de cuatro ninjas permanecieron a la vista, quizá a la espera de que llegase una tal Ruhara. Ojalá se uniese. ¡Ojalá trajese con ella acompañantes! Como alguna vez había escuchado a Datsue: a mayor masa, mejor se pasa.

«Lástima que esté en este cuerpo. Si fuese el mío... ¡Oh, qué espectáculo sería! Pero no pasa nada, ¡no pasa nada! ¡Todavía puedo divertirme un poco! ¡JIA JIA JIA!»

Por el momento, iba a descansar. Permaneció atento, sin moverse, allí tumbado cubierto de barro. Necesitaba recuperar algo de chakra antes de empezar la fiesta.


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