Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#16
Money se carcajeó ante la ocurrencia de Akame.

Mírenlo. No ela más que un perro apaleado cuando llegó a nosotlos, y ahora ya se sube a las balbas de la vieja —Y se carcajeó de nuevo, provocando también la risa de Zaide—. No quise ofendel-la, mami.

La Anciana ni se inmutó, y fue Kaido quien tomó la batuta, preguntando a la Mujer de Mil Rostros —como la llamaba él— si disponía de un plano del palacio.

Os puedo dibujar algo sencillo. Pero no solo eso —respondió Kyūtsuki a Kaido—. También os daré un identidades falsas para que podáis acceder a la ciudad sin llamar la atención de los guardias.

Estupendo. Pero antes de eso, dinos una cosa, Akame —intervino de nuevo la Anciana. Había algo que quería resolver antes de que partiesen—. Cuéntanos, ¿también puedes teletransportarnos a cualquiera de las tres villas? Eso cambiaría totalmente nuestra estrategia si una de las tres intenta jodernos.
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder
#17
Akame se limitó a dedicarle una sonrisa bobalicona a Money en respuesta a su chanza, sin intención alguna de picar el anzuelo. Kyūtsuki les daba el mapa, él los colaba dentro, y entre todos le daban una sorpresa a Umigarasu que haría que se cagara encima: el plan estaba claro.

Sin embargo, había una mosca cojonera que seguía con ganas de arrimarse a la miel, por mucho que Akame había intentado espantarla a metafóricos manotazos. La Anciana arremetió con sus preguntas, siempre incisiva, siempre atenta. El interés que tenía por semejante poder era evidente, pero el Uchiha no pensaba ponérselo tan fácil. Si la Anciana se pensaba que Akame era una simple herramienta que ella podía utilizar cuando le viniera en gana, estaba bien equivocada.

¿Crees que soy idiota, Anciana? —replicó, casi escupiendo las palabras—. ¿Meternos adentro de una Villa Oculta, para qué exactamente? ¿Quieres decir que si soy capaz de teletransportar a todo un maldito ejército al despacho de Sarutobi Hanabi? Porque si no, no veo sentido a hacer tal tontería.

Apuró el cigarrillo y lo tiró al suelo, de mala gana.

Para ti, Anciana, y para el resto de vosotros. Por si en algún momento se os ocurre, como a aquí nuestra ilustre Anciana, que podéis usarme de caballo de carreras para andaros llevando a comprar caramelos a la tienda de la esquina —miró a todos, aunque a Ryū apenas le pasó de largo, cabe decir—. La última vez que me colé en una Villa Oculta para saldar una vieja deuda, lo supieron. Y os puedo asegurar que fue así, uno, dos, entrar y salir. Pero lo supieron. ¿Cómo? No tengo ni la menor idea. Pero no os equivoquéis: si alguna vez entraráramos ahí, tendríamos a todo el ANBU de la Alianza cayéndonos a putazos antes de lo que tarda Money en liarle un porro a su abuela.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#18
Ya os hablé de eso de atar cabos. Y ahora mismo Kaido seguía uniendo los puntos conexos de una historia que aún tenía muchos vacíos: la trágica historia de Uchiha Akame. Palabras claves le permitían volver a momentos cumbres de su pasado. Una vieja deuda, esa que Akame había dicho cobrarse en una de esas noches en la que él y el escualo se alejaban de la concurrida Tanzaku, ese agujero donde le encontró como un perro sucio y rastrero; revolviéndose en su propia mierda y en los restos de Omoide. Ya le había parecido muy raro en ese momento que hubiera podido saldar cuentas con alguien en cuestión de horas, estando tan lejos de casa. A aquél tipo, sí, que mató en su propia cama.

El hijo de puta se había pegado un saltito hasta Uzushiogakure, y él no se había ni enterado. Kaido rió. Rió incrédulo. Cada vez le era más claro que Akame nunca iba a ser su perro rastrero. Era un tipo demasiado fuerte y resuelto. Poderoso. Una bestia adormecida por los estupefacientes, y que él vehementemente había liberado sin pudor alguno.

