Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
17/02/2020, 15:42 (Última modificación: 17/02/2020, 15:43 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
Kakita Bendō se mantenía impretérrito ante lo que parecía ser, a todas luces, un fracaso anunciado de su operación. Pese a que intentaba unir los hilos, a Akame todavía le faltaban datos, datos, datos... ¿Cómo podía ser? Suponer que todo se trataba de una simple coincidencia era demasiado ingenuo para un ninja veterano como él, ¿pero entonces? ¿Acaso les habían pillado por sus identidades falsas, y Kyūtsuki no había hecho en realidad tan buen trabajo? «No, no puede ser... No se habrían llevado a ese tipo entonces. Nos tendrían a nosotros cuatro desde el primer momento», razonó el Uchiha. Sin embargo, había algo que se le seguía escapando.
De repente vio movimiento junto a la caseta: el guardia acababa de indicar algo. "Dos", decía. «El "dos" lo tengo claro, quiere que estos cabrones se lleven a dos personas más, ¿pero el "uno" del principio? Debe ser algún tipo de código...» No tenían mucho tiempo para pensar, y aquella necesidad de urgencia se hizo todavía más evidente cuando la que parecía ser la jefa de aquellos "Protectores del Muelle" ordenó que esposaran a Kaido. «Si esa mierda son esposas supresoras, todo el tinglado se nos va a ir al diablo ahora mismo.» Cabía la posibilidad de que fuesen grilletes normales, pero, ¿iba a arriesgarse Uchiha Akame el Profesional a eso?
No, claro que no. Un Profesional nunca jugaba al azar.
«Tres enemigos. Los dos Protectores del Muelle y el guardia de la caseta. Tengo que hacerlo ya.»
—¡Ñieeeeeeeeeeeeeeeeeck!
Kakita Bendō dejó escapar un chillido como el de una rata a la que le hubieran pisado la cola. Luego se encogió sobre sí mismo, bajo el amplio kasa de paja, y trató de revolverse como si le doliera muchísimo la tripa. Incluso se tiró al suelo, buscando armar una escena lo suficientemente inesperada como para atraer la atención de los dos Protectores. Sus manos se movían por su tripa, haciendo aspavientos, pero desde debajo del kasa el muchacho mantenía la mirada fija en los pies de la que parecía a cargo del retén. Si conseguía que se acercara a él lo suficiente, pondría en marcha su improvisado plan, tumbándose del lado contrario al que estaba el llamado Higari y el guardia de la caseta.
—¡Me duele, me duele! —gimoteaba—. ¡Señorita, me duele mucho aquí!
Con la mano izquierda metida dentro de los ropajes de su uwagi y contorsionada en el sello del Carnero, con el índice diestro se señalaba la tripa y la cabeza gacha, sus ojos ahora teñidos del color de la sangre ocultos bajo el amplio kasa de paja. Y, si la Protectora del Muelle corría la mala suerte de mirarlo, aunque sólo fuese un instante...
«Escucharía primero un sonido; suave, amortiguado por la habilidad de un ninja entrenado, pero claro a sus oídos. El sonido de múltiples pasos que bordeaban el retén, entre la niebla, buscando cruzar la imaginaria línea que les separaba. Eran pasos, sin duda, rápidos y precisos que se dirigían a la capital. No se distinguía en ellos la torpeza al andar de un civil o un soldado, ni iban acompañados del tintinear metálico de las armas. Eran pasos de shinobi.
¡Un momento! Fue sólo un momento, pero creyó ver por el rabillo del ojo varias sombras, entre la niebla, que rebasaban su posición aprovechando ¿tal vez? que ella estaba concentrada en los viajeros que intentaban cruzar el retén.»
Entonces la ilusión cesó. Y Akame dejó que las incógnitas y la paranoia de la seguridad que parecía haber invadido aquellas tierras, hicieran el resto.
¤ Saimingan ¤ Ojo Hipnótico - Tipo: Apoyo (Genjutsu visual) - Rango: A - Requisitos:Uchiha 60 - Gastos: 18 CK, impide regen. de chakra - Daños: - - Efectos adicionales: Distracción, control, ataque sorpresa, engaño - Carga: 4 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: -
Mediante su Sharingan, el usuario es capaz de hacer entrar en un Genjutsu a su oponente con mero contacto visual. Cuando el oponente entre en su ilusión, podrá mostrarle lo que desee, emulando visión, sonido, e incluso sensaciones como el dolor o el placer. Mientras se realiza el Genjutsu, el usuario no puede atacar a la victima, pues cualquier daño externo anularía el engaño, y durante el transcurso del mismo, tanto usuario como oponente estarán paralizados en el sitio. El ejecutor será capaz de modificar el entorno por completo durante el transcurso de la ilusión, y de hacer que la ilusión dure todo el tiempo que haga falta, hasta un máximo de diez turnos. Si dispone de menos de 40 de Inteligencia, no será capaz de mantener ninguna técnica activa mientras la utiliza. No se puede utilizar junto a jutsus complejos y que requieran un excesivo control, como criaturas dirigibles o clones de cualquier tipo.
