12/08/2016, 17:52
Juro sonrió un poco al ver cómo su idea pronto se apoderó del ambiente y empujó a un lado la depresión que habían formado. Eri por unos momentos se quedó pensativa, aunque pronto saltó en un remolino azulado con una nueva idea.
—Pues ahora que lo dices... Conozco un puesto de fideos bastante bueno por estas calles, si os gustan los fideos, claro. Es un poco caro, pero no os preocupéis, ¡yo invito!
Juro tomó el impulso de mirar a su alrededor para buscar dicho puesto. Luego se dio cuenta de que la calle alcanzaba a más de su vista, y que obviamente no lo iba a ver. Se ruborizó un poco, aunque lo solucionó mirando al suelo.
— ¿Qué me decís?
— Hombre... ¡Por mi encantado, desde luego!
Al levantar la cabeza, no hizo falta que viera que todas las miradas iban dirigidas hacia él. Se aclaró la garganta, fingiendo que había estado mirando algo interesante.
— Claro claro, me parece genial. Vamos ya mismo... — exclamó, con toda la rapidez que pudo — No he oído mucho de él, tendrás que guiarnos un poco...
Aunque probablemente si hubiese oído tampoco sabría llegar...
— Por cierto, yo tampoco voy mal de fondos, no es necesario que pagues tu todo... —esbozó una sonrisa, mientras se dirigía hacia Eri — Quiero que te animes, no que te quedes con los bolsillos vacios.
En realidad, había acumulado el sueldo que le daba en ocasiones su hermana durante todo el año, más el dinero que le había regalado por su cumpleaños, por lo que tenía bastante calderilla para pagar. Aunque lo agradecía, no le parecía bien aceptar una oferta así, especialmente si era algo caro.
Se quedo pensativo, esperando a que la peliazul empezase a caminar para llevarles a ese sitio.
—Pues ahora que lo dices... Conozco un puesto de fideos bastante bueno por estas calles, si os gustan los fideos, claro. Es un poco caro, pero no os preocupéis, ¡yo invito!
Juro tomó el impulso de mirar a su alrededor para buscar dicho puesto. Luego se dio cuenta de que la calle alcanzaba a más de su vista, y que obviamente no lo iba a ver. Se ruborizó un poco, aunque lo solucionó mirando al suelo.
— ¿Qué me decís?
— Hombre... ¡Por mi encantado, desde luego!
Al levantar la cabeza, no hizo falta que viera que todas las miradas iban dirigidas hacia él. Se aclaró la garganta, fingiendo que había estado mirando algo interesante.
— Claro claro, me parece genial. Vamos ya mismo... — exclamó, con toda la rapidez que pudo — No he oído mucho de él, tendrás que guiarnos un poco...
Aunque probablemente si hubiese oído tampoco sabría llegar...
— Por cierto, yo tampoco voy mal de fondos, no es necesario que pagues tu todo... —esbozó una sonrisa, mientras se dirigía hacia Eri — Quiero que te animes, no que te quedes con los bolsillos vacios.
En realidad, había acumulado el sueldo que le daba en ocasiones su hermana durante todo el año, más el dinero que le había regalado por su cumpleaños, por lo que tenía bastante calderilla para pagar. Aunque lo agradecía, no le parecía bien aceptar una oferta así, especialmente si era algo caro.
Se quedo pensativo, esperando a que la peliazul empezase a caminar para llevarles a ese sitio.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60