¿Quizás le había salido mal la jugada? pues no del todo, realmente.

—Jó, con que de eso se trataba. El tipo que dormía plácidamente en su cama —soltó, risueño—. ¡Bueno, que no se hable más del tema, joder! ¡Ya conocemos a Akame: es un pillo que no suelta prenda! ¡ni a mí, su salvador! —se acomodó en el asiento y recobró un semblante más serio—. Kyūtsuki hará lo propio con el mapa y nos proveerá de algunas identidades que nos permitan adentrarnos en Kasukami sin levantar sospecha. Una vez dentro, usaremos esa prodigiosa habilidad de mi compañero aquí presente y dejaremos en evidencia a la seguridad del puto Umigarasu, para que no quepa duda de que está tratando con Dragón Rojo. Allí el bueno de Money hará lo que mejor sabe hacer: hablar mierda y regatear el mejor trato posible, que cumpla con las pretenciones de ésta organización: obtener el control total y absoluto de la nueva Kirigakure no satō, la nueva entidad que cobrará vida dentro de la soberanía de todo un País para romper con el status quo de las egocéntricas aldeas que se hacen llamar las Tres Grandes.

»¿Estamos todos de acuerdo?
Responder
#19
Money abrió la boca para protestar.

¡Oiga, papi! —exclamó a Akame—. ¡A la familia no se la menciona!

Antes de que nadie pudiese añadir nada más, Kaido intervino, tratando de calmar las aguas y centrándose en su objetivo más cercano y prioritario. Desgranó el plan —sencillo, que no fácil, y sin aparentes cabos sueltos— y terminó con un mensaje de orgullo, patriótico.

¿Estamos todos de acuerdo?

No. —El resto de Ryūtōs se quedaron mirando a la Anciana, cuyos ojos seguían fijos en la misma persona—. Akame, me da la impresión que tanto tiempo con Zaide te ha pegado malos hábitos suyos. Cuando te pregunto, espero respuestas directas, no un monólogo de evasivas. ¿O es que acaso no quieres lo mejor para Sekiryū?

Oh, ¡deja de tocar los huevos! —intervino de pronto Zaide, incapaz de contenerse más—. Si llega el día en que tengamos que colarnos en una Villa, ya se sacará el jodido tema. Pero no pienso seguir escuchando a alguien demandando claridad, ¡cuando no sé ni su puto nombre! Y me pareció oír a Kyūtsiki que Umigarasu sí lo sabía, ¿huh? Y ni una explicación nos has dado. Así que menos cinismo, damas y caballeros. Menos cinismo.

Mira, Zaide. Para empezar, todavía nos tienes que explicar a qué se debe que tardes tanto en volver y…


¡PAM!



La mesa de madera maciza vibró de la palmada que Ryū acababa de propinarle. Un golpe sin rabia, sin emoción, con la misma naturalidad de un juez al golpear con el mazo tras dictar sentencia. Una palmada que no requirió ni de la mitad de su fuerza, pero que todos supieron que de encajarlo en su rostro, les descoyuntaría la mandíbula.

Basta de distracciones. —No entró en su juego. No entró a discutir quién tenía más o menos razón. Dio carpetazo al asunto, y punto final—. Kaido, Otohime, Akame, Money. Partid…

»… y volved con lo que es nuestro.
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder
#20
El escualo alzó su azulada mano y se frotó el rostro con desdén. Si en algo iba a estar de acuerdo con Akame, es que esa vieja sí que era buena para tocar bien los cojones. ¿Pero que anciano no lo era? todos los abuelos, por lo general, llegan a una edad donde no son sino vejestorios amargados que no paran de dar por culo a la primera de cambio. En éste caso, pasaba igual. Siendo una de las más antiguas en la organización, además de formar parte de su fundación; no se podía esperar otra cosa sino una necesidad de controlarlo todo. Pero en Sekiryū todo había cambiado con los tiempos más recientes.