(Uchiha 70) Por 32 CK adicionales al gasto base, si la Inteligencia del usuario es mayor que la Voluntad del oponente en más de 30 puntos o en más de 10 si el PV del oponente ha descendido por debajo de su 60%, si la víctima está completamente inmovilizada, o si se trata de un civil, el usuario puede utilizar la técnica para crear un estado de sueño profundo mediante hipnosis. Luego podrá interrogar al afectado libremente si así lo desea o dejarlo caer inconsciente. Si sufre daños, o pasan tres turnos, despertará. Mediante este uso de la técnica también se puede inducir una parálisis en lugar de un sueño profundo.
¤ Utakata ¤ Efímero - Tipo: Apoyo (Genjutsu visual) - Rango: A - Requisitos:Uchiha 80, Saimingan - Gastos: Saimingan + 18 CK - Daños: - - Efectos adicionales: Redirige el Genjutsu del Sharingan a un dedo de la mano - Sellos: Carnero (una mano) - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
El usuario utiliza una treta para inducir al oponente en la hipnosis del Saimingan utilizando para ello otra parte del cuerpo, de manera que, mientras éste intenta no mirarle a los ojos, cae sin remedio en la misma ilusión que está intentando evitar desviando la mirada.
Pero por más que se sintiesen a salvo, el destino era una puta muy caprichosa. Kaido, quien se encontraba transformado en Kincho gracias a una de las variaciones suyas del Suika, ahora se encontraba queriendo ser esposado. Estaba claro que, si eso sucedía, todo se iba al trasto en menos de lo que canta un gallo. Porque si resultaba que aquellas esposas eran supresoras de chakra —cosa de la que podía estar casi al cien por ciento seguro, dado que no entendía por qué un esbirro ninja iba a llevar esposas comunes—. su técnica y por tanto, el disfraz, iba a ceder. Entonces una bestia de color azul iba a levantar todas las alarmas, y el plan: derecho a la mierda.
Pero Kaido era un tipo con suerte. Suerte de que en su equipo hubiese un hombre bastante inteligente como para actuar en el momento en el que más se necesitase su audacia y su astucia. Siendo Akame el más metódico de lo cuatro, y probablemente el más fuerte; era de esperarse que en cuanto viese al escualo en apuros, hiciese lo propio para intentar ayudarlo.
Lo que vino luego fue una interpretación digna de un premio de la academia cinematográfica de ōnindo. Nadie en su vida habría podido interpretar mejor un retorcijón que Uchiha Akame. Porque para interpretar el dolor, no hace falta tener mucha carisma. Para interpretar el dolor, solo hay que haberlo padecido en tus carnes.
Kincho retrajo las manos muy levemente tras los quejidos del viajero. Gesticuló con rostro contrariado y trato de justificar su indisposición a ceder las muñecas a esas esposas en la escena que se suscitaba a unos pocos metros de su posición. Señalaba a Kakita para que le ayudasen.
Cuando Akame realizó su particular obra de teatro, una que en otros tiempos haría sentir orgulloso a su antiguo Hermano, atrajo la mirada de todos, y, a su vez, hizo que él viese otra cosa. Sus ojos, imbuidos por el poder de su sangre, captaron algo. Fue poca cosa, pues el kasa no solo ocultaba su mirada del resto, sino que también le limitaba a él. Pero sí lo suficiente. Sí para ver lo que se escondía tras la niebla. Y eso no era más que…
…chakra. La niebla estaba cargada de diferentes tonalidades de chakra carmesí. Toda ella. Por todas partes.
—Pero a ver, chaval. ¿No te estarás haciendo caquita? —Fue lo último que llegó a decir. Antes, al menos, de ver cierto dedo juguetón que señalaba una tripa. Entonces oyó un sonido que conocía demasiado bien. Y luego, distinguió unas sombras entre la niebla—. Qué cojones… No estaban aquí, ¡estaban fuera del Lumen!
Higari se alarmó, retrayendo las esposas.
—¡Avisa a los Escuadrones cercanos, y que estén preparados para un posible Código Rojo! —rugió, al guardia de la caseta—. ¡Higari, conmigo!
Higari trató de realizar un grito de guerra que apenas le quedó en gruñido, y siguió a su Capitana de bruces contra la niebla, fuera del camino iluminado por las farolas. De bruces contra la nada.
