Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
El espadachín a duras penas consiguió protegerse de las llamas del fénix que buscaban calcinar su rostro.
—¡Maldita cría, te mataré! —bramó, lleno de ira.
Y entonces Suzaku supo que había firmado su condena final. El Espadachín se convirtió en la Muerte. Ya no era una katana lo que sujetaban sus manos, sino una guadaña con la que pensaba segar su vida. Pero estaba pasando algo extraño. Aquel gesto de ira sedienta de sangre se había quedado grabada en el rostro de su atacante; entonces, ¿por qué se estaba tomando tanto tiempo para hacer descender el arma contra ella? Suzaku no era consciente de ello, pero alrededor de su pupila ahora no orbitaba un aspa... sino dos. Y tan lento era el movimiento de la Muerte ante sus ojos, que la kunoichi podía ver el trayecto del filo tan claro como un halo espectral. Sabía dónde iba a caer el arma, y sabía de forma instintiva cómo debía moverse para evitarlo. Rodó hacia un lado, y se preparó para contraatacar con las escasas energías que le quedaban.
Pero entonces, sucedió lo impensable. Algo que le hizo soltar la katana que sostenía entre las manos, que tintineó contra el suelo de roca de forma lastimera. Sus nuevos ojos, fijos en el firmamento, se habían quedado petrificados en una mueca de absoluto terror. Y es que un disparo de energía en estado puro se dirigía a ellos con un sumbido supersónico que hacía vibrar el mismo aire, el suelo que estaban pisando.
«Vamos a morir.» Comprendió, por enésima vez en aquel breve lapso de tiempo. No había forma de contrarrestar una energía como aquella. No había forma de proteger a sus seres queridos. Estaban condenados a desaparecer como moscas de un manotazo.
Pero, entonces, una deslumbrante sombra formada enteramente de luz apareció en escena. Se movía a la velocidad del relámpago, ni siquiera su Sharingan era capaz de seguirlo. Ni siquiera los estruendos eran capaces de seguir a la luz mientras despedazaba la amenaza que se les venía encima como lo haría una trituradora, y se veían obligados a estallar apenas unos segundos después del impacto. Completamente desacompasados. Finalmente, la bomba de energía estalló como una inofensiva pompa de jabón. Y la silueta de luz volvió a desaparecer. Pero Suzaku ni siquiera tuvo tiempo de asimilar qué era lo que estaba pasando. De un momento a otro, algo atravesó el tórax del espadachín que se encontraba frente a ella. Manchado de sangre de su enemigo, el rostro de la Uchiha, congelado en una mueca de horror mientras el corazón de su enemigo era estrujado como un pomelo en manos de aquel ángel de luz y destrucción.
Fue entonces cuando las fuerzas le fallaron, y sólo entonces cuando lo reconoció.
—U... Uzu...kage-sama... —exclamó Suzaku. Quiso correr hacia él para ayudarle a levantarse de nuevo, pero se dio cuenta de que sus piernas no le respondían. Temblaban. Toda ella temblaba por la mezcolanza de emociones que acababa de sufrir en sus carnes.
A lo lejos le pareció escuchar una pregunta dirigida hacia ellos, pero su cerebro fue incapaz de procesarla. Mucho menos de responder. Su mente, quizás en un acto defensivo para no asimilar el horror que acababa de presenciar, se había quedado en blanco.
La tormenta que azotaba las costas del país del rayo tuvieron un nuevo dirigente. Un nuevo maestro de funciones, un nuevo director de orquesta. Con la misma velocidad con la que los rayos caían sobre la tierra para en ese mismo momento pasar a ser truenos, una fugaz luz recorrió el campo de batalla, arrasando con la mayor parte de sus objetivos. A cada paso agigantado que daba, le seguía la luz y casi en el instante el estruendo que solo las fuerzas de la naturaleza eran capaces de crear.
No fue un único ataque, sino casi una decena de estos sobre la mortal flecha explosiva de electricidad que solo un ojo entrenado podría distinguir lo que realmente se aconteció. No fue el hecho de que se hubiera multiplicado para atacar a conjunto, sino que se movía a una velocidad tan alta que su propia imagen todavía no se había desvanecido antes de que hubiera atacado de nuevo. Aquello desestabilizó y destruyó por completo aquella esfera de energía, pero para todos los presentes tan solo había caído un gigantesco trueno en aquella estancia.
De la misma forma, más rayos de estos cayeron a lo largo del terreno en distintas localizaciones, pasando a hacer un ensordecedor trueno y tan solo dejando atrás en la mayoría de los casos un cadáver o un cuerpo el cual la vida no tardaría en abandonar.
A los pies de Hana, solo quedaba un cuerpo completamente inmóvil y descabezado que podría llegar a suponerle un fuerte impacto emocional si lo miraba. Al lado de este, con una mano en el cuello completamente ensangrentada y la otra extendida, incapaz de pedir la cabeza de Hana.
La ilusión de Umi se rompió de la misma forma que una piedra siendo lanzada contra un cristal, y frente a ella la chica con la que estaba compartiendo un momento aislado cayó hacia atrás, llevándose ambas manos a su cuello. La herida era profunda, pero todavía no era mortal del todo. Sus labios se movieron pidiendo ser salvada y ayudada, pero de su boca no salía ningún sonido que no fuera un ahogado quejido, pese a estar más que segura de haber intentado hablar mientras sus ojos apenas la dejaban ver por su mar de lágrimas.
El espadachín al que Suzaku enfrentaba, se dispuso a preparar su arma nuevamente después de que esta lo hubiera evitado otra vez, pero su cuerpo de repente se sintió tan rígido como el acero que portaba. Temblaba ligeramente ante la imposibilidad de hacer ningún gesto, y fue entonces cuando un fuerte dolor ardía en su pecho. Datsue había sido tan rápido, que siquiera el cuerpo de aquel soldado de Kurama había tenido tiempo a procesar lo acontecido antes de que este pudiera darse cuenta. Aquel enorme agujero en su pecho no le dejaría avanzar más; pero su mirada, que reflejaban la ambición de la Bestia, nunca se vio alterada ni siquiera cuando este se desplomó.
Todo culminó en menos de un segundo, generando un ensordecedor ruido a todos los presentes, independientemente de la distancia que se encontraban de cualquiera de los objetivos. Parecía que el mismo cielo se hubiera caido en aquel instante. Y lo que había bajado de estos era el mismísimo Raijin.