Si dejas que la muerte sea el pase de entrada a tu facción, no puedes esperar que sus nuevos miembros sean los hijos predilectos y dóciles a los que podrían haber estado acostumbrados.

¡PAM!


Bastó un manotazo de él, el Gran Dragón, para zanjar el asunto.

—Así se hará, Ryū... así se hará.

. . .

Kaido observaba a la distancia el cómo Otohime y Money tomaban la delantera en la larga caminata que les llevaría hasta los linderos costeros de la Capital: Kasukami. El gyojin había quedado ligeramente rezagado del resto, junto a Akame, que lucía absorto en un pergamino que, como a todos, le había proveído Kyūtsuki.

—Y: ¿cómo debo llamarte?
Responder
#21
El Uchiha alzó la vista con cara de póquer; no sabía si Kyūtsuki lo había hecho a propósito y era una todo una cruel venganza por haberla retado tiempo antes, cuando negociaba para conseguir su Pacto de Sangre con Shikage. Pero lo cierto era que, fuese como fuese, aquella broma no le había hecho ninguna gracia al exjōnin de Uzu. Nada más abrir el pergamino lo había releído varias veces sólo para encontrar las mismas palabras escritas una y otra vez. Cuando Kaido le preguntó, pudo ver un ligero rubor en sus mejillas.

Esto es humillante —masculló, y luego le tendió el pergamino al escualo—. Esa puta de Kyūtsuki... Léelo tú mismo, joder. "Kakita Bendō" —empezó a recitar, siseando como una víbora antes de hincar los colmillos—. "Vendedor de objetos empeñados y de segunda mano".

Akame vestía con unas ropas tan pobres como podían asumirse de un comerciante de chatarras y objetos de escaso valor, con un uwagi de color azul mar, pantalones marrones y getas de madera que hacían que se le congelaran los pies. Sobre la cabeza llevaba un kasa de paja muy maltrecho y tenía en la boca un cigarrillo a medio fumar.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#22
Cuando el escualo postró los ojos en el documento, no pudo evitar llevarse una mano a sus fauces para evitar soltar una risotada. No era el nombre lo que le causaba gran parte de la gracia, sino la reacción del propio Akame; ofendido ante la triquiñuela de Kyūtsuki. Él, no obstante, había corrido con mayor suerte. La mujer de los mil rostros bien que había hecho al elegir una tapadera de lo más apropiada para Kaido: su nombre era Sunamori Kincho —nombre que ya venía haciendo uso con la flota de Baratie en los viajes que hizo mientras Ryū se recuperaba de las secuelas del Kaji Saiban—. quien no era sino un humilde mercader de especias y hierbas exóticas, oriundo de Inaka.

—No está tan mal —dijo, a modo de consuelo—. aunque Suzaku te hubiera sentado mejor, creo yo. No porque te lo haya puesto yo antes...

Hizo una mueca y sonrió.

Y a propósito de lo de Kincho, Kaido aprovechó la lenta caminata para ejecutar los sellos necesarios y comenzar así el proceso de reflejo que acabaría dándole finalmente una apariencia totalmente distinta. La faceta de Sunamori Kincho, una de sus pieles; era la de un hombre larguirucho y delgado. Tenía la piel ligeramente tostada como todo oriundo del Desierto, vestía ropajes holgados de colores crema y arena, además de un turbante que le cubría todo el cabello. Sus ojos eran verdes, la nariz ligeramente doblada, y en las orejas le colgaban dos pendientes.

Kaido se aclaró la garganta.