En apenas un suspiro, Kakita Bendō y Kincho se habían quedado solos. Únicamente había un guardia para vigilarles, una familia asustada al lado, y Money y Otohime todavía desaparecidos junto a aquellos dos guardias. ¿Qué harían ahora?
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es
¡La táctica le había salido a pedir de boca! Ahora la jefa del pez globo y el tal Higari habían desaparecido de la escena, y sólo quedaba el guardia de la caseta. Akame puso rápidamente los acontecimientos y la información en orden, tratando de dilucidar qué era lo que estaba pasando en el retén. Por una parte, había sido el guardia de la caseta el que le había indicado a los Protectores del Muelle que había algunos sospechosos entre los que intentaban cruzar; es decir, que no podían identificarlos por ellos mismos. Además, aquella niebla cargada de chakra era claramente un Ninjutsu. Pero el guardia de la caseta se había llevado la mano al oído, incluso sorprendido la segunda vez, antes de comunicar las órdenes a los Protectores...
«Eso significa que no es él el que ha detectado que hay algo malo. Hay alguien más por aquí... ¿Un ninja sensor?» La teoría tenía sentido. «Y esta niebla es artificial, claramente. ¿Tendrá algo que ver con el retén? La tipa esa dijo "estaban fuera del Lumen". ¿Es alguna clase de técnica que detecta intrusos?»
No había mucho más tiempo para pensar. Kakita Bendō se levantó como un rayo, mágicamente curado de sus problemas de estómago. Alzó la vista hacia la garita y vio al guardia, probablemente apunto de dar la alarma. Con rapidez sacó un kunai de su manga derecha y se lo arrojó directamente a la cara —ligeramente ladeado, para no impactarle—, buscando que el tipo tuviera que prestarle atención a él... Y a sus ojos.
«El guardia vería una misteriosa figura emerger de entre la niebla para asesinar con sendos tajos, limpios y profesionales, a Kakita Bendō y a Kincho, cuyos cuerpos inertes cayeron al suelo con la garganta rajada. El shinobi, embutido enteramente en un traje blanco que no dejaba ver sus facciones y con una placa con el símbolo de Uzushiogakure en ella, desaparecería tal y como había llegado.
Entonces, aquel desafortunado tipo notaría un golpetazo en la base del cráneo que le dejaría totalmente inconsciente.»
Akame se volteó hacia su compañero.
—Tenemos poco tiempo, este tío despertará en breves —anunció—. Deberíamos mandar a un Kage Bunshin a explorar hacia delante y volver nosotros a por Otohime y Money.
¤ Saimingan ¤ Ojo Hipnótico - Tipo: Apoyo (Genjutsu visual) - Rango: A - Requisitos:Uchiha 60 - Gastos: 18 CK, impide regen. de chakra - Daños: - - Efectos adicionales: Distracción, control, ataque sorpresa, engaño - Carga: 4 - Velocidad: Muy rápida - Alcance y dimensiones: -
Mediante su Sharingan, el usuario es capaz de hacer entrar en un Genjutsu a su oponente con mero contacto visual. Cuando el oponente entre en su ilusión, podrá mostrarle lo que desee, emulando visión, sonido, e incluso sensaciones como el dolor o el placer. Mientras se realiza el Genjutsu, el usuario no puede atacar a la victima, pues cualquier daño externo anularía el engaño, y durante el transcurso del mismo, tanto usuario como oponente estarán paralizados en el sitio. El ejecutor será capaz de modificar el entorno por completo durante el transcurso de la ilusión, y de hacer que la ilusión dure todo el tiempo que haga falta, hasta un máximo de diez turnos. Si dispone de menos de 40 de Inteligencia, no será capaz de mantener ninguna técnica activa mientras la utiliza. No se puede utilizar junto a jutsus complejos y que requieran un excesivo control, como criaturas dirigibles o clones de cualquier tipo.
(Uchiha 70) Por 32 CK adicionales al gasto base, si la Inteligencia del usuario es mayor que la Voluntad del oponente en más de 30 puntos o en más de 10 si el PV del oponente ha descendido por debajo de su 60%, si la víctima está completamente inmovilizada, o si se trata de un civil, el usuario puede utilizar la técnica para crear un estado de sueño profundo mediante hipnosis. Luego podrá interrogar al afectado libremente si así lo desea o dejarlo caer inconsciente. Si sufre daños, o pasan tres turnos, despertará. Mediante este uso de la técnica también se puede inducir una parálisis en lugar de un sueño profundo.
Entonces, algo sucedió. Kaido nunca podría haber adivinado por donde iban los tiros, pero desde luego que creía que el plan de Akame iba a resultar. Cuando vio a los dos esbirros con el tatuaje virar en dirección hacia la espesa niebla, y perderse tras lo que ahora suponían era la amenaza real. Lástima que no supieran que separar la realidad de la ficción es una tarea increíblemente difícil cuando se le ha visto a un Uchiha a los ojos.