· · ·
El chico se escurrió con maestría entre los golpes de tanto aquella chica como aquel extraño clon que la acompañaba tras bloquearlos. Y a la par, una pequeña esfera se formó en su mano golpeando a la kunoichi que salió disparada por varios metros. La presencia azulada desapareció por un instante, pero cuando la ninja se levantó tras haber formado un pequeño camino con sus piernas en la arena, el clon volvió a hacer acto de presencia parpadeando momentáneamente.
— Parece que ya ha hecho acto de presencia mi señor Kurama — respondió sonriente pese a sostener una mano sobre su pecho dolorida, mientras algo de sangre brotaba de sus labios. — El sonido de esa bijudama ha sido más fuerte de lo que esperaba. ¡No saldreís de aquí ninguno con vida! — añadió pasando la mano por su labio y pasando a hacer con velocidad unos sellos. — ¡Suiton: Teppōdama!
Aquella reminiscencia copió sus movimientos de forma sistemática, copiando la técnica que ella misma estaba ejecutando y lanzando un segundo flujo de agua desde su posición contra Siete (40 PV x 2).
¤ Souruekō ¤ Suiton: Mizurappa ¤ Elemento Agua: Ola de Agua Salvaje - Tipo: Ofensivo (contundente) - Rango: C - Requisitos:Suiton 10 - Gastos:
12 CK
(Suiton 20) (multiplicable x2)
(Suiton 30) (multiplicable x3)
- Daños: 20 PV - Efectos adicionales:(Suiton 80) El chorro de agua puede ser lanzado de forma parabólica, aunque no alcanza el ancho de la técnica hasta que no está a 3 metros del objetivo - Sellos: Dragón → Tigre → Liebre - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones:
La técnica avanza 3 metros, y goza de 1'5 metros de anchura (multiplicado x1)
La técnica avanza 8 metros, y goza de 2'5 metros de anchura (multiplicado x2)
La técnica avanza 10 metros, y goza de 4 metros de anchura (multiplicado x3)
Tras la realización de los sellos, el usuario expele agua desde su boca, como se tratase de una cascada con forma de trompeta, que arrasa con el adversario y lo derriba. El ejecutor de la técnica puede controlar su poder libremente administrando la cantidad de chakra que libera al utilizarla. Es una técnica básica de elemento agua.
¤ Eco del Alma - Tipo: Apoyo - Rango: S - Requisitos:??? 50 - Gastos: 50 CK, impide regen. de CK - Daños: - - Efectos adicionales: Leer descripción - Carga: 5 - Velocidad: Creación (Moderada) - Alcance y dimensiones: Hasta 3 metros de radio del usuario
Extraña técnica utilizada por una ninja a las órdenes de Kurama. El usuario genera una especie de clon claramente diferenciable y que no puede alejarse del usuario más allá de un par de metros, lo que lo hace altamente estable y permite al usuario controlarlo con tan solo su pensamiento. Como contra, el daño que recibe el clon también lo recibe el usuario, pero este puede utilizar también técnicas usando el chakra del propio usuario y no se deshace el recibir daño.
La Agilidad del clon va por Poder y el resto de estadísticas son iguales. Los genjutsus no funcionan en este clon, por lo que deben ser ejecutados sobre el usuario. Además, sus golpes por básicos hacen un daño de 10 PV + (Voluntad/10) + (Poder/10) y puede producir choques de técnicas.
Otros no fueron capaz de seguir con la mirada el ataque que el nuevo Uzukage llevo a cabo en tan solo un parpadeo, pero Ushi desde la distancia pudo seguir con la mirada con dificultad, viendo como todo el ensordecedor ruido así como los destellos amarillos que quedaban. Pudo conseguir alejarse lo suficiente para no ser alcanzado, pero sabía que aquello no volvería a repetirse, Mochi no tuvo la misma suerte y fue atravesado por quien reclamaba el título de Dios del Trueno.
— ¿¡A qué viene esto!? ¡Ushi contéstame! ¡¿De qué coño vas?! — vociferó Raiden recortando la distancia contra Ushi para agarrarlo de la camisa.
El rostro del General estaba lleno de ira, arrugado y con parte de los conductos sanguíneos del lateral de su cara marcados de la misma forma que las arterias de sus ojos. Su mano derecha también tenia la cara descompuesta, pero no de la misma forma que Raiden; este pudo reconocer en el momento que se arrepentía de lo que había hecho, pues era incapaz de mirarle a los ojos mientras se mordía el labio inferior, en un gesto de desesperación.
— L-Lo siento Raiden... K-Kurama pensaba que no tendrías la sangre fría de acabar con esta batalla en el momento, que aunque tuvieras el poder de acabar con el combate de un solo golpe... No lo harías
Las manos del peli azul se aferraron al cuello de la camisa con más fuerza si cabía, si sus uñas fueran ligeramente más largas acabaría dañandose las palmas y sangrando.
— ¡Esta no será MI guerra, pero es MI BATALLA! ¡Y yo decido como la libraré, yo decido como combatiré! ¡Y si acabo muriendo por mi decisión...!
— ¡Si acabas muriendo me da igual! — mintió, sabía que ambos debían seguir adelante fuera cual fuera el resultado. — ¡Pero no puedes hacer esto! ¡No puedes mostrar esta debilidad! ¡No puedes dudar ante el enemigo, y si Kurama ha decidido actuar es porque la amenaza era más que real y no debías jugar con el enemigo!
Pero algo llamó la atención de Ushi posteriormente. Mochi estaba gravemente herido hasta el punto de que, si ya se movía con dificultad, parecía no poder moverse. Se aferró a la pierna de Datsue con ambas manos ensangrentadas y muy dolorido.
— S-Salid de aquí... Y-Yo le detendré
— Hemos perdido Raiden, en un abrir y cerrar de ojos. Ese maldito Uzukage ha sido incluso capaz de hacerle frente al poder de un Dios... Mochi necesita ayuda y si nos quedamos más... Puede que ninguno de nosotros...
Pero algo le impedía salir de allí, tal vez era su orgullo o tal vez era tan solo las ganas de seguir peleando. Ver a Mochi solo lo enfurecía más, pero Ushi tenía razón, debían retirarse. Con suerte, habían ganado la otra batalla que se estaba librando a kilómetros de allí.