—Oye, tenemos que hablar de algo, colega. Sabes que hace un mes y poco más estuve por Coladragón, tratando de recuperar la cosecha de uno de nuestros proveedores. ¿Adivina con quién me topé allí?
Responder
#23
El Uchiha acabó por quitarle importancia al asunto con un gesto de su mano diestra, tenían un importantísimo cometido por delante y no quería distraerse con vanos enfados. Al fin y al cabo, ¿qué era un pueril insulto como ese frente a todo lo que estaban por conseguir? Fama, dinero, lujos. Poder. ¿Libertad? En un principio Akame nunca le habría dado la razón a Zaide sobre los verdaderos motivos de aceptar la oferta de Umigarasu, pero en los últimos días la idea de cambiar aquella mugrienta y fría cueva en la que se escondían como ratas, por la residencia del Daimyō ganaba popularidad. Y con razón. «No solo de pan vive el hombre», se dijo Suzaku.

Sin embargo, lo que Kaido estaba por contarle atrajo su atención. Akame se acercó ligeramente, curioso.

No sé, ¿con Amekoro Yui? —bromeó el Uchiha, soltando una risilla jocosa.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#24
Kaido hubiese reído a carcajada limpia si la circunstancia fuera otra. Pero, por más improbable que pudiera parecer, Akame estaba muy cerca de la verdad. La intriga en la mirada de su compañero, y de su falta de complicidad con la jocosidad de Suzaku; así lo certificaba.

—Bueno... sí, pero lo de mi querida kage vino después de que Aotsuki Ayame volviera a meter las narices donde no la llaman. Típico de ella —soltó, como quien no quiere la cosa—. en fin, que parece que este disfraz no es suficiente para aquellos que me conocen tan bien como ellos. Supongo que en algún punto acabo por reconocerme y decidió seguirme hasta la fábrica donde fui a retirar el cargamento. Uno que la muy maldita destruyó, toda colérica; y que nos ha hecho perder un montón de pasta. Le tenías que ver la cara a Money cuando se enteró —contaba con elocuencia, como si se tratase de una simple anécdota más para echar las risas—. bueno, resulta que tras una acalorada conversación, la hija de puta uso una técnica muy parecida a la tuya. En un parpadeo, después de que lograra alcanzarme... nos encontrábamos frente al edificio de la misma Arashikage. Vamos, que me encontraba de pronto en la jodida Amegakure.
Responder
#25
Akame le dio un par de caladas al tabaco mientras escuchaba la insólita historia de Kaido. Aquel relato le hacía pensar en numerosos problemas; ¿cómo se había enterado Ayame de dónde hacían sus negocios? ¿Lo sabrían también otros shinobi en Amegakure? ¿Les habían seguido hasta el almacén o es que había un sapo entre los marineros? ¿O serían los de la fábrica? «Demasiados problemas», concluyó.

Sin embargo, lo peor estaba por llegar. El Uchiha abrió los ojos de pura sorpresa cuando Kaido le contó que Ayame también era capaz de usar aquella técnica de teletransportación, y que le había metido de lleno en la Aldea Oculta entre la Lluvia.

¿Cómo demonios conseguiste escapar? —disparó Akame, a quemarropa—. Esa Ayame se está convirtiendo en una metomentodo. Lástima que por ahora no podamos tocarla.

Fumó otra calada y dejó ir el humo.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#26
Que como había conseguido escapar, preguntaba Akame...

—Pues fue un Kage bunshin lo que se llevó Ayame, no a mí. Además logré herirla con mi pistola de agua en el proceso, pero no fue suficiente para matarla, muy a nuestro pesar —confesó sin mucha vergüenza. esa le correspondía a lo que venía después en la historia contada por Kaido—. fue en medio de ese revoleo que aparecimos en Ame, y poco después de la alerta, llegó Yui. Quise sacar provecho de nuestro reencuentro y decirle unas cuantas cosas, pero las ansias de querer arrancarme la cabeza de una patada se interpuso en mi objetivo, y acabó atacando a la de tres. Antes de que pudiera hacer nada, ya la tenía encima, viéndome. Su simple presencia impedía que mi cuerpo se moviera.. digamos que fue un momento bastante esclarecedor para mi en cuanto a entender el poder de estos cabrones se refiere. Entre ésto y el Kaji Saiban...