Habiendo esquivado el primer contratiempo, ahora quedaba el guardia de la caseta. Al que además, le habían pedido que diera una alerta máxima al resto de los escuadrones. Y eso, desde luego, no les iba a beneficiar en lo absoluto. Y mucho menos cuando Higari y la otra protectora volvieran de su pequeña expedición sabiendo que le habían engañado. Así que Akame se ocupó de nuevo con un rápido movimiento de mano, llamando la atención del guardia y usando sus dotes visuales para dejarlo a merced de los Ryūto.
—Tenemos poco tiempo, este tío despertará en breves —anunció—. Deberíamos mandar a un Kage Bunshin a explorar hacia delante y volver nosotros a por Otohime y Money.
Kaido asintió, pero antes...
—¡Bien, señores, aquí no ha pasado nada! —dijo Kincho a la familia que les acompañaba, con un tono de voz para nada pasivo y con sus facciones reflejando una ira poderosa y contenida, digna de todos los hijos de amenokami—. ahora vais a dar la vuelta y volvéis derechito por donde habéis venido, ¿está claro?... Y ay de ustedes como me entere de que no habéis acatado mis demandas al pie de la letra. ¡Venga, vamos, fuera de aquí! ¡y ni una palabra de ésto a nadie!
Lo cierto era que la familia que quedaba ya estaba lo suficientemente asustada como para irse sin que nadie se lo dijese. En cuestión de dos minutos, habían visto cómo se habían llevado esposados a tres ciudadanos sospechosos, cómo los Protectores del Muelle habían desaparecido entre la niebla en busca de sabe los dioses quienes, alertando un posible Código Rojo, y, por si esto fuese poco, el único guardia que quedaba caía fulminado como si le hubiese caído un rayo.
No, no pensaban quedarse allí ni aunque les pagasen.
—¡S-sí, señor! —exclamó la madre de familia, quien tomó la batuta y abrazó y empujó a su familia en dirección contraria. Lo último que los Ryūtōs oyeron de ellos fue un:—. ¡Vamos, vamos! ¡Por el Lumen y bien agarraditos a las manos de papá y mamá! No pasa nada, no pasa nada… Todo está bien….
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es
Akame abandonó el trance del Saimingan justo un instante después de que Kaido ahuyentase a aquella familia. Los ojos del joven Uchiha escudriñaron los alrededores un momento antes de dirigirse a su compañero, en voz lo suficientemente baja como para no ser escuchados por —presumiblemente— nadie más pero con una propuesta clara y concisa.
—No podemos dejar a esos dos atrás —declaró—. Además de que alguien nos está vigilando con esta niebla, está cargada de jodido chakra. Lo mejor será mandar una avanzada a otear el camino y volver nosotros a por la mitad que nos falta de la cuadrilla.
Si Kaido accedía, Akame cruzaría las manos en un característico sello y al instante una copia de sí mismo se formaría junto a él. El Kage Bunshin echaría a correr hacia delante, pasando el retén, pero con una peculiaridad en su ruta; pasaría por fuera del sendero delimitado por los faroles. Algo en las palabras de la jefa Pez Globo y ahora de la familia a la que Kaido había espantado le decía que aquello tenía que ver con la maldita niebla; «"Lumen", dijeron algo del Lumen. ¿Así se llama esa técnica? ¿Tiene que ver con la niebla, con los faroles, o con ambas?»
Desafortunadamente no tenía demasiado tiempo para investigar, de modo que después de mandar a su Kage Bunshin como explorador, Akame volvería sus pasos en dirección hacia donde se habían llevado a Otohime y Money... Eso sí, caminando él también, por fuera de aquel caminito de farolillos. Que, si sus teorías iban bien encaminadas, tendría que ver con el hecho de que les hubieran pillado como a unos putos aficionados a la primera de cambio.
¤ Kage Bunshin no Jutsu ¤ Técnica del Clon de Sombras - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos:Ninjutsu 70 - Gastos: 30 CK por clon, el chakra restante se divide entre el número total de clones al final de cada turno (la regeneración de chakra se divide entre el número de clones) - Daños: - - Efectos adicionales: - - Sellos: Sello de clonación especial - Velocidad: Instantánea - Alcance y dimensiones: -
Similar a la técnica de clonación estándar, esta técnica crea clones del usuario. Sin embargo, estos clones son copias idénticas, no ilusiones ni imágenes. El chakra del usuario se distribuye equitativamente entre todos los clones creados por este método, dándole a cada copia una fracción equivalente del poder total del usuario. Los clones son capaces de realizar técnicas por sí mismo, de cualquier tipo, y pueden incluso sangrar, aunque se dispersarán ante tres golpes físicos cualesquiera o un ataque lo suficientemente fuerte (30 PV o más). Los clones también pueden dispersarse a la orden del usuario.