— ¡Y una mierda Mochi, si salimos de aquí saldremos los tres jun-
Un fuerte golpe en la boca del estómago de Raiden se produjo en aquel instante. Ushi era capaz de combatir a distancia con algún que otro problema, pero en cuerpo a cuerpo hasta el general tenía problemas con él y su colosal fuerza. La vista de este se nubló por un momento antes de sentir que los sentidos le fallaban, el impacto eléctrico de los restos del arco junto a aquel fuerte puñetazo lo noqueó por completo y casi cae al suelo. Ushi lo tomó posándoselo a la espalda, y mirando a Datsue con tanta frustración como la rabia que sentía el peli azul. Tal vez el uzukage no se diera cuenta de aquello, o no le diera más importancia de la justa.
Y con todas sus fuerzas y sus ganas, salió de allí cargando al inconsciente general a sabiendas de lo que le esperaba, sería algo mucho peor que la muerte. Pero mientras no fuera la muerte de uno de sus compañeros, le era suficiente.
- PV:
350/350
–
- CK:
232/340
– +20
- CK de Kurama:
41/200
–
Aspecto de Bijuu activado
Keijūgan no Jutsu activado
¤ Aspecto de Bijū - Tipo: Apoyo, Ofensivo - Requisitos: Ninguno - Gastos: 15 CK (onda de choque) - Daños: 25 PV (onda de choque) - Efectos adicionales:
El CK del bijuu accesible del usuario regenerará si no se usa chakra del bijuu
+6 a Fuerza, Resistencia, Aguante, Agilidad y Poder
- Velocidad: Muy rápida (onda de choque) - Alcance y dimensiones:La onda de chakra puede abarcar hasta cinco metros hacia delante.
Bajo un momento de especial estrés, tensión o peligro, con el simple acceso al chakra de su bestia, el jinchūriki comienza a experimentar su primera transformación. El jinchūriki del Kyuubi se ve rodeado por un delgado manto de chakra de color rojo y naranja que le otorga un aumento de sus capacidades físicas y un mayor ratio de cicatrización de sus heridas (no restaura PV). El chakra del bijū complementa al de su jinchūriki y es capaz de manipularlo hasta cierto punto, como formar una onda de choque utilizando un bramido o lanzando su puño para enviarla hacia el oponente, siendo capaz de dañarlo o desviar armas arrojadizas o incluso ataques. En esta forma, el cuerpo del jinchūriki experimenta ligeros cambios físicos: sus iris se tornan de un color rojo, y sus pupilas se vuelven afiladas. Sus colmillos y sus uñas crecen.
La estrategia del uzujin parecía haber surtido efecto. Lo habia entrenado mil y una veces. Bloqueo, bloqueo, golpe. Bloqueo, bloqueo, golpe. Lo tenía tan interiorizado, que le habia salido de manera instintiva. Aunque en ésta ocasión le habia metido un extra, un extra bastante reseñable: Un rassengan. La chica iba a tener un recuerdo de parte del remolino en su torso durante una buena temporada.
Como fruto del golpe, la chica salió volando varios metros, dejando tras de si una leve cortina de arena que rápidamente se precipitaria al suelo arenoso de la playa. Hayato por su parte encaró a la chica nuevamente, deslizando su pie derecho por la arena para recuperar una posición estable.
El estruendo sobre ellos estremeció la tierra y el cielo. Y aprovechandose de ello, la chica se jactó de que arriba tenían la situación a su favor, a favor del bando de kurama. Apenas se había puesto en pie, y tenia un reguero de sangre brotando de sus labios, pero su voluntad seguía intacta. Su clon apareció de nuevo casi al instante, y apenas se secó la sangre de los labios, comenzó una serie de sellos manuales. Con los susodichos realizados, la chica y su clon liberarían una gran masa de agua sobre Siete. Pero lamentablemente para ellas, el chico no estaría en el lugar del impacto, se había movido a toda velocidad hasta el flanco de la kunoichi. Su dedo nuevamente apuntaba a la chica, iluminandose tenuemente gracias a una esfera flamígera. Pero ese brillo fue realmente fugaz, pues se desvaneció como un disparo y n una noche de invierno. Un disparo directo al entrecejo de una joven ilusa (20 PV), al grito de:
Hana fue testigo de como las fuerzas de Kurama se venían abajo después de una sola técnica de su Uzukage. No iba a ser ella la que dijese que esa técnica no había sido tan espectacular que ella misma había sentido autentico pavor. Por suerte, ver a Datsue siempre la tranquilizaba. Las palabras de su discurso siempre resonarían en su interior. Él era su escudo. Mientras él estuviese cerca, estaría bien.
Eso la había ayudado a mantener una especie de calma fragil, que probablemente se rompiese en cuanto acabase el combate. Mientras Datsue la necesitase, se mantendría en pie.
— Suzaku, ¿estás bien? — le repitió una vez estuvo a su lado, intentando ayudarla a mantenerse en pie con cuidado de no sobresaltarla.
El general y sus compañeros seguían discutiendo y Datsue parecía estar recuperando el aliento. Ahora tocaba preocuparse de ellos mismos y la que más preocupaba a Hana era Suzaku. Además de sus heridas, temblaba como una hoja y no parecía reaccionar. No estaba segura de si era por el dolor o por la escena.
— Todo está bien, ¿vale? Te pondrás bien.— le prometió girandose a Datsue — ¡Uzukage-sama! ¿Qué hacemos?
A pesar de la tranquilidad aparente, la capacidad de decisión de Hana estaba por los suelos. Solo actuaba en impulsos, debía ayudar, debía pelear, fuera de eso era una ameba. Esperaba que Datsue, el experimentado, el intrepido, supiese qué hacer ahora.
Todo había sucedido de una manera tan rápida y brusca que Suzaku no había tenido tiempo de asimilar qué era lo que estaba ocurriendo en aquellos instantes. De un momento a otro, los enemigos, ya no existían. El Uzukage apenas podía mantenerse en pie. Pero buena parte de los leales a Kurama que habían quedado en pie se estaban batiendo en retirada. ¿Significaba eso que habían ganado? ¿Que todo había terminado?
—Suzaku, ¿estás bien?