Pero bueno, el caso es que Ayame dijo algo muy curioso. Quizás víctima del momento, o no lo sé. Pero parecía bastante segura cuando me dijo que Hanabi-dono no fue el que te mató.


Kaido sonrió aún más cuando soltó aquella bomba, porque realmente le había estado dando muchas vueltas al asunto. Bien que Akame le había contado un poco sobre las circunstancias de su exilio, pero nunca salió a la luz que o bien le habían intentado matar, o que bien había muerto realmente. Con lo cual, si ese había sido el caso, a Kaido le interesaba mucho saber cómo es que Akame, el Ave fénix, había salido del apuro que acabó llevándole hasta las tierras del mismísimo Yomi.

—Hace un tiempo me dijiste que me contarías todo en el momento más adecuado, y algo me dice que ese momento es ahora, Akame.
Responder
#27
Ah, zorro astuto.

¿Cómo no se había visto venir la jugada del Kage Bunshin? Sea como fuere, el relato de Kaido se acababa de poner muchísimo más interesante: aseguraba que, según Ayame, no había sido Hanabi ni Uzu quienes habían dado muerte al traidor Akame. Pero entonces, quedaba la evidente pregunta: ¿quién?

Imagino que no te dijo, por casualidad, quiénes estaban detrás de mi asesinato —inquirió el joven. Todavía se le hacía raro hablar de ello como su muerte dado que, bueno, estaba allí vivito y coleando. Pero eso tenía otra explicación, una que le revolvió las entrañas.

Apartó aquellos pensamientos de su cabeza; debía mantenerse cuerdo. En su lugar, se acabó el pitillo y se quedó mirando a Kaido durante unos instantes. ¿Podía confiar en él? ¡Claro que no, joder! Akame sabía que mientras el efecto del Bautizo Draconiano tuviera al escualo sometido, contaría con su eterna lealtad como Ryutō. Pero, ¿qué pasaría si algún día Kaido se volvía lo suficientemente fuerte, o estoico, como para deshacerse de aquel velo que cubría sus ojos?

Akame lo tenía bien claro: que les jodería a todos. Y lo peor era que, como sucedía en su caso, nadie tendría forma de saber cuándo Kaido el Cabeza de Dragón había desaparecido y Kaido el Tiburón de Amegakure había vuelto. Así que, en esas, el joven Uchiha caminaba sobre fino hielo.

Está bien, joder, está bien —accedió de mala gana—. Un tipejo de mi Aldea me tenía ganas desde hacía tiempo. Le confronté e hicimos las paces, o eso pensaba yo, de tal manera que incluso le tomé bajo mi tutela. Le enseñé a ser más inteligente que el enemigo, más rápido, más astuto. Y se me volvió en mi puta contra: el muy malnacido me la jugó —casi escupía las palabras—. Fue un montaje, imagino que tendría ayuda de alguien más. Me acusaron de ser un traidor para con la Aldea y me encerraron. Incluso hurgaron en mi cabeza, claro, aunque no pudieron encontrar nada. Así que supongo que decidieron darme matarile.

Se sacó otro cigarro.

Así que, cuando salimos de Tanzaku, usé mi Mangekyō para colarme en la Aldea y degollar a este tío como el perro sarnoso que era —se encendió el pitillo y fumó una calada—. No me arrepiento.

»No me creo lo que te dijo esa metiche de Ayame. ¿Quién más tendría motivos para hacerlo? Ya ves que en Uzu les sobraban para querer verme bajo tierra.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#28
Kaido negó con la cabeza.No, lamentablemente; no había tenido tiempo de ahondar en los verdaderos causantes de su muerte. No porque no lo haya querido, sino que algo se interpuso en su camino. Aunque él no lo sabía, desde luego.