Cuando estos clones son creados, replican todas las armas no consumibles, pero sólo quitarán la mitad de daño. Es posible "pasarle armas" al clon al crearlo, en este caso el usuario pierde dichas armas de su repertorio y las posee su clon. Si el usuario tiene alguna técnica activa mantenida en el tiempo, deberá pagar de nuevo el coste de activación si desea que su clon también tenga dicha técnica activa. Además la regeneración del chakra se divide como corresponde.
Los clones de sombra no pueden ser diferenciados del original, ni siquiera con el Byakugan, ya que todas las réplicas y el original tienen exactamente la misma cantidad de chakra y no están hechas de ninguna otra sustancia. Los clones devuelven al original las experiencias recibidas al dispersarse, siendo útiles para entrenamientos que requieran mucho tiempo, y para enviarlos a misiones de espionaje o recogida de información. Sin embargo, también devuelven al original el shock emocional del recuerdo de un ataque recibido, aunque en menor medida. Los efectos negativos, como el del cansancio, o cualquier otra penalización a los atributos, pasan al original si el clon desaparece.
Debido a la forma en la que los clones son creados, el usuario debe dividir su chakra por igual entre él y sus copias, posible usando todo el chakra del que disponen rápidamente si hace demasiados clones. Además, se requiere bastante cantidad de chakra para poder hacer muchos clones. Si el usuario original queda con menos de 25 CK, todos los clones se deshacen. Para que los clones se coordinen entre sí y puedan realizar acciones combinadas, el usuario tiene que tener al menos 20 puntos de Inteligencia por cada clon creado. Todos los clones pueden usar hasta -25 CK, pero si alguno de ellos lo hace, la cantidad negativa de ese chakra también pasa al usuario, con lo que podría quedar inconsciente.
Los jinchuuriki son capaces de usar esta técnica hasta el extremo, ya que cuando se crea un clon se divide tanto el chakra del usuario como el chakra del bijuu disponible (y si en total el original tiene más de 25 CK, la técnica permanecerá activa). Sin embargo, no pueden utilizarse si se activan las capas de chakra de bijuu y no se controla a la criatura, pues la presencia del bijuu podría desestabilizar a los clones o tomar posesión del usuario. Incluso si el bijuu está controlado y dominado, si el usuario no tiene su favor podría aprovechar una fragmentación de más de un clon utilizando su chakra para tomar posesión de su cuerpo y liberarse.
Al contrario de lo que ocurre en el resto de las técnicas de clonación, los Kage Bunshin pueden pensar por sí mismos y, a pesar de estar separados, pueden sentir en cierto grado el dolor que sufra el original, ya que en el fondo siempre están conectados por un enlace microscópico de chakra. Si el usuario sufre un daño único de más de 50 PV, todos los clones desaparecen.
Kaido asintió casi que mecánicamente a las direcciones que le daba Akame. Lo cierto es que aunque tuviera la capacidad intelectual de dilucidar todo lo que acontecía mejor que el propio Uchiha, la experiencia le diría que lo mejor, en este caso en particular, era hacerle caso. Aunque algo le decía que quizás hubiera sido una buena idea dejar tirados a Money y Otohime, y encargarse ellos de todo por su propia cuenta. ¿Si era esa la decisión más sensata, dada la importancia del Yotsuki en todo el asunto de la negociación? quién sabe. Porque, por lo que estaban a punto de hacer, esa opción quedaba fuera del tablero.
El gyojin —aún transformado en Kincho—. ejecutó el sello de clonación casi al unísono que el Ryūto e invocó allí a su lado a un kage bunshin. También dedujo de sus reservas la energía necesaria para que el clon siguiera teniendo el aspecto de su reflejo de origen sunero. Éste siguió los pasos del bunshin de Akame, y él, el original hizo lo propio con la contraparte del Uchiha, para que ambas partes se perdiesen en distintas direcciones del camino. Un grupo, el de los clones, siguiendo una ruta que les llevase fuera de los caminos delimitados e iluminados, donde además había, según Akame, una niebla especial que era capaz de detectar el chakra circundante. Conociendo él los aspectos fundamentales del Kirigakure no Jutsu, no le parecía una barbaridad ni mucho menos, así que lo más probable es que Akame tuviese toda la razón. ¿Era un derivado de la técnica asesina, acaso? ya lo meditaría luego con más calma.
