9/10/2016, 15:17
(Última modificación: 9/10/2016, 15:17 por Inuzuka Nabi.)
Escuchó atentamente lo que Riko le contaba sin interrumpir. Y al final, no le quedaba nada. A ver, que la historia sobre sus padres era muy tristona y era de esas historias humanas de las que despues se hacen libros dramaticos que se leen las señoras cuarentonas que lo único que tienen que hacer a lo largo del día es cuidar de la casa porque los niños ya se han independizado. En esa clase de libros, la muerte de los padres del shinobi podría llevarle a conocer al amor de su vida cuando visita su tumba para dejarle flores. Pero en el caso de Riko le llevaban ante él, quien era, "la primera persona a la que le decía esto".
— La primera persona a la que se lo dices, que no sea la kage de una aldea, ¿no? Porque se lo has dicho a la Uzukage-sama.
El rubio no preguntaba, afirmaba que se lo había dicho. Era algo tan obvio que ni siquiera vio necesario adjuntar el tono de pregunta a algo que tenía que haber hecho sí o sí. Además no es un hecho mundano como que te has pegado con un shinobi de otra villa, se trata de un ANBU MUERTO. Total, que lo mencionó como algo pasajero, ni siquiera esperaba nada más que un "Obviamente, no soy idiota".
— Así que tú tampoco sabes lo que ocurrió, pues algo tuvo que pasar... porque lo de después... No fue algo normal, tuvo que pasar algo gordo. ¡Y no sabemos de qué se trata, Riko!
El rubio gesticuló exageradamente para dejar clara su preocupación. Podía ser el evento más importante de su vida, ¡y la parte más importante no tenía ni idea de lo que pasó! Bajó el tono antes de pronunciar sus últimas palabras.
— Desaparecieron ¿cuantas? ¿Cientos de personas? ¿Miles? ¿Cientos de miles? Y aquí estamos nosotros, vivitos y coleando. ¿No te quema?
Su confianza en sus compañeros de villa era absoluta, sabía que Riko había presenciado la final, así que no había motivo alguno para no compartir sus preocupaciones con él. Además, el travesti demostró un buen juicio en su combate, por lo que valoraba su opinión.
— La primera persona a la que se lo dices, que no sea la kage de una aldea, ¿no? Porque se lo has dicho a la Uzukage-sama.
El rubio no preguntaba, afirmaba que se lo había dicho. Era algo tan obvio que ni siquiera vio necesario adjuntar el tono de pregunta a algo que tenía que haber hecho sí o sí. Además no es un hecho mundano como que te has pegado con un shinobi de otra villa, se trata de un ANBU MUERTO. Total, que lo mencionó como algo pasajero, ni siquiera esperaba nada más que un "Obviamente, no soy idiota".
— Así que tú tampoco sabes lo que ocurrió, pues algo tuvo que pasar... porque lo de después... No fue algo normal, tuvo que pasar algo gordo. ¡Y no sabemos de qué se trata, Riko!
El rubio gesticuló exageradamente para dejar clara su preocupación. Podía ser el evento más importante de su vida, ¡y la parte más importante no tenía ni idea de lo que pasó! Bajó el tono antes de pronunciar sus últimas palabras.
— Desaparecieron ¿cuantas? ¿Cientos de personas? ¿Miles? ¿Cientos de miles? Y aquí estamos nosotros, vivitos y coleando. ¿No te quema?
Su confianza en sus compañeros de villa era absoluta, sabía que Riko había presenciado la final, así que no había motivo alguno para no compartir sus preocupaciones con él. Además, el travesti demostró un buen juicio en su combate, por lo que valoraba su opinión.
—Nabi—