Una voz junto a ella la sobresaltó. Y le costó varios largos segundos reconocerla como la de Hana. La Uchiha la miró, aún con el Sharingan destellando como rubíes en sus iris. La miraba, pero pero al mismo tiempo tenía la mirada perdida en algún punto del infinito.
—Y... yo... —balbuceó a duras penas, como si se hubiese olvidado de cómo era formular las palabras.
—Todo está bien, ¿vale? Te pondrás bien.
—U... —comenzó a decir, pero entonces Hana se volvió hacia el Uzukage, solicitando nuevas instrucciones.
Pero Suzaku se había dado cuenta de algo aún más importante: Su hermana. ¿Dónde estaba su hermana? ¿Estaba bien? La pobre muchacha giraba sobre sus talones, estirando el cuello en todas las direcciones que era capaz e intentando evitar enfocar la mirada en los grotescos cadáveres que la rodeaban.
Pero cuando Mochi fue a atrapar las piernas de Datsue, se toparon con aire. Las alas del Uchiha le alzaron, fuera del alcance del lisiado. Le faltaba oxígeno en los pulmones y su vuelo era errático, como el de un pajarillo herido a punto de caerse.
—Se encuentra bien —dijo, a la llamada desesperada de Suzaku por su hermana—. Es… esposadle —añadió, como respuesta a la pregunta de Hana. Uno de los amigos del General se encontraba tirado en el suelo, con las rodillas inútiles. Un tío valioso al que interrogar—. ¡Esposad a todos los que se rindan!
Logró ascender todavía más, a diez metros de altura, y sus ojos ensangrentados encontraron la figura de Raiden siendo transportada por su otro amigo, que había evitado su técnica por los pelos. Huían. Apenas habían aguantado el minuto de la amenaza, si bien lo habían sobrepasado.
Lo habían sobrepasado.
—¡Eh, Mochi! —rugió, y tuvo que interrumpirse un instante para coger aire—. ¡¿Me haces un favor?! ¡¿Le darás a Raiden y a Kurama un mensaje de mi parte?!
Era un favor pequeño, teniendo en cuenta las circunstancias.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
La noche seguía mas que cerrada, todavía faltaba casi una decena de horas para que el sol empezara a iluminar la costa. La lluvia por su parte pareció haberse visto alterada ante el despliegue de poder que había sucedido sobre la costa. Aquellas zonas donde parecía haber impactado un trueno seguían desprendiendo un humo oscuro.
Todo el combate parecía haberse dado la vuelta en un instante, y tan solo en la distancia se escuchaba el ruido de aceros sangrantes chocando entre sí como una llamada a la persona más cercana para terminar de sofocar esos combates. Los heridos y muertos se extendían por el suelo embarrado, donde principalmente las piernas de los soldados, pero también sus cuerpos o habilidades, habían desdibujado el terreno arrancando la hierba y alterando gravemente las zonas. Algunos gimoteaban, otros estaban inconscientes y los que quedaban a duras penas se mantenían en pie o despiertos.
Umi no parecía responder ante las palabras de Suzaku, pero entre los destellos de la tormenta que todavía seguía vigente podría verla a un par de metros de ella, y si se acercaba hasta ella, vería la luchadora que pertenecía al ejército de Kurama con la que hasta hace nada su hermana había estado combatiendo tirada en el suelo. Se podía casi saborear el terror en sus ojos llorosos mientras sostenía la mano sobre su garganta, intentando tapar una horrible herida que no tardaría en cobrarse su vida. La sangre se escurría con facilidad debido a lo alterada y el agua de la lluvia solo lo empeoraba. O recibía cualquier tratamiento ya, o su vida desaparecería junto al resto en el campo de batalla.
· · ·
El senju era bastante rápido, pero aquella kunoichi pudo seguirlo algo con la mirada. El clon interpuso los brazos cruzados con rapidez entre ambos, deteniendo el golpe, y la chica aprovechó esto para alejarse un par de metros en lo que durase la pequeña nube de cenizas que se aconteció tras el estallido.
—¡Tsk! ¡Maldita sea! — se maldijo al ver como se escapó de aquel doble impacto.
Se maldijo así misma, estaba demasiado dolorida y había gastado demasiado chakra, aunque todavía le quedaba algún respiro. Convencida de que el combate arriba estaba siendo a su favor, sonrió enfurecida al verse en desventaja.
— No tiene sentido que siga perdiendo el tiempo, yo de ti me iría preparando. El invierno todavía no ha terminado y pronto empezarán a caer los copos de nieve — tras ello, y con el clon todavía en guardia, hizo un breve sello para desaparecer en una pequeña nube de arena que se levantó donde había estado ella y sin dejar siquiera una ligera estela azulada.
Las palabras de la chica tal vez harían mella en Siete, a menos que subiera para comprobar la situación o bajara alguien desde lo alto del acantilado no podría estar seguro sobre lo que se avecinaba.
¤ Eco del Alma - Tipo: Apoyo - Rango: S - Requisitos:??? 50 - Gastos: 50 CK, impide regen. de CK - Daños: - - Efectos adicionales: Leer descripción - Carga: 5 - Velocidad: Creación (Moderada) - Alcance y dimensiones: Hasta 3 metros de radio del usuario
Extraña técnica utilizada por una ninja a las órdenes de Kurama. El usuario genera una especie de clon claramente diferenciable y que no puede alejarse del usuario más allá de un par de metros, lo que lo hace altamente estable y permite al usuario controlarlo con tan solo su pensamiento. Como contra, el daño que recibe el clon también lo recibe el usuario, pero este puede utilizar también técnicas usando el chakra del propio usuario y no se deshace el recibir daño.
La Agilidad del clon va por Poder y el resto de estadísticas son iguales. Los genjutsus no funcionan en este clon, por lo que deben ser ejecutados sobre el usuario. Además, sus golpes por básicos hacen un daño de 10 PV + (Voluntad/10) + (Poder/10) y puede producir choques de técnicas.