Ambos Kaido, fungidos en la más absoluta concentración, siguieron los respectivos lares que les llevarían, si no había mayores contratiempos, a sus objetivos: los linderos del lugar al que querían teletransportarse, y a donde tenían a los otros Ryūto capturados.
Los clones de Kaido y Akame avanzaron raudos por fuera de la calle iluminada por los faroles. No obstante, pronto se dieron cuenta de una cruda realidad: la niebla era tan espesa que apenas veían a cinco o seis metros de distancia —todavía cargada de chakra—. Y, sin la referencia de los faroles, no sabían hacia dónde se dirigían. Bien podrían estar encaminándose hacia la ciudad, hacia la playa… o yendo de bruces contra un acantilado de cuarenta metros de altura.
Sabían que el camino estaba a su derecha. ¿Volverían a él, o seguirían avanzando a ciegas?
• • •
Mientras tanto, los dos shinobis regresaron sobre sus pasos. Oyeron las voces de los guardias antes de verlos:
—Espera, Sumire, coño. Que estoy preguntando. —Era la voz inconfundible del guardia que les había pedido identificarse—. Ososhu, Ososhu. ¿Me recibes? Aquí Gura, ¿me recibes?
—¿Nada?
—Nada.
—A la mierda, voy a ver qué pasa.
Una figura empezó a formarse entre la niebla. Avanzaba hacia los Ryūtōs. ¿Qué harían ahora?
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es
Resultaba curioso, y cuanto menos antinatural; que apenas estando un par de metros por fuera del camino iluminado por los faroles ambos fueran incapaces de continuar en línea recta. La espesura de la bruma pronto se convirtió en un problema redondo, así que Kaido aprovechó la confusión para detener a Akame con una seña de manos. ¿Qué debían hacer? si continuaban a ciegas, era muy probable que no pudiesen llegar a su destino, así que lo mejor ahora mismo era tratar de buscar alternativas. ¿Y si ambos se acercaban en paralelo a los límites del camino? ¿sería suficiente esa cercanía, a pesar de la neblina como para que los destellos de las luces les pudieran guiar, y a la vez, no tener que estar en mitad de la ruta?
Lo importante ahora era poder averiguarlo. Tratar de entender si eran capaz de seguir el camino de alguna forma, sin tener que estar dentro del lumen en su totalidad.
. . .
Akame probablemente le hubiese visto primero, aunque luego el propio escualo se dio cuenta de lo que estaba a punto de suceder. Escuchó las voces, cuyos tonos claramente pertenecían a los guardias de antes. No les veían, pero el sonido se hacía cada vez más cerca. Kaido miró al Uchiha.
«Sígueme la corriente» —un rápido gesto con la mano, llegó luego— «escóndete»
El escualo, muy súbitamente, cayó de bruces contra el suelo. Su cuerpo, no obstante, se había convertido en un simple amasijo de agua. Un charco en medio de la ruta como cualquier otro. Era desde luego parte de su estrategia: aprovechar el elemento sorpresa, y aguardar el momento cumbre donde el guardia estuviese tan cerca de él que fuera inevitable ejecutar su próximo movimiento.
«Acércate un poco más...
Un poco más...»
¤ Suika no Jutsu ¤ Técnica de la Hidratación - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos:Hōzuki 10 - Gastos:
0'4 * daño a bloquear CK (mínimo 6)
6 CK para otros usos (divide regen. de chakra) (ver descripción)
- Daños: - - Efectos adicionales:
Convierte el cuerpo del usuario en agua líquida para otorgarle ciertas características (ver descripción).
(Hōzuki 10) Permite reducir el daño por Taijutsu, armas y otros golpes físicos hasta en un 25%.
(Hōzuki 25) Permite reducir el daño por Taijutsu, armas y otros golpes físicos hasta en un 50%, y además, el daño de técnicas hasta en un 20%.
(Hōzuki 60) Permite reducir el daño por Taijutsu, armas y otros golpes físicos hasta en un 100%, y además, el daño de técnicas hasta en un 30%.
Técnica insignia del clan Hōzuki. Los miembros del clan son capaces de licuar cualquier parte de su cuerpo, desde un simple pelo hasta convertirse por completo en agua. Esto les permite reducir el daño de ataques físicos enemigos, evitar heridas mortales, infiltrarse en una estructura o mezclarse con una superficie acuática para lanzar un ataque sorpresa. De esta técnica se derivan muchas otras, fruto de la capacidad del Hōzuki para modificar cualquier parte de su cuerpo a voluntad. Cuando un usuario de la técnica se desmaya mientras la utiliza, se transforma en una especie de masa gelatinosa.
