22/10/2016, 16:34
— Pues... El caso... Verás... Soy idiota. No le he contado esto a la Uzukage-sama...
El rubio cerró el puño con fuerza y apretó los dientes. En ese instante, una gran balanza apareció ante él psicologicamente. En un lado, las ganas de darle dos hostias a Riko, en el otro no había nada, por lo que la balanza estaba totalmente hundida por el lado de darle dos hostias. Sin embargo, el Uchiha empezó a añadir argumentos para no darselas. Primero, no quería más problemas con gente de su villa, segundo, la conversación estaba interesante, si empezaban las hostias solo Shiona-sama sabe donde terminaba eso.
Ahora parecía haber un equilibrio, ¡pero es que hacia semanas, meses, años y aún no se lo habia contado a su kage! ¡Y ERA UN ANBU MUERTO! Pero no, no podía darle dos hostias, tenían que estar unidos, eran compañeros y necesitaba poder confiar en él y que esa confianza fuera mutua. Hizo una respiración exageradamente larga y esperó a que Riko dejara de hablar.
— Claro que me quema, es decir, yo estuve muerto, y de un momento a otro, dejé de estarlo, ¿por qué? No dejo de darle vueltas...
— ¡A eso quería llegar!
Viendo que había levantado demasiado el volumen se acercó a Riko y le paso el brazo por el cuello. Susurrandole bien bajo al oido.
— Mira, lo que está claro es que morimos todos, pero al final nos salvamos nosotros. Pero, ¿y el bijuu? No estaba cuando volvimos. Estamos hablando de que pasó algo que mató a un bijuu ¿y qué es lo más plausible para matar uno? Usar otro. Así empezó con las cinco villas y así está empezando ahora. ¿Qué pasó en Kusa? No tenemos ni idea.
Nabi suspiró, a lo mejor se estaba pasando de conspiranoico. Así que se relajó y dijo algo antes de separarse de Riko.
— Mira, no te digo que vaya a liarse una guerra mundial ni que no te fies de nadie. Solo decirte que este mundo es extraño y los malos hacen cosas malas. Así que manten los ojos abiertos.
Entonces se separó y se dispuso a dejar ese tema para otra ocasión, tal vez deberían hacer una reunión en Uzushiogakure para discutirlo entre todos los de su generación.
— Bueno, ¿y qué tal tu vida de shinobi? ¿Has hecho ya muchas misiones?
El rubio cerró el puño con fuerza y apretó los dientes. En ese instante, una gran balanza apareció ante él psicologicamente. En un lado, las ganas de darle dos hostias a Riko, en el otro no había nada, por lo que la balanza estaba totalmente hundida por el lado de darle dos hostias. Sin embargo, el Uchiha empezó a añadir argumentos para no darselas. Primero, no quería más problemas con gente de su villa, segundo, la conversación estaba interesante, si empezaban las hostias solo Shiona-sama sabe donde terminaba eso.
Ahora parecía haber un equilibrio, ¡pero es que hacia semanas, meses, años y aún no se lo habia contado a su kage! ¡Y ERA UN ANBU MUERTO! Pero no, no podía darle dos hostias, tenían que estar unidos, eran compañeros y necesitaba poder confiar en él y que esa confianza fuera mutua. Hizo una respiración exageradamente larga y esperó a que Riko dejara de hablar.
— Claro que me quema, es decir, yo estuve muerto, y de un momento a otro, dejé de estarlo, ¿por qué? No dejo de darle vueltas...
— ¡A eso quería llegar!
Viendo que había levantado demasiado el volumen se acercó a Riko y le paso el brazo por el cuello. Susurrandole bien bajo al oido.
— Mira, lo que está claro es que morimos todos, pero al final nos salvamos nosotros. Pero, ¿y el bijuu? No estaba cuando volvimos. Estamos hablando de que pasó algo que mató a un bijuu ¿y qué es lo más plausible para matar uno? Usar otro. Así empezó con las cinco villas y así está empezando ahora. ¿Qué pasó en Kusa? No tenemos ni idea.
Nabi suspiró, a lo mejor se estaba pasando de conspiranoico. Así que se relajó y dijo algo antes de separarse de Riko.
— Mira, no te digo que vaya a liarse una guerra mundial ni que no te fies de nadie. Solo decirte que este mundo es extraño y los malos hacen cosas malas. Así que manten los ojos abiertos.
Entonces se separó y se dispuso a dejar ese tema para otra ocasión, tal vez deberían hacer una reunión en Uzushiogakure para discutirlo entre todos los de su generación.
— Bueno, ¿y qué tal tu vida de shinobi? ¿Has hecho ya muchas misiones?
—Nabi—