¤ Shunshin no Jutsu ¤ Técnica del Parpadeo Corporal - Tipo: Apoyo - Rango: D - Requisitos:Ninjutsu 40 - Gastos: 14 CK/20 metros (multiplicable) - Daños: - - Efectos adicionales:
Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 5 turnos
(Aguante 80) Esta técnica no podrá volver a ser utilizada en 3 turnos
- Sellos: Carnero/una mano - Velocidad: Instantánea
Permite al usuario reforzar las capacidades corporales momentáneamente y realizar varios pasos e impulsos a velociades sobrehumanas. El ejecutor siempre se mueve en línea recta, ya sea por tierra o desde tierra hacia una elevación, siendo necesario en este último caso que haya un lugar donde apoyar los pies al final del recorrido. Como mínimo, el shinobi o kunoichi necesitará un apoyo por cada multiplicable. No pueden atravesarse técnicas ni otros obstáculos como armas o incluso otras personas. Si se utiliza para atacar por sorpresa, el oponente siempre sentirá al usuario antes de que aparezca debido a que la técnica mueve una gran cantidad de aire.
Los ninjas de las Tres Grandes son capaces de añadir pequeños elementos decorativos para llamar la atención de un observador al tiempo que desaparece de su vista. En Uzushiogakure, el usuario deja tras de sí pétalos de cerezo. En Kusagakure, hojas mecidas por el viento. En Amegakure, una suave neblina.
Hana escuchó las palabras de su kage como si se tratasen de la verdad absoluta, una orden divina. Asintió y procedió a ir a esposar al hombre que se encontraba en el suelo, apenas capaz de mantener la conciencia e incapaz de ponerse en pie. No avanzaría deprisa, avanzaría con cautela, asegurandose de sortear cualquier peligro y de que el hombre en cuestión no intentase nada raro.
Parecía estar inconsciente, pero nunca se sabe con estos ninjas de Kurama. Se acercó con cuidado y le esposó agilmente. Sin embargo, no había manera de que ella pudiese moverlo. Bueno, por ahora estaba esposado. Miró alrededor, en busca de posible gente que se rindiese para darles el mismo tratamiento que al inconsciente, como había ordenado su kage.
La mano de Mochi se cerró en el aire, cayendo con el puño cerrado lleno de frustración al no haber conseguido ese último esfuerzo, mientras en sus oídos sonaban la voz de Ushi como un eco distante que se repitió una y otra vez difuminándose en cada repetición, hasta finalmente caer inconsciente. Estaba malherido, pero su vida no corría peligro y no podría ejercer resistencia alguna a su arresto.
— ¡Raiden ha caído, nos marchamos! ¡Vamos, vamos! ¡Necesito un médico ya! — gritó intentando enmascarar todo lo posible sus mentiras.
No tenía ni idea de que es lo que le esperaría por parte de Kurama al haberse retirado.
Acto seguido, como estaba preparado en el caso de que se aconteciera, algunos de los ninjas de Kurama rompieron sus formaciones para formar una nueva buscando cubrir la huida de Ushi con Raiden. Y de la misma forma que le pasó a Mochi, una voz que cruzó prácticamente todo el campo de batalla lo llamó para posiblemente darle el golpe de gracia o si tenía suerte, una nueva amenaza retumbó en sus tímpanos.
Ushi se giró con el ceño fruncido, reconociendo la voz sin ningún problema hacia el kage mientras a varios metros de él algunos ninjas esperaban en posición para defender del siguiente ataque que el guerrero del remolino pudiera usar contra él.
Esperaría a escuchar sus palabras, mientras otros de sus ninjas menos experimentados empezaban también a batirse en retirada a sus alrededores mientras el grupo de defensa mantenía su posición
Lo miró desde lo alto, con tan solo las nubes de tormenta, esas que casi habían arrasado con la mitad de su ejército en la mar y que ahora desprendían una tromba de agua, por encima de él. Ushi tuvo que alzar la cabeza para poder mirarle, deteniendo su huida momentáneamente.
—Diles de mi parte…
«Hazlo… No dudes ahora… ¡Ni se te ocurra dudar ahora, Hijo!»
«Hazlo»
«¡Hazlo!»
«¡¡¡HAZLO!!!»
—… que espero que les gusten las vistas.
Los secuaces más acérrimos se apelotonaron alrededor de Ushi y su General, quizá intuyendo una amenaza velada, dispuestos a proteger a sus superiores con uñas y dientes. Imbéciles. Ushi, Raiden, todos ellos. ¿Acaso alguien sensato se detiene a formar con sus manos un muro de arena en la playa cuando ve un tsunami acercarse? ¿Existe algún cervatillo en el mundo que detiene su estampida cuando escucha el rugido del tigre a su espalda? ¿O es que acaso no lo comprendían? ¿O es que acaso no le veían?
Datsue levantó una mano, la mano de un juez justo antes de dictar sentencia.
Joder, si es que se lo había advertido. A todos ellos.
-Gastos en el CK de Shukaku: 120
-Daños: 200PV a Ushi, Raiden y los ninjas de Kurama que les rodearon para protegerles.
¤ Kirin ¤ Dios del Trueno - Tipo: Ofensivo (electricidad) - Rango: S - Requisitos:Raiton 100 - Gastos: 120 CK - Daños: 200 PV - Efectos adicionales: - - Carga: 8 - Velocidad: (ver descripción) - Alcance y dimensiones: El rayo abarca 4 metros, y la explosión de electricidad 10 metros
El Kirin es una técnica de rayo extremadamente poderosa, de un sólo golpe. Recoge energía directamente desde las nubes de tormenta, lo que establece el daño de la habilidad, y utiliza el chakra del usuario como métido de control. El usuario, de no estar en una tormenta, se ve obligado a lanzar un pequeño rayo de energía (20 CK) tres turnos antes de ejecutar la técnica para atraer las nubes. Una vez la técnica está lista, rodea su mano de chakra Raiton y la alza, mostrándola a los cielos. Su mano y las nubes se unen en un fino rayo, y entonces el usuario dirige su mano hacia el objetivo. La técnica cae a la velocidad de un rayo,y aunque el objetivo la vea venir, será prácticamente imposible de esquivar, pues todo sucede en una milésima de segundo.
Sólo puede utilizarse una vez en el campo de batalla, pues al finalizar todas las nubes se dispersan y no es posible volver a convocar una tormenta.