El jutsu es muy versátil, no obstante, tiene dos grandes puntos débiles: el primero es que el usuario debe ser capaz de prevenir que va a recibir un golpe para absorberlo, o transformarse nada más recibirlo, por lo que queda vulnerable a ataques a los que no pueda reaccionar (de sigilo y por la espalda). El segundo es que si una técnica de Raiton impacta en el usuario mientras está utilizando esta o cualquier técnica que requiera el Suika como requisito, éste recibirá un 50% más de daño por parte de dicha técnica.
El uso de soporte no puede utilizarse para esquivar un ataque en el momento en el que se lo lanzan al usuario.
El Kage Bunshin de Akame se detuvo un momento, reflexivo. Miró al de Kaido. Si caminaban dentro de los faroles muy probablemente serían detectados por aquella técnica que todavía no tenía claro cómo funcionaba. Si se salían del sendero, corrían el riesgo de caerse por un acantilado o algo peor. No es que a ellos dos les importara, pero sería un lastimoso final para una existencia tan efímera como la suya, guiada tan sólo por la motivación de cumplir su propósito: ser útiles.
Así que, el Kage Bunshin siguió al de Kaido en su aventura para tratar de dilucidar si serían capaces de seguir fuera del camino de faroles, sin perder de vista esta referencia, hasta donde les llevaran los pies. ¿Estaban lejos o cerca? ¿Caminaban hacia el peligro o hacia la salvación? Ninguno lo sabía... De momento.
—
El exjōnin no dudó. Se giró hacia su compañero y le vio gesticular con prontitud, para luego deshacerse en un aparentemente inofensivo charco de agua que quizás pasaría inadvertido entre aquella niebla tan cabrona. Akame formó el sello del Tigre tras apartarse a un lado —para que su camuflaje no se viera roto por algo tan fortuito como que uno de los dos guardias chocara con él— y su figura se desvaneció entre la niebla.
Cuando todavía era un ninja del Remolino, Akame se había granjeado cierta fama entre sus compañeros de alto rango por ser un gran usuario de la técnica del camuflaje. Su capacidad de control del chakra y su entendimiento de los fundamentos más básicos le permitían fundirse con la propia luz de forma que ni siquiera los más perceptivos de entre sus colegas eran capaces de detectarle. ¿Sería ahora el caso...?
¤ Meisaigakure no Jutsu ¤ Técnica del Escondite Camuflado - Tipo: Apoyo - Rango: A - Requisitos:Ninjutsu 75 - Gastos: 30 CK (impide regeneración de chakra) - Daños: - - Efectos adicionales: Vuelve invisible al usuario - Sellos: Tigre - Velocidad: Lenta - Alcance y dimensiones: -
Mediante el uso de este técnica, el usuario controla la forma en la que la luz se refleja en su cuerpo mediante la inflexión de su propio chakra y es capaz de camuflarse a la perfección con el ambiente que le rodea (hasta el punto de volverse prácticamente invisible al ojo humano, ya que la técnica también elimina la sombra del usuario).
Así, sólo los ojos más expertos (Percepción del oponente > Inteligencia del usuario) serían capaces de adivinar la posición del usuario al detectar sutiles variaciones a su alrededor (como sería ver las distorsiones del aire en torno a su cuerpo). Además, cualquier usuario de Dōjutsu también sería capaz de distinguir la silueta de un shinobi que esté usando esta técnica.
Sin embargo, mantener esta técnica activa requiere de una gran capacidad de concentración, por lo que el usuario no podrá realizar ningún movimiento o desatar cualquier técnica que no estuviera ya activa sin que el camuflaje se vea desbaratado. La técnica también perderá su efecto si el usuario recibe cualquier tipo de daño.
Ambos Kage Bunshins hallaron las farolas del camino y las siguieron por fuera, sin entrar en el Lumen. Por el momento, sin obstáculos. Por el momento, sin dificultades.
Sus yos reales no podían decir lo mismo. Akame se volvió parte de la niebla, mientras que Kaido se volvía cierto charquito que una mujer pisó. Sumire ni siquiera le dio importancia, y siguió caminando. Estaba demasiado preocupada en volver junto al puesto de guardia como para darse cuenta que en el camino de ida no había pisado ningún charco. Ni visto ninguno.
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es
El Kage bunshin continuó su camino junto a Akame. Lo que les deparara más adelante aún era incierto, pero por suerte podían seguir avanzando sin estar dentro del Lumen. Kaido mantuvo, de todas formas, los sentidos muy alerta. Siempre atento a su entorno. Esperaba que Akame, con sus ojos rojos, hiciera también lo propio.
. . .