Pero aún habiendo tocado ese tema tan sensible, Akame no se veía por la labor de soltar prenda como si nada. En él era palpable la reticencia y la desconfianza, como no, fundada. Tanto por el pasado que les unía —ambos eran fieles shinobi de sus respectivas aldeas—. como por la existencia del Bautizo, aunque esta influencia fuera desconocida para el tiburón. Pero lo cierto es que la única intención de Kaido en todo este meollo era ilustrarse. Mientras más conozcas de este mundo y de lo que sucede alrededor, mejor.

Entiendo —sentenció, ligeramente satisfecho; aunque intuía que había más de esa historia por conocer—. quién sabe, Akame. Si realmente no fueron ellos los que intentaron matarte, entonces tiene que haber algo más por ahí dando vuelta. Y estando confinados en este rincón del mundo no lo vamos a saber nunca. Todavía no tenemos ni pijolera idea de por qué se formó esa puta alianza en primer lugar, pero tiene que haber sido por algo chungo, amigo. Por algo muy muy chungo. Porque después de lo del examen...

>Creo que si no satisfacemos este desconocimiento de los acontecimientos de Oonindo con Umigarasu, sería conveniente que tú y yo hagamos un pequeño viaje a algún país cercano, e investiguemos. Porque amigo, la informacion es poder. Poder! Por ejemplo... sabías que los Bijū podían hablar nuestro puto idioma?
Responder
#29
¿"Algo más por ahí dando vueltas"? —repitió el Uchiha, y luego soltó una carcajada seca—. Claro que sí, mi buen Kaido. Ōnindo debe estar lleno de gente que sea capaz de colarse en una celda de máxima seguridad de Uzushiogakure para volarle la tapa de los sesos al preso más buscado.

Sólo con verbalizarlo Akame se dio cuenta de que sonaba mucho más inverosímil de lo que había pensado en un principio. Aunque, por otra parte, no podía negar que el Pez tenía un punto: ¿por qué si no se había formado la Alianza? Sólo había que estudiar la Historia reciente para darse cuenta de que las Tres Grandes eran como niños malcriados que lo querían todo y ahora, capaces de pasar por encima de cualquiera en sus ambiciones. Si algo las había forzado a colaborar, entonces...

Meh. Puede ser.

Y sí, en algo tenía toda la razón Kaido: allí en Mizu no Kuni estaban lejos de los problemas y de los jōnin cazadores de renegados, pero también de las noticias. De todo lo que pasaba en el continente. Lo que sí le hizo marcar una sonrisa amarga fue la pregunta del Tiburón sobre el lenguaje de los bijū.

Estimado, lo sabía, porque de hecho... Yo fui uno de los Hermanos del Desierto, los dos jinchūriki del Una Cola —confesó, pretendiendo darle a Kaido más de esa información que él tanto anhelaba. Al fin y al cabo los mejores ninjas de la Alianza ya lo sabían—. Si algo bueno tuvo morirme, fue sacarme de dentro a ese monstruo.
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

¿Eres nuevo en el rol? ¡Echa un vistazo a mi Compendio de Buenas Prácticas!
Responder
#30
—Ostia puta, Akame —porque: ¿qué puedes decir cuando te enteras de algo así? pues un improperio, desde luego. El más sucio que pudiera salir de su boca.

El escualo de pronto recordó todas las ocasiones en las que llegó a interactuar con Uchiha Akame, tanto en la Isla Maldita como en su combate en el torneo, o en la emboscada que le hicieron a Datsue; y aún seguía sin poder haberse dado cuenta de que él era uno de los Hermanos del Desierto. El profesional nunca hubiese hecho algo para desvelar semejante secreto, dado el secretismo que fungía sobre el tema en aquél entonces donde las relaciones políticas estaban quebradas. Pero, hoy por hoy, con la Alianza, el gyojin podía imaginar que el asunto no debía ser tan tabú como antes, y que ahora mismo podía restarle bastante importancia al hecho de que Akame hubiese sido, en vida pasada, un jodido jinchūriki.

—¿Quién es el otro? —preguntó, aunque ya podía imaginárselo.
Responder



This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.