Hitai-ate [cuello]
Chaleco militar (5/5)
Ōkina Hyōrōgan x1
Ōkina Chirōgan x1
A-ranku no Kibakudama x1
Esposas supresoras de chakra x1
Chīsana Makimono x1 ()
Portaobjetos básico (10/10)[costado derecho]
Hikaridama x1
Bomba sonora x1
Oto Fuda x1
Kunai x1
Shuriken x2
Hilo shinobi x1
Antídoto x1
Paquete de 5 senbon (3/5)
Etiqueta de sellado x1
Portaobjetos avanzado (7/10)[costado izquierdo]
Kunai x1
Shuriken x2
Paquete de 15 makabishi x1
Bomba de humo x1
Fuda Kami x1
Sello explosivo de rango A x1
Sellados en el cuerpo (6/7)
Kunai x1[palma derecha]
Sello explosivo de rango B x1 [palma izquierda]
Chūgata Makimono (Katon: Sogekihei Doragon y Fūton: Kazenami no Jutsu selladas) [dorsal de la mano derecha]
Ōkunai [Empuñada][Reforjada con el Toque de Herrero]
Dai Shuriken [hombro izquierdo]
Tela de sellado [nuca]
Juego de ganzúas[interior dobladillo calzoncillo]
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
El copo de nieve se quejó instantáneamente al ver cómo su estrategia se veía frustrada por el "rápido" movimiento de Siete. De seguro había puesto una gran cantidad de energía en ese ataque, buscando destrozar al peliblanco tras intentar de hundirle emocionalmente. Pero en realidad esa segunda parte no era del todo cierta. Confiaba en Datsue, en su Kage. No era posible que hubiesen perdido allá arriba, era algo totalmente inimaginable. Algo absurdo.
Apenas evadido el golpe de la kunoichi, el chico lanzó su técnica ígnea. La esfera de fuego sin embargo no llegó a tropezar con su verdadero objetivo, si no que dio de lleno en un bloqueo por parte del clon reluciente de la kunoichi. Hayato no tembló en mostrar una mueca de decepción, pero para bien o para mal, éste combate iba a llegar pronto a su final. El de dientes plateados buscó rápidamente un nuevo movimiento, una nueva estrategia para acabar con su antagonista. Pero ésta no se lo permitió. Se burló de que esa pelea sobraba, que arriba todo estaba sentenciado. Realizó un sello, y se evaporó. Se esfumó.
La chica desapareció como un cartero de entrega express en un día laborable a final de jornada.
—Mierda... —Se quejó para sí mismo el shinobi.
Buscó con la mirada rápidamente la escalera improvisada de kunais, la que el tipo que le había salvado había indicado tiempo atrás. Sin titubeo alguno, se lanzó a la carrera. Para nada era una carrera rápida, pues no era un gran atleta, pero si que se movió tan rápido como sus piernas le permitieron. Si nada se lo impedía, usaría esa escalera improvisada para llegar a lo alto del acantilado. Abajo poco más podía hacer ya... su oponente había corrido con el rabo entre las piernas.
Al menos había salvado el campamento médico, ¿no?.
—Se encuentra bien. —Fue el Uzukage el que respondió a su llamada.
Pero Suzaku no estaba del todo convencida. Sus ojos habían hallado a su hermana, justo frente a su oponente: una kunoichi que ya nada podía hacer por contener la vida que se le escapaba entre los dedos en forma de carmesí vital. Umi no parecía estar malherida, pero seguía con la mirada perdida y no respondía a ningún estímulo. ¿De verdad podía decir que estaba bien?
—Es… esposadle. ¡Esposad a todos los que se rindan!
Aquella fue la última orden del Uzukage antes de elevarse en el aire y terminar de perderse de vista. Parecía que perseguía a alguien. Suzaku corrió junto a su hermana, y sus ojos se detuvieron sin poder evitarlo sobre el cuerpo de la que había sido su enemiga. Con sus manos intentaba tapar una profunda herida que tenía en la garganta, pero la sangre seguía brotando a través de sus dedos. Suzaku no era médica, pero enseguida supo que no había nada que hacer para salvar su vida. Y no supo cómo debía sentirse al respecto. Era una kunoichi que trabajaba bajo las órdenes de Kurama, había amenazado la vida de su hermana. Pero...
—U... Umi... Uzukage-sama nos ha ordenado que esposemos a todos los que podamos... —Murmuró, tratando de llamar la atención de su hermana de una vez.
Fue entonces cuando el mundo pareció estallar a su alrededor. Suzaku no se había dado cuenta de la penumbra que había ido invadiendo el terreno de combate, pero a esa penumbra le siguió un súbito destello de luz blanca que acuchilló sus ojos acompañado por el rugido de un dragón que taladró sus oídos. La Uchiha se encogió sobre sí misma, llena de terror.
Datsue alzó una de sus manos al cielo, y Ushi comprendió que es lo que ese hijo de la gran puta estaba a punto de hacer.
—Diles de mi parte…
De un momento a otro, un gigantesco trueno los fulminaría a todos. Conocía a la perfección esa técnica, al igual que Raiden, era casi un maestro en el elemento rayo. Pero debía hacer algo, o no solo él sería el único que quedaría carbonizado. Muchos de aquel escuadrón de huida morirían en el acto seguramente. Debía actuar y debía hacerlo en el momento.
Ushi no quería usar esa técnica contra un enemigo al que podría llegar a enfrentarse nuevamente. Era una última carta, una que además era una completa sorpresa para rematar o terminar de decantar la balanza a su favor. ¿Pero que habría hecho Raiden en su lugar? Ese imbécil haría lo mismo, y no por salvar su pellejo o el de Ushi, si no por cualquiera de los presentes.
— ¡Lleva el cuerpo de Raiden, vosotros ayudad a impulsarme!
— ¿Q-Que? ¿Q-Que va a...?
—¡NO HAY TIEMPO, HACEDME CASO — gritó casi tirando el cuerpo de Raiden al suelo, y avanzando hacia un par de compañeros que utilizó a modo de trampolín para dar un salto con todas sus fuerzas.
—… que espero que les gusten las vistas.
Un devastador dragón hecho puramente de energía natural, comandado por un simple rayo que lanzó el Uzukage, bajó de entre los cielos, iluminando a varios kilómetros, abriendo sus enormes fauces y todo los presentes pudieron ver como devoraba a Ushi en el camino como si el tiempo se hubiera detenido en ese mismo instante por unos segundos. El ruido fue tan descomunal, como si aquel mismo rayo hubiera rugido con la fuerza de un dragón. Pero antes de que pudiera avanzar un par de metros más, la electricidad se revolvió un poco más abajo de la boca del dragón, tragando y absorbiendo rápida pero no instantáneamente toda esa energía.