Un paso, luego otro. La mujer pisó el charco de agua como si aquello hubiese estado ahí de toda la vida. Un paso, luego otro. Cuando Sumire estuvo a apenas centímetros de él, el agua se levantó a su retaguardia y el cuerpo semiformado de Umikiba Kaido la envolvió con sus portentosos brazos musculados alrededor del cuello para que no pudiera gritar. El agarre fue secundado inmediatamente por el tenue sonido del agua moviéndose, de forma antinatural, y cabe decir inesperada, para quien no conociera los dones del clan Hōzuki. Uno de esos brazos que le cubría se convirtió de pronto en una maleable bola de agua que pareció envolver la cabeza de Sumire como un casco. Claro que, allí dentro, era como estar bajo un lago.
¤ Suishi Suiteki no Jutsu ¤ Técnica del Ahogamiento de la Gota de Agua - Tipo: Ofensivo (contundente) - Rango: B - Requisitos:
Tras licuar una porción de su cuerpo, el usuario manipula el agua resultante para rodear la cabeza del objetivo, impidiéndole respirar con el objetivo de dejarlo inconsciente o matarlo de manera definitiva si la asfixia se prolonga en el tiempo.
29/04/2020, 10:45 (Última modificación: 29/04/2020, 10:47 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
Y así lo hacía. Avanzando a la par de su camarada, atento a cualquier peligro.
—
Mientras el Kage Bunshin imitaba a su homónimo de Dragón Rojo —uno azul y musculado—, el original hacía lo propio más atrás en el camino; allí donde habían querido emboscar, ahora con éxito, a los guardias del Daimyō llamados Sumire y Gura. En principio la misión trataba de superar las barreras de Umigarasu y entrar en la ciudad, tomar contacto con él, probarle que sus mejores defensas no habían sido suficiente para detener a un par de ninjas bien entrenados como otros que integraban Sekiryū. Eso incluía, para ganar más puntos, hacerlo sin levantar sospechas y sin matar a nadie.
Bien, lo primero al joven Akame ya se le antojaba imposible; aquella niebla cargada de chakra era claramente algún jutsu, el guardia del retén les había descubierto —no, no él, sí alguien que le informaba por radio—, los otros dos se habían llevado a sus valedores y emisarios... Para Akame aquello estaba siendo un desastre, y claramente no tenía otro origen que la incompetencia de Kyūtsuki. ¿Una kunoichi que se había llevado meses infiltrada en el círculo más cercano al Daimyō no había sido capaz de recabar la información necesaria para estar prevenidos ante todo aquello? Un trabajo chapucero cuanto menos. Cuando todo acabara, el Uchiha y aquella tipeja iban a tener más que palabras, de eso estaba seguro. La muy maldita les había enviado al matadero.
Pero, centrémonos en el momento. Apenas Akame vio el cuerpo de Kaido solidificándose, con aquella mirada de auténtico tiburón puesta sobre su presa, supo que era el momento de actuar. Apenas Gura pasó frente a él, imitó a su compañero y se abalanzó sobre el guardia. En su caso, fue un kunai oculto saliendo de su manga derecha y empuñado firmemente por la diestra el que acabó con su filo pegado a la yugular de Gura, mientras con la otra mano buscaba retorcerle el brazo izquierdo en una dolorosa llave.
—Quieto ahí, muñeco. Como muevas un músculo, meneo yo el dedo —le susurró, y para muestra un botón: el afilado acero que sujetaba con su diestra se movió apenas un centímetro, provocando que un hilillo de sangre brotara de la yugular de Gura.
Una advertencia que no estaba vacía, ni mucho menos, y así pretendía el Uchiha hacérselo saber a su víctima. Si en cualquier momento aquella intentaba algo, Akame no dudaría ni un maldito milisegundo en degollarla como a un puto cordero el día antes de Navidad.
Con la eficacia y sincronización de los mecanismos de un reloj amejin, Kaido y Akame tomaron como rehenes a los dos guardias. El primero de ellos, Sumire, chilló, aunque su grito quedó ahogado por la gran burbuja de agua que le rodeaba por completo la cabeza. Las burbujas salieron de su boca de manera alarmante, y pataleó, dejándose llevar por el pánico, en un intento por deshacerse de aquella técnica mortal.
Gura no gritó, pero alguien lo hizo por él. Una niña a pocos metros de distancia, que lo vio todo y se asustó. Su padre, Jagaimo, la tomó en brazos con sus manos todavía esposadas y trató de calmarla.
—Ay, papi. ¿Qué te hizo taldal tanto? —preguntó Money, sonriente, con Otohime a su lado.
—Ka… ¿Kakita? —se atrevió a balbucear Gura, al reconocerle la voz. Había dejado de oponer resistencia en cuanto notó el acero en su gaznate, pero saber que había sido apresado por Kakita Bendō le envalentonó. Lo justo para atreverse a abrir la boca—. De-deja eso. No sabes lo que estás haciendo. N-no sabes a quién se la estás jugando.
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es