24/09/2016, 15:25
— Vaya, parece que me pierdo siempre las cosas más locas, que mala suerte.
Por un momento, al soltar a la luz su pasado como travestido, recordó que la última vez que dijo algo parecido acabaron a hostias en medio del jardín de cerezos de su villa. Sin embargo, Riko hizo gala de un autocontrol y una serenidad que no tenía la primera vez que se encontraron.
— Pues ya ves, parece que la última vez que nos vimos terminó por marcarme, así que decidí cambiar un poco de vestuario y evitarme así en gran medida las confusiones, que siendo sincero, no has sido el único que la ha tenido.
Ignoró levemente la respuesta del muchacho, pues con la marcha de Kaido y su lentitud para pensar, se acababa de dar cuenta de que había un tema mucho más urgente que las perversiones sexuales de Riko.
— Riko, tengo que preguntarte algo. ¿Estuviste en la final del torneo?
La expresión del rubio se transformó brutalmente, se volvió serio y su mirada se clavó en los ojos del moreno. Hasta Nabi se tomaba ese tema muy en serio, con eso ya se veía cuan preocupante era la magnitud de lo sucedido en aquella final. Todo lo relacionado con aquello a día de hoy le sonaba muy confuso, recordaba la linea general, pero ni una cuarta parte de la gente que lo presenció.
Sin embargo, era un tema que no le gustaría tocar con uno de los shinobis de otra villa, por lo que al encontrarse con Kaido, había olvidado por completo todo aquello, de hecho, si el azulado hombre hubiera dicho algo, muy probablemente hubiera desconfiado de él. Por mucho que se tengan que unir por un enemigo común, la pega es obvia, ¿y cuando acaben con ese enemigo? La puñalada por la espalda era algo evidente.
Sólo puedes confiar en una villa, la gran y heroica Uzushiogakure.
Por un momento, al soltar a la luz su pasado como travestido, recordó que la última vez que dijo algo parecido acabaron a hostias en medio del jardín de cerezos de su villa. Sin embargo, Riko hizo gala de un autocontrol y una serenidad que no tenía la primera vez que se encontraron.
— Pues ya ves, parece que la última vez que nos vimos terminó por marcarme, así que decidí cambiar un poco de vestuario y evitarme así en gran medida las confusiones, que siendo sincero, no has sido el único que la ha tenido.
Ignoró levemente la respuesta del muchacho, pues con la marcha de Kaido y su lentitud para pensar, se acababa de dar cuenta de que había un tema mucho más urgente que las perversiones sexuales de Riko.
— Riko, tengo que preguntarte algo. ¿Estuviste en la final del torneo?
La expresión del rubio se transformó brutalmente, se volvió serio y su mirada se clavó en los ojos del moreno. Hasta Nabi se tomaba ese tema muy en serio, con eso ya se veía cuan preocupante era la magnitud de lo sucedido en aquella final. Todo lo relacionado con aquello a día de hoy le sonaba muy confuso, recordaba la linea general, pero ni una cuarta parte de la gente que lo presenció.
Sin embargo, era un tema que no le gustaría tocar con uno de los shinobis de otra villa, por lo que al encontrarse con Kaido, había olvidado por completo todo aquello, de hecho, si el azulado hombre hubiera dicho algo, muy probablemente hubiera desconfiado de él. Por mucho que se tengan que unir por un enemigo común, la pega es obvia, ¿y cuando acaben con ese enemigo? La puñalada por la espalda era algo evidente.
Sólo puedes confiar en una villa, la gran y heroica Uzushiogakure.
—Nabi—