Uno de los brazos de Ushi estaba extendido, con el dedo índice y el corazón apuntando a los cielos. Su caída pareció ralentizarse por el impacto, la energía o alguna fuerza más. Y todos pudieron ver como una gran masa de relámpagos, rayos y chispazos recorrían su cuerpo de un lado a otro en sintonía intentando escapar. El Yotsuki apenas podía mantener tanta energía en su cuerpo por mucho más tiempo o lo dañaría severamente, pero no podía concentrarse en su objetivo con su mente tan alterada. Y entonces extendió la otra mano, apuntando de la misma forma que había hecho hace unos segundos al bosque cercano y sus inmediaciones, describiendo una parábola.
¡Raiton: Raijin no kotoba no hitei!
Y un devastador y concentrado relámpago salió de la mano contraria con la que apunto, utilizando nuevamente solo dos dedos. El rayó arrasó varios metros que pudieron verse desde aquella distancia sin problemas. Se sucedieron algunas explosiones, y los árboles de la zona comenzaron a arder bajo una tormenta que ya había perdido toda su fuerza eléctrica. El Kirin era una técnica completamente aterradora, la cual tan solo su sonido o la idea podía alterar los corazones menos experimentados. Pero esa misma potencia concentrada en un serpenteante rayo del tamaño de un dedo... ¿Cuántos cuerpos podría haberse llevado por delante, si la integridad del suelo donde impacto estaba empezando a colapsar?
Ushi cayó al suelo, casi de rodillas, jadeante y casi a punto de perder la consciencia. Un par de ninjas de la nieve se acercaron hasta él a socorrerlo, para ayudar a que caminara.
—¡Retirada! ¡He dicho que retirada!
El ruido de las botas se intensificó, marcando la retirada por parte del ejército de Kurama cada vez de forma más acentuada. Los más expertos en el elemento tierra, empezaron a generar desniveles, tanto enormes socavones como grandes paredes para terminar de cubrir su huida. Puede que no hubiera sido una victoria total, puede que la cabeza de una importante ficha en juego no hubiera caído, pero el impacto moral y el manchado orgullo de aquellos que luchaban por la palabra de Kurama, había quedado profundamente herido.
¤ Raiton: Raijin no kotoba no hitei ¤ Elemento Rayo: Negación de la Palabra del Dios del Trueno - Tipo: Ofensivo (electricidad) - Rango: S - Requisitos:Raiton 90 - Gastos: 0'4 * CK de la técnica a defender - Daños: 0'6 * PV de la técnica a defender - Efectos adicionales: Si la Inteligencia del usuario es menor a 60, recibe la mitad del daño de la técnica - Sellos: Leer descripción - Velocidad: Leer descripción - Alcance y dimensiones:
Si el daño a devolver es 50PV o menos, 5 metros de distancia.
Si el daño a devolver es 100 PV o menos, 20 metros de distancia.
Si el daño a devolver es 150 PV o menos, 50 metros de distancia.
Si el daño a devolver es 200 PV o menos, 100 metros de distancia.
El grosor del relámpago es de dos centímetros en cualquier circunstancia.
Extraña técnica defensiva utilizada por Ushi, uno de los ninjas más cercanos al general Raiden. El usuario extiende una de sus manos para recibir a modo de pararrayos una técnica de Raiton, y utiliza su propio chakra para canalizar los rayos de esta en su cuerpo, haciendo uso de la electricidad de su cuerpo, así como su alto contenido en líquido. Esta gran concentración de electricidad se ve movida de un lado a otro hasta que el usuario le muestra una nueva vía de escape mientras guía la electricidad por su cuerpo con su propio chakra.
Al expulsarse, esta gran cantidad de energía se vé proyectada en un fino y zigzagueante relámpago de tan solo un par de centímetros de grosor, con una abrumadora fuerza destructora.
Incluso Shukaku tuvo que admitirlo, aquella técnica era grandiosa. No solo tremendamente efectiva, sino bella. Ushi estaba resultando ser un oponente de lo más digno. No solo había noqueado al General, sino que se estaba enfrentando de tú a tú con Datsue.
«El zorro se equivocó con el nombramiento de su General. ¡Tenía a la persona correcta justo al lado, JIA JIA JIA!»
El Uchiha estaba de acuerdo. Raiden era un ninja interesante; Ushi, un shinobi temible. Por eso tiró una bola de papel compacta allá donde Ushi iba a caer. La mano derecha del General creyó, ingenuo, que aterrizaría en suelo firme y sería socorrido por los suyos. Datsue tenía otros planes.
Tras una tanda corta de sellos, el suelo donde iba a aterrizar Ushi se abrió en dos. Sus aliados se vieron desplazados a izquierda y derecha, todos al borde del enorme acantilado que se acababa de crear, y Ushi cayó en la gran abertura formada en medio, junto a la bolita de papel que Datsue previamente había tirado.
Datsue formó el sello de Serpiente…
… y la bomba explosiva cercana a un Ushi agotado y sin aparentes recursos estalló en una violenta explosión (140 PV) de catorce metros de diámetro. Se formó una gran humareda, en la que Datsue se internó momentáneamente para luego salir volando. ¿Había ido a comprobar el pulso de Ushi? ¿O era por otra cosa? (1 AO).
—¡Cubridme!
No era una orden, era una petición. A todo uzujin que pudiese seguir blandiendo una espada. A todo ninja por cuyas venas siguiese corriendo la sangre roja de la Espiral. Sus manos se entrelazaron en una nueva tanda de sellos, drenando su chakra y robándole el aliento. Los ninjas de Kurama habían cargado con el cuerpo de Raiden, que brillaba con una luz intensa bajo la mirada del Sharingan, y algunos de ellos se estaban encargando de dificultar el terreno. Nada que le importase a alguien con alas.
De pronto, cuatro pilares se alzaron alrededor de Raiden y el grupo de ninjas de Kurama que le rodeaban.
—¡¡Raiton… Shichu Shibari!!
El cielo ya se había despejado tras el Kirin, pero una tormenta eléctrica digna de Amegakure se formó en el interior de los cuatro pilares (180PV). El Uchiha aterrizó sobre ellos cuando la tormenta amainó como un ángel caído del cielo. Un pie sobre el suelo; el otro, sobre la espalda de Raiden. Se subió la máscara de Susano’o para que los que siguiesen vivos y conscientes pudiesen verle los ojos.
No eran los ojos de un Kage.
Tampoco los ojos del autoproclamado Dios Kurama.
Los suyos eran los ojos de algo más terrenal, y al mismo tiempo más incómodo, más espeluznante. Eran los ojos de un demonio que está esperando la oportunidad para matarlos a todos.
—Bajad las armas. Arrodillaros —Aquello tampoco fue una orden. Tan solo una sugerencia—. O vuestro General sufrirá la peor de las muertes.
No lo dijo en voz alta. No le hacía falta gritar para imponer autoridad. Tampoco creía que pudiese detener la huida de todo el ejército enemigo. Probablemente algunos ya estuviesen trasportando a Ushi, huyendo en desbandada. No importaba, no había necesidad en que corriese más la sangre. La victoria era suya. Pero si alguno de aquellos pequeños hijos de puta se creía lo suficientemente valiente como para tratar de llevarse a Raiden…
¤ A-ranku no Kibakudama ¤ Esfera explosiva de rango A - Tipo: Consumible - Tamaño: Pequeño - Requisitos:Destreza 60 - Precio: 2250 ryos - Daño: 140 PV/explosión - Efectos adicionales: -
Bomba de papel compacto con forma de esfera y del tamaño de un puño que, tras un sello del usuario (serpiente, ambas manos) o tras un tiempo preestablecido en turnos (determinado en el momento de su lanzamiento, no inferior a tres turnos) provocan una fuerte explosión. Esta versión explota en un radio de siete metros. Tienen la desventaja de que son mas visibles que los sellos, pero son mas dañinas.
¤ Doton: Doryūkatsu ¤ Elemento Tierra: División del Flujo Terrestre - Tipo: Apoyo - Rango: B - Requisitos:Doton 15 - Gastos: 15 CK (multiplicable x2) - Daños: (ver descripción) - Efectos adicionales: Separa dos fragmentos de suelo y los eleva, espejados, en un ángulo de 45º - Sellos: Liebre → Jabalí → Rata → Caballo → Tigre → Serpiente - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: La técnica hace efecto en un área de 5 metros cuadrados cualquiera, que esté a la vista del ejecutor y no se encuentre a más de 5 metros (aumenta con la multiplicación)
Haciendo fluir chakra concentrado desde las palmas de sus manos hasta las vetas subterráneas de cualquier suelo, el usuario es capaz de dividir un terreno a su elección en dos, separando ambas partes y elevándolas por el lado donde se empezó a romper en un ángulo de 45º. Esta técnica permite destruir defensas enemigas, campamentos, e incluso puede utilizarse como vía de ataque, al desequilibrar al oponente, hacerlo caer en el espacio entre los dos cubos de tierra para luego sorprenderle... Puede ser utilizada para neutralizar técnicas enemigas dentro de la lógica.
¤ Fuda: Kassei-ka ¤ Sello Adhesivo: Activación - Tipo: Ofensivo - Rango: D - Requisitos:Bukijutsu 10 - Gastos: 15 CK por sello - Daños: - - Efectos adicionales: Activa un sello adhesivo a distancia - Sellos: Serpiente - Velocidad: Rápida - Alcance y dimensiones:
Los sellos pueden activarse a una distancia máxima de 10 metros
(Bukijutsu 50) Los sellos pueden activarse a una distancia máxima de 30 metros
(Bukijutsu 100) Los sellos pueden activarse a una distancia máxima de 100 metros
El shinobi utiliza esta habilidad para activar un sello o etiqueta adhesiva a distancia, sin necesidad de utilizar un hilo para tirar de él, una fuente de fuego o que el enemigo trate de despegarlo. Tras realizar el sello necesario, la etiqueta desprende un intenso brillo blanquecino durante unos instantes antes de liberar su contenido. No es posible frenar la activación, a no ser que el adversario conozca una técnica que se lo permita y suficiente tiempo de reacción.
¤ Raiton: Shichu Shibari ¤ Elemento Rayo: Atadura de los Cuatro Pilares - Tipo: Ofensivo (electricidad) - Rango: S - Requisitos:Raiton 90, Kuchiyose no Jutsu - Gastos: 108 CK - Daños: 180 PV - Efectos adicionales: Inmoviliza al adversario en el turno ejecutado - Sellos: Carnero → Jabalí → Perro → Pájaro → Liebre - Velocidad: Moderada - Alcance y dimensiones: Los pilares se adaptan en tamaño a aquello a lo que se quiera atacar, pudiendo incluso herir a criaturas gigantescas
El usuario invoca, gracias al Kuchiyose no Jutsu, cuatro pilares de roca especial que rodean al adversario. Entonces, de pilar a pilar y en el área que abarcan los cuatro se produce una masiva tormenta de rayos que causa daños espectaculares a todo lo que encierren, además de entumecer y paralizar los músculos de su objetivo durante unos instantes. A pesar de lo que pueda parecer, esta técnica no requiere de Ninjutsu Doton para su ejecución, pues los pilares de rocas son una simple invocación.
Hitai-ate [cuello]
Chaleco militar (5/5)
Ōkina Hyōrōgan x1
Ōkina Chirōgan x1
A-ranku no Kibakudama x1
Esposas supresoras de chakra x1
Chīsana Makimono x1 ()
Portaobjetos básico (10/10)[costado derecho]
Hikaridama x1
Bomba sonora x1
Oto Fuda x1
Kunai x1
Shuriken x2
Hilo shinobi x1
Antídoto x1
Paquete de 5 senbon (3/5)
Etiqueta de sellado x1
Portaobjetos avanzado (7/10)[costado izquierdo]
Kunai x1
Shuriken x2
Paquete de 15 makabishi x1
Bomba de humo x1
Fuda Kami x1
Sello explosivo de rango A x1
Sellados en el cuerpo (6/7)
Kunai x1[palma derecha]
Sello explosivo de rango B x1 [palma izquierda]
Chūgata Makimono (Katon: Sogekihei Doragon y Fūton: Kazenami no Jutsu selladas) [dorsal de la mano derecha]
Ōkunai [Empuñada][Reforjada con el Toque de Herrero]
Dai Shuriken [hombro izquierdo]
Tela de sellado [nuca]
Juego de ganzúas[interior dobladillo calzoncillo]
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado
Grupo 0: Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 1: Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80
Grupo 2: Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80
Grupo 